miércoles, 28 de julio de 2021

Misa por el Bicentenario de la proclamación de la Independencia del Perú

“SOMOS LIBRES”

         Hoy, miércoles 28 de julio de 2021, la República del Perú festejó el Bicentenario de la proclamación de su independencia. Esta patria recuerda con gloria y honor las palabras solemnes pronunciadas por el general argentino José de San Martín, el “Libertador”, quien comparte dicho título con el general venezolano Simón Bolívar. San Martín proclamó la independencia, Bolívar la hizo posible.

         En horas de la mañana (7:00 a m) participé de la Solemne Eucaristía de Acción de Gracias por esta fecha patria, la cual había sido convocada por las autoridades civiles y militares de esta Ciudad de Huamanga (Ayacucho). El Arzobispo Metropolitano Monseñor Salvador Piñeiro García-Calderón, quien presidió la liturgia, señaló en su homilía que las autoridades presentes en la Catedral Basílica para este evento, trabajaban por hacer de Ayacucho una región de paz y prosperidad.

         Monseñor Salvador precisó que son muchas las cosas que dividen y separan al peruano de hoy, como la geografía, las economías o las ideologías, pero, hay algo que los une a todos: “nuestra confianza en Jesús”. El Arzobispo recordó la imagen venerable del “Señor de los Milagros”, pintada por un negro esclavo y popularizada por un español devoto, como símbolo de unidad de toda una nación. Monseñor Salvador lamentó los abusos del Virreinato, época en la que se esclavizaron a los negros e indígenas peruanos para ser explotados en beneficio de sus amos.

         En medio de esta alegría por la Patria, el Arzobispo recordó que el Perú debe seguir construyéndose en el futuro tras las huellas de Santa Rosa de Lima y San Martín de Porres, dos grandes ejemplos de vida que, junto a tantos héroes nacionales, han impregnado al Perú de testimonios de bondad, solidaridad y compromiso. Hoy, según las palabras fervorosas y llenas de sano patriotismo del prelado, es un día para dirigirse a Dios con la siguiente aclamación: “Gracias, porque somos peruanos”.

         Finalmente, el mensaje homilético de Monseñor Salvador versó sobre las palabras de San Pablo a los Gálatas, en las que les recomienda que, para ser libres de verdad, hay que ser esclavos en el amor, que es preocupación por los débiles, por los que el mundo margina, enfermos, ancianos, etc. El Arzobispo culminó su discurso recordando las palabras de San Martín en Guayaquil, cuando se despedía del Perú: “les dejo una Patria libre, les toca engrandecerla”. Igualmente parafraseó las palabras de Sánchez Carreón, Patricio de la República, quien al nacer la Patria Peruana dejó claro que “hay que respetar a sus instituciones”, como garantía del buen funcionamiento republicano.

         La Eucaristía concluyó con los honores protocolares a la Bandera Nacional y el canto del Himno Nacional, acompañado por banda marcial.

         “Hoy los peruanos nos sentimos hermanos, y esa debe ser la tarea de todos los días”

(Mons. Salvador Piñeiro 28-VI-2021)


P.A

García

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