EL VOLCÁN
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La Playa. en la parte superior derecha se observa El Volcán |
Preguntarnos sobre la antigüedad del nombre de La Playa, me parece que es otro aspecto quimérico dentro de nuestra inventiva por precisar la historia de este pueblo andino. Hasta los momentos, en la ardua investigación que he realizado sobre el tema de La Playa y su devoción a san Vicente Ferrer, no he conseguido origen o momento preciso en el que a esta meseta semi-inclinada se le promueve a bautizar con una nomenclatura más propia de la geografía marítima que de la andina. Sin embargo, es menester detenernos un momento a considerar varios aspectos del término, para luego pasar al dato histórico verídico.
En nuestra rica lengua castellana podemos
considerar como sinónimos de “playa” las
siguientes palabras: ribera, arenal, costa, litoral, marina, orilla, borde,
margen, todas estas hacen referencia a lo que el Diccionario de la Real
Academia Española precisa sobre el término playa: Del latín tardío “plagia”. Ribera del mar o de un río grande, formada
de arenales en superficie casi plana[1]. En
este sentido, el término puede aplicársele tanto al mar como a los ríos “grandes”,
además, el término ha mutado hasta convertirse en un verbo, ya que playar significa divertirse en la playa.
Ahora bien, con relación a nuestro
pueblo, el gentilicio de sus habitantes no sería “playero” o “playera”, ya que
esto indica a objetos o cosas relacionados a una playa, no a personas, por lo
que el gentilicio correcto de los habitantes de La Playa, parroquia Dr.
Gerónimo Maldonado, del municipio Rivas Dávila del estado bolivariano de Mérida
es playense.
Una vez acabados algunos detalles que
conforman nuestra identidad local, pasemos a considerar el dato hasta ahora más
antiguo, sobre el nombre del lugar en el que hoy se enclava el pueblo, y no es
este nombre La Playa, sino El Volcán, uno de sus sectores, el
primero en conseguirse por la vía Tovar – Bailadores.
El fundador de la Diócesis de Mérida de
Maracaibo fue Fray Juan Ramos de Lora. Este prelado, en documentos oficiales en
los que delimitaba la Parroquia de Bailadores, (hoy Tovar), Nuestra Señora de
Regla, hizo mención de sus linderos nombrando al sector El Volcán como punto
más alto de la jurisdicción eclesiástica en mención. El documento es del año
1790 y precisa que:
El cura del Pueblo puede administrar
desde el sitio que llaman del Bolcán,
quebrada arriva de San Francisco y de allí hasta el último vado del Río de
Mocotíes, dentro de cuyo término se halla el Pueblo y ciento y sesenta y una
casas, que pueden ser una tercera parte del vecindario de la parroquia[2].
Concretemos
una cosa sin dejar lugar a titubeos propios de la inseguridad de quien habla
sin conocimiento de causa. Es probable que este pueblo, o al menos el sitio
geográfico en el que se encuentra, haya sido conocido inicialmente como El Volcán y no como La Playa, esto así lo manifiesta los datos conseguidos, como el que
les acabamos de presentar, pues para 1790, ya se conocía El Volcán como punto de referencia. Ahora bien, ¿de qué volcán
hablamos?
El Volcán de La Playa
Cuando
en 1610, específicamente el 24 de junio día de san Juan Bautista, reventó la
gran represa formada por el río estancado a causa del cerro que voló y se
asentó en su cauce, quedó en el sitio una gran abertura en forma de cañón o
volcán, en cuyo fondo siguió cursando el río Mocotíes, y es este el origen del
nombre del sector El Volcán. Algunos piensan que dicha abertura hubo de
formarse paulatinamente, negando credibilidad al relato de Fray Pedro Simón, pero
es poco probable que haya sido así, pues el testimonio geográfico que
representa La Galera de Tovar, indica que un montículo como ése hubo de
formarse a causa de una gran masa de agua y lodo, capaz de cortar como una
hojilla esa falda de la montaña sur de Tovar, pero, mejor que hablen los
expertos, pero que hablen y lo pongan por escrito, porque las palabras se las
lleva el viento.
En
conclusión, para 1790, se tiene dato de la existencia del sector El Volcán, más
no de La Playa. Es probable que para la época fueran pocos los habitantes como
para concretar al menos una aldea. Esperemos que sigan apareciendo documentos
que nos hablen sobre este tema. Por los momentos podemos quedarnos con lo poco
que ha salido a la luz.
P.A
García
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