lunes, 6 de febrero de 2023

Consejos sencillos para una joven madre

LA FE DE LOS HIJOS

Ya me es común que alguno de mis amigos comparta mi número de WhatsApp con personas desconocidas para mí para conversar con ellas acerca de la religión católica o la fe en Dios. Por lo general la conversa es corta, algunas veces por chat, otras son notas de voz y muy pocas son llamadas telefónicas que no puedo transcribir con fidelidad.

La de esta oportunidad es una madre joven que desea educar a su pequeño hijo en la fe, pero no lo tiene fácil, porque ella misma no está muy segura de seguir una religión en particular, aunque reconoce su pasado católico y su actual creencia anárquica en Dios.

Les comparto a continuación nuestra conversa. En redonda sus comentarios y en cursiva los míos.

Hola, buenas tardes, un amigo me lo ha recomendado para consultar algunas dudas que tienen que ver con la religión católica en particular.

Hola, qué tal, buenas tardes. Sí, ya me había comentado. En qué le puedo ayudar. Estoy a su disposición…

¿Cómo podría abordar el tema de la religión con mi hijo de 3 años? Me resulta un poco difícil porque mi crianza fue muy diversa, por así decirlo.

Bueno, tres años es una edad muy temprana para abordar el tema. Por lo general una familia podría influir en la religión de su hijo a esa edad si frecuenta prácticas piadosas, en el caso de la Iglesia católica el hecho de ir a misa o rezar en casa. Los niños van captando que eso que hacen los padres es algo normal, cotidiano y bueno. En esta etapa de la infancia lo que más queda en los pequeños es el ejemplo de las acciones que realizan los padres, si estos son practicantes le inculcarán poco a poco la fe, en este caso la fe católica.

Es que ese es el problema. Verá, sé que lo siguiente no es muy bien visto, pero mi madre es santera o como pueda llamarle... El niño directamente convive con ella, y yo pues... Soy muy extraña en mis creencias, entonces no es como que vaya a misa o siga algo religioso, pero creo que un niño necesita creer en algo sólido, no como yo. Entonces mirando cada religión, en la que se me educó, la católica, es la más conveniente y fácil de comprender, creo yo.

A lo que se dedica la abuela influenciará la religiosidad del niño, es algo inevitable y lamentable. El catolicismo es una fe maravillosa, bien entendida y bien vivida, hace felices a las personas.

Para mí no es lamentable, pero ese tipo de cosas lleva su tiempo. De niña yo fui monaguilla, tiempo más tarde viví con religiosas por una tía mía, y la creencia de mis padres nunca me influenció, pero al ser adulto he tomado la decisión de ser más diversa y conocer más creencias, ya que en el catolicismo hay muchos vacíos y las acciones de algunos sus seguidores van muy por el contrario de lo que fundamentan. Solo quiero que mi hijo tenga noción y fe en algo.

La creencia de sus padres no le influenció a usted, tal vez, porque fue monaguilla, y tuvo una experiencia personal de fe, con la cercanía a la iglesia y los sacramentos, esas cosas no se olvidan. Yo también fui monaguillo de niño y eso marcó mi vida positivamente...

La fe es un don que tiene sus dos dimensiones, la personal y la comunitaria. Ciertamente cuando el entorno no es favorable y la formación es débil nos podemos ir por otros caminos que, no siendo malos, se alejan de la verdad de la que es depositaria la fe católica.

Que usted quiera educar en la fe a su hijo es algo muy admirable. Conozco madres que quieren que sus hijos decidan su fe personalmente cuando sean adultos, pero es un error, porque si de pequeños no tuvieron ni la más mínima experiencia o noción de lo religioso, difícilmente de adultos podrán inclinarse a una fe como la católica o cristiana. Sin ocultar que el poder de Dios es innegable y en cierta manera estamos sujetos a su voluntad omnipotente y creadora.

De hecho, todas las religiones nos llevan al mismo punto que es Dios. Creo en él, pero no en prácticas generales de ciertas religiones; pero mi forma de expresión muchas veces no es apta para mi hijo, ya que soy muy cruda con todos los temas, por eso recurrí a preguntar cómo debería tratar este tema, porque si puede ser natural es muy complejo y grande. En realidad, no quiero que mi hijo solo repita la misma oración una y otra vez, quiero que él comprenda por lo que está orando.

Bueno, es una gran aseveración eso de que "todas las religiones nos llevan al mismo punto", pero no es del todo cierta. Comprenderá usted que hay pseudoreligiones cuyo fin no es Dios, sino otras "deidades". Aquí lo que nos atañe es que usted y yo creemos en el Dios de la Biblia. Creer en Dios y no en ninguna religión es una cierta contradicción de alguien que realmente busca a Dios en su plenitud y en esta búsqueda se encuentra con las prácticas religiosas más como un obstáculo que como una ayuda, puede pasar, aunque se espera que sea todo lo contrario.

Como buena madre, usted está pensado en el futuro de su hijo y por eso quiere que crezca con una mente sana y un espíritu fortalecido por la fe, y eso es un gran paso.

La cuestión es que, volvemos al principio, un infante de tres años no está todavía como para memorizar el padrenuestro o cualquier otra oración, ya le llegará su tiempo oportuno. En lo sucesivo, lo mejor que puede hacer usted es empezar a hablarle del cielo, de Dios como Padre y Creador, tal vez hacer pequeñas oraciones, tal cual imagen devocional como un crucifijo o la imagen de la santísima virgen María, o cualquier santo de devoción; estas prácticas van despertando el interés de los niños por conocer más y de seguro hará preguntas que apunten al deseo de saber quién es Dios y cuestiones alusivas a la fe.

Comprendo, gracias por tomar mis dudas.

Siempre a su orden. Si desea apunta por ahí mi número y cuando guste puede escribirme. Mucho ánimo y bendiciones para su pequeño. Que Dios les bendiga y los haga felices.

P.A

García

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