lunes, 30 de julio de 2018

Informe de las Misiones en la comunidad de “Pan de Azúcar” Parroquia Nuestra Señora del Carmen de Montalbán, Ejido.


PAN DE AZÚCAR
Capilla de la comunidad de Pan de Azúcar

        Son innumerables las veces en las que he viajado a la ciudad de Mérida y siempre me ha parecido curioso, que en medio de Ejido y La Parroquia, estuviera un sector denominado “Pan de Azúcar”, el mismo se encuentra en los límites de los Municipios Campo Elías y Libertador del Estado Bolivariano de Mérida.

Por voluntad de Dios me correspondió este colorido caserío como sede de mi trabajo pastoral con motivo de la Misión del mes de julio de 2018, realizada por el Seminario Arquidiocesano San Buenaventura de Mérida y organizada por la Parroquia Nuestra Señora del Carmen de Montalbán, en la persona del Pbro. José Juan Flores Molina y su Vicario Parroquial el Pbro. Eliecer de Jesús Ramírez, sin olvidar la destacada colaboración de los diferentes grupos de apostolado de esta parroquia, como el Movimiento Cursillo de Cristiandad y la Hermandad Emaús.

Esta misión tuvo como lema: “Sembradores de esperanza a un pueblo sediento de Dios” inspirándose en la cita bíblica de Oseas 10,12 “Sembraos simiente de justicia, recoged cosecha de amor, desbarbechad lo que es barbecho; ya es tiempo de buscar a Yahveh, hasta que venga a lloveros justicia.”

         El domingo 22, a las 10:00am se llevó a cabo la Eucaristía de Envío de esta misión evangelizadora, la misma fue presidida por el Pbro. Alexander Rivera Vielma, quien provechó la oportunidad para despedirse de la comunidad del Seminario Arquidiocesano, donde había servido como Rector durante tres años consecutivos. Agradecemos al Padre Alexander por su abnegada colaboración en la formación de los futuros sacerdotes y deseamos éxitos en su nueva misión como Vicario General de la Arquidiócesis y Párroco de la Parroquia Universitaria "Jesús Maestro".

                La comunidad: visión general


         Pan de Azúcar es una bella comunidad de unas 400 familias aproximadamente, debe su nombre a que sus terrenos en alguna oportunidad pertenecieron a una misma hacienda, cultivada en su mayoría por tupidos cañaverales que con el tiempo endulzaron el nombre de la misma comunidad; el pan se lo agregamos apuntando deductivamente a la existencia de alguna tahona andina.

Cuenta con una capilla de tamaño regular, construida hace más de 50 años, posiblemente para el año 1969, y está dedicada a Nuestra Señora de Fátima. La carretera de esta comunidad fue un regalo del Pbro. Pedro Moreno Uzcátegui, quien por una época decembrina destinó sus “aguinaldos” para la apertura de dicha arteria vial. Esta comunidad guarda el recuerdo de los sacerdotes que la han auxiliado espiritualmente, de manera especial la misión de los Padres Redentoristas que se efectuó en 1974, como lo relata la “Cruz de la Misión” que se encuentra frente a la capilla.

         Pan de Azúcar es una comunidad en su mayoría conformada por familias venidas de los pueblos del sur de Mérida, entre los que se destaca Pueblo Nuevo del Sur con sus aldeas y Mucutuy y sus aldeas. Su gente es tranquila, amable y hospitalaria, posee un 80% de feligresía católica, la presencia de Testigos de Jehová ha ido aumentando en los últimos años.

En la distribución geográfica, se ordena por calles y sus sectores varían desde el más urbano, a los alrededores de la capilla, hasta los más rurales, montaña arriba como quien busca alcanzar la carretera Panamericana que comunica Mérida con Jají y La Azulita.

         La comunidad fue tomada en cuenta para la construcción del Trolebús de Mérida, ya que, como comentan los habitantes, parte del personal obrero fue del gentilicio de esta comunidad, al igual que el Estadio Metropolitano, ubicado en la meseta que está justo en frente de caserío central de Pan de Azúcar.

