viernes, 30 de septiembre de 2016

El Padre Germán Marín habla sobre Monseñor Miguel Antonio Salas

MONSEÑOR SALAS UN HOMBRE DE DIOS
Siervo de Dios Monseñor Miguel Antonio Salas Salas

         Entrevista al Padre Germán Marín sobre la vida del Siervo de Dios Monseñor Miguel Antonio Salas, realizada en la Estancia La Bravera, La Azulita, estado Mérida, el 30 de Septiembre de 2016.

¿Cómo describe usted a Monseñor Miguel Antonio Salas?

         Monseñor Salas era un hombre recio, pero un hombre humilde, sencillo, firme en sus cosas pero con un corazón de padre, así lo sentí siempre. Parecía distante por su reciedumbre, pero en la medida en la que uno se acercaba a él, encontraba en ese hombre a un papá, a un Pastor que orientaba, que aconsejaba, que enseñaba, orientaba sin cansarse. 

¿Qué experiencias puede resaltar sobre Monseñor Salas?

         En una ocasión él me decía personalmente acerca de lo que significaba su ministerio episcopal, en cuanto a la responsabilidad que tenía, que era como llevar una cruz, y eso asemejándola a Cristo, en cuanto a su responsabilidad y el compromiso que tenía frente a los sacerdotes, como Pastor y también frente al pueblo.

¿Qué consejos daba Monseñor Salas a los seminaristas?

         Recuerdo que en una oportunidad cuando nos íbamos de misiones, él nos decía: “coman lo que la gente les dé, porque la gente da de lo que tiene”, entonces uno tenía que ir dispuesto a recibir de lo más sencillo, de lo más humilde, preparados para no despreciar nunca a nadie, es decir, nos invitaba con eso a ser sencillos, a ser humildes, a estar con la gente, a no ser prepotentes, a respetar a la gente, eso lo hacía como un buen papá, nos orientaba a los seminaristas.

¿Cómo fue su trato con la gente y con el clero?

         Fue un hombre firme en sus cosas, claro en lo que hacía, pero un hombre sencillo y cercano, un hombre que la gente lo podía tocar digámoslo así. Llegaba al corazón de la gente, la gente lo respetaba por su cercanía, por su humildad, por su sencillez. Igualmente el clero, a él le toco colocar orden para aquel momento, en Mérida creo que marcó pauta y dio luz a la Iglesia merideña.  

¿Cómo fue su Gobierno Episcopal?

         Bien, yo pienso que él fue un hombre cercano, que se hizo ayudar de los sacerdotes. Distribuyó las funciones que correspondían debidamente y exigía por supuesto en la labor que correspondía, cuando tenía que colocar los puntos sobre la i los colocaba con la firmeza que lo caracterizaba, pero tampoco fue un ogro, ni nada por el estilo.

¿Cómo fueron sus últimos años como Obispo Emérito?

         En lo poco que lo vi, igualmente cercano, vivía en su casa materna cerca de La Grita, y se hizo como si fuera un párroco, atendía varias comunidades de allí, y pues también iba a algunas otras Diócesis que lo invitaban, algunos sacerdotes, algunas fiestas. En El Vigía vino varias veces a compartir con nosotros, con el Padre Onías, porque él era muy cercano con el Padre Onías. Recuerdo que en una oportunidad iba conmigo por las calles de El Vigía, quería cortarse el cabello y no fuimos caminando a buscar una barbería, y le gustaba, él no tenía problemas, caminaba por las calles, entre la gente.

¿Fue Monseñor Salas un Pastor ejemplar?

          Realmente, un verdadero Pastor, cercano, humilde, sencillo, preocupado por su clero y preocupado por su gente, por su pueblo, buscando siempre la salvación de todos.

Monseñor Miguel Antonio Salas con San Juan Pablo II en Mérida.

P.A
García

Entrevista al Padre Germán Marín, su vida.

HABLA EL PADRE GERMÁN MARÍN
Padre Germán Marín, sacerdote de la Diócesis de El Vigía - San Carlos del Zulia
         Entrevista realizada al Padre Germán Marín, sacerdote de la Diócesis de El Vigía – San Carlos del Zulia, el día 30 de septiembre de 2016 en la Estancia La Bravera, La Azulita estado Mérida.

¿De dónde viene el Padre Germán Marín?

         Yo nací en un pueblito del estado Trujillo, Santa Ana, mis padres son de allá, soy el último, o el penúltimo mejor dicho, porque de doce hermanos, la última murió poco tiempo después de nacer. Nos formamos en una finca que tenía mi papá en Caja Seca, y luego desde los trece años estoy en El Vigía, allí me formé y realicé todos mis estudios, y desde allí fui a la universidad en Mérida, donde estudiaba medicina, hasta el cuarto semestre. Una familia campesina, de mucha fe, no porque estábamos en el Templo siempre, porque vivíamos en el campo, pero ellos nos dieron los principios de la fe, nos enseñaron el amor a Dios, el respeto a la persona, el ser honrados, honestos en lo que hacíamos, en auxiliar al necesitado, el compartir el pan con los demás, ellos nos lo enseñaban sin necesidad de decir que esto nos lo dijo Dios, sino que nos lo enseñaban con su vida y con su palabra.

