viernes, 27 de mayo de 2016

Feliz Cumpleaños querido Padre Jaime

Padre Jaime Duque
Buenos días querido Padre Jaime, su bendición. Le escribe su hijo seminarista Pedro García, desde el Seminario Arquidiocesano San Buenavetura de Mérida, Venezuela. Quiero comenzar este mensaje con las mismas palabras que copié al inicio de la biografía que hice de usted para la Revista del Seminario: "Todo Sumo Sacerdote es tomado de entre los hombres y está puesto en favor de los hombres en lo que se refiere a Dios" Creo que esta frase bíblica, de Hebreos 5, 1 resume y fundamenta su vida y ministerio sacerdotal.

 Hoy 27 de mayo es un día especial, pues es su cumpleaños 74. Sé que está dando gracias a Dios por el don de la vida y sé que junto con su bella familia pasará un día de alegría y celebración por su cumpleaños. Desde aquí me alegro con usted. Padre Jaime, no pude despedirme bien de usted, las exigencias de la formación sacerdotal a veces nos llevan la contraria, en lo que la buena voluntad quiera hacer, pero se que su ausencia es temporal, por cuestiones de salud. Pido a Dios que lo pueda ver pronto. 

Padre Jaime, son muchas las experiencias vividas a su lado, primero como monaguillo, después como colaborador en las cuestiones parroquiales, en todas ellas usted siempre reflejó una vida de testimonio cristiano. La Eucaristía y la Palabra de Dios son el centro de su vida, sin menospreciar el amor filial a María Santísima, esto me anima muchísimo en mi vocación y formación sacerdotal y lo tomo como ejemplo a seguir. 

Padre, usted es para todos nosotros un ejemplo de entrega generosa y perseverancia hasta el final, pues recuerdo siempre cómo en la Misa del domingo 20 de diciembre de 2015, usted mientras predicaba se sintió mal, tal vez un poco mareado, pero con actitud firme quería continuar con el sermón, esa es la imagen que todo el pueblo de La Playa y la feligresía de la Parroquia San Vicente Ferrer se llevó de usted, la imagen de un santo sacerdote decidido, humilde, generoso, servidor y perseverante hasta el final. 

Gracias Padre Jaime por darnos tanto amor, gracias por preocuparse por nosotros. En su enfermedad estuvimos siempre a su lado, asistiendole en lo poco o en lo mucho, en lo que estuvo a nuestro alcance, todo fue un desborde de amor para con usted. Mi mamá lo recuerda mucho, al igual que mis hermanas y todos los feligreses.

Oramos siempre por usted, para que se recupere y pueda venir a visitarnos y a quedarse con nosotros para seguir con su misión de Sacerdote Servidor, como Cristo el Señor. Me despido de usted querido Padre Jaime. Pido su bendición y la recibo en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. Unidos en la oración...

P.A
García

1 comentario:

  1. Que bonito. Feliz Cumpleaños al Padre qye Dios lo bendiga siempre

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