Con la ampliación de la autopista que entrelaza Ejido y Mérida, Pan de Azúcar fue beneficiado con una entrada vehicular desde el primer elevado que se encuentra en sentido sur-norte, del mismo modo, una estación del Trolebús está en la entrada común del sector, precedido por una pasarela que con su estilo arquitectónico embellece la autopista y presta ayuda al paso peatonal.

         La comunidad cuenta con una Escuela, “Juan XXIII” y un dispensario de la Misión Barrio Adentro, talleres de mecánica y carpintería, y para la parte más retirada se cultiva la tierra. El alumbrado público es regular y las fallas del agua potable son frecuentes. A pesar de ser una zona popular goza de buena fama, puede considerársele como una zona segura, es decir, no presenta niveles de inseguridad alarmantes.

           La misión: apacentar las ovejas del Señor

         Llegué a la comunidad el domingo 22 de julio, allí participé con el Padre Eliecer en la Eucaristía Dominical de las 3:00pm, donde tuve la oportunidad de hacer la reflexión de la palabra y de igual manera presentarme como seminarista misionero. Noté la buena formación litúrgica que manifiestan los servidores del Altar, que está conformado por un buen grupo de niños, deseosos de aprender y servir con generosidad.

El hospedaje durante toda la semana fue en la casa del Ministro de la comunidad, el Sr. Arístides Oriquín y su Sra. Victorina Sosa de Oriquín, quienes me comentaron que tienen una hija que es religiosa de la comunidad de las Hermanas Franciscanas del Buen Pastor, se trata de la Hermana Judith Oriquín. Para la comida la comunidad colaboró de manera notoria, desayuno, almuerzo y cena eran servidos en diferentes casas, en este particular se destacó la organización de la Sra. Margarita, presidenta de la Sociedad del Santísimo y la colaboración de la Sra. Eva de Briceño.

Todas las mañanas me levantaba a las 6:30am y después de tomar la primera taza de café iba a la capilla a realizar el Oficio de Lectura y las Laudes.

         La visita a los hogares se realizó de lunes a viernes, de 8:30am a 12:30pm, y de 3:00pm a 6:00pm. En la visita a los hogares pude notar la tristeza que invade a las familias por el hecho de despedir a alguno de sus familiares, los destinos son comunes, Colombia, Ecuador y Perú, así como también la decadente situación por la que atraviesa el país: hiperinflación, escasez de alimentos y medicinas y desaparición del transporte público. Esta problemática fue apacentada con la cita de Romanos 8; 35-39, la cual reza: “¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿La tribulación?, ¿la angustia?, ¿la persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿los peligros?, ¿la espada?, como dice la Escritura: = Por tu causa somos muertos todo el día; tratados como ovejas destinadas al matadero. = Pero en todo esto salimos vencedores gracias a aquel que nos amó. Pues estoy seguro de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los principados, ni lo presente ni lo futuro, ni las potestades ni la altura ni la profundidad, ni otra criatura alguna podrá separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús Señor nuestro.”

         La reunión de la comunidad en la capilla fue de lunes a sábado, a las 7:00pm, donde se realizaba el rezo del Santo Rosario en la Novena al Divino Niño, para posteriormente Celebrar la Palabra. El jueves se realizó la Hora Santa con destacada participación de feligreses. Las personas manifestaron su conformidad con el mensaje dado en cada una de las Celebraciones. Comulgaban en su mayoría, de igual modo participaban activamente en la celebración con cantos y las respuestas apropiadas.

         El día sábado se visitaron 10 enfermos de la comunidad. Siempre estuve acompañado por el Sr. Arístides Oriquín, ministro de la comunidad, quien goza de buena fama y ha estado a cargo de la capilla por más de 40 años consecutivos. Este mismo día participé del programa radial por Ejidense 91.5 FM.

         La opinión de la comunidad

         La mayoría de los habitantes recuerdan con mucho cariño el trabajo realizado por el Pbro. Luis Galindo y los Seminaristas Ender Toro y Jesús Briceño. Están conformes con la presencia del sacerdote los domingos a las 3:00pm. Se sienten atendidos y lo agradecen.

