“EMINENTE Y MODESTO SABIO DOCTOR”
El accidente de automóvil que acabó con la vida del nuevo
beato venezolano José Gregorio Hernández Cisneros, ocurrió el 29 de junio de
1919 a las 2:15 p.m. en la ciudad de Caracas. El joven Fernando Bustamante, de
28 años de edad, oriundo de Maiquetía pero residente en Caracas, manejaba
aquella tarde su automóvil Modelo Hudson Essex, cuando arrolló sin intención
alguna al reconocido médico.
José Gregorio Hernández había asistido esa mañana a la misa
dominical, Solemnidad de San Pedro y San Pablo, y celebraba en su interior el
31 aniversario de su graduación como doctor en medicina. Por la tarde, se
dispuso a visitar a una enferma, y dándose cuenta de su estado decidió él mismo
ir a comprar las medicinas, de regreso fue arrollado por uno de los setecientos
carros que transitaban por Caracas.
El abogado Pedro Manuel Arcaya, defensor de Fernando Bustamante,
declaró en su informe de defensa que:
“Está comprobado que
el eminente y sabio modesto Dr. José Gregorio Hernández, recorría a pie las
calles de la ciudad para atender su numerosísima clientela, lo cual lo obligaba
necesariamente a caminar apresuradamente y por la modestia y religiosidad de su
carácter acostumbraba a andar con la mirada hacia el suelo. Por tanto es
explicable que sin fijarse en el automóvil que venía, bajase de la acera a la
calle exponiéndose al grave riesgo en que tan infaustamente pereció”.
Para Pedro Manuel Arcaya, la imprudencia en el accidente no
fue del conductor, sino de la víctima. En sus palabras resalta la modestia y
religiosidad de José Gregorio, motivos por los cuales caminaba ensimismado, sin
fijarse mucho por donde pasaba, además de sus andanzas ligeras para acudir con
prontitud a la atención de sus enfermos.
De cualquier manera, el mismo conductor que arrolló al
doctor Hernández, detuvo su automóvil y reconociendo al herido, lo condujo en
su vehículo hasta el hospital Vargas, donde finalmente falleció en compañía de
un sacerdote, ya que había sufrido una fractura en la base del cráneo, al caer
de espaldas y golpear su cabeza con el filo de la acera. En palabras de
Bustamante, el doctor Hernández intentó recobrar el equilibrio cuando fue
impactado por su automóvil, pero no consiguiéndolo terminó tirado en el suelo.
El mismo Pedro Manuel Arcaya apunta en su expediente de
defensa que:
“La muerte del Dr. José
Gregorio Hernández fue una desgracia nacional, Sabio eminente, hombre probo y
caritativo su existencia era un ejemplo y un estímulo, porque demostraba
prácticamente cuán fecunda es en bienes la virtud para la vida interior de
quien la cultiva y para la vida social de la comunidad a que pertenece el
hombre justo”.
El lunes 30 de junio se celebraron entre multitudes los
actos fúnebres. El Arzobispo de Caracas presidió la Misa Exequial en la
Catedral Metropolitana, a las 7:00 a.m. antes el cuerpo del médico había
visitado el Paraninfo de la Universidad Central de Venezuela, institución a la
que había dedicado gran parte de su vida como estudiante y como profesor y
científico adelantado. El cuerpo fue enterrado, finalmente, a las 9:00 p.m. en
el Cementerio General del Sur, a donde llegó cargado en hombros por la sociedad
caraqueña.
Venezuela entera y la Iglesia Católica se alegran por la
beatificación de éste hombre de Dios, a realizarse en Caracas el 30 de abril de
2021, por el Cardenal Pietro Parolín, Secretario de Estado Vaticano. Son
innumerables las muestras de amor y devoción al trujillano ejemplar, médico de
los pobres y cristiano abnegado, quien pensó en consagrarse a Dios como
sacerdote, comprendiendo después que su sacerdocio era servir a todos, pero de
manera especial a los más necesitados.
Beato José Gregorio Hernández, ruega por nosotros.
P.A
García
Wow, esto es muy educativo. Gracias por este artículo tan bueno. Hay datos que no conocía.
ResponderEliminarAsí es. La vida del dr. JGH nos sigue enseñando. Gloria a Dios por sus virtudes.
EliminarQué bien recordar la historia de nuestro Beato José Gregorio Hernández.Mur Educativo.Aleluya
ResponderEliminarTodo esto nos hace conocerlo para amarlo. En el corazón de todos sus devotos está el ejemplo de vida de nuestro querido médico de los pobres.
Eliminar