martes, 1 de marzo de 2016

Comentarios de Camino: (421)

Comentarios de Camino: (421)


Camino 421:

Un amigo es un tesoro. –Pues… ¡un Amigo!..., que donde está tu tesoro allí está tu corazón.

        La amistad verdadera, es difícil de definir pero fácil de experimentar. San Josemaría quiere hacernos ver con ese “Amigo” en mayúscula, que existe un amigo de verdad, cuya amistad es para nosotros un tesoro. Jesucristo el Señor.

        Pero este concepto no debe ser aplicado solamente en un ámbito espiritual, es decir, solamente hablar de amistad entre Dios y nosotros. La amistad es también una realidad muy humana, que frecuentemente se da cuando las personas nos hacemos un momento para salir de nosotros mismos y entablar una relación con el prójimo, movida por el amor y el reconocimiento de Dios en el otro.

        Los que dicen no creer en la amistad verdadera, a mi parecer, son personas heridas, que tal vez a partir de una mala experiencia de amistad se han cerrado de mente y de corazón, y creo que esta misma convicción mal sana es impedimento para ser libres y ser amigables. Claro está que como humanos erramos y por ende siempre estamos propensos a recibir una mala acción de parte de nuestros amigos. Pero gracias a Dios y existe el perdón, de lo contrario nadie sería amigo de nadie.

        Los amigos deben ser aquellos que en las buenas y en las malas están con nosotros, apoyándonos, animándonos, corrigiéndonos y compartiendo todo sin lugar a secretos.

        Pero hay también amistades no tan buenas. Son aquellas que son posesivas, esto se evidencia cuando una de las dos personas es de carácter sumiso y la otra de carácter más imperativo, más no asertivo.   

        Los santos deben ser nuestros amigos, los conocemos leyendo sus vidas y mantenemos una relación con ellos obrando según su espiritualidad, que siempre nos han de llevar a Cristo y a los ideales del Evangelio.

        Hoy un sacerdote formador me dijo que las buenas amistades no son escogidas, sino que son un regalo de Dios.

        Señor Jesús, Amigo de verdad, ayúdanos a trabajar en nuestras amistades, para que sean siempre sinceras y provechosas para nuestra santificación. Amén.

                                                       P.A
                                                    García

No hay comentarios:

Publicar un comentario