“EREPA-MAÍZ”
La
historia de nuestros países hispanoamericanos, una vez alcanzada su
emancipación, se escribió con gotas de sangre tal como ya se había hecho
durante la guerra por la independencia, pues constituidos los estados
soberanos, no faltó el litigio entre ellos por la demarcación y ocupación de
tierras que, cuanto más amplias fuesen, mayor sería la posibilidad de disfrutar
de sus recursos naturales y riquezas en la flora y fauna, arrastrando consigo
el ámbito culinario y cultural, consecuentemente.
El caso
de Venezuela y Colombia, dos repúblicas hermanas, es bastante distinto a lo que
ocurrió con el Perú y sus vecinos, pues los países caribeños nunca se alzaron en
armas, a pesar de que sí hubo apropiación de territorio por parte del extinto
Nuevo Reino de Granada en detrimento de la parte occidental de la otrora
Capitanía General de Venezuela. Y aunque superados los problemas limítrofes, al
parecer se discute todavía el origen de la arepa, pero, como veremos en este
comentario, la cuestión está zanjada desde hace rato a favor de Venezuela.
Pero antes
recordemos brevemente la Guerra del Pacífico, en cuyo final el Perú fue
despojado por Chile de sus territorios más al sur, y Bolivia perdió su salida
al mar. Estos países continúan con profundas heridas y hasta la actualidad
recuerdan su pasado con cierto resentimiento, pero no solo la ocupación chilena
es tema de controversias, pues en la actualidad ambas naciones discuten la
autoría o creación del "pisco", famosa bebida alcohólica que, al
igual que el "ceviche", constituyen la identidad gastronómica del
Perú y a la par es reclamada por el país austral. No es el caso de la
"arepa", pues es indiscutiblemente de origen venezolano, como lo
veremos a continuación.
Es la
famosa filóloga peruana Dra. Martha Hildebrandt quien con autoridad científica
y jocosa solemnidad atestigua consistentemente el origen venezolano de la
arepa, y lo fundamenta en un lenguaje diáfano diciendo que el término “arepa”
proviene del cumanagoto erepa, que significa maíz, "y es el
insustituible pan de maíz venezolano", y finaliza su aclaración ubicando
el uso de esta palabra -y en sí del recurso gastronómico- en países como
Colombia, Costa Rica, las Antillas y México. Y como agregado enriquecedor, la
Dra. Hildebrandt apunta al pie de página que: "La arepa venezolana (más
bien una especie de torta o tortilla) es el símbolo del sustento diario: bregar
la arepa equivale a ganarse el pan." Con toda razón la lