martes, 30 de abril de 2024

Acción litúrgica por el Distrito Andrés Avelino Cáceres Dorregaray

UNDÉCIMO ANIVERSARIO

         El domingo 28 de abril tenía agendado acompañar en la ceremonia de creación de la nueva parroquia ayacuchana “Nuestra Señora de Covadonga”, pero fui solicitado por la parroquia Santa Rosa de Lima para suplantar al párroco en una actividad a las 7:00 a.m. en el Parque de las Banderas. No me fue suministrada ninguna otra información más que la de estar a las 6:45 a.m. en el templo porque me buscarían a esa hora.

         Fiel a mi principio de puntualidad estuve en el lugar indicado a la hora acordada. Como a las 7:00 a.m. es la primera eucaristía dominical en esa parroquia, fui saludando a los feligreses que llegaban poco a poco para participar de la misa. Los minutos avanzaron y nadie aparecía para buscarme. Yo seguí esperando, inamovible, en la puerta de la iglesia, como una estatua. La misa adentro comenzó, escuché las lecturas, y siendo ya las 7:30 a.m. es decir, luego de 45 minutos de paciente espera, me dispuse regresar a mi casa, lamentando no haber asistido a mi compromiso con la nueva parroquia “Nuestra Señora de Covadonga”.

         Al despedirme de una de las personas que acogen en la entrada a quienes llegan a la vez de ofrecerles la hoja dominical, llegó un caballero y al identificarme me indicó que el vehículo de la municipalidad distrital me esperaba para llevarme al Parque de las Banderas. Con serenidad acepté ir al compromiso, no sin antes comentarles que por poco no me encontraban, pues ya había decidido que esperar 45 minutos era más que suficiente.

         Durante el recorrido consulté el motivo de la reunión, y fue en ese momento cuando se me informó que el distrito Andrés Avelino Cáceres Dorregaray arribaba a sus primeros once años de feliz existencia, y en el parque principal se estaba preparando el desfile protocolar con todas las instituciones que hacen vida en esta porción de suelo huamanguino.

         Una vez llegados a la municipalidad, advertí al funcionario que, como me habían citado para iniciar a las 7:00 a.m. y siendo ya más de las 7:30 a.m., mi intervención sería especialmente breve, pues debía ir al penal sin demoras considerables. Asintió naturalmente mientras me indicaba que en el auditorio me esperaban las autoridades para dar inicio a la ceremonia. Allí estaban todos, la vicegobernadora de Ayacucho, el alcalde de la municipalidad distrital en aniversario, sus regidores y un número variado de jerarcas militares. Al dar los buenos días me acerqué a cada uno de ellos para estrecharles la mano y, finalmente, cuando saludé al alcalde, de quien ya soy conocido porque he estado en su casa celebrando a la Virgen de Carmen, este me dijo: “el distrito Andrés Avelino Cáceres Dorregaray es un puberto”, y yo le contesté de inmediato: “a juzgar por sus once años yo diría que está en pañales todavía, pero creciendo muy rápido…”.

         El jefe de protocolo del ejército nos hizo saber que a las 8:05 a.m. se daría inicio a la ceremonia, comenzando por la acción litúrgica que estaba a mi cargo. Mientras esperábamos el tema de conversación en el auditorio fue el espectáculo mediático y viral que había protagonizado un sacerdote al marchar con sotana en la plaza Sucre por el 484 aniversario de la fundación española de la ciudad de Huamanga, hoy Ayacucho, que se había efectuado el pasado 25 de abril. Mi comentario fue desilusionador para ellos, pues les indiqué que no estaba en mis planes imitar a aquel cura.

         Llegada la hora salimos del auditorio en dirección al estrado preparado en el parque. A metros de la tarima el jefe de línea invitó a la vicegobernadora a tomar su lugar, seguido de las autoridades, con paso marcial que seguí rigurosamente. Una vez ubicados todos, el monitor me cedió el micrófono y estas fueron mis palabras improvisadas.