¿Cómo fue su llamado a la vida sacerdotal?

         Es algo que sentía en mi corazón, yo creo que influyen muchas cosas porque papá por lo menos una vez al año buscaba al sacerdote para que fuera a dar una misa a la comunidad, y luego yo tengo una hermana que es religiosa, es monja, la mayor de todos, y de alguna manera ya tenía contacto en ese sentido con sacerdotes, con religiosas, con religiosos, pero después al estar en El Vigía pues, siempre participaba de la Eucaristía, y allí había mi inquietud, sin embargo me daba miedo dar un paso, no me atrevía, quería irme por la universidad y preocuparme por obtener una carrera, en este caso la medicina, hasta que lo opté, lo decidí. Yo estudiaba el cuarto semestre de medicina, pero también había estado en las charlas estas que daban cuando vino el Papa Juan Pablo II, de la Misión Nacional, y participaba de esas charlas, y participaba también en la Renovación Carismática cuando tenía oportunidad, leía la Palabra y participaba en la Eucaristía todos los días, eso sí lo hacía, y sentí esa fuerza en el corazón, de servicio a la Iglesia y me acerqué al Padre Hugo Anzil, quien fue después mi padrino de Ordenación, y a través de él pude entrar al Seminario.

¿Cómo vivió su formación en el Seminario de Mérida?

         Fue una experiencia hermosa. Primero yo me preparé para entrar a algo muy duro, yo me imaginaba que era muy difícil, que era todo muy cerrado, iba dispuesto a eso, iba dispuesto a soportar lo que fuera, pero no, fue mucho más suave de lo que yo pensaba, y pues internamente fue muy grata la fraternidad que había entre todos nosotros los compañeros, el Rector que nos recibió, el Padre Contreras en aquel momento, con los profesores que para la época teníamos, la cercanía con ellos, los mismos estudios nos llevaron a ese encuentro con Jesús a través del tiempo, la oración que nos permitían realizar, tanto comunitaria como personal, y fue todo muy grato, a pesar de que hubo por supuesto, altos y bajos, o pequeñas cosas que lo molestaban a uno en un momento dado, o que podían llevarlo a una pequeña crisis, pero que con la ayuda de algunos sacerdotes y de los superiores fuimos superando y canalizando.  

¿Qué recuerda de su Ordenación Sacerdotal?

         Fue el mismo acto de la Ordenación, porque yo no quería nada, yo lo que quería era e acto litúrgico como tal. Fue en El Vigía por disposición de Monseñor Miguel Antonio Salas, a mí me agradó muchísimo esa decisión. Fui el primer sacerdote que se ordenó allí en El Vigía, y luego pues cuando llegamos a El Vigía, porque yo no me aparecí por ningún lado sino hasta el día de mi ordenación, porque no me lo permitieron, porque yo le había dicho al párroco que yo no quería nada, que yo lo único que quería era una liturgia bien preparada, más nada, mi sorpresa es que cuando yo llego allí, pues todo fue extraordinario, la liturgia fue bellísima, el Coro de Belén que cantó la Misa fue hermosísimo, mis hermanos seminaristas, los sacerdotes del clero de Mérida que participaron, me sentí acogido en el presbiterio, y pues la comunidad de El Vigía se botó, fue algo extraordinario, tiraron la casa por la ventana, cosa que yo no esperaba y el pueblo como tal participó y eso me marcó, porque se manifestó, primero la fe del pueblo y el amor a los sacerdotes, y por otra parte pues el compromiso que surgía en mí para con ellos y para con Cristo, con la Iglesia.

¿Cómo fue la experiencia de estudiar Teología Pastoral en Roma?

         Fue hermosa, impactante porque al comienzo fue como un detener la vida, ya estaba acostumbrado a un trajín bien fuerte, me detuve un poco, después de siete años de ordenado, volver a poner en orden algunas cosas, empezar a estudiar de nuevo de forma sistemática, y luego pues la vida comunitaria no era tan fácil, hasta que fuimos aprendiendo de nuevo. Los primeros meses fue un poco difícil, aprender el idioma, presentar el bachillerato, porque como no lo teníamos, debíamos presentarlo, pero gracias a Dios todo fue excelente, fue bien. De septiembre a diciembre fue un poco duro, a partir de ahí fue todo mucho más fácil, más llevadero.  

¿Cómo resume estos 25 años de Ministerio Sacerdotal?

