SIMÓN BOLÍVAR Y EL PAPA FRANCISCO
Difícilmente
podremos leer en cualquier otro lugar una afirmación como esta, -que Francisco
sea bolivariano-, pues por lo general los Romanos Pontífices no se encajonan
bajo ninguna perspectiva política o ideológica; sin embargo, el caso que
tratamos es diferente, ya que al ser Francisco un papa de origen
latinoamericano, sería casi imposible que ignorara el ideal bolivariano,
presente en todo el continente americano y más allá de sus fronteras.
Bolívar
es el héroe venezolano del que más se habla en todo el mundo, y lo que de él se
diga, siempre será tema de profundo análisis y discusión, pues las perspectivas
de su vida que tienen los historiadores son tan diversas como las facetas
mismas del propio Libertador. En este sentido, Indalecio Liévano Aguirre,
recogió en su biografía sobre Bolívar una importante opinión de Víctor Raúl
Haya de la Torre sobre el “proyecto bolivariano”, donde el filósofo peruano
manifestaba que: “Bolívar concibió la Revolución de la Independencia en dos
grandes etapas que debían cumplirse sucesivamente: la de la liberación primero
y la de la unificación después. Pero como la vida no le alcanzó y como él
encarnaba la revolución en lo que ésta era designio abnegado y glorioso, tras
de su muerte, o ya desde las vísperas, la apostasía alevosa —que empieza con
Páez, con el espantoso asesinato de Sucre y con el atentado de Bogotá— oscurece
el sueño bolivariano con una nube sangrienta.” Dejemos por sentado de una vez:
el sueño bolivariano se comprende únicamente en la perspectiva de la liberación
y unificación de América.
Entonces,
¿qué significa ser bolivariano? La visión integracionista de los pueblos
latinoamericanos, su libertad, independencia, soberanía, patriotismo y mutua
colaboración son el fundamento del proyecto de Bolívar para las naciones a las
que dio nacimiento y de las cuales se constituyó, con razón, en Padre y
Libertador: por eso, todo aquel que piense y luche por una América unida, como
una sola fuerza y hermandad de naciones, es bolivariano, así de sencillo.
Ahora
sí, vayamos al meollo del asunto: ¿por qué afirmo en el título de este breve
artículo que el papa Francisco es bolivariano? La respuesta la tenemos al
conocer las declaraciones del Santo Padre el pasado 1 de julio para el medio de
comunicación argentino Télam, cuando recibió en el Vaticano a su presidente
Bernarda Lorente, con quien compartió una amena entrevista de hora y media
aproximadamente.
A
mitad de entrevista, Lorente preguntó al papa cómo veía él a Latinoamérica como
región, cuestión a la que Francisco respondió de la siguiente manera:
Latinoamérica todavía está en ese camino lento, de lucha, del sueño de San
Martín y Bolívar, que es el sueño de la unidad latinoamericana, con los valores
latinoamericanos. Y por supuesto siempre fue víctima y será víctima hasta que
no se termine de liberar, de imperialismos explotadores. Eso todos los países
lo tienen. […] Y el sueño de San Martín y Bolívar es una profecía, ese
encuentro de todo el pueblo latinoamericano, más allá de la ideología, con la
soberanía de los pueblos. Y esto es lo que hay que trabajar para lograr la
unidad latinoamericana en este sentir, donde cada pueblo se sienta sí mismo,
con identidad y a la vez necesitado de la identidad del otro. Y no es fácil.
Como
vemos, ante una pregunta tan general, el papa centra su respuesta mencionando
voluntariamente el sueño de Bolívar y San Martín, que no es otra cosa que -como
bien lo definió el mismo papa- la unidad latinoamericana, con los valores
latinoamericanos, liberados de imperialismos explotadores, sueño que es una
profecía, es decir, que ha de cumplirse y para lo cual el Vicario de Cristo
anima a seguir trabajando.
Francisco
tiene claro que la lucha de Simón Bolívar y José de San Martín no acabó hace
doscientos años, como hemos festejado recientemente, sino que esta lucha
emancipadora sigue en pie, pues es cierto que en muchas de nuestras naciones no
se acaba la dominación de potencias extranjeras y también no extranjeras, que
sí las hay y que efectivamente nos oprimen. Cada 22 de junio, cuando festejemos
el Día de la Unidad Latinoamericana y Caribeña, debemos recordar el sueño de
Miranda, Bolívar, Sucre, San Martín y tantos héroes y heroínas que apostaron
por el bienestar de todos los americanos.
Bolivarianos
seremos, como ya lo es Francisco, cuando comprendamos el ideal que Bolívar
plasmó en su Discurso de Angostura, el 15 de febrero de 1819, donde con
solemnidad vociferó: “Unidad, Unidad, Unidad, debe ser nuestra divisa. La
sangre de nuestros Ciudadanos es diferente, mezclémosla para unirla…”, y como
también manifestó el Libertador en el Congreso de Panamá en 1826: “La unidad de
nuestros pueblos no es simple quimera de los hombres, sino inexorable decreto
del destino. Unámonos y seremos invencibles”. La frase “inexorable decreto del
destino” justifica por qué el papa dice que el sueño bolivariano es una
profecía.
Finalizo
dejándoles a consideración la última estrofa del “Gloria al Bravo Pueblo”, que
tiene mucho que ver con lo que he plasmado en este escrito, pues en esta
estrofa de manera utópica y desde el sueño bolivariano todos cantamos
convencidos: “Unida con lazos / que el cielo formó / la América toda / existe
en nación…”. Preguntémonos: ¿nos sentimos realmente bolivarianos y trabajamos
por este ideal?
¡Alerta!
Que caminan los hijos de Bolívar por America Latina.
P.A
García
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