jueves, 25 de febrero de 2016

Orador de Orden en Bailadores

Pedro Andrés García Barillas
Orador de Orden en la Sesión Solemne de la
Cámara Municipal del Municipio Rivas Dávila


Mi hermana Thalia, mi hermana Reyna, yo, mi papá Reinaldo García
y mi mamá Thaís Barillas, en Bailadores el 12 de febrero de 2015


Día de la Juventud
Batalla de La Victoria 12-02-1814

        En primer lugar quiero agradecer la gentil invitación a participar en los actos del día de la Juventud aquí en mi Municipio Rivas Dávila. Considero justo y noble el hecho de que, en este día, sea un joven quien les pueda dirigir estas breves palabras, que sé, tendrán resonancia en las conciencias de aquellos que se muestren atentos a lo que les pueda transmitir, y deseo adelantarles, que no pretendo hacerles un sermón, y si así les pareciere sería por el contenido de valores cristianos que el mundo reclama, en especial la juventud de los cuales también se sustenta la fecha patria de hoy. Que estas palabras, preparadas con anticipación y por eso no rebuscadas armonicen este día y refuercen los sentimientos patrióticos que como venezolanos debemos tener en cuanto a ciudadanos de una misma nación.
        Cuando nace nuestro Libertador, el Padre de la Patria, un 24 de julio de 1783, nace en él, en la Caracas aún colonial el hombre que haría realidad lo que una vez juraría, liberar a su pueblo del dominio extranjero, que para el momento histórico se refería al Reino de España, el cual desde hace varios lustros tenía refrenada las tierras que en 1492 se habían descubierto, colonizado y evangelizado con la expedición de Cristóbal Colón.
        La historia de nuestro país, de cómo llegamos a lo que hoy conocemos como Venezuela, se forjó con los ideales de Francisco de Miranda y de Simón Bolívar y también con la sangre de los valientes que lucharon por la libertad. Esta sangre, representada en la tercera franja de color rojo de la bandera de la República, fue derramada en las batallas de la independencia a lo largo y ancho del territorio nacional, en épocas en las que, para ser autónomos del mando impuesto por la monarquía española debía hacerse uso de algo, que para los hombres de todos los tiempos está dentro de lo inaceptable: quitar la vida a otros.
        El día de hoy, 12 de febrero, recordamos la famosa Batalla de la Victoria, ésta fue uno de los tantos enfrentamientos de la guerra de nuestra independencia, que como el tiempo nos ha demostrado, dio frutos a pesar de la sangre joven sacrificada para dicho fin.
        En esta particular batalla, las fuerzas realistas, quienes marchaban al mando del revoltoso José Tomás Boves, intentaron tomar la ciudad de La Victoria, estado Aragua, con el fin de desestabilizar a la Capital en sus comunicaciones con ciudades vecinas. En oposición a esto, el ejército patriota combatió liderado por el General José Félix Rivas. La batalla ocurrió el 12 de febrero de 1814.
        Pero antes del enfrentamiento, ocurrió lo que da sentido a esta fecha. Ante la escases de tropas regulares, el General Rivas tuvo que armar a unos mil estudiantes de los colegios y seminarios de la ciudad y de los otros poblados vecinos, entre ellos se encontraban 85 estudiantes que se preparaban para el sacerdocio ministerial, éstos eran procedentes del Seminario Santa Rosa de Lima de Caracas, aún existente.
        Antes de entrar en batalla, el General Rivas alentó a los adolescentes que le acompañaban y a los hombres con estas palabras: “soldados, lo que tanto hemos deseado se realizará hoy, he ahí a Boves, cinco veces mayor es el ejército que trae a combatirnos, pero aún me parece escaso para disputarnos la victoria. Defendéis del furor de los tiranos la vida de vuestros hijos, el honor de vuestras esposas, el suelo de la Patria. Mostradles vuestra omnipotencia. En esta jornada que será memorable ni aun podemos optar entre vencer o morir. Necesario es vencer. Viva la República”
        La batalla comenzó  a las siete de la mañana y duró todo el día en las calles de la ciudad. Los efectivos republicanos construyeron una impresionante resistencia al empuje de las tropas realistas, en ese momento al mando de Francisco Tomás Morales. Al caer la tarde, la batalla aún no se había decidido por ninguno de los dos bandos. Cuando la lucha acababa, los patriotas reciben un refuerzo de 220 soldados de caballería a cargo de Vicente Campo Elías procedente de San Mateo, que rompe el cerco realista. Horas después, Morales y los suyos se retiraron del combate, perseguidos por los jinetes republicanos. A consecuencia de esta batalla, fracasa el intento realista de cortar las comunicaciones entre Caracas y Valencia. El General Simón Bolívar, otorgó a Rivas el título de “Vencedor de los tiranos”.
        Bailadores y la nación entera conmemoran hoy el día de la Juventud, decretado por la Asamblea Constituyente en 1947 y con ésta efemérides los 201 años de la Batalla de La Victoria.
        Ahora detengámonos un momento en el hecho más importante a recordar: la participación en la batalla de los jóvenes estudiantes universitarios de Caracas y sus seminaristas.
        Relatan algunos historiadores de la época, y no quisiera errar con lo que voy a mencionar, que al menos los seminaristas demostraron cierta resistencia al llamado bélico de Rivas, pues por razones obvias no se estaban preparando en el seminario para combates o guerras, su única misión era cumplir la voluntad del que los había llamado a ser servidores suyos y de los hombres. A pesar de esto, hubieron de luchar y como consecuencia muchos perdieron la vida, ya que sus inexpertas manos carecían de un buen grado de adiestramiento en el manejo de las armas. Marchaban portando sus traje talares con orgullo, pero conocedores del sufrimiento que se les avecinaba. No obstante asistieron, y con responsabilidad a la tarea encomendada combatieron, primero contra la angustia de saberse incapaces de batallar y segundo contra el ejército que les había hecho abandonar sus estudios y sus proyectos personales. Cuenta la historia que a consecuencia de esto Caracas se quedó sin futuros curas.
        Por su parte, los jóvenes universitarios ya estaban más involucrados con estos ambientes de disputa y de ellos se puede decir que luchaban a morir sabiendo que sus vidas pasarían a la historia pues apenas se estaba empezando a escribir con gotas de sangre.
        Desde una perspectiva alentadora, el acontecimiento histórico en el que los jóvenes caraqueños experimentaron las consecuencias de la guerra, aventura sin retorno, debe considerarse digno de admiración y merecedor de todos los honores, pues es la juventud venezolana, la que en su incansable deseo de realización personal y comunitaria manifiesta sus sentimientos patriotas y lucha manteniendo el ideal que poco a poco se había introducido en sus vidas a partir de 1811.
        Nuestra juventud, no menos que la de ayer, debe seguir ahondando en la exigencia de un mundo mejor, de un país mejor, de una sociedad mejor. Claro está, no todo el tiempo lo ha sabido hacer, pues recurriendo a la violencia se está autodestruyendo, y no menciono esto para juzgar lo que hoy conmemoramos ni mucho menos los acontecimientos más recientes, que son fáciles y dolorosos de recordar, el fin no justifica los medios.
        Hoy más que nunca, la juventud debe seguir formándose con valores sociales como la responsabilidad, el respeto y la honestidad. Haciendo de ellos su norma de vida, sin duda se daría un paso de gran importancia en la consolidación de la Patria que todos soñamos y a la cual estamos impulsando en el presente, responsable de esto somos todos.
        Responsabilidad: la familia, como base y fundamento de la sociedad, es la primera formadora de los valores en sus hijos, es la que tiene la exigente labor de inculcar en su prole el sano orgullo de la responsabilidad, entendiéndose este no únicamente en la obligación moral que se tiene a consecuencia de haber cometido una falta, sino como la respuesta eficaz a todas las exigencias de la vida, de la formación y de la interacción social. Una sociedad, o una juventud responsable evitarían el deterioro de los servicios públicos, la inseguridad en las calles y avenidas, donde caminar libremente se ha convertido casi en una supervivencia. Responsables somos todos, de la sociedad que estamos forjando, por lo tanto, es menesteroso instruir a los jóvenes para que ellos reciban puntualmente toda educación, toda orientación y desde luego todo buen consejo.
        Respeto: es muy común escuchar que cuando se ignoran las minorías se acaba la paz. La Venezuela de hoy, suplica incansablemente que sea escuchada y respetada, especialmente la juventud, que espera contribuir con sus aportes en el camino que conduce hacia la felicidad temporal de los ciudadanos, al bienestar de las familias, al progreso y desarrollo de todos en la diversidad de roles de un país. Si no son escuchados, si son ignorados, si son callados de mil y una formas, se les está faltando el respeto y de ello surge la impotencia del individuo que acude al dialogo como medio eficaz de tolerancia y comunicación. Se falta al respeto, cuando se pasa por alto los derechos de los demás, cuando manipulamos la Carta Magna e incumplimos con lo que allí se establece o hacemos de nuestra voluntad la ley y la justicia. La juventud siempre estará disponible en hacer valer sus derechos y observarlos, acompañando este noble sentimiento al de cumplir sus deberes.
        Honestidad: en todo progreso social y humano debe hacerse énfasis en el sentimiento que nos hace capaces de combatir el mal: la honestidad. Jóvenes honestos garantizarían el nivel académico esperado de una etapa de formación en el bachillerato, por ejemplo,   la juventud arrastrada por factores externos que le impidan la plena dedicación consciente al estudio, optan por hacer de sus días estudiantiles un ciego relajo y una falta de dedicación que a la larga se manifiesta en el índice de jóvenes que abandonan el campo  de las letras, de las profesiones y de la sabiduría para vagar sin rumbo fijo por un mundo lleno de oportunidades. En esto sale a la luz lo que podríamos llamar la visión de Bolívar, cuando manifestó en su época que, un ser sin estudio es un ser incompleto. No quisiera terminar esta idea sin recalcar la importancia de nuestros jóvenes agricultores, en especial en este Municipio agrícola por excelencia. Ellos desenvuelven un papel importante en la sociedad, pues dedican su trabajo para alimentar a todos con las más variadas y ricas hortalizas que brotan de esta tierra bendecida por Dios y protegida por la Virgen de la Candelaria.
        Alabado, valorado, respetado y apoyado sea el talento y don de los jóvenes artistas, el desempeño y los logros de los jóvenes atletas, el esfuerzo y sudor de los jóvenes agricultores, el trabajo y el compromiso de los jóvenes profesionales, la dedicación y sacrificios de los jóvenes estudiantes, la consagración a Dios y al servicio de los jóvenes religiosos, porque es en conjunto, en la unidad que se forman las sociedades. Unamos nuestras fuerzas para luchar siempre por una Venezuela libre y de los venezolanos. Gracias.   
Conversando con las personas que asistieron al acto
después de dar lectura al discurso

(Discurso pronunciado por Pedro Andrés García Barillas en la Plaza Bolívar de Bailadores, Municipio Rivas Dávila el 12 de febrero de 2015)

P.A
García

miércoles, 24 de febrero de 2016

Mi experiencia como Legionario de Cristo

¡Venga tu Reino!
Con los Legionarios de Cristo
Escudo de la Legión de Cristo
La Legión de Cristo es una Congregación fundada en la Ciudad de México el 3 de enero de 1941.

Dios me envió a la Congregación de los Legionarios de Cristo, para conocerle y amarle, para formarme como hombre suyo con la meta puesta en el cielo y para cultivar mi celo por las almas. Ingresé a los Legionarios de Cristo el domingo 25 de junio de 2011, tenía 15 años y ya había culminado mi tercer año en el Liceo Bolivariano Dr. Gerónimo Maldonado en Bailadores Estado Mérida. Acompañado de mis familiares llegué al Centro Vocacional de la Inmaculada Concepción, ubicado en el Manzano Alto vía Jají, Ejido Estado Mérida, en ese sagrado lugar fue donde percibí por primera vez la experiencia de estar muy cerca de Dios, en un ambiente lleno de paz y que favorece la vida espiritual. ¡Venga tu Reino!

Apostólica de Mérida, vista aérea 


Como es de costumbre, en la Legión de Cristo, los jóvenes aspirantes participan en un Cursillo de Verano, tiempo propicio para discernir y para adaptarse a un ritmo de vida lleno de disciplina, que al principio parece de locos, pero que con el tiempo y con amor se vuelve una manera de vivir posible para todo aquel que sea capaz de salir de su propia comodidad para reconocer que debe hacer en cada instante la voluntad de Dios.

Precandidatos Legionarios de Cristo


El cursillo se va en torno a un sinfín de actividades, entre las que recuerdo puedo mencionar los paseos a la montaña, a piscinas, a lugares de turismo, al zoológico, pero lo más importante es que en este tiempo el joven se va dando cuenta de que hay un Amigo que le ama y que quiere primeramente que le conozca. Mi experiencia en el cursillo de verano fue una gran bendición, pues pude compartir con varios jóvenes que sentían, al igual que yo, un llamado de Dios a servirle, muchos de ellos prontamente volvieron a sus casas, otros decidimos vivir la experiencia.

Después de recibir mi uniforme de Pre-candidato Legionario de Cristo, inicié el cuarto año de bachillerato, con otros 15 compañeros. Los profesores varían entre sacerdotes y laicos.  El día promedio en la Apostólica o (Centro Vocacional) iniciaba con las primeras oraciones, una meditación de 30 minutos aproximadamente, la Santa Misa, desayuno, y durante la mañana las clases, después del almuerzo, un breve momento para la música, deporte, estudio y rosario, cena, últimas oraciones con exposición del Santísimo Sacramento y a descansar.


Con el P. José Gutstein L.C.


Mi director espiritual durante los dos años que estuve en la Legión de Cristo, fue el Padre Rector, P. José Ignacio Pernía L.C. sacerdote español que me ayudó muchísimo en mi relación con Dios, con los demás y conmigo mismo. De igual manera compartí estos años con el P. José Gutstein L.C. sacerdote brasileño que era el Prefecto (encargado) de la Comunidad de Precandidatos.

Apostólica de Mérida Venezuela. Centro Vocacional de la Inmaculada Concepción


En el quinto año compartimos doce precandidatos, actualmente continúan en la Congregación tres, que son novicios. Yo, por decisión propia e iluminación del Espíritu Santo, decidí adherirme en la vida diocesana e ingresé al Seminario Arquidiocesano San Buenaventura de Mérida en septiembre de 2013, donde con la ayuda de Dios me estoy formando para ser un santo sacerdote, luchador por el Reino de Cristo y por la salvación de las almas.

Amo y respeto la Congregación de los Legionarios de Cristo, tengo mucho que agradecerles y deseo con toda sinceridad que sigan trabajando por hacer de este mundo, un mundo más lleno de Dios.


En la Apostólica de Mérida recibí el sacramento de la Confirmación,
con el Pbro. Luis Enrique Rojas Ruiz

Doy gracias a Dios, por darme esa bella oportunidad de conocerle en la Legión de Cristo y pido a María Santísima que siga acompañando a esta obra de Dios.

¡Cristo Rey Nuestro! ¡Venga tu Reino!
¡Madre Purísima! ¡Ruega por nosotros!

P.A
García

martes, 23 de febrero de 2016

El único peligro de la Renovación Carismática Católica

La Renovación Carismática Católica

Padre Fortea
         En esta ocasión, no pretendo hacer una reseña histórica de la Renovación Carismática Católica, ni mucho menos. Como no soy más que un seminarista con ansias de saber y de enseñar también a los que no saben, voy a citar en este artículo unas declaraciones del Padre José Antonio Fortea Cucurull, sacerdote diocesano experto en demonología, quien se declara carismático, y por cierto, nacido en Barbastro, cuna del glorioso san Josemaría Escrivá de Balaguer. De igual manera expresaré lo que a mi parecer es el único peligro de este movimiento católico.

        El Padre Fortea descubrió la Renovación Carismática Católica en su primer año de sacerdocio y recibe el “don de lenguas” aunque él no lo quería, más adelante comprendió que la oración en lenguas las entiende muy bien el demonio y desde entonces la utiliza en los exorcismos que realiza.

        Este sacerdote asegura que la Renovación Carismática es fruto del Espíritu Santo y a veces no es comprendida, porque es ante todo un misterio de Dios. A pesar de que en los grupos carismáticos haya personas buenas y no tan buenas, como en cualquier grupo católico, la Iglesia ha dicho que esto es obra del Espíritu Santo, por lo cual nadie tiene derecho a atacarla o a criticarla si se considera católico.

        La Renovación Carismática se centra en la invocación del Espíritu Santo, y es este mismo Espíritu el que los guía, y los ilumina a hacer la voluntad de Dios. El Padre Fortea asegura que así como se invoca al demonio y él se manifiesta, así mismo al invocar al Santo Espíritu de Dios este viene y transmite paz. Estas invocaciones pueden girar en torno a un grupo, en medio de cánticos, en medio de alabanzas y oración y con la lectura bíblica. La Renovación Carismática es espontánea, no está unificada y esto es bueno porque permite que el Espíritu Santo esté libre para actuar como quiere.

        La Renovación Carismática es perseguida por su novedad, y no es comprendida por muchos, pero yo personalmente considero que el único peligro que tiene la Renovación Carismática Católica es presentarse en la Iglesia como el único camino recto y verdadero para invocar y recibir las gracias, dones y carismas del Espíritu Santo. Esto no debe ser así, porque dentro de tanta libertad espiritual, estaríamos limitando la misma acción del Espíritu Santo.

     Hermanos carismáticos, todos sabemos orar y si cada quien escoge encontrarse con Dios de una manera diferente, esto debe respetarse, ya que no podemos ser jueces y decir quien tiene o quien no tiene el Espíritu Santo.

¡Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor!

P.A
García

domingo, 14 de febrero de 2016

La Toma Vocacional

La Toma Vocacional
Del Seminario Arquidiocesano San Buenaventura de Mérida Venezuela.

Con frecuencia escuchamos y realizamos oraciones que suplican a Dios el envío de obreros a su mies. En nuestras Parroquias, sobre todo al finalizar la Hora Santa junto a Jesús Sacramentado siempre repetimos estas palabras: Señor danos Sacerdotes, Señor danos Sacerdotes santos, Señor danos muchos Sacerdotes santos… y así continúan con los religiosos y religiosas, pues bien, Dios hace su parte, pero, queridísimos hermanos, no basta rezar, hacen falta muchas cosas para que la Iglesia de Dios siga contando cada día con Pastores comprometidos con el Pueblo, con Religiosos y Religiosas llenos de amor por las almas, y en este afán de ganar hombres y mujeres para el servicio de Dios, la comunidad del Seminario Arquidiocesano San Buenaventura de Mérida se lanza en su “Toma Vocacional” para despertar en los jóvenes la llama de la vocación, para iluminar a aquellos que tengan dudas y para animar a los que estén dispuestos a dar un paso de amor.

La Toma Vocacional consiste principalmente en visitar las instituciones educativas, para entrar en contacto con los jóvenes estudiantes y hablarles de la Vocación; existe un pequeño esquema bien estructurado, realizado por el Departamento de Pastoral Vocacional de la Arquidiócesis de Mérida, que generalmente se facilita a los promotores vocacionales (Seminaristas, religiosos y religiosas) para que basándose en esto se pueda dar un mensaje en común a todos los jóvenes.


¿Qué es Vocación?

Vocación proviene del latín Vocare que quiere decir “llamar”. Dios nos hace a cada uno una invitación, la de amarle y de seguirle para poder dar a conocer a los demás su amor. El trabajo de cada uno es saber discernir cuál es el llamado que Él nos hace. ¿Qué quiere Dios de mí?

La Iglesia nos presenta cinco tipos de vocación:

1-  La Vocación a la Vida: el tiempo se nos pasa en tratar de responder interrogantes relativas a nuestra existencia. ¿Por qué?, ¿para qué existo? Y nos damos cuenta, cuando vemos el amanecer cada día, que el regalo más preciado desde que tenemos conciencia de nuestra existencia es la Vida. En efecto, la vida es una vocación, una tarea que nos apremia día tras día, y que nos invita a no solo tener vida, sino a darla. La vocación a la vida significa que “vivimos para servir”, y “servimos para vivir”. Damos vida cuando con nuestras actitudes, edificamos a los demás; cuando en nuestro rostro deslumbra la alegría a pesar de las pruebas. Estamos llamados a dar vida como Jesús, que muriendo en la cruz, dio la suya por el perdón de nuestros pecados.

2-  La Vocación Misionera-Laical: Dios también llama a hombres y mujeres, bautizados que por medio del amor consagran su vida para el bien de la Iglesia, son personas que hacen llegar la Palabra de Dios a toda la sociedad (pobres, marginados, jóvenes y ancianos) y que por medio de sus vidas son testigos fieles del amor de Cristo.

3-  La Vocación al Matrimonio: es el llamado a la unión entre un hombre y una mujer; formando un hogar donde son llamados a vivir por medio de su fe la educación de sus hijos en el conocimiento de Cristo a ejemplo de la familia de Nazaret.

4-  La Vocación Sacerdotal: el Sacerdote es un: “hombre tomado de entre los hombres para servir a los hombres en las cosas de Dios; para ofrecer sacrificios y oraciones por su pueblo, y por los pecados propios y ajenos” (Hebreos 5,1)

5-  La Vocación a la Vida Religiosa-Consagrada: son hombres y mujeres que sintiendo el llamado a consagrar su vida totalmente a Cristo y con un carisma especial, ayudan con la dedicación de su trabajo al bien de los demás.  

Recibiendo la Sagrada Comunión durante Misiones 

En estas “Tomas Vocacionales”, los seminaristas nos encontramos con una gran diversidad de jóvenes y por ende con diferentes maneras de pensar, muchas veces nos vemos envueltos en preguntas que son difíciles de responder, otras veces hemos notado que la mayoría de los jóvenes se ven inmersos en el materialismo, en el consumismo y en temas de obsesionada sexualidad, dándole más importancia a esto, que a la misma Vocación Cristiana, es decir, a lo trascendental en nuestras vidas que no puede separase de nuestra naturaleza humana.

Con la ayuda del Señor vamos a enfrentarnos a una juventud sedienta de Dios y sobre todo vamos enviados por Cristo a ser Pescadores de hombres.

Seminarista Eudes Ovidio Puentes Matheus y Seminarista Pedro Andrés Gracía Barillas

P.A
García

miércoles, 10 de febrero de 2016

Unas misiones decembrinas en Casa

ARQUIDIÓCESIS DE MÉRIDA
SEMINARIO ARQUIDIOCESANO 
SAN BUENAVENTURA
VICERRECTORÍA DE PASTORAL     

          

INFORME DE LAS MISIONES DE ADVIENTO Y NAVIDAD 2015

Después de agradecer a Dios Todopoderoso por esta hermosa experiencia vivida, agradezco al Equipo de Formadores del Seminario Arquidiocesano San Buenaventura de Mérida, por permitirme la oportunidad de cumplir con mis trabajos de misiones en mi Parroquia de origen San Vicente Ferrer, en la población de La Playa, Parroquia Gerónimo Maldonado, del Municipio Rivas Dávila, del Estado Mérida. La Parroquia San Vicente Ferrer en general agradece también a ustedes, por enviarme a animar esta comunidad cristiana ya que esto permitió estar al frente de la Parroquia en servicios prestados extraordinariamente debido a la repentina enfermedad de nuestro Cura Párroco el Pbro. Jaime de Jesús Duque Duque.

Es necesario aclarar que las actividades de misiones fueron organizadas y compartidas con un Grupo Juvenil Misionero, denominado “L.E.D.E.S.” Los Enviados del Espíritu Santo, el cual está conformado en su mayoría por ex-seminaristas de la Congregación de los Legionarios de Cristo. Es un grupo que se reúne por las épocas de Adviento y Semana Santa y desarrolla una gran labor misionera en las Parroquias que abren sus puertas, principalmente provienen de Mérida y Táchira y otros estados del país. Este año 2015 La Playa recibió un total de 20 misioneros, más el seminarista y por voluntad de Dios el pueblo fue exitosamente evangelizado por estos jóvenes. Los frutos tenemos fe que se recogerán pronto, incluso hay un proyecto de posibles misiones para la Semana Santa de este año 2016. Que se haga la voluntad de Dios.

Dentro de las actividades realizadas durante la Novena de Aguilandos y las misiones en general, es necesario mencionar: Evangelización casa a casa por todos los sectores del pueblo, animación en las Eucaristías de Aguinaldo, cantos, liturgia, logística en general, actividades con niños, jóvenes y adultos en cada uno de los sectores, animación de Posadas Navideñas, limpieza de Templo Parroquial, celebración de la Palabra en los sectores, actualización del Libro de Gobierno de la Parroquia, predicación, realización de un Pesebre, realización de un Rosario Misionero en la Iglesia, llevarle la Sagrada Comunión a los enfermos, Potazo a beneficio del Padre Jaime Duque, también el grupo misionero contó con preparación previa a las evangelizaciones a través de pequeños talleres de dinámicas y metodología para llevar la Palabra de Dios a los hogares, así como también una pequeña jornada de confesiones para los misioneros.
                                  
El día domingo, 20 de diciembre a las 5:15a.m, mientras el Padre Jaime predicaba sufrió una subida de tensión que le ocasionó un A.C.V. (ictus isquémico) continué la celebración (de la Palabra) y a partir de ese momento todas las actividades parroquiales (culminar con la Novena de Aguinaldos, entre otras cosas) quedaron a mi cargo hasta el día que retorné a esta Casa de Formación.

 Estas misiones fueron un momento propicio para encontrarme con mi gente, con esas personas que día a día elevan una oración por mi vocación, y que tal vez yo nunca había tenido la oportunidad de visitarles en sus casas. Me di cuenta que mi presencia les llenaba de alegría y podían compartir conmigo como un hijo más de la familia, son personas que me han visto crecer desde que era un pequeño monaguillo.

 En la convivencia con los jóvenes misioneros pude aprender mucho de ellos, y sobre todo me ayudó a comprender el pensamiento de los jóvenes de nuestras parroquias, sus ideales, sus deseos y también los peligros que corren si se dejan llevar por el mundo.

Solo Dios sabe si mi trabajo lo hice bien o mal, pero de mi parte quedo muy contento y convencido de que me esforcé por realizar todo bien, ya que no fueron unas misiones sencillas, por lo antes mencionado, sin embargo estuve al frente de una comunidad parroquial, que repito son mi gente, mis familiares y amigos. Mi corazón se está formando para ser un Pastor conforme Dios y la Iglesia los necesita.



P.A
García 

Candelaria visita a Vicente

Nuestra Señora de la Candelaria 
en La Playa Estado Mérida


La Madre de Dios y Madre nuestra, bajo la advocación de Ntra. Sra. De la Candelaria, es la Patrona de Bailadores y como pueblo vecino La Playa año tras año recibe a la Santísima Virgen para rendirle culto y veneración a tan hermosa imagen de Santa María Virgen.

Esta tradición de la bajada de la Virgen de la Candelaria a La Playa, la inició el Pbro. Aldemar Villasmil siendo Rector del Santuario Diocesano de Nuestra Señora de la Candelaria de Bailadores, junto al Pbro. Alfredo Uzcátegui cuando éste fungía como Párroco de San Vicente Ferrer de La Playa.

La primera peregrinación se llevó a cabo el 29 de mayo de 2005, cientos de personas bajaron caminando desde Bailadores hasta La Playa, un recorrido de más de dos horas por la carretera trasandina, el principal motivo para realizar esta peregrinación fue pedir la protección de la Virgen a los habitantes del Municipio Rivas Dávila, ya que en febrero de ese mismo año (2005) se había sufrido la vaguada del Mocotíes.

Mientras que algunas personas inician su acto de piedad caminando desde el Santuario de Bailadores pasando por Bodoque, San Pablo y Mesa de Adrián, otras esperan la imagen de la Virgen en la quebrada de Barrotes, en la entrada del Pueblo, con la imagen del Patrono de La Playa San Vicente Ferrer. Por el camino, entre cantos marianos y de alabanzas a Dios se reza el Santo Rosario y todo concluye con la Celebración de la Eucaristía en la Iglesia de La Playa, donde se ha notado la asistencia de gran número de personas. En años anteriores se bajaba la Virgen a hombros, esto ya no es posible debido a la antigüedad de la imagen, ahora se viste una carroza donde pueda mostrarse Ntra. Sra. De la Candelaria a todos los peregrinos.

Lo que ya se volvió tradición para villorros y playenses, se ha realizado once veces, solo en el año 2014 no se pudo bajar la Virgen. En el Templo de La Playa reposa la Virgen por una semana y todos sus hijos la visitan fervorosamente. Anteriormente la Virgen visitaba la Escuela y Preescolar, pero para su conservación se ha decidido dejarla solo en la Iglesia de La Playa.

Esperamos que esta bella peregrinación se siga realizando y que en cada oportunidad se unan más y más católicos para celebrar a la Madre de Dios entre nosotros.


Nuestra Señora de la Candelaria
Protégenos del mal

San Vicente Ferrer
Ruega por nosotros

P.A
García

martes, 2 de febrero de 2016

La Playa en 1887

La Playa en 1887
Esta fotografía no es de la época, pero nos recrea la Iglesia y la Plaza años atrás
A unos 1250 m.s.n.m. entre Tovar y Bailadores se encuentra un bello pueblo llamado La Playa, su nombre emana del aspecto geográfico del lugar. La Playa es un pueblo de superficie plana, con bastante arena y una leve inclinación hacia el Río Zarzales o Mocotíes. Sin fecha de fundación, se estima que los primeros pobladores se hayan congregado después del terremoto de La Grita en 1610 en las partes más altas de la recién formada represa de agua, que se formó debido al deslizamiento de uno de los cerros del Valle. Guarda devoción a su Patrono San Vicente Ferrer, sacerdote dominico.

Para situarnos en La Playa del año 1887 analizaremos brevemente un comentario de la época que hace el sacerdote Jesús Manuel Jáuregui Moreno en sus apuntes de historia. A continuación el texto fidedigno de Monseñor Jáuregui:

… En los campos de El Verde, y aldea de La Playa se produce la caña de azúcar, elevándose a bastante altura, siendo muy recomendable por la cantidad de azúcar que contiene. Y allí se desarrolla con suma rapidez el café a la sombra de magníficos plátanos, que en unión con la yuca y otros frutos menores hacen muy variado el pan a sus moradores.
Monseñor Jáuregui

(Mons. Dr. Jesús Manuel Jáuregui Moreno Obras Completas Tomo I. Página 258.)


Panorámica de La Playa en 2015


         
        En primer lugar podemos notar cómo el escritor hace mención de uno de los sectores del pueblo, como lo es El Verde, en donde se producía la caña de azúcar de gran altura y de buena carga. Ya con esto podemos trasladar nuestra imaginación a los playenses a finales de los 1800, los hombres cultivadores de caña, juiciosos en la producción de panela, para hacer sus guarapos mañaneros. Hasta hace poco, en La Playa se conservaban algunos trapiches tradicionales en donde se trabajaba la caña de azúcar, lamentablemente ya no existen, pues el tiempo y el descuido se los llevaron a reposar en la memoria de aquellos que son libros abiertos, pero que a veces nadie desea leer.

         Estoy seguro de que La Playa, como población productora de caña de azúcar fue destacada, ya que los campos que hoy se conocen como El Verde ocupan grandes terrenos dentro de lo que hoy en día es el casco urbano del pueblo, y es en estos campos donde el escritor sitúa la siembra de caña. En esta época cañaveral puedo ubicar la infancia de mi tatarabuela Doña Matilde Castillo, nacida en La Playa en 1870.

Don Claudio Salas y
Doña Tomasa Castillo
(hija de Doña Matilde Castillo)
         Otro dato a mencionar es el café que también se cultivó en La Playa. Si por las mañanas se preparaba el guarapo de panela playera, por las tardes se disfrutaría de un delicioso café criollo por supuesto acompañado de pan producido también en la zona. Miremos al hombre playense que en época de cosecha de café se arreglaba las mangas de su camisa, se ponía su sombrero tejido y con una cesta en la cintura escogía el café de su cultivo, al finalizar la jornada, su esposa en la casa le tenía una delicia traída de Mapuritos.

         También nos habla Mons. Jáuregui de los plátanos, yuca y otros frutos menores. De esto podemos deducir que los moradores de La Playa de finales de 1800 contaban con gran variedad de productos agrícolas que servían para la propia alimentación y también para el trueque acostumbrado en los pueblos andinos años atrás.

Nuestro Pueblo de La Playa y sus cultivos
         La prosperidad que una vez caracterizó a nuestro pueblo de La Playa, debe renacer y seguir siendo motivo de orgullo para todos los que nos sentimos y somos playenses.

         Apreciados lectores, playenses o no, sepan que contamos con un pueblo lleno de historia y tradiciones que pocos conocen. Luchemos por hacer de La Playa un pueblo de trabajo y descanso.


P.A
García

lunes, 1 de febrero de 2016

Historia e Himno del Seminario de Mérida

Himno e Historia del
Seminario Arquidiocesano
San Buenaventura de Mérida

Fachada del Seminario Arquidiocesano San Buenaventura de Mérida


Apreciados lectores, en esta oportunidad les presento una Breve historia del Seminario Arquidiocesano San Buenaventura de Mérida, escrita por nuestro Arzobispo Metropolitano Su Excelencia Monseñor Baltazar Enrique Porras Cardozo el 17 de mayo de 1990. A continuación el texto íntegro.

Una de las primeras providencias del obispo fundador de la Diócesis de Mérida Fray Juan Ramos de Lora fue la de erigir en la casa que había sido convento de los franciscanos; una Casa de Estudios  donde admitir a los jóvenes inclinados al estado clerical, según las exigencias del Concilio Tridentino. A tal efecto dictó las constituciones del Instituto el 29 de marzo de 1785, fecha originaria del Seminario tridentino y de la universidad emeritense.

El Rey Carlos III aprobó dicha erección el 14 de septiembre de 1786. El 20 de marzo de 1789, aprobó la institución con el título de Real Seminario de San Buenaventura, afiliado a la Universidad de Caracas para efecto de la concesión de grados.

Para fines de junio de 1790 estaba concluida la fábrica del nuevo seminario y su instalación se verificó el 2 de noviembre del mismo año, en solemne acto en el que impuso las becas a los primeros colegiales.

Gracias a las gestiones del Obispo Santiago Hernández Milanés, por Real Cédula de 18 de junio de 1806, el Rey Carlos IV concedió al Seminario de San Buenaventura de Mérida la gracia de conferir grados menores y mayores en filosofía, teología y derecho canónico, con el mismo valor que los recibidos en las universidades de Caracas y Santa Fe.

Jardín del R.P. Rangel en el Seminario Mayor


La Junta Superior de Mérida elevó el Seminario, el 21 de septiembre de 1810, a la categoría de universidad con el título de Real Universidad de San Buenaventura de Mérida de los Caballeros, con todos los privilegios de la de Caracas. Y con la facultad de conferir todos los grados mayores y menores en filosofía, medicina, derecho civil y canónico y en teología. Su primer rector fue el Pbro. Buenaventura Arias.

Actual Rector del Semianrio Pbro. Alexander Rivera con Monseñor Alfredo Torres Obispo Auxiliar de Mérida


Durante los difíciles años de la guerra de Independencia, el seminario fue trasladado, en 1813, a la ciudad de Maracaibo. Sin embargo, a partir de 1816, con las limitaciones propias de las circunstancias funcionó en Mérida bajo la rectoría del Presbítero Arias, hasta su total restitución en Mérida por el Obispo Rafael Lasso de la Vega, en 1821.

Interior de la Capilla del Seminario de Mérida


La vida republicana está signada por el inicio del proceso de separación de régimen interno del seminario y de la universidad, si bien los estudios eclesiásticos eran parte del pensum universitario. El primer rector en este nuevo período es el Pbro. Ignacio Fernández Peña en 1832. Ya en el obispado de Mons. Juan Hilario Bosset (1841-1873) las autoridades universitarias son distintas a las del Seminario, teniendo como lazo de unión la parte académica.

Altar Capilla del Seminario


El 21 de septiembre de 1872, el General Antonio Guzmán Blanco decreta la extinción de los seminarios en el país pasando todos sus bienes primero al colegio nacional y posteriormente a la universidad. Se abren años difíciles para la formación sacerdotal en Venezuela. El 23 de mayo de 1881, el recién llegado obispo de Mérida Román Lovera en carta pastoral solicita a su feligresía ayuda para la formación del clero y crea el colegio episcopal de Mérida. Apoya la creación del colegio Sagrado Corazón de La Grita bajo la égida del Ilustrísimo presbítero Jesús Manuel Jáuregui Moreno en 1884. De este colegio saldrán 54 sacerdotes para la diócesis de Mérida en el corto período de tres lustros.

Sacerdotes miembros del Equipo de Formador  y Profesores del Seminario


En 1895 comienza el largo y fecundo pontificado de Monseñor Antonio Ramón Silva. Una de sus primeras preocupaciones es la de tener de nuevo su seminario. Debido a la prohibición legal vigente entra en conversaciones con los padres dominicos de la vecina isla de Curazao compra un terreno y construye un hermoso edificio entre 1897 y 1898 e instala ese mismo año personalmente el Seminario en Scharpenheuvel en las afueras de Willemstad. Esta casa de formación del clero merideño regentada por los padres dominicos holandeses duró hasta 1901. De allí salieron 21 sacerdotes. La penuria de recursos económicos y el levantamiento en 1900 de la prohibición de abrir seminarios hizo que se restituyera nuevamente a Mérida en el Seminario de San Buenaventura bajo la dirección del clero secular.

Etapa de Teología 2015-2016


Desde enero de 1912 hasta julio de 1914 estuvo el Seminario San Buenaventura bajo la dirección de los padres dominicos holandeses. Desde entonces hasta 1925  volvió a estar en manos del clero diocesano. En ese año se encargaron de la formación del clero andino los Padres de la Congregación de Jesús y María o Padres Eudistas. La alegría del Arzobispo Silva se vio empañada por la disposición que concedía al Seminario de Caracas la exclusividad de la formación de los seminaristas mayores en Venezuela. Sólo entre 1953 y1960 funcionó el Seminario Mayor. Los Padres Eudistas permanecieron hasta 1971, año en el que el clero diocesano tomó la dirección del mismo.

Etapa de Filosofía 2015-2016


En 1979, bajo el pontificado de Mons. Miguel Antonio Salas, volvieron los Padres Eudistas a encargarse del seminario conjuntamente con algunos sacerdotes diocesanos. A partir de 1983 se volvió a restituir el Seminario Mayor con el ciclo completo de estudios filosóficos y teológicos. En 1988 se ordenó el primer grupo de seminaristas que hicieron todos sus estudios eclesiásticos en la vetusta casa de San Buenaventura. El local actual del Seminario fue inaugurado solemnemente en 1958 año del cuatricentenario de la ciudad.

Monseñor Baltazar Porras, Arzobispo Metropolitano de Mérida. Autor de esta breve historia del Seminario



HIMNO DEL SEMIANRIO
SAN BUENAVENTURA

I
Juventud un hogar nos espera
un hogar de ventura y paz.
Allí empieza el correcto sendero
que hasta Cristo nos ha de llevar.

Coro
Merideños, cantemos unidos
es la gloria de nuestra ciudad:
Seminario: lugar donde se forman
los pastores de nuestra sociedad.

II
En su seno germina y germina
la semilla que Cristo regó:
el futuro de un pueblo que espera
de la Iglesia final redención.

III
En sus aulas la ciencia es hermosa
con la fe, la esperanza, el amor;
y así unidas las cuatro en brega
van forjando los cristos de hoy.

IV
Al Obispo Fray Ramos de Lora
compañeros debemos imitar;
todos juntos en un solo cuerpo,
una meta y un mismo ideal.

Escudo del Semianrio Arquidiocesano San Buenaventura de Mérida


P.A
García