         Se conformó la Sociedad del Santísimo Sacramento y el Praesidium de la Legión de María, los cuales esperan la aprobación del Párroco, los mismos requerirán de acompañamiento de personas con más experiencia, en el caso de la Legión de María es propicio informar a la Curia de Ejido para que se designe un acompañante de este Praesidium en re-fundación, pues ya existió uno anteriormente.

         Desean con prontitud la continuación de la visita a los enfermos para que reciban la Sagrada Comunión, para ello requieren la presencia del sacerdote, ya que, una vez confesados los que recibirán el Cuerpo de Cristo, el ministro puede distribuir la Sagrada Comunión.

         La comunidad desea tener el apoyo del sacerdote para emprender la noble tarea de restaurar el interior de la capilla, como se ha visto, sólo el exterior de la misma ha sido pintado nuevamente.

         Hay al menos dos parejas que manifestaron el deseo de recibir el sacramento del matrimonio, para ello es necesaria la animación de algún agente de pastoral familiar o un laico preparado para estos casos. Hay un joven por confirmarse.

         Sugerencia personal:

         Desde un punto de vista estructural sugiero la realización de un Altar para el Sagrario o Tabernáculo, un Altar fijo y seguro donde pueda reposar la presencia eucarística, ya que, nunca es la manera más apropiada tener el Sagrario suspendido a la mitad de la pared.

P.A
García

Normas para la pronunciación romana del latín

DOMINUS VOBISCUM



A quien le pueda interesar presento algunas normas generales para la correcta pronunciación del latín eclesiástico. Pero antes me gustaría contarles una anécdota un tanto chistosa. En cierta ocasión fue un niño con su abuela a la Santa Misa, era el tiempo del pre-concilio y la Misa era de espaldas al pueblo y en latín; en varias oportunidades el sacerdote volteaba y mirando al pueblo decía en voz alta Dominus vobiscum, a lo que el pueblo respondía et cum spiritu tuo, pero la abuela no sabía qué responder y mucho menos lo que decía el padre. Al niño se le ocurrió preguntarle a su abuela qué era lo que decía el padre cada vez que volteaba y extendía sus manos, respondiéndole ésta: ay mijo, eso son mañas que agarra la gente.

A fin de leer correctamente en voz alta los diversos textos latinos del presente Misal[1] que se presten a ellos con la pronunciación romana, según deseo de la Santa Iglesia, advertimos en primer lugar que debe renunciarse al sonido gutural de j porque en latín es i, y al de g antes de e o i, ya que en este caso tiene pronunciación sonora; lo mismo que al sonido característico de la c antes de e o de i.

En gu y qu, la u se pronuncia siempre; Sanguis=Sangüis; Réquiem=Réqüiem.

La v se distingue de la b.

Las palabras mihi, nihil, se pronuncian; miki, nikil.

La ch es k: Christus=Kristus.

La ph es f: Propheta=Profeta.

La j, como hemos dicho, es i: Jesus=Iesus.

La ll es ll: Tollis=Tollis.

La gn es ñ: Agnus=Añus.

La g delante de e, i se pronuncia dg: Genua=Dgenua.

Seguida de e, ae, oe, i, y, la c se pronuncia ch: Cibus=Chibus; Benedícere=Benedíchere.

Las dos cc tienen este mismo sonido; Accípite=Achípite.

La c después de s es ch francesa (x): Sucépit=Suxepit.

El nexo xc es kx: Excelsis=Ekxelsis.

En medio de la palabra, seguida de i y de otra vocal, la t se pronuncia ts: Grátias=Gratsias; Indulgéntiam=Indulgéntsiam. Se exceptúa siempre el caso de precederla una de las consonantes s, t, x, pues entonces se pronuncia t; Mixtio=Mixtio.

En los compuestos de ex, la x delante de vocal se pronuncia k y z (sonora); Exáudíre=Ekzaudíre. En los demás casos la x se pronuncia ks: Dixit=Diksit.