         Primero darle gracias a Dios porque uno nunca es digno de ser sacerdote, y sentir que Dios ha confiado en uno, ha puesto en nuestras manos tan alta responsabilidad, y le doy gracias a Dios porque me permitido llevarlo a cabo. He tenido altos y bajos, aciertos y desaciertos, pero en todo yo he descubierto la bondad y la gracia de Dios que me han ayudado, que me han permitido enrumbar las cosas, llevar su nombre a las comunidades, organizar las comunidades. He tenido apenas tres parroquias con la actual y puedo darle las gracias a Dios porque las comunidades han respondido, los grupos también hemos podido organizarlos. Hay momentos de cansancio físico, digámoslo así cuando hubo trabajo demasiado excesivo, pero Dios permite los espacios y momentos para poder recuperarse uno y seguir adelante.

Padre Germán Marín con su Obispo Monseñor Juan  de Dios Peña.


Padre Germán Marín, en sus 25 años sacerdotales.

Padre Germán Marín en la Catedral de El Vigía

P.A
García

jueves, 15 de septiembre de 2016

Para que me conozcan un poco.

DATOS DE MI VIDA

Pedro Andrés García Barillas, oriundo de la población de La Playa, Parroquia Gerónimo Maldonado, del Municipio Rivas Dávila. Nació el 10 de diciembre de 1995, un día domingo, a las nueve de la mañana. Hijo de un hogar humilde, de familia constituida socialmente en la que en todo momento se le inculcaron los valores del amor, respeto, responsabilidad, convivencia y solidaridad con los demás. Hijo del señor Reinaldo García Molina, cuenta su madre, la Licenciada Clara Tahis Barillas Castillo, que en su primer gateo fue un niño tranquilo, observador e inteligente, el tercero de tres hermanos, Reyna Tahis y Raymar Thalía.

Una vez iniciado en el Preescolar, a los cuatro años, en el Centro de Educación Inicial Elio Castillo con su docente Lcda. Magali Pisiallo, fue un niño que se comportó con características muy específicas, por ejemplo: su conducta intachable, sus acciones puras, en algunos momentos no dejó entender, pero en la medida que fueron pasando los años, todos fueron comprendiendo su acercamiento especial con Dios. A esta edad perteneció al equipo de Béisbol Menor La Playa, era frecuente verlo con una pequeña Biblia en la mano, aun sin saber leer. Realizó sus estudios desde el primer grado al cuarto grado en la Escuela Bolivariana Flor de Maldonado, culminó el quinto y sexto grado de educación primaria en la Unidad Educativa Bolivariana San Pablo, destacándose en esta institución con un trabajo de investigación del Centro de Ciencias, titulado “Efectividad del método del Cultivo Organopónico con plantas de lechuga”, con lo cual representó al Municipio a nivel distrital y estadal, dejando en alto el nombre de tan prestigiosa institución.

Siendo un niño con características espirituales bien marcadas, formó y compartió experiencias cristianas como monaguillo durante 5 años, en la Parroquia San Vicente Ferrer de La Playa, así como también perteneció a la Asociación Scouts de Venezuela. Sus inicios del bachillerato fueron en el Liceo Bolivariano Dr. Gerónimo Maldonado, Bailadores, destacándose como un estudiante promedio. Continuando con su amor y devoción hacia Dios, decidió culminar sus estudios de bachiller en el Seminario Menor de la Inmaculada Concepción de los Legionarios de Cristo, Ejido, Mérida, obteniendo el título de Bachiller en Ciencias. Tomó la determinación de formar parte del Seminario Arquidiocesano San Buenaventura de Mérida, donde actualmente cursa la Filosofía. Dentro de su sentir espiritual refleja grado hacia la música y de manera empírica ejecuta el cuatro, guitarra y piano. Por otro lado es un amante de la lectura y de la literatura, enfocado siempre en el género histórico, religioso. Ha desarrollado gran capacidad en la escritura, destacándose en la copla, poesía, narración y cuento. Dentro de este gran repertorio literario cabe destacar que escribe permanentemente para la Revista Digital El Sembrador, editada en el Seminario San Buenaventura, de igual manera mantiene un Blog Digital donde constantemente publica sus trabajos, reflexiones, y artículos de investigación y vivencias personales.

Nota: esta pequeña biografía fue realizada por mi mamá, ahora pueden comprender la estructura panegírica.

P.A
García

miércoles, 14 de septiembre de 2016

Grupo Scouts Cinco Águilas Blancas – La Playa

MI EXPERIENCIA COMO SCOUT
SIEMPRE LISTOS
Durante mi Promesa el 28 de octubre de 2006

         En este artículo quiero narrar de manera muy resuelta mi experiencia como Scout, la cual considero importante dentro de mi niñez y adolescencia, pues en mí este movimiento hizo mucho bien, ya que sus ideales son  muy cercanos a los míos propios, obrar el bien sin mirar a quien.

