¡DESPERTAD!
Un mensaje para inteligentes…
Un
día de estos, vamos a explotar. Cómo es posible que la situación política,
social y cultural de este país cada día esté peor, no vemos noticias de que
cambien las cosas, el malestar general que se vive es injusto para un pueblo
tan bello y generoso, no es posible que los que nos gobiernan no sean capaces
de reflexionar y darse cuenta de que están haciendo sufrir a todo un pueblo. Señores
del gobierno, sus políticas son malas, están haciendo las cosas mal, el país
está destrozado y ustedes no quieren arreglarlo, porque tienen los ojos cegados
por la soberbia, su corazón está puesto en la corrupción y no en el bienestar
de todos. Estoy llegando a pensar que simplemente no quieren a Venezuela.
No hay que negar que todavía quedan venezolanos que se esfuerzan por hacer las cosas bien, pero no basta, es necesario que todos nos pongamos la mano en el corazón y de una vez por todas tomemos la firme voluntad de trabajar juntos por la paz, la reconciliación y el bienestar de todos. Unidos podemos lograrlo.
Cada vez estoy más convencido de que ustedes (señores del gobierno) están haciendo
la obra del demonio, que es el enemigo de la felicidad de los hijos de Dios.
Vienen unas personas, en representación de la mayoría, a querer arreglar este
país y ustedes ponen obstáculos, como si de un juego se tratara, no les
conviene rectificar porque simplemente no son capaces de reconocer el fracaso
de un sistema de gobierno obsoleto, desastroso, y fatal.
El pueblo se está pasando de paciente, creo que un día de
estos vamos a explotar, porque es necesario hacerlo, de otro modo seguiremos
sufriendo las malas decisiones de esta dictadura. Esa es otra, esto no
es democracia, esto es una dictadura, porque en un país donde las leyes no se
cumplan, ni sirvan y sean manipuladas por el alto gobierno no es otra cosa que
una vil dictadura. Y esta dictadura va a caer, tiene que caer. No hay mal que dure mil años.
El difunto lo que trajo a este país fue división, él sembró
el odio en los corazones de los venezolanos, de los pobres, que son los más
susceptibles. El difunto analizó el pasado, el presente y el futuro de este
país, Dios fue bueno con él, pues se lo
llevó antes de que se diera cuenta de que lo que hizo fue conducir a Venezuela
a la ruina total. La vergüenza de este país llegó a ser presidente. Dios se lo llevó, pero no precisamente para que estuviera con Él.
Pero lo bueno de todo esto es que, aunque el gobierno no
recapacite, el pueblo soberano si lo está haciendo, ya el venezolano se dio
cuenta de que esta gente no sirve para nada, son unos enchufados, que desde
hace varios años pretendían agarrar el poder del país pero no para darle
progreso, sino para acabarlo. Que Dios les perdone ese gran pecado.
Mientras tanto, sigamos haciendo colas interminables para
medio conseguir lo básico para vivir. En Venezuela ya no se vive, sino que se
sobrevive. Estoy seguro de que si nos unimos, todos por la misma causa de la
libertad y el bienestar podemos hacer el cambio que tanto esperamos. Ojo, a
estas alturas de la vida, aquel que se llame cristiano o católico ni por
pensamiento puede estar apoyando este sistema de gobierno, porque no es de
cristianos hacer el mal a los demás, sino al contrario, hacer el bien sin mirar
a quien. Que yo cambie, que tú cambies, que él cambie, que nosotros cambiemos,
que vosotros cambiéis, que ellos (los del gobierno) cambien. Amén.
Venezuela querida, Venezuela amada, recuerda siempre las
palabras del Himno Nacional, en especial aquellas que narrando el poder de la
opresión gritan con voz potente: ¡seguid el ejemplo que Caracas dio!
P.A
García
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