Y la z se pronuncia t y z (sonora): Zacheus=Tzakeus; Scandalizat=Scandalizat.
P.A
García



[1] Misal Romano Diario dispuesto por el Rdo. Eudaldo Serra, Presbítero. Editorial Balmes, Barcelona 1963.

viernes, 13 de julio de 2018

Admisión a las Sagradas Órdenes del Diaconado y Presbiterado, una reflexión muy particular


LA ADMISIÓN Y EL USO DE LA SOTANA
       A propósito de mi Admisión a las Sagradas Órdenes del Diaconado y Presbiterado, quiero compartirles una breve reflexión sobre este importante rito, además, aprovechando esta solemne oportunidad, quiero dejar claro lo que a mi parecer es el pensamiento eclesial sobre el uso de la sotana (traje talar) por los seminaristas.
      
       La Admisión:

La Admisión a las Sagradas Órdenes del Diaconado y Presbiterado es un rito por el cual la Iglesia reconoce públicamente como candidatos a aquellos que inician su proceso de formación y preparación al sacerdocio ministerial, y a su vez ellos se comprometen a cuidar y desarrollar su vocación con esmero y toda seriedad del caso[1]. Además de esto, la importancia de este rito lo explica el Código de Derecho Canónico, cuando apunta que ningún aspirante al diaconado o al presbiterado debe recibir la ordenación de diácono o de presbítero sin haber sido admitido antes como candidato, por la autoridad indicada en los cc. 1016 y 1019, con el rito litúrgico establecido, previa solicitud escrita y firmada de su puño y letra, que ha de ser aceptada también por escrito por la misma autoridad[2].

        La Admisión a las Sagradas Órdenes del Diaconado y Presbiterado exige de cada candidato una libertad y madurez que le sean propicias para un futuro ministerio sacerdotal, junto a ellas, las virtudes humanas deben ser el espejo del alma del candidato, es aquí donde se exige de manera radical una disponibilidad, sociabilidad, generosidad, y servicio gratuito que le configuren de manera natural a Cristo Buen Pastor. Para nadie es un secreto que para estar en un seminario, es decir, para optar por el Orden Sacerdotal es necesario una cualidad intelectual, que junto con una madurez humana y afectiva le permitan al candidato aprehender los conceptos y temas teológicos de los que dependerá una recta ejecución del ministerio.

       El día de hoy, 13 de julio de 2018, recibí la Admisión a las Sagradas Órdenes en la capilla del Seminario Arquidiocesano San Buenaventura de Mérida, junto a mis compañeros de curso Elis Fernando Gutiérrez Rojas y Yiner Yuset Rivas Castellano. La Eucaristía estuvo presidida por el Señor Cardenal Baltazar Porras, acompañó también Mons. Luis Enrique Rojas, Obispo Auxiliar de Mérida, junto a un nutrido número de sacerdotes de la Arquidiócesis.

       En esta oportunidad me acompañaron mis buenos amigos Aquiles Espinoza y la Sra. Alicia Rincón. Según el rito acostumbrado, al ponerme la sotana fui ayudado por mi papá Reinaldo García, y con el roquete estuvo mi mamá Tahís Barillas y el Señor Cardenal Baltazar Porras.

       La sotana:


Se llama así a la vestidura talar (hasta los talones) de color negro, significa purificación: “Ir muriendo al mundo”. La sotana no es sólo un signo externo; es un verdadero compromiso que exige la decisión voluntaria de comprometerse con el Señor, que es el que llama, y con la comunidad, que exige sinceridad y transparencia de vida.



       El roquete:

Palabra que proviene del latín medieval recchetum, a su vez diminutivo de roccus, significa “hábito”. El roquete es como un alba que llega hasta las rodillas. El roquete simboliza la pureza, alegría y servicio litúrgico. Simboliza la muestra de la opción por la vocación al sacerdocio ministerial, y del despojo de todo aquello que pudiera impedir continuar satisfactoriamente con el proceso formativo.
      