         Pertenecí al Grupo Scouts Cinco Águilas Blancas, del Distrito Mocotíes, Región Mérida. Este grupo fue fundado en La Playa, mientras era Párroco el Padre Alfredo Uzcátegui, quien a su vez era el Sub Jefe de Grupo, dejó de funcionar en junio de 2011.

Yo ingresé a la Manada con 10 años de edad, allí fui promesado el 28 de octubre de 2006, en la naciente del Rincón de la Laguna, en La Playa, ese día cayó una suave brisa, aquello nos pareció una respuesta favorable de la naturaleza. Fui promesado por el Sub Jefe del Grupo, el Padre Alfredo, recibí esa pañoleta (alada) con mucho orgullo, después de haberme aprendido la promesa: “prometo hacer lo mejor que pueda por cumplir mis deberes para con Dios y la Patria, cumplir la Ley de la Manada y hacer una buena acción a alguien cada día” y la ley scout, al evento me acompañaron mi mamá, mis hermanas y mi abuela, fue un día inolvidable.

         Posteriormente recibí una especialidad de oro en destreza “agricultura” el 24 de febrero de 2007 junto con la Huella Fresca, de parte de la Akela Yecenia Díaz. Fueron muchas las actividades que realizamos en la Manada, diferentes paseos, pernoctas, campamentos, y eventos regionales, entre los que se destaca la Flor de Lis de latas en el estacionamiento de la Plaza de Toros de Mérida. Para este evento acostumbrábamos recoger la mayor cantidad de latas posibles.

         Pasé naturalmente a la Tropa, allí inicialmente formé parte de la Patrulla Zuhé, luego animado por los Scouters fundé una Patrulla llamada Lobos, antes pude adquirir la insignia “Aventurero”, la cual la recibí de la Scouter Blanca Paredes. Luego recibí una “Punta de flecha” en bronce, después de un magnífico campamento en la laguna de Las Palmas en Mariño Bailadores.

         Como jefe de la Patrulla Lobos siempre trate de ser responsable, incluso no falte ningún sábado a la reunión scouts, pues aquello me parecía una falta grave, además el ánimo era mucho y trabajábamos muy a gusto con los demás miembros del Grupo. De esa época tengo una agenda donde anotaba sábado a sábado las actividades realizadas. De igual manera, el Grupo Scouts Cinco Águilas Blancas, en las actividades distritales y regionales siempre se distinguía por ser uno de los pocos grupos que cumplían con exactitud la exigencia del uniforme.

         Recuerdo que cuando decidí ingresar al Seminario Menor, mis compañeros scouts me prepararon una pequeña despedida, allí me hicieron algunos obsequios, me animaron en mi nuevo rumbo y me tiraron a la cuenta de tres a una piscina. Son bellos momentos que jamás podrán olvidarse.

         El grito de la Patrulla Lobos era:

Alerta Patrulla Lobos
Siempre listos
Me desplazo por la selva
Como un lobo cazador
Quiero ser un buen scout
Y cumplir con mi misión
Defender a mi Patrulla
Con todo mi corazón
Y así siempre demostrar
Que la Lobo es la mejor

         Y el Grito del Grupo Scouts Cinco Águilas Blancas era:

B. P. Fundador
Ley, ley respetando
La promesa conservando
Virtud honor
Baden-Powell nos fundó
El escultismo nos dejó
A La Playa ya llegó
Este Grupo es el mejor
La leyenda vivirá
Chia, Zuhe, Caribay
Mirripuyes animará
Siempre en Mérida estará
Águilas, siempre listos
Águilas, siempre listos.

         La ley scout es también un gran tesoro:

1-   El Scout cifra su honor en merecer confianza.
2-   El Scout es leal.
3-   El Scout es servicial.
4-   El Scout es amigo de todos y hermano de cualquier otro Scout.
5-   El Scout es cortés y caballeroso.
6-   El Scout ve en la naturaleza la obra de Dios y la protege.
7-   El Scout obedece a conciencia, es trabajador y perseverante.
8-   El Scout sonríe y canta en sus dificultades.
9-   El Scout es ahorrativo, cuida y respeta el bien ajeno.
10-El Scout es puro de pensamiento, palabra y obra.

     Pongamos en práctica esta oración del Scout: Señor: enséñame a ser generoso, a servirte como tú lo mereces, a dar sin medida, a combatir sin temor a las heridas, a trabajar sin descanso y a no esperar mayor recompensa que saber que hago tu santa voluntad.

     Agradezco mucho a quienes durante años llevaron adelante este Grupo Scout, fueron muchos los sacrificios pero valió la pena, creo firmemente que La Playa está apta para reabrir las actividades de este extinguido Grupo, pues la semilla de la buena acción quedó en muchos niños que ahora son jóvenes y en muchos jóvenes que ahora son adultos. Scout una vez, Scout para siempre. Siempre lo mejor. Siempre Listos. Servir.

