jueves, 8 de junio de 2023

Día de la Bandera del Perú: breve participación

¡ARRIBA EL PERÚ!


         El siete de junio a la 1:00p.m., mientras salía de la Curia Arzobispal, encontré al profesor Dr. Edgar Jayo Medina, quien me invitó a su colegio a dar unas breves palabras en ocasión del Día de la Bandera del Perú, haciendo énfasis en que llevara mi bandera venezolana para mostrarla a los niños. Accedí a la invitación, la cual estaba organizada para las 4:30p.m. de esa misma tarde. Antes de despedirnos, el profesor recordó a mi sobrina, y manifestó que también ella podía participar, con su poema memorizado de Marco Martos.

         A la hora pautada estuvimos los tres, mi sobrina Paula, mi mamá y yo. Llegamos a la I.E. Gustavo Castro Pantoja, en la esquina del jirón Garcilaso de la Vega y Lima, allí estaban en el patio central todos los alumnos, en compañía de la plana docente y directivos, con presencia de algunos padres de familia. El profesor Edgar nos presentó a los docentes y director, para hacernos pasar a su oficina, donde esperamos unos segundos mientras él buscaba a los dos adolescentes venezolanos que cursaban en esa institución la etapa secundaria.

         Estos dos compatriotas eran de Lara y Táchira, uno en tercero y el otro en quinto. El profesor Edgar nos explicó qué era lo que quería de nuestra presencia en esa actividad y resolvimos entre nosotros practicar brevemente lo que el uno y el otro podía decir luego de mis palabras. Mi mamá tenía la bandera de Venezuela doblada en su cartera, la sacó para que los estudiantes pudieran tenerla en sus manos, y los dos al momento se emocionaron notablemente al ver su bandera nacional, uno de ellos llegó a expresar que tenía ganas de llorar, a lo que fue animado por mi mamá con palabras de aliento y fortaleza, pues era normal que tuviera tal reacción, ya que en una festividad peruana no se imaginaban que tendrían en sus manos la bandera de la República Bolivariana de Venezuela, nuestra patria querida.

         Salimos de la oficina del profesor Edgar y nos ubicamos frente a los alumnos formados por grados, eran aproximadamente doscientos o trescientos alumnos. Inició el acto, como de costumbre, con el izamiento del Pabellón Nacional peruano, seguido del himno de la República del Perú, que fue entonado por todos nosotros, también los venezolanos con la mano derecha en el pecho en señal de solidaridad con el Perú y los peruanos.

         Lugo de unas palabras del director y una breve escenificación de lo que fue la Batalla de Arica de aquel 7 de junio de 1880, en la que el ejército peruano defendió su bandera frente al enemigo chileno que en el contexto de la Guerra del Pacífico había invadido al Perú, nos correspondió a nosotros, los venezolanos, hacer nuestra participación. En primer lugar, introdujo nuestra presencia el profesor Edgar con las siguientes palabras:

         “Niños, en memoria de ese acontecimiento recordamos hoy, 7 de junio el Día de la Bandera, pero algo más, nuestra bandera de rojo y blanco merece respeto, cariño y gratitud, y en el Perú también tenemos hermanos de Venezuela que están estudiando acá, y ellos se han preparado y nos quieren decir algo”.

         Al pasar adelante, donde todos pudieran vernos, tomé el micrófono para decir mis palabras, las cuales fueron: “Buenas tardes para todos. Arriba la Bandera del Perú, arriba. Muy bien. Esa es la fiesta del día de hoy. Bueno, un saludo para los profesores y directores de esta institución. Acudiendo a la invitación del profesor Edgar, aquí estamos como venezolanos, acompañando y uniéndonos también a esta festividad patria de la Bandera del Perú, y es cierto, cada nación tiene un símbolo que la representa, hoy es el día de la bandera peruana y, como vemos acá, también tenemos la bandera de Venezuela, la bandera tricolor, que se ha de hondar también donde están los venezolanos, porque nos representa. Y esa es la unión que hoy queremos agradecer, sobre todo al Perú, porque es el segundo país en el mundo que más venezolanos ha acogido para que vengamos a convivir, a estudiar, a trabajar y a formar juntos una sociedad. No debemos olvidar, el Perú y Venezuela guardan una misma historia en común, nuestros héroes son los mismos. ¿Quién es el Gran Mariscal de Ayacucho? Antonio José de Sucre, venezolano. ¿Quién es el Libertador del Perú, junto con San Martín? Simón Bolívar, venezolano. Y así tantas personas que han venido a esta patria, a esta ciudad, a estos campos a convivir, y a tratarnos como hermanos, ese es el mensaje, y por eso también queremos participar de esta festividad. Es un orgullo para peruanos y para venezolanos y para todos los hijos de Bolívar el festejar la libertad de nuestros pueblos. Un aplauso para la bandera del Perú. ¡Que viva el Perú! ¡Que viva América! Y ¡Que viva Venezuela!”.

         Seguidamente pasé el micrófono al primer estudiante que sostenía la bandera tricolor venezolana, y este dijo: “Buenas tardes, yo hoy me siento muy honrado de representar los tres colores, amarillo, azul y rojo, así igual ustedes deberían estar honrados de representar la blanquirroja, pues muchos héroes derramaron su sangre por la bandera y que hoy día podemos representarla. gracias”. Luego habló el segundo estudiante, quien se expresó de la siguiente manera: “Buenas tardes con todos. Quiero agradecer a esta bandera bicolor, que hoy en día nosotros los venezolanos con orgullo, como ustedes se sienten orgullosos de mostrar su bandera bicolor, nosotros nos sentimos muy orgullosos de demostrarles nuestra bandera tricolor. Muchas gracias y que viva el Perú y festejen su bandera”. Finalizó nuestra participación mi pequeña sobrina recitando el poema aprendido de Marco Martos.

         Esta actividad en la I.E. Gustavo Castro Pantoja fue transmitida en vivo por el Facebook de la misma institución, por lo que la vieron otras personas ajenas a ese lugar, y curiosamente, una de ellas, mientras yo hablaba, publicó un comentario que no representa al Perú ni a los peruanos en general, esta persona, de nombre Alfredo Becerra, haciendo honor a su apellido, cual becerra hambrienta bramó escudado por su teléfono móvil: “No se dejen engañar, ellos llegaron a malograr el Perú”. Pues bien, “nunca falta el diablo en misa”, y en un ambiente de sana convivencia y civismo, este sujeto opinó de manera personal desacreditando mis palabras y la participación de los tres menores de edad. Este hombre no representa al Perú, es su opinión, que podrá ser compartida por muchos, pero que no significa que sea cierto ni mucho menos cercano a la realidad. Los buenos somos más y el aporte de los venezolanos en todos los lugares donde hemos emigrado es mucho mayor que el daño que pudieran ocasionar los compatriotas menos laboriosos.

         Cercanos al Bicentenario de la Batalla de Ayacucho, ojalá que nos unamos más los hijos de Bolívar para sentirnos hermanos y tratarnos como tales.

P.A

García

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