Sr. Cardenal Baltazar Porras
Arzobispo de Mérida
Administrador Apostólico de Caracas

       La cuestión del uso de la sotana:
      
Ahora bien, guiándome por el texto citado de Jacques D’Arcy S. puedo presentar el tema del uso de la sotana en los seminaristas o candidatos al orden sacerdotal.

D’Arcy comenta que en la Diócesis de Roma, existe una normativa para los jóvenes seminaristas que hayan recibido la Admisión a las Sagradas Órdenes, donde se indica que: el uso del hábito eclesiástico o religioso (sotana) será de vigor también en el período de la formación en los Seminarios y en los Colegios a partir del rito de admisión de los candidatos al sacerdocio[3].

Como se ha visto, parece que el rito de la Admisión da cierto carácter permisible al uso de la sotana por parte de los seminaristas o candidatos, pero, más que esta clara opinión, que pareciera rebuscada entre tantos documentos magisteriales, ¿qué puede apoyar a que los seminaristas usen traje talar?, dejémonos ilustrar por San Juan Pablo II, quien manifestó en septiembre de 1982 que: más de una vez en los encuentros con los sacerdotes he expresado mi pensamiento al respecto, subrayando el valor y el significado de tal signo distintivo, no sólo porque contribuye al decoro del sacerdote en su comportamiento externo o en el ejercicio de su ministerio, sino sobre todo porque evidencia en medio de la comunidad cristiana el testimonio público que cada sacerdote debe dar de la propia identidad y de su pertenencia a Dios. Aquí son claros los motivos manifestados por el Santo Padre para el uso de la sotana, donde concluye que es un signo distintivo, no excluyente de la sociedad, sino más bien que incluye en una sociedad necesitada de signos, y que es también testimonio público de la propia identidad, ya que, es más fácil reconocer en la calle a un sacerdote vestido con su traje clerical, que sin éste.

En resumidas cuentas, a los seminaristas el uso de la sotana les recuerda su pertenencia a Dios.

A los sacerdotes, el Código de Derecho Canónico (#284) les invita a  vestir un traje eclesiástico digno, según las normas dadas por la Conferencia Episcopal y las costumbres legítimas del lugar.

Continúa San Juan Pablo II explicando que: invitados por Cristo para anunciar el Evangelio, tenemos un mensaje para transmitir, que se expresa sea con palabras, sea también con signos externos, sobre todo en el mundo de hoy que se muestra tan sensible al lenguaje de las imágenes.


¡Seminaristas, amemos la sotana!

El testimonio del Beato Rolando Rivi, “el mártir de la sotana”, debe llamarnos la atención. Pocos seminaristas conocen la interesante historia del Beato Rolando Rivi, un seminarista italiano martirizado por negarse a quitarse su sotana. Rolando nació en 1931, ingresó al seminario en 1942, con once años de edad, para él, el 1 de octubre fue su día más feliz, pues había recibido su sotana. Para 1944, cuando Italia fue invadida por los nazis, Rolando se vio obligado a dejar el seminario. Ante la insistencia de sus padres de que no portara la sotana, el santo respondió: “pero, ¿por qué? ¿Qué mal hago llevándola? No tengo ninguna razón para dejar de usarla. Estudio para ser sacerdote y debo vestir en señal de que pertenezco a Jesús”. El 10 de abril de 1945 fue asesinado con dos tiros luego de haber sido martirizado, su sotana la anudaron como pelota y jugaron con ella al fútbol. Su cuerpo fue hallado tres días después.

El Papa Francisco aprobó su beatificación para el 5 de octubre de 2013, convirtiéndolo en un ejemplo de virtud para todos los seminaristas.