P.A
García

Una entrevista a Monseñor Luis Alfonso Márquez Molina cjm.

HABLA MONSEÑOR
LUIS ALFONSO MÁRQUEZ
Monseñor Luis Alfonso Márquez con el Papa Francisco
Apreciados lectores, a continuación les presento una entretenida entrevista que realicé a Monseñor Luis Alfonso Márquez en el Seminario de Mérida, el día 13 octubre de 2014 a las 4:33 pm, la misma fue grabada en mi teléfono móvil con una duración de 17 minutos y de ahí proviene todo el texto que aquí trascribí. Espero la disfruten.

¿Monseñor, qué recuerdos tiene sobre su nacimiento e infancia en Tovar?

Bueno en realidad de Tovar yo no recuerdo nada, porque yo de muy niño me fui a vivir a La Playa, por lo tanto me decían usted nació en Tovar pero usted vive aquí en La Playa, así que no recuerdo de ese momento, más adelante recuerdo que iba a Tovar a pie con frecuencia.

¿Qué recuerdos tiene de su niñez, estudios?

Bueno, de estudios que, mi papá, que a pesar de no haber estado en la escuela, fue capaz de enseñarme a leer a mí, y eso pues yo lo admiro, claro con un método viejo, pero yo todavía me pregunto ahora si yo con varias licenciaturas o algunos títulos universitarios yo soy capaz de enseñar a leer a alguien, yo creo que eso es una cosa muy difícil, y él me enseñó a leer, entonces eso se lo agradezco, por eso, desde muy niño empecé a leer la prensa, los periódicos, porque me enseñaron fue para poder leer los periódicos, estábamos en la segunda guerra mundial y todos los días llegaba El Universal, de Caracas supongo, con dos días de atraso, porque en esa época eran cuatros días de autobús que se gastaban de Caracas a Mérida, pero eso era prácticamente las únicas noticias que habían. Habían muy pocas radios en La Playa, en El Dique había radio donde Don Pompilio Sánchez, había radio donde Don Pedro Gil, y había radio donde Desiderio Mora, eran tres radios que habían y de ahí una de las cosas que recuerdo en La Playa, fue lo del 18 de octubre, lo del golpe, en La Playa todo el mundo estaba pendiente de lo que estaba pasando en Caracas, y me acuerdo que después hubo perseguidos políticos en La Playa una vez que ganó la revolución de octubre, no se a quien se le ocurrió en La Playa decir que La Playa podía mandar no sé si cien hombres para defender el gobierno en Caracas, entonces eso hizo pensar al Gobierno de la Revolución, que era que en La Playa había un armamento, porque si tenían cien hombres era porque habían cien fusiles, y fueron brincando a donde Don Pedro Gil a buscar esos fusiles, entonces le pusieron la casa patas arriba durante todo un día, el ejercito que estaba en el cuartel de Tovar.

¿Se considera usted como sacerdote de La Playa?

Si, si, cuando me dicen de dónde es usted, yo siempre digo de Tovar, pero yo me crie en La Playa, de una vez pongo eso porque, es decir, Tovar fue para mí el lugar de nacimiento, pero así que yo haya conocido gente en Tovar no, yo no conocía a nadie en Tovar, bueno, más adelante sí, pero por eso hago la acotación de que yo me crie en La Playa.

¿Su formación cristiana de dónde la recibe?

En primer lugar de mi mamá, ella era una mujer muy cristiana, de mucha oración diaria, de visita al Santísimo todos los días y de Rosario todos los días, el Rosario era muy importante, ella decía donde se reza en Rosario nunca falta lo necesario. Nosotros en verdad éramos personas de pocos recursos, pero nunca nos faltó nada, teníamos una bodega que se le hacia el inventario a caballo en un relámpago y sobraba tiempo.

¿Qué lo motivó a estudiar con los Eudistas?

A mí siempre me ha gustado la educación, toda la vida educar me ha encantado, enseñar a los demás, comunicar información me ha gustado y encontré pues esa comunidad de los Padres Eudistas, que se dedicaban a la formación en los seminarios, y encontré un modelo muy especial que se llamó Monseñor Miguel Antonio Salas, que fue el primer Rector que yo tuve en el seminario de San Cristóbal, entonces eso me motivó a entrar en la comunidad de los Padres Eudistas, el ejemplo y el modelo que era Monseñor Salas para mí.

¿Qué recuerda de su época de estudiante en el Kermaría y en el Valmaría?

