Santo Vía-Crucis
El Vía-Crucis es un acto de piedad muy hermoso, estas
palabras latinas significan el camino de
la cruz, y en él se pretende seguir los pasos de nuestro Señor Jesucristo
hasta su muerte en el monte Calvario, meditando cada una de las estaciones, que
la tradición católica ha fijado catorce en total. Los cristianos en el Santo
Vía-Crucis nos unimos espiritualmente al sufrimiento de Cristo, no es una
celebración, sino un recordatorio de que Jesús, el Hijo de Dios, sufrió y murió
para perdonar nuestros pecados. Los cristianos afirmamos que “después de cada Cuaresma
hay una Pascua” y esto para expresar que, para poder gozarnos en la salvación y
en la resurrección de Cristo, primero debemos pasar por el dolor de la Pasión.
Es común realizar este acto de piedad caminando, como en
peregrinación, las estaciones se ubican con anterioridad, separadas unas de las
otras considerablemente de modo que mientras se camina se puedan realizar
cantos penitenciales, rezar el Santo Rosario, o simplemente ir en silencio. Se
lleva delante un crucifijo y en cada estación se medita algún texto bíblico
referente a la estación enunciada.
La fe nos ha llevado a hacer una genuflexión o intensa inclinación
hacia la Cruz, cuando se proclama la antífona: Te adoramos, ¡oh Cristo!, y te
bendecimos. Que por tu santa Cruz redimiste al mundo.
Ahora les muestro cada una de las estaciones del Vía-Crucis:
I Jesús es condenado a
Muerte.
II Jesús carga con la
Cruz a cuestas.
III Jesús adolorido cae
por primera vez.
IV Jesús encuentra a su
Madre María Santísima.
V Simón Cireneo ayuda a
Jesús a cargar la Cruz.
VI La Verónica limpia
el rostro ensangrentado de Jesús.
VII Jesús cansado cae
por segunda vez.
VIII Jesús se dirige a las
mujeres de Jerusalén.
IX Jesús débil cae por
tercera vez.
X Jesús es despojado de
sus vestiduras.
XI Jesús es clavando en
el madero de la Cruz.
XII Jesús después de
entregar su Madre a Juan, muere en la Cruz.
XIII Jesús es bajado y
es puesto en brazos de su Madre.
XIV Jesús es sepultado.
En nuestros pueblos, la piedad cristiana ha llevado a
realizar los llamados Vía-Crucis vivientes, donde las personas demuestran sus
capacidades artísticas y en algunos casos logran hacer casi real aquello que
sucedió hace dos mil años, pero en esto hay un peligro, y es cuando el Vía-Crucis
se deja de llevar como un acto de piedad, y pasa a ser una cruda obra de
teatro. Hay una inmensa diferencia entre “piedad popular” y “cultura”.
Los
grupos encargados de los Vía-Crucis vivientes deben trabajar siempre de la mano
de los Párrocos, y someterse a sus directrices, pues de otra manera estarían
realizando este acto de piedad sin permiso y es como si Dios no lo estuviera aprobando,
así de sencillo.
San
Josemaría expresa que: El Vía Crucis. - Esta sí que es devoción recia y jugosa!
Ojalá te habitúes a repasar esos catorce puntos de la Pasión y Muerte del
Señor, los viernes. -Yo te aseguro que sacarás fortaleza para toda la semana. Camino
556.
P.A
García
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