martes, 31 de mayo de 2016

Mejor no leas esto...

¡DESPERTAD!
Un mensaje para inteligentes…

Un día de estos, vamos a explotar. Cómo es posible que la situación política, social y cultural de este país cada día esté peor, no vemos noticias de que cambien las cosas, el malestar general que se vive es injusto para un pueblo tan bello y generoso, no es posible que los que nos gobiernan no sean capaces de reflexionar y darse cuenta de que están haciendo sufrir a todo un pueblo. Señores del gobierno, sus políticas son malas, están haciendo las cosas mal, el país está destrozado y ustedes no quieren arreglarlo, porque tienen los ojos cegados por la soberbia, su corazón está puesto en la corrupción y no en el bienestar de todos. Estoy llegando a pensar que simplemente no quieren a Venezuela.

No hay que negar que todavía quedan venezolanos que se esfuerzan por hacer las cosas bien, pero no basta, es necesario que todos nos pongamos la mano en el corazón y de una vez por todas tomemos la firme voluntad de trabajar juntos por la paz, la reconciliación y el bienestar de todos. Unidos podemos lograrlo.  

        Cada vez estoy más convencido de que ustedes (señores del gobierno) están haciendo la obra del demonio, que es el enemigo de la felicidad de los hijos de Dios. Vienen unas personas, en representación de la mayoría, a querer arreglar este país y ustedes ponen obstáculos, como si de un juego se tratara, no les conviene rectificar porque simplemente no son capaces de reconocer el fracaso de un sistema de gobierno obsoleto, desastroso, y fatal.

        El pueblo se está pasando de paciente, creo que un día de estos vamos a explotar, porque es necesario hacerlo, de otro modo seguiremos sufriendo las malas decisiones de esta dictadura. Esa es otra, esto no es democracia, esto es una dictadura, porque en un país donde las leyes no se cumplan, ni sirvan y sean manipuladas por el alto gobierno no es otra cosa que una vil dictadura. Y esta dictadura va a caer, tiene que caer. No hay mal que dure mil años.

        El difunto lo que trajo a este país fue división, él sembró el odio en los corazones de los venezolanos, de los pobres, que son los más susceptibles. El difunto analizó el pasado, el presente y el futuro de este país,  Dios fue bueno con él, pues se lo llevó antes de que se diera cuenta de que lo que hizo fue conducir a Venezuela a la ruina total. La vergüenza de este país llegó a ser presidente. Dios se lo llevó, pero no precisamente para que estuviera con Él.

        Pero lo bueno de todo esto es que, aunque el gobierno no recapacite, el pueblo soberano si lo está haciendo, ya el venezolano se dio cuenta de que esta gente no sirve para nada, son unos enchufados, que desde hace varios años pretendían agarrar el poder del país pero no para darle progreso, sino para acabarlo. Que Dios les perdone ese gran pecado.

        Mientras tanto, sigamos haciendo colas interminables para medio conseguir lo básico para vivir. En Venezuela ya no se vive, sino que se sobrevive. Estoy seguro de que si nos unimos, todos por la misma causa de la libertad y el bienestar podemos hacer el cambio que tanto esperamos. Ojo, a estas alturas de la vida, aquel que se llame cristiano o católico ni por pensamiento puede estar apoyando este sistema de gobierno, porque no es de cristianos hacer el mal a los demás, sino al contrario, hacer el bien sin mirar a quien. Que yo cambie, que tú cambies, que él cambie, que nosotros cambiemos, que vosotros cambiéis, que ellos (los del gobierno) cambien. Amén.

        Venezuela querida, Venezuela amada, recuerda siempre las palabras del Himno Nacional, en especial aquellas que narrando el poder de la opresión gritan con voz potente: ¡seguid el ejemplo que Caracas dio!

P.A
García

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