jueves, 29 de julio de 2021

Pedro Castillo asume la presidencia del Perú

“PRESIDENTE DEL BICENTENARIO”

El campesino y profesor de 51 años de edad, José Pedro Castillo Terrones, asumió ayer 28 de julio de 2021 la presidencia de la República del Perú para el período constitucional 2021-2026. De familia católica nació en Puña, un poblado rural de la Región de Cajamarca, al norte del Perú. En la juramentación estuvo presente su núcleo familiar: Lilia, su esposa; Arnold y Alondra, sus hijos. Pedro Castillo es el Presidente del Bicentenario, por coincidir su ascensión al poder con esta fecha patria.

El presidente saliente Francisco Sagasti fue rechazado en las puertas del Congreso Nacional, donde asistió para entregar la banda presidencial a su sucesor, como lo precisa el protocolo, sin embargo, su entrada al recinto legislativo no fue admitida, por lo que tuvo que abandonar el lugar en medio de una hiriente actitud por parte del Congreso Nacional y una prensa consternada por dicho desaire, al tratarse de un personaje que había gobernado la nación durante 8 meses, los más polémicos en materia política y de salud.

En su discurso a la nación, el presidente Castillo hizo memoria extendida de los abusos del Virreinato del Imperio Español, cuando minutos antes había saludado a Su Majestad Felipe VI Rey de España, quien gustoso había viajado a Lima para acompañar al Perú en la toma de gobierno de su nuevo mandatario, y que se encontraba en el Congreso Nacional en compañía de otros mandatarios regionales que habían convergido para acompañar a Pedro Castillo.

El Perú recibe a su nuevo presidente en medio de una pandemia que todavía no ha sido controlada en la nación. Los peruanos, en su pensamiento y opinión política, están fraccionados a la mitad, pues como lo evidenciaron las urnas electorales, la candidata Keiko Fujimori fue apoyada por la mitad del electorado nacional, siendo superada por una pequeña cantidad de votos a favor del hoy presidente Pedro Castillo.

Con respecto a los extranjeros en el Perú, el presidente Castillo dio 72 horas a los “delincuentes extranjeros” para que abandonaran el territorio peruano; esto es como si dijera que en el Perú solamente tienen el derecho y el deber de delinquir los peruanos, los que han nacido aquí; es decir que de hoy en adelante para robar, asesinar, estafar, violar menores, etc. será requisito mostrar el DNI a las víctimas, para que éstas se sientan más cómodas en el acto.

Ninguna nación en el mundo merece una actitud hostil por parte de extranjeros. Nadie quiere sufrir las consecuencias de la delincuencia. El delincuente es delincuente y debe ser tratado en tal consecuencia, fuere de aquí o de allá, porque el mal no tiene nacionalidad. En todos lados hay gente buena y gente mala; y hay quienes piensan que simplemente hay gente -sin calificativos- esto desde una perspectiva personalista, en la que se valora a la persona por su dignidad, no por sus actos. Sin embargo, afortunadamente los buenos somos más.

P.A

García

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