 


P.A
García



[1] Jacques D’Arcy S., pss. (1999) Manual de Preparación al Rito de Admisión, Ministerios y Órdenes Sagradas. CELAM, Bogotá, Colombia. (p. 41).
[2] Código de Derecho Canónico. (1983). # 1034.
[3] Esto corresponde, según D’Arcy, a Las normas acerca del hábito eclesiástico para Roma, prescritas por el Cardenal Vicario General de la Diócesis de Roma.

domingo, 8 de julio de 2018

Exégesis sobre el Padrenuestro


Exégesis de Lucas 11,1-4

La oración dominical



El autor del evangelio según san Lucas
         Mencionar a Lucas es hablar de aquel discípulo de san Pablo, autor tradicional del Evangelio que lleva su nombre y de los Hechos de los Apóstoles, compañero del apóstol Pablo a partir de su segundo viaje[1]. El autor se plantea desde el principio de su obra, una “narración ordenada” de todo lo que hizo y enseño Jesús, y Hechos de los Apóstoles le da continuidad después de la resurrección, en la vida y en la obra de los Apóstoles desde la ciudad de Jerusalén hasta Roma, la capital del Imperio. Lucas es gentil y se considera un historiador, proponiéndose informar a los judíos; escribe en griego koiné (común), pero no tan vulgar como Marcos. Bien estructurado ha sido llamado “el más bello de los libros del mundo”, siendo el más largo de los evangelios y el más detallado[2]. Tal y como aparece en Colosenses 4,14, Lucas fue el “médico querido” de san Pablo.

Fecha de composición del evangelio según san Lucas
         En cuanto a la fecha de su composición, el autor tiene noticias de la destrucción de la ciudad de Jerusalén, hecho sobrevenido hacia el año 70 después de Cristo[3], lo más probable es que lo haya escrito entre el 75 y el 90, en Roma, a pesar de que el lugar de composición puede apuntar también a ciudades como Cesarea, Éfeso, Corinto, todas fueras de Palestina[4].

La oración dominical: Lucas 11,1-4
Ahora, teniendo claro el autor, fecha y lugar de composición del evangelio de Lucas, se da el siguiente paso, que es analizar detalladamente el texto en cuestión. El texto bíblico que a continuación se presenta, es tomado de la traducción de las Sagradas Escrituras de la Biblioteca de Autores Cristianos (Nácar-Colunga)[5], la misma traducción y notas será utilizada para la versión de Mateo y Marcos más adelante:

1 Acaeció que, hallándose Él orando en cierto lugar, así que acabó, le dijo uno de sus discípulos: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñaba a sus discípulos 2 Él les dijo: cuando oréis, decid: Padre, santificado sea tu nombre; venga tu reino; 3 danos cada día el pan cotidiano; 4 perdónanos nuestras deudas, porque también nosotros perdonamos a todos nuestros deudores, y no nos pongas en tentación.

Referencia del Padrenuestro en: Marcos 11,25-26

25 Cuando os pusiereis en pie para orar, si tenéis alguna cosa contra alguien, perdonadlo primero, para que vuestro Padre, que está en los cielos, os perdone a vosotros vuestros pecados. 26 Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre, que está en los cielos, os perdonará vuestras ofensas.

Método de hacer oración: Mateo 6,9-13

9  Así, pues, habéis de orar: Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre; 10 venga tu reino, hágase tu voluntad, como en el cielo, así en la tierra. 11 El pan nuestro de cada día dánosle hoy,  12  y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores, 13 y no nos pongas en tentación, más líbranos del mal.

