viernes, 20 de octubre de 2017

Dimensión Intelectual en la formación sacerdotal

DIMENSIÓN INTELECTUAL:
Resumen de los numerales # 116, 117 y 118[1]


La formación intelectual es un instrumento único que permite responder a las interrogantes de cada época, mediante la luz de la fe y de la razón, lo que ayuda a percibir mejor la verdad revelada, entrando en diálogo con el Mundo.

Esta dimensión se debe afrontar con dedicación diligente. Comprende a grandes rasgos el estudio de las ciencias filosóficas y teológicas, con una buena introducción al Derecho Canónico y a las ciencias sociales e históricas, se habla entonces de una preparación cultural de carácter general.

La dimensión intelectual es parte de la formación integral del presbítero, está al servicio del ministerio pastoral e incide en la formación humana y espiritual, además dispone para las demás áreas de la formación. Alimenta continuamente al candidato.

Esta dimensión intelectual es comunitaria porque permite tener una comprensión y acompañamiento de las personas con las cuales hacemos comunidad, con la sociedad en general.

El cumplimiento de los estudios no determina la duración del iter formativo del candidato.

La dimensión intelectual es misionera porque ofrece los instrumentos para anunciar el mensaje de manera más creíble y comprensible, mostrando su belleza y conduciendo a la obediencia de la fe.

El Concilio Vaticano II expresa que la dimensión intelectual ayuda a reconocer, discernir e interpretar, con la ayuda del Espíritu Santo, los diferentes lenguajes de nuestro tiempo y a juzgarlos a la luz de la palabra divina, para que la Verdad revelada pueda ser percibida más completamente, comprendida mejor y expresada más adecuadamente[2].

P.A
García



[1] Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis, 2016.
[2] Gaudium et spes, n. 44: AAS 58 (1966), 1065

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