lunes, 31 de julio de 2017

San Juan XXIII y el uso del fajín

EL USO DEL FAJÍN

         El fajín es una banda de tela de 10 centímetros de ancho aproximadamente, que se pone a la altura de la cintura sobre la sotana, usualmente entre las señoritas que son dos hilos que cuelgan sujetos de sus dos puntas a los lados de la sotana también a la altura de la cintura; el fajín varía de color, para los Seminaristas, Diáconos y Sacerdotes es de color negro, para los Capellanes de Su Santidad, Obispos y Arzobispos es de color fucsia, para los Cardenales es de color púrpura (rojo escarlata), y finalmente para el Sumo Pontífice es de color blanco, solo el fajín del Papa lleva su Escudo Pontificio bordado en la parte final.

En el Seminario de Mérida son pocos los seminaristas que utilizan el fajín con la sotana, se pueden contar con los dedos de una mano y sobran dedos. Pero hay una razón por la cual el seminarista y todo clérigo deben utilizar el fajín, más que una razón es una invitación y un reto, según lo presenta San Juan XXIII. A continuación expongo las palabras textuales del Papa Bueno:

Advertencias (al Director). Se recomendará a los eclesiásticos, especialmente a los in sacris, el uso del fajín, advirtiéndoles que este contribuye mucho a la perseverancia y al buen ejemplo; y que es parte del hábito sinodal; antiguamente lo usaban todos, y también hoy lo usan los más ejemplares y observantes, como deben ser todos[1].

         Pues así mismo es la invitación que nos hace San Juan XXIII, en primer lugar hay que reconocer que es una recomendación a los eclesiásticos, el uso del fajín, y luego el santo hace una advertencia, y es que este contribuye mucho a la perseverancia y al buen ejemplo; además de estas virtudes aclara que es parte del hábito sinodal; luego manifiesta que antiguamente lo usaban todos, y también hoy lo usan los más ejemplares y observantes, como deben ser todos, y es ahí donde está la invitación de mayor peso, a ser ejemplares y observantes, ejemplares en la vida de piedad y observantes en la ley de la caridad.
P.A
García



[1] Diario del Alma, San Juan XXIII, Primera parte. En el Seminario de Bérgamo (1895-1900). 1895. Reglas de vida que deben observar los jóvenes que desean hacer progresos en la vida de piedad y de estudio. Página 27.

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