domingo, 10 de julio de 2022

El papa Francisco es bolivariano

SIMÓN BOLÍVAR Y EL PAPA FRANCISCO

Difícilmente podremos leer en cualquier otro lugar una afirmación como esta, -que Francisco sea bolivariano-, pues por lo general los Romanos Pontífices no se encajonan bajo ninguna perspectiva política o ideológica; sin embargo, el caso que tratamos es diferente, ya que al ser Francisco un papa de origen latinoamericano, sería casi imposible que ignorara el ideal bolivariano, presente en todo el continente americano y más allá de sus fronteras.

Bolívar es el héroe venezolano del que más se habla en todo el mundo, y lo que de él se diga, siempre será tema de profundo análisis y discusión, pues las perspectivas de su vida que tienen los historiadores son tan diversas como las facetas mismas del propio Libertador. En este sentido, Indalecio Liévano Aguirre, recogió en su biografía sobre Bolívar una importante opinión de Víctor Raúl Haya de la Torre sobre el “proyecto bolivariano”, donde el filósofo peruano manifestaba que: “Bolívar concibió la Revolución de la Independencia en dos grandes etapas que debían cumplirse sucesivamente: la de la liberación primero y la de la unificación después. Pero como la vida no le alcanzó y como él encarnaba la revolución en lo que ésta era designio abnegado y glorioso, tras de su muerte, o ya desde las vísperas, la apostasía alevosa —que empieza con Páez, con el espantoso asesinato de Sucre y con el atentado de Bogotá— oscurece el sueño bolivariano con una nube sangrienta.” Dejemos por sentado de una vez: el sueño bolivariano se comprende únicamente en la perspectiva de la liberación y unificación de América.

Entonces, ¿qué significa ser bolivariano? La visión integracionista de los pueblos latinoamericanos, su libertad, independencia, soberanía, patriotismo y mutua colaboración son el fundamento del proyecto de Bolívar para las naciones a las que dio nacimiento y de las cuales se constituyó, con razón, en Padre y Libertador: por eso, todo aquel que piense y luche por una América unida, como una sola fuerza y hermandad de naciones, es bolivariano, así de sencillo.

Ahora sí, vayamos al meollo del asunto: ¿por qué afirmo en el título de este breve artículo que el papa Francisco es bolivariano? La respuesta la tenemos al conocer las declaraciones del Santo Padre el pasado 1 de julio para el medio de comunicación argentino Télam, cuando recibió en el Vaticano a su presidente Bernarda Lorente, con quien compartió una amena entrevista de hora y media aproximadamente.

A mitad de entrevista, Lorente preguntó al papa cómo veía él a Latinoamérica como región, cuestión a la que Francisco respondió de la siguiente manera: Latinoamérica todavía está en ese camino lento, de lucha, del sueño de San Martín y Bolívar, que es el sueño de la unidad latinoamericana, con los valores latinoamericanos. Y por supuesto siempre fue víctima y será víctima hasta que no se termine de liberar, de imperialismos explotadores. Eso todos los países lo tienen. […] Y el sueño de San Martín y Bolívar es una profecía, ese encuentro de todo el pueblo latinoamericano, más allá de la ideología, con la soberanía de los pueblos. Y esto es lo que hay que trabajar para lograr la unidad latinoamericana en este sentir, donde cada pueblo se sienta sí mismo, con identidad y a la vez necesitado de la identidad del otro. Y no es fácil.

Como vemos, ante una pregunta tan general, el papa centra su respuesta mencionando voluntariamente el sueño de Bolívar y San Martín, que no es otra cosa que -como bien lo definió el mismo papa- la unidad latinoamericana, con los valores latinoamericanos, liberados de imperialismos explotadores, sueño que es una profecía, es decir, que ha de cumplirse y para lo cual el Vicario de Cristo anima a seguir trabajando.

Francisco tiene claro que la lucha de Simón Bolívar y José de San Martín no acabó hace doscientos años, como hemos festejado recientemente, sino que esta lucha emancipadora sigue en pie, pues es cierto que en muchas de nuestras naciones no se acaba la dominación de potencias extranjeras y también no extranjeras, que sí las hay y que efectivamente nos oprimen. Cada 22 de junio, cuando festejemos el Día de la Unidad Latinoamericana y Caribeña, debemos recordar el sueño de Miranda, Bolívar, Sucre, San Martín y tantos héroes y heroínas que apostaron por el bienestar de todos los americanos.

Bolivarianos seremos, como ya lo es Francisco, cuando comprendamos el ideal que Bolívar plasmó en su Discurso de Angostura, el 15 de febrero de 1819, donde con solemnidad vociferó: “Unidad, Unidad, Unidad, debe ser nuestra divisa. La sangre de nuestros Ciudadanos es diferente, mezclémosla para unirla…”, y como también manifestó el Libertador en el Congreso de Panamá en 1826: “La unidad de nuestros pueblos no es simple quimera de los hombres, sino inexorable decreto del destino. Unámonos y seremos invencibles”. La frase “inexorable decreto del destino” justifica por qué el papa dice que el sueño bolivariano es una profecía.

Finalizo dejándoles a consideración la última estrofa del “Gloria al Bravo Pueblo”, que tiene mucho que ver con lo que he plasmado en este escrito, pues en esta estrofa de manera utópica y desde el sueño bolivariano todos cantamos convencidos: “Unida con lazos / que el cielo formó / la América toda / existe en nación…”. Preguntémonos: ¿nos sentimos realmente bolivarianos y trabajamos por este ideal?

¡Alerta! Que caminan los hijos de Bolívar por America Latina.

P.A

García


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