Himno e Historia del
Seminario Arquidiocesano
San Buenaventura de Mérida
Fachada del Seminario Arquidiocesano San Buenaventura de Mérida |
Apreciados lectores, en esta oportunidad
les presento una Breve historia del
Seminario Arquidiocesano San Buenaventura de Mérida, escrita por nuestro
Arzobispo Metropolitano Su Excelencia Monseñor Baltazar Enrique Porras Cardozo
el 17 de mayo de 1990. A continuación el texto íntegro.
Una
de las primeras providencias del obispo fundador de la Diócesis de Mérida Fray
Juan Ramos de Lora fue la de erigir en la casa que había sido convento de los
franciscanos; una Casa de Estudios donde admitir a los jóvenes inclinados al
estado clerical, según las exigencias del Concilio Tridentino. A tal efecto
dictó las constituciones del Instituto el 29 de marzo de 1785, fecha originaria
del Seminario tridentino y de la universidad emeritense.
El
Rey Carlos III aprobó dicha erección el 14 de septiembre de 1786. El 20 de
marzo de 1789, aprobó la institución con el título de Real Seminario de San Buenaventura, afiliado a la Universidad de
Caracas para efecto de la concesión de grados.
Para
fines de junio de 1790 estaba concluida la fábrica del nuevo seminario y su
instalación se verificó el 2 de noviembre del mismo año, en solemne acto en el
que impuso las becas a los primeros colegiales.
Gracias
a las gestiones del Obispo Santiago Hernández Milanés, por Real Cédula de 18 de
junio de 1806, el Rey Carlos IV concedió al Seminario de San Buenaventura de
Mérida la gracia de conferir grados menores y mayores en filosofía, teología y
derecho canónico, con el mismo valor que los recibidos en las universidades de
Caracas y Santa Fe.
Jardín del R.P. Rangel en el Seminario Mayor |
La
Junta Superior de Mérida elevó el Seminario, el 21 de septiembre de 1810, a la
categoría de universidad con el título de Real Universidad de San Buenaventura
de Mérida de los Caballeros, con todos los privilegios de la de Caracas. Y con
la facultad de conferir todos los grados mayores y menores en filosofía,
medicina, derecho civil y canónico y en teología. Su primer rector fue el Pbro.
Buenaventura Arias.
Actual Rector del Semianrio Pbro. Alexander Rivera con Monseñor Alfredo Torres Obispo Auxiliar de Mérida |
Durante
los difíciles años de la guerra de Independencia, el seminario fue trasladado,
en 1813, a la ciudad de Maracaibo. Sin embargo, a partir de 1816, con las
limitaciones propias de las circunstancias funcionó en Mérida bajo la rectoría
del Presbítero Arias, hasta su total restitución en Mérida por el Obispo Rafael
Lasso de la Vega, en 1821.
Interior de la Capilla del Seminario de Mérida |
La
vida republicana está signada por el inicio del proceso de separación de
régimen interno del seminario y de la universidad, si bien los estudios
eclesiásticos eran parte del pensum universitario. El primer rector en este
nuevo período es el Pbro. Ignacio Fernández Peña en 1832. Ya en el obispado de
Mons. Juan Hilario Bosset (1841-1873) las autoridades universitarias son
distintas a las del Seminario, teniendo como lazo de unión la parte académica.
Altar Capilla del Seminario |
El
21 de septiembre de 1872, el General Antonio Guzmán Blanco decreta la extinción
de los seminarios en el país pasando todos sus bienes primero al colegio
nacional y posteriormente a la universidad. Se abren años difíciles para la
formación sacerdotal en Venezuela. El 23 de mayo de 1881, el recién llegado
obispo de Mérida Román Lovera en carta pastoral solicita a su feligresía ayuda
para la formación del clero y crea el colegio episcopal de Mérida. Apoya la
creación del colegio Sagrado Corazón de La Grita bajo la égida del Ilustrísimo
presbítero Jesús Manuel Jáuregui Moreno en 1884. De este colegio saldrán 54
sacerdotes para la diócesis de Mérida en el corto período de tres lustros.
Sacerdotes miembros del Equipo de Formador y Profesores del Seminario |
En
1895 comienza el largo y fecundo pontificado de Monseñor Antonio Ramón Silva.
Una de sus primeras preocupaciones es la de tener de nuevo su seminario. Debido
a la prohibición legal vigente entra en conversaciones con los padres dominicos
de la vecina isla de Curazao compra un terreno y construye un hermoso edificio
entre 1897 y 1898 e instala ese mismo año personalmente el Seminario en
Scharpenheuvel en las afueras de Willemstad. Esta casa de formación del clero
merideño regentada por los padres dominicos holandeses duró hasta 1901. De allí
salieron 21 sacerdotes. La penuria de recursos económicos y el levantamiento en
1900 de la prohibición de abrir seminarios hizo que se restituyera nuevamente a
Mérida en el Seminario de San Buenaventura bajo la dirección del clero secular.
Etapa de Teología 2015-2016 |
Desde
enero de 1912 hasta julio de 1914 estuvo el Seminario San Buenaventura bajo la
dirección de los padres dominicos holandeses. Desde entonces hasta 1925 volvió a estar en manos del clero diocesano.
En ese año se encargaron de la formación del clero andino los Padres de la
Congregación de Jesús y María o Padres Eudistas. La alegría del Arzobispo Silva
se vio empañada por la disposición que concedía al Seminario de Caracas la
exclusividad de la formación de los seminaristas mayores en Venezuela. Sólo entre
1953 y1960 funcionó el Seminario Mayor. Los Padres Eudistas permanecieron hasta
1971, año en el que el clero diocesano tomó la dirección del mismo.
Etapa de Filosofía 2015-2016 |
En
1979, bajo el pontificado de Mons. Miguel Antonio Salas, volvieron los Padres
Eudistas a encargarse del seminario conjuntamente con algunos sacerdotes
diocesanos. A partir de 1983 se volvió a restituir el Seminario Mayor con el
ciclo completo de estudios filosóficos y teológicos. En 1988 se ordenó el
primer grupo de seminaristas que hicieron todos sus estudios eclesiásticos en
la vetusta casa de San Buenaventura. El local actual del Seminario fue
inaugurado solemnemente en 1958 año del cuatricentenario de la ciudad.
Monseñor Baltazar Porras, Arzobispo Metropolitano de Mérida. Autor de esta breve historia del Seminario |
HIMNO DEL
SEMIANRIO
SAN BUENAVENTURA
I
Juventud un hogar nos espera
un hogar de ventura y paz.
Allí empieza el correcto sendero
que hasta Cristo nos ha de llevar.
Coro
Merideños, cantemos unidos
es la gloria de nuestra ciudad:
Seminario: lugar donde se forman
los pastores de nuestra sociedad.
II
En su seno germina y germina
la semilla que Cristo regó:
el futuro de un pueblo que espera
de la Iglesia final redención.
III
En sus aulas la ciencia es hermosa
con la fe, la esperanza, el amor;
y así unidas las cuatro en brega
van forjando los cristos de hoy.
IV
Al Obispo Fray Ramos de Lora
compañeros debemos imitar;
todos juntos en un solo cuerpo,
una meta y un mismo ideal.
Escudo del Semianrio Arquidiocesano San Buenaventura de Mérida |
P.A
García
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