Palabras introductorias:

Queridos hermanos y hermanas, tengan todos muy buenos días. El agradecimiento a Dios en primer lugar por permitirle a este distrito festejar 11 años de creación, por eso nuestra mente, nuestra alma, en este momento se eleva a Dios para agradecerle, porque todo esto ha sido su voluntad. Tantas personas que han emprendido trabajos, ideas, esfuerzos por ver surgir este distrito y por eso hoy 11 años se agradecen al señor.

Participemos de esta acción litúrgica con el corazón agradecido, porque es Dios el que nos permite estar aquí reunidos.

Breve reflexión después de la lectura:

Queridos hermanos, pueden tomar asiento brevemente para compartir con ustedes un mensaje concreto de esta palabra que hemos escuchado.

El motivo de nuestra reunión es bien claro: el agradecimiento a Dios por este distrito, 11 años de creación de Andrés Avelino Cáceres Dorregaray y festejar estos 11 años es, en primer lugar, como hemos dicho, dar gracias a Dios, pero también rememorar el epónimo de este distrito, el Mariscal Cáceres.

Los que conocemos la historia sabemos que, ayacuchano de origen, ocupó la primera magistratura de este país en varios períodos, y desde ese puesto evidentemente la gestión social, la preocupación por el bien de sus ciudadanos, de los ayacuchanos y de todos los peruanos. Es entonces el epónimo de este distrito, el Mariscal Cáceres, en cierto sentido un ejemplo a seguir para todos los funcionarios, para todos aquellos que según la voluntad del pueblo ocupan momentáneamente un lugar para desarrollar todas las iniciativas que permitan el desarrollo y el progreso de una comunidad de un pueblo.

Por eso hemos escuchado esta lectura y san Pablo nos recuerda a todos que a Dios debemos obedecer en primer lugar, a nuestra conciencia, pero también a esos hermanos que han puesto la confianza en nosotros. Hoy de manera especial las autoridades presentes hacen eco de esta vocación cristiana, obedecer a Dios, obedecer el mandato del pueblo, a los hermanos y también nuestra conciencia que nos invita todos los días a obrar el bien, a apartar nuestra comodidad y apostar por el bien de los demás. En eso sabremos que creemos en Dios y allí demostraremos realmente que tenemos una vocación de servicio.

Es propicio entonces recordar a todos los que hace 11 años atrás tuvieron la iniciativa, el empeño, el esfuerzo de fundar, de dar origen, de crear este distrito. Agradezcamos con la memoria a esas personas que han forjado una comunidad unida y agradezcamos también ahora a las autoridades que tenemos, porque este agradecimiento del pueblo, ciertamente, llama a sus conciencias a rectificar cada día más y a que su desempeño sea únicamente por el bien de todos, de esta manera, queridos hermanos y hermanas, el festejo por este distrito Andrés Avelino Cáceres Dorregaray tendrá sentido.

Es un festejo y es la renovación del compromiso para que todos, autoridades y pobladores, trabajemos en conjunto para hacer de este distrito, parte de nuestra hermosa ciudad de Ayacucho, un lugar agradable, un lugar donde podamos convivir en paz, donde seamos vecinos preocupados unos por otros, y de esa manera el evangelio de Jesucristo pueda instaurarse en los hogares, en las conciencias, en las instituciones, en todo el ámbito donde estemos nosotros los hijos de Dios.

Que este sea un motivo entonces para elevar nuestra mirada agradecida a Dios, para renovar los compromisos y para saber que si tenemos la bendición de Dios todo lo podemos lograr. Cristo, que nos ha mandado amarnos los unos a los otros, nos recuerda en este domingo, en este festejo distrital, que él está de nuestra parte, que él nos acompaña, que él nos anima, y junto con Dios, junto con Cristo todo es posible. Amén.

P.A

García



 

El vídeo del evento esta en mi canal de YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=8tpOIbRY-YU&t=460s

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