Análisis sinóptico de las tres versiones evangélicas
         El texto del padrenuestro se encuentra integro en los evangelios de Mateo y Lucas, como se ha visto, Marcos sólo hace referencia a la importancia del perdón como experiencia de Dios. En Mateo son siete peticiones, Lucas presenta solamente cinco. Al leer el padrenuestro en Mateo, se encuentra éste ubicado en la sección del sermón del Monte que dedica a la cuestión de la oración; más parece que la ocasión de su enseñanza sea ésta, recordemos que Lucas hace mención de la petición de uno de sus discípulos, “Domine, doce nos orare” Señor enséñanos a orar; la antigua tradición ubica esta escena en el monte de los Olivos, en la Eleona. Así como las bienaventuranzas, el padrenuestro está abreviado en Lucas, Mateo propone una versión más extensa. La Iglesia prefirió desde el principio la forma más larga y completa de Mateo para la oración litúrgica[6].
         El Señor ofrece a sus seguidores la forma de oración que deben utilizar los fieles, inspirándose en los sentimientos de piedad de los buenos hijos para con el Padre Celestial, reprobando de esta manera la manera de orar propia de los hipócritas fariseos y de los gentiles. Una cuestión curiosa y de gran controversia en este pasaje evangélico es la relación Padre-hijos que Jesús plantea, pues, la Ley antigua miraba a Dios como Señor, y aunque a veces Dios se revela Padre de Israel e Israel el primogénito de Dios, para este pueblo no había llegado a sentirse la piedad y la ternura hacia su Dios[7].
         Lucas presenta en síntesis un proyecto de vida de Jesús, dedicado éste a todos los que deseen ser discípulos suyos; este proyecto cristiano gira en torno a dos realidades: la primera es Dios, cuyo nombre el hombre ha de santificar con obras y palabras, y su reino, cuya venida ha de ser preparada; y la segunda es el Prójimo, con y por quien se compromete a luchar por la justicia, para que la creación de Dios sea de todos realmente[8].
        
Visión en conjunto según Giuseppe Ricciotti
         Después del episodio de Betania, Lucas ubica la enseñanza del padrenuestro, como ya se ha mencionado anteriormente, Mateo la sitúa en el Sermón de la Montaña. Sin embargo, parece más evidente históricamente la ubicación lucana. Pero, ¿fue ésta en realidad la primera vez que Jesús enseñó a sus discípulos? Al decir que sí quedaría por explicar por qué Jesús después de tantas normas de formación espiritual dadas a sus amigos, no había tocado el tema de la oración. Hoy en día, en la reconstruida iglesia de la Eleona, junto a la cima del Monte de los Olivos, la primera plegaria cristiana está esculpida grandiosamente en lenguas de toda estirpe humana.[9]
         Según el Pbro. León Alberto Sánchez Febres-Cordero, la interpretación del padrenuestro sería de esta manera: Padre nuestro que estás en los cielos: Dios es nuestro origen. Santificado sea tu nombre: la santidad de Dios sea manifiesta. Venga a nosotros tu reino: que Dios irrumpa y manifieste su soberanía a todos los hombres. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo: que en la tierra se haga lo que Dios quiera, así como sucede en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día: que Dios satisfaga las necesidades cotidianas. Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden: a pesar de que el hombre es malo, Dios se dona, así nosotros tenemos que donarnos a los demás a pesar de los demás. No nos dejes caer en la tentación: la tentación es el torbellino del mundo que lo envuelve a uno y trata de alejarlo de la voluntad de Dios. Y líbranos del mal: evitar hacerse daño a uno mismo y a los demás.

P.A
García


[1] CIRCULO de lectores, S.A., Diccionario enciclopédico VOX, Lexis/22. Ediciones Biblograf. Barcelona, España 1976, p. 3437.
[2] GEDDES y GROSSET, Enciclopedia de la Biblia, Editorial Robin Book.  Barcelona, España 1999, p. 186.
[3] SCHÖKEL, Luis Alonso., La Biblia de nuestro pueblo, Nuevo Testamento, Ediciones Mensajero. Bilbao, España 2011, p. 158.
[4] MATEOS, Juan y SCHÖKEL, Luis Alonso., Nuevo Testamento, Ediciones Cristiandad. Madrid, España 1974, p. 187.
[5] NÁCAR, Eloíno y COLUNGA, Alberto., Sagrada Biblia, Ediciones Biblioteca de Autores Cristianos. Madrid, España 1965.
[6] NÁCAR, Eloíno y COLUNGA, Alberto., Sagrada Biblia, Ediciones Biblioteca de Autores Cristianos. Madrid, España 1965, p. 1064.
[7] Ibídem; p. 989.
[8] SCHÖKEL, Luis Alonso., La Biblia de nuestro pueblo, Nuevo Testamento, Ediciones Mensajero. Bilbao, España 2011, p.p. 191-192.
[9] RICCIOTTI, Giuseppe., Vida de Jesucristo, Ediciones Luis Miracle. Barcelona, España 1951, p.p. 481 – 482.