miércoles, 4 de enero de 2017

Festividad de San Benito de Palermo en Mucuchíes

SAN BENITO

         Por la gracia de Dios, y la cordial invitación de un buen amigo, pude participar por vez primera de las Fiestas de Santa Lucía y de San Benito de Palermo en la población de Mucuchíes, Municipio Rangel del Estado Mérida. He aquí una pequeña narración del evento y al final del artículo mi apreciación personal.

         En primer lugar, participé de la celebración de Santa Lucía, la Patrona de esta Parroquia Eclesiástica, que se realizó fervorosamente el 28 de diciembre de 2016, presidió la Eucaristía Mons. Baltazar Enrique Cardenal Porras Cardozo. De esta fiesta puedo resaltar la buena organización por parte de los encargados, fue realmente una “fiesta patronal”, el Cardenal Porras se comportó de manera extraordinaria, la cercanía con la gente fue notable, a mi parecer se está convirtiendo en un santo ambulante, pues la paciencia y la caridad, como siempre pero más ahora, reinan en su cotidianidad.

         De Santa Lucía, su fiesta, devoción y popularidad en esta Parroquia se puede decir que se le debe en parte o en todo al eterno cura párroco de Mucuchíes, Mons. Dr. Jesús Manuel Jáuregui Moreno, sus restos reposan en el Templo Parroquial.

         El día 29 de diciembre es la festividad de San Benito de Palermo, el co-patrón de la Parroquia Santa Lucía de Mucuchíes. La historia de esta piedad tan marcada en el santo negro, cuenta que para el año 1813, en plena guerra de la independencia, algún mucuchicero hizo una promesa a san Benito de Palermo, pidiendo prudencialmente la victoria en las batallas a combatir, según se cuenta, esta petición fue escuchada y la fe y devoción en san Benito se encarnó en el corazón de los habitantes del páramo merideño, poco a poco fueron recordando esta milagrosa intercesión y año tras año se organizaron las fiestas en honor de san Benito.

          Estas fiestas están caracterizadas por la quema de pólvora, la procesión con la imagen de san Benito de Palermo particularmente vestida, el baile de los “giros” o vasallos, y la Santa Eucaristía frente al Templo Parroquial.

         La quema de la pólvora, haciendo uso de un arma de fuego llamada, ¨trabuco¨, es lo más llamativo y emocionante de las fiestas, pues el estruendo que esto ocasiona realmente es interesante, no obstante se pone en peligro la integridad física de los “artilleros” y observadores, pero según la opinión de los lugareños, los accidentes por el estallido de estas armas han disminuido en los últimos años, gracias a la formación y educación que se le ha venido dando a los artilleros, la responsabilidad es clave para marchar en las filas, además, lo más glorioso del evento, es que ha desaparecido en un 100% el consumo de bebidas embriagantes. A partir de los 16 años de edad, los hombres pueden participar como artilleros de la Sociedad.

         También están dentro de la procesión previa a la Eucaristía, la Banda de Guerra de la Sociedad de San Benito de Palermo, ellos son los que se encargan de marcar el paso en la marcha de los artilleros, y de dar el ambiente festivo al pueblo, son más de 100 personas los que con sus instrumentos de viento y percusión armonizan el día. Están correctamente entrenados en esta labor, obedecen las ordenes de sus encargados y no se cansan en todo un día de festejo, es necesario resaltar que esta Banda de Guerra, al igual que el resto de los artilleros y giros se levantan a las 2:00am aproximadamente y desde esa hora empiezan a celebrar a san Benito en la comunidad de Misintá, en las afueras de Mucuchíes. Además de los custodios de la reliquia del santo, también hay un grupo femenino que bailan a san Benito, y un grupo de artilleros conformado por niños, son denominados la “mini marcha”, ellos son el futuro de la Fiesta de San Benito en Mucuchíes.

         Después de la celebración de la Santa Misa, se hace un recorrido por las principales calles del pueblo, luego se regresa a la Plaza Bolívar, allí se lleva a cabo las despedidas de cada una de las representaciones de los diferentes sectores o comunidades de la Parroquia, con un descargue de pólvora final y una especial actuación en honor al santo. Durante todo el día el “pago de promesas” es inevitable, las personas delante de la imagen agradecen a Dios por el favor recibido. Estas despedidas se prolongan hasta horas de la noche.

         Los artilleros, que conforman el mayor número de socios, van vestidos de color negro, camisa manga larga y pantalón, algunos marchan descalzos, se pintan el rostro de negro y sobre los hombros visten una pequeña capa roja, a manera de esclavina, el sombrero sobre sus cabezas está decorado con flores y cintas de colores.

         Creo que esta manifestación cultural, que puede ser entendida también por piedad popular, está encaminada hacia una correcta manera de festejar y de expresar la fe, pues las personas reconocen la centralidad de Dios, la Virgen y luego si su santo negro, además el hecho de que las autoridades eclesiásticas participen de ellas, acreditan la correcta manera de efectuar dichas festividades, por supuesto, hay quienes no toleran el estruendo de los trabucos, sin embargo, como lo mencioné anteriormente, esto es lo más atrayente a propios y extraños.

         Glorioso San Benito de Palermo. Ruega por nosotros.

P.A
García

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