Bueno, en el Kermaría fue la primaria y parte del bachillerato, fue un recorrer toda La Playa, el conocer mucho, el pasear mucho, lo mismo en La Grita, cuando estuve con los Padres Eudistas, conocimos todos los alrededores de La Grita a pie, porque había en el reglamento un paseo por la tarde los domingos y otro paseo por la tarde los miércoles y mensualmente había un paseo todo el día, entonces eso nos hizo conocer todos los alrededores de La Grita. Estando en La Grita, yo vine a pie desde La Grita hasta Bailadores, por el Portachuelo, todo el Seminario Kermaría vinimos a pie.

¿Qué recuerdos tiene de su Ordenación Sacerdotal?

Fue una ordenación muy sentida, pero muy sencilla, es decir, nosotros no tuvimos así cuestiones de muchas tarjetas, de muchos afiches, no, en realidad en esa época como que eso no era lo más importante, lo más importante era ordenarse sacerdote, ordenarse bien, pues en fin estar preparados, por lo menos en mi época no se le dedicó mucho a la fiesta, a la parte festiva, el almuerzo, eso no fueron preocupaciones mías para la ordenación, eso pues se quedó a un comité en La Grita que organizaría el almuerzo, pero yo nunca me metí en eso ni tuve problemas con eso, ni a quién habia que invitar.

¿Cómo fue su relación con su familia?

Muy bien, somos muy unidos los primos, por ejemplo, y estamos siempre pendientes unos de otros, los primos que se fueron a vivir a Caracas, nosotros los seguimos todo el tiempo, los visitábamos allá, les escribíamos, hablábamos con ellos por teléfono a veces, bueno más le escribíamos, porque por teléfono era un poco difícil en ese tiempo.

¿Su vocación de educador la ha desempeñado mucho o poco?

Todo el tiempo, yo trabajé cuarenta años en los seminarios de Venezuela, en Calabozo fui profesor en la Universidad Rómulo Gallegos, y también fui profesor en el Instituto Universitario Monseñor Arias Blanco, después en el Seminario de aquí de Mérida pues di bastantes clases en el Seminario Mayor, di Homilética, Redacción, Historia de Venezuela, todo eso lo di en este Seminario, y lo mismo en Caracas. Todos los estudios que he hecho, los he hecho en función de ayudar a los demás, es decir, para mí los estudios y títulos universitarios no han sido para anteponerlos al sacerdocio, sino para que sirvan al sacerdocio, es decir, que eso sea como un instrumento para que uno pueda ser mejor predicador, mejor pastor, yo no tengo los títulos en la pared, están enrollados todavía.

¿Su ejercicio como sacerdote cómo ha sido, y como Obispo?

Bueno, como sacerdote cuarenta años me dediqué a la formación del clero en los seminarios de Venezuela, y como Obispo pues ha sido o una experiencia extraordinaria, el Obispo es un sucesor de los Apóstoles y cuando vive esa realidad pues se da cuenta que tiene que comunicarse con la gente, estar dentro de la gente, y lo que dice el Papa Francisco, oler a oveja.

¿De qué manera fue su llamado al episcopado?

Yo agradezco mucho a Dios que no hubo ningún chisme que me llego antes ni nada, cuando me llego eso, me llego de improvisto, tal es así que cuando me llego la carta de la Nunciatura, el día 10 de octubre, pues yo no lo esperaba, porque el día anterior había hecho un contrato con la Universidad Rómulo Gallegos, para dar doce horas de clases semanales, así que a mí ni se me pasaba por la cabeza, yo nunca lo pensé, porque hay gente que a veces oye que lo van a nombrar Obispo y entonces renuncia a muchas cosas, porque creen que lo van a nombrar y no lo nombran.

¿Qué anécdotas tiene sobre sus Visitas Pastorales?

Para mí lo más bonito de ser Obispo son las visitas pastorales, porque el principal oficio de un Obispo es la visita pastoral, y san Juan Pablo II lo dice en una carta que nos escribió a los Obispos en el año 2003, la visita pastoral es el alma de todo el gobierno episcopal, y si dice eso, es porque es lo más importante, yo procuré vivir eso, dedicarme con mucho entusiasmo y con mucha pasión a las visitas pastorales, porque yo creo que es la mejor manera de encontrarse uno con la gente, con las escuelas, con los obreros, con los empleados, con las autoridades civiles, con todos, y a cada uno se les da un mensaje propio para ellos, entonces para mí de verdad fue una experiencia extraordinaria. Cuando terminé, le entregue a Monseñor Porras dos carpetas con las actas de las 64 visitas pastorales, inclusive un acta que son apenas tres líneas, empecé la visita, me dio bronquitis y tuve que regresarme.

¿Qué conclusiones saca usted de los tiempos pasados y actuales, a nivel histórico y religioso?

Bueno, yo me formé antes del Concilio Vaticano II, y empecé a trabajar cuando comenzó Vaticano II, yo comencé a trabajar en el año 1962, el 11 de octubre comenzó el Concilio Vaticano II y duró hasta el 8 de diciembre de 1965, entonces me tocó vivir la etapa de preparación, con la teología, por ejemplo en el seminario menor no llegaba mucha información de lo que se estaba discutiendo, los que tuvieron la dicha de estar en Paris estudiando teología en ese momento, si parece que tuvieron una gran ventaja, porque muchos de los asesores del Concilio eran profesores en el Instituto Católico de París, entonces les iban dando a los alumnos todas las novedades, a nosotros de verdad no nos llegó esa parte de preparación del Concilio, los cuatro años de teología la verdad no me llegó esa información, y además era una época en la que no habían todos los medios de comunicación que hay ahora. Después que ya cesa el Concilio, entonces ya empezamos a leer los documentos, que por cierto, son documentos tan importantes, que lamentablemente muchos sacerdotes no le han puesto el cuidado necesario para vivir, alguien dice que el Concilio Vaticano II apenas se está aplicando un 20, 25%, que todavía no se ha aplicado todo.

¿Qué oportunidades cree usted que ha tenido, que otro no haya tenido?

Yo creo que la oportunidad que tuve fue sencillamente nacer en una familia muy cristiana, una mamá muy cristiana, una mamá que me advirtió de una vez cuando yo le dije que quería ser sacerdote, me dijo si es para hacer dinero, no se meta a eso, si es para servir a los demás yo le ayudo, ese fue el mensaje que me dio.

¿Cómo ve usted el futuro de la Iglesia?

Yo lo veo con mucho optimismo, es decir, recuerde que la Iglesia es Cristo viviente y por lo tanto yo veo con mucho optimismo el porvenir de la Iglesia, claro, hay muchos nubarrones, pero después de los nubarrones vienen los rayos de luz. Yo creo que el Papa este, nos está enseñando y nos está diciendo que seamos optimistas, que no pensemos tanto en el pasado malo, sino en el futuro que podemos hacer bueno nosotros.

¿Qué opiniones personales tiene sobre el Santo Padre Francisco?

Extraordinario, yo lo aprecio mucho, y todos los día leo en la tarde la homilía que él hace en la mañana allá en Santa Marta, es una homilía muy sencilla y muy cortica y muy diciente, es decir, muy clara en el mensaje que siempre da, entonces yo siempre la leo y a veces el otro día comento en la Misa con la gente lo que dijo el Papa ayer.

¿Su ejercicio de formador de futuros sacerdotes como lo hizo?

Pues mire, yo hice todo lo que humanamente se podía hacer, ya dejamos a Dios el juzgar el desempeño, de todas maneras yo si me entregue con todo el corazón a la formación y una de las cosas que más le insistía a los alumnos era lo que se llama la rectitud de intención, para qué quiere ser sacerdote, usted quiere ser sacerdote para ascender en la escala social, no se meta a eso, si quiere ser sacerdote para tener plata, no se meta a eso, hay otras profesiones que dan más plata, quiere ser sacerdote para estudiar no más, tampoco se meta a eso, es decir, el sacerdote tiene que ser sacerdote para servir, si no es para servir no vale la pena que se meta a eso.

¿Qué mensaje nos da a los futuros sacerdotes?

Bueno, que se preparen mucho, que utilicen todos los medio que hay actualmente para prepararse, ojala tuvieran la costumbre de ir preparando sus homilías todas las semanas, hacer un esquema de la homilía, y tenerlo ahí, después le puede servir más adelante, y eso hay que empezarlo desde los lunes, yo comienzo siempre los lunes a preparar mi homilía, bajo las que hay por ahí, las leo y ya entonces me empapo y cuando hablo pues ya hablo de todo.

¿En la actualidad que está haciendo por el Reino?

Yo sigo trabajando, soy Obispo emérito, pero yo digo que soy Obispo jubilado, pero no desocupado, entonces yo trabajo, pero trabajo sin presiones, es decir, no me comprometo a hacer una misa todos los domingos en tal parte, no, si puedo voy y si no que busquen a otro. Muy bien.

P.A
García

sábado, 10 de septiembre de 2016

Moniciones para la Festividad de La Coromoto


MONICIONES COROMOTANAS

Monición de Entrada: Queridos hermanos. Sean todos bienvenidos a la Casa del Señor. Hoy la Iglesia Venezolana se llena de especial júbilo pues celebramos a la Patrona de Venezuela, Nuestra Señora de Coromoto. La Santísima Virgen María, se les apareció un 8 de septiembre del año 1652 al indio Coromoto, Cacique de los indios Cospes, y a su esposa. Desde el primer momento de la misteriosa visión, el indio Coromoto no quiso ser obediente a las palabras de la Bella Señora, quien se había dirigido a ellos en su propia lengua para decirles “vayan a casa de los blancos y pídanles que les echen el agua en la cabeza para poder ir al cielo” Celebremos con gran piedad esta Solemne Eucaristía.

Monición Primera Lectura: El Eclesiástico nos coloca ante la sabiduría hecha carne, hecha vida, con la que Dios interviene en la historia humana. Esta sabiduría enciende en el cielo una luz que no se apagará jamás. María de Coromoto personifica esta luz.

Monición Segunda Lectura: Gálatas expone el fundamento de la Encarnación: Jesús nace de una mujer, se hace hombre y así puede ofrecer a todos la Salvación. En toda su verdad, la cooperación de María de Coromoto, abre de par en par las puertas para que todos los venezolanos nos salvemos.  

Monición Santo Evangelio: Lucas nos coloca ante la búsqueda propia del que quiere encontrarse verdaderamente con la vida y la esperanza. Encontraron a María, a José y al niño. María puente y camino, que Dios y el hombre recorren, tu que nos traes a Dios, llévanos a Él.

Oración de los Fieles:

-         Por todos los venezolanos y por quienes viven en este País bendecido por Dios de tantas maneras, para que trabajemos juntos en favor del progreso, la concordia y la justicia. Oremos.

-         Para que nuestros pastores y responsables de comunidades, imiten en su vida y en su ministerio el apostolado de la Virgen María: vivir y dar a conocer a Jesucristo. Oremos.

-         Por todos los pueblos y ciudades de Venezuela que hoy se congregan alrededor de Nuestra Señora de Coromoto. La Virgen bendiga sus intenciones y aumente su fe. Oremos.

-         Por los enfermos, los desempleados, los privados de libertad y todas las demás personas que sufren; que encuentren en nosotros los instrumentos de la acción de Dios. Oremos.

-         Por las familias y las comunidades que se mantienen unidas con el rezo del Santo Rosario. Que alcancen meditar siempre mejor los misterios de Jesús y de su Santísima Madre. Oremos.

Ofrendas:

-         Pan y Vino: Presentamos ante el Altar del Señor este pan y este vino, figura del compartir de los cristianos. En la mesa el Señor nos enseñó a donar de los bienes recibidos. Señor que no falte el pan de cada día en nuestras familias.

-         Luz: Señor, tu eres nuestra luz, sin ti los caminos de la vida son tinieblas espesas. Queremos caminar iluminados por el Espíritu Santo. Tú iluminas las sombras de mi vida y al mundo das la luz, aunque pase por valles de tinieblas yo nunca temeré.

-         Flores: Y vio Dios que todo era bueno, con estas palabras la Biblia nos enseña a reconocer la belleza de la creación, por eso presentamos un detalle de la obra de Dios que ornamenta y dinamiza su Casa. Señor te damos lo que tú nos has dado.

-         Réplica de la Coromoto: Los únicos casos de apariciones en el mundo en los que la Virgen ha dejado no sólo testigos, sino también testimonios físicos son: Guadalupe en México y Coromoto en Venezuela. Por eso queremos donar a la Parroquia San Vicente Ferrer de La Playa un pequeño cuadro que contiene la réplica de la imagen de Nuestra Señora de Coromoto, la misma será ubicada en el Despacho Parroquial.

-         Útiles de aseo para el Templo y Casa Parroquial: Queremos donar al Templo y Casa Parroquial estos útiles de aseo, sabemos que donde hay orden y limpieza allí está Dios y el mantenimiento de la Casa de Dios es tarea de todos.

-         Presente para el Sacerdote: Estamos dando la bienvenida a nuestra Parroquia al Padre Olivo Gómez, queremos colaborar con nuestro párroco en todo lo que sea posible, brindarle nuestro apoyo es importante, pues para nadie es un secreto que de la lana de las ovejas se viste el pastor.

-         Bendición de los Nuevos Mayordomos: En esta Solemnidad de Nuestra Señora de Coromoto queremos que el Señor bendiga a los Nuevos Mayordomos de la Patrona de Venezuela: Yaida Consuelo Paredes Castillo y Pedro Andrés García Barillas, quienes a partir de hoy se encargarán de difundir esta devoción y de darle el lugar que se merece.

Acción de Gracias: Gracias Señor por esta nueva oportunidad de recibirte en el Sacramento Eucarístico, tu Cuerpo y Sangre nos alimenta y nos llena de gracia y sabiduría. Gracias por tantas bendiciones que derramas sobre nosotros. Gracias por premiarnos con la presencia del Padre Olivo Gómez. Hoy estamos contentos por celebrar a tu Madre que es nuestra también, por eso con un corazón lleno de alegría y de agradecimiento te decimos. Gracias Señor gracias. Y a nuestra querida Virgen de Coromoto de le decimos: Dios te salve Reina y Madre de Misericordia… 

Eucaristía celebrada en la Iglesia de La Playa, Parroquia San Vicente Ferrer Pbro. Olivo Gómez.
P.A
García