sábado, 7 de mayo de 2016

Feliz día de las Madres

UN REGALO EN EL DÍA DE LA MADRE
Mi hermana Reyna, mi mamá Clara Tahís con mi sobrina Paula Valeria y yo.

        Mayo es el mes de la Santísima Virgen María, la Madre de Dios y de los hombres. También se recuerda de manera especial a nuestra madre, la de cada uno en particular. En este año 2016, el segundo domingo de mayo, que corresponde a la Solemnidad de la Ascensión del Señor, se celebra el “Día de las Madres”.

        A nuestra mamá debemos quererla, abrazarla, felicitarla y darle regalos todos los días de la vida, pero hoy es un día especial. En esta oportunidad deseo escribir sobre una persona muy especial en mi vida, que me tiene enamorado: mi mamá, y como me gusta la historia y los hechos cronológicamente explicados, voy a escribir una breve biografía de ella, al final les parecerá un panegírico.  

        Clara Tahís Barillas Castillo,  nació en la población de La Playa, el 3 de agosto de 1968 en la casa de la familia Salas Castillo, es la segunda de los cuatro hijos de Pedro Julián Barillas Pereira y Eva Angelina Castillo, el primer hermano fallece a muy corta edad, sus otros hermanos son Atanasia y Vladimir.

        Los nombres de mamá, Clara Tahís, según lo contó mi abuela proceden, el primero en agradecimiento a una monja que colaboró muchísimo con ella cuando estudiaba en un internado religioso en la ciudad de El Vigía, y el segundo por una de las hijas de Carlos Andrés Pérez, presidente venezolano del Partido Acción Democrática, del cual mi abuela Eva Angelina era Secretaria Femenina en el pueblo.


Mi papá, mi mamá y yo, en la Paradura del Niño en mi casa. La Playa. 2015

        Clara Tahís, siendo joven se casa con Reinaldo García Molina, y tienen tres hijos, Reyna Tahís (1989), Raymar Thalía (1994) y yo, Pedro Andrés (1995). En mi niñez, ella se esforzó por recoger los recursos económicos para realizarme una operación en los ojos, tenía yo dos años de edad, y tuvo que pedir dinero en las alcabalas y comercios de la zona para que yo pudiera ver (literalmente).

Después de realizar varios cursos, en 2006 se gradúa de Licenciada en Educación en San Bernardino, Caracas, por la UNA (Universidad Nacional Abierta) y en 2011 realizó un Post Grado en Gerencia Educacional por la UPEL (Universidad Pedagógica Experimental Libertador).

        Como docente es excelente, se ha destacado en los grados quinto y sexto de la educación básica. Los actos cívicos son su medio más eficaz para despertar en los alumnos el deseo de aprender y las ganas de seguir adelante en la vida, además de perder el miedo escénico y memorizar valores y conceptos para la vida. Todas las mañanas, al iniciar las clases, ora a Dios con sus alumnos, piden por las familias y por las necesidades actuales del país.

         Es conocida por muchos docentes y demás personas por su facilidad para hacer coplas, las cuales son leías por ella y también por otras personas en fiestas religiosas, efemérides y demás actos de asistencia comunitaria.


Mi mamá me apoya en la decisión de consagrar mi vida a Dios
        Como madre, es una mujer especial, cariñosa y siempre esforzándose por sacarnos adelante, nos ama a todos por igual, aunque sé que en su corazón yo guardo un lugar privilegiado. Le encanta asear la casa, todos los sábados hace una limpieza general, de igual manera asiste a clases de Teología a distancia en la Parroquia San Vicente Ferrer, los domingos asiste a la santa Misa y estoy seguro que allí, después de recibir la Sagrada Comunión, pide a Dios por mi vocación y la de mis compañeros. Su trabajo le es apasionante, tiene un ritmo de vida ejemplar, pues la responsabilidad y el respeto la caracterizan. En tiempos de elecciones, el voto de mi mamá es más importante que el del presidente.

        Mía mamá ya es abuela, con el nacimiento de mi querida sobrina Paula Valeria ella ha vuelto a experimentar la alegría de traer un hijo al mundo.

         A nadie le niega un consejo, es amiga de todos, a todos saluda cariñosamente, es buena vecina. Quienes acuden a ella para pedirle un favor, siempre lo reciben, y dejo hasta aquí, porque si no van a pensar que la quiero canonizar.

        Que Dios bendiga a mi mamá Clara Tahís y a todas las madres del mundo, para que sigan haciendo el bien y puedan ver a sus hijos crecer y cumplir sus sueños. Pido también por todos aquellos que en este día no pueden compartir con sus madres, porque estén lejos, o porque ya estén con Dios, para que tengamos la fortaleza de seguir adelante y de lograr nuestras metas y así demostrar todo el amor que a nuestra madre debemos.


Durante una visita familiar en el Seminario Menor en 2011

P.A
García

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