Arquidiócesis de Mérida
Seminario San Buenaventura
Mérida, Estado Mérida
INFORME DE LAS MISIONES DE ADVIENTO
Y NAVIDAD 2016
En cumplimiento con lo acordado por el
Equipo Formador de este Seminario Arquidiocesano, llevé a cabo mis trabajos
pastorales de la Misión de Adviento y Navidad en la Parroquia San Jacinto de la
Población de El Morro, Municipio Libertador del Estado Bolivariano de Mérida.
En principio, había sido destinado a la comunidad de San Pedro, perteneciente a
dicha Parroquia, pero por disposición del Cura Párroco del lugar, el Pbro.
Jesús Enrrique García Ramírez, hube de permanecer en el pueblo de El Morro,
motivado también a que para la comunidad de San Pedro fue enviado uno de los
diáconos que posee la Parroquia San Jacinto de El Morro.
El Morro es una comunidad parroquial a
tan solo hora y media de la ciudad de Mérida, es un pueblo de tradiciones y
costumbres bien arraigadas en la fe de sus fervientes católicos, que son la
mayoría de los habitantes. Para épocas navideñas es nutrida la presencia de personas
procedentes de la ciudad, que vienen a compartir con sus familiares, se de
destaca la asistencia de niños a las actividades parroquiales, lo que facilita
la realización de un trabajo pastoral eficaz. Permanecí en esta Parroquia desde
el miércoles 14 de diciembre, hasta el lunes 26 de diciembre de 2016.
Mi trabajo como seminarista consistió,
a rasgos generales, en el acompañamiento de las Misas de Aguinaldos, donde
tenía como principal tarea la preparación de la liturgia con los diferentes
encargados de cada una de las comunidades, lo que me permitió compartir con
esas personas, conocer su manera de pensar y su manera de preparar las
celebraciones eucarísticas, pude notar el fervor y el esmero para llevar a cabo
las mismas. Las Misas de Aguinaldos se realizaron a las 5:00am, lo que me
exigía despertar a las 3:30am, para la oración personal y la preparación de
todo lo referente al acto litúrgico.
Por otro lado, en las tardes, a partir
de las 6:00pm, la comunidad de fieles se reunía en el Templo Parroquial, para
iniciar desde allí, las Posadas Navideñas, con la presencia de niños vestidos
de san José y la Virgen María, en esta oportunidad acompañé con la animación
musical, gracias a la colaboración de un joven que me facilitó un cuatro,
durante el trayecto se cantaban aguinaldos, y se rezaba el Santo Rosario, en
cada hogar hacía la bendición del Pesebre y se daba un pequeño mensaje de
Navidad. En estas posadas percibí el fervor y respeto que tienen las personas
por el rezo del Santo Rosario, de igual manera las personas visitadas abrían de
par en par las puertas de sus hogares, noté el esmero por la realización del
Pesebre; con los materiales que el campo les proporciona realizan en el centro
de sus casas el Belén.
Aparte de la visita a los hogares del pueblo,
compartí también con el Coro Parroquial, que en su mayoría está conformado por
niños, de igual manera el Colegio de Monaguillos fue cercano y con ellos se
entabló una amistad, gracias a la disposición y las ganas de compartir que
había de mi parte para con ellos, y de ellos para conmigo, el seminarista. En
medio de este compartir, se hizo la limpieza total del Templo Parroquial en dos
oportunidades, donde conocí el gran amor que tienen estos niños por su
Parroquia y por las cosas que hay en ella, el ingenio se hizo presente para
superar algunas dificultades que se tenían al limpiar la Iglesia, debido a que
la misma está siendo restaurada, sobre todo el retablo del altar mayor.
Tuve
el agrado de acompañar a la Legión de María, en su reunión semanal, donde
dirigí algunas meditaciones con respecto a la devoción a la Madre de Dios, este
Presídium tiene gran trayectoria y perseverancia desde que fue fundado en 1990.
Compartí experiencias con una de las señoras de la Legión de María, la que me
manifestó el terrible dolor que el pueblo sintió por el trágico fallecimiento
del Pbro. Efraín Ferreira, en 2005, esas personas todavía lo recuerdan con
mucho cariño y para ellos es un orgullo que sus restos estén enterrados en el
Templo Parroquial, de esta situación pude captar el buen trabajo que han
realizado los sacerdotes que han sido formados en esta Casa de Formación
Sacerdotal.
El compartir con el Pbro. Jesús García,
fue una de las cosas que más me llenó de entusiasmo para perseverar en la
formación, ya que de él aprendí a trabajar en conjunto con una comunidad
parroquial, de él puedo destacar su capacidad de convocatoria, su esfuerzo por
llegar a todos, hasta las más lejanas comunidades, su gran don de predicación y
sobre todo su sencillez por hacerse pastor en medio de pueblo.
Quisiera manifestar la presencia de
futuras vocaciones sacerdotales que hay en esta Parroquia, sobre todo, del
Colegio de Monaguillos, donde hay tres niños que están manifestando su deseo de
ingresar al Seminario para discernir su vocación.
Agradecido con Dios por esta nueva
oportunidad de configurarme con Cristo, Buen Pastor, culmino estas líneas
apoyando la presencia de los seminaristas en estos campos merideños, porque es
de esa manera como vamos conociendo lo que nos espera en el futuro, si es la
voluntad de Dios.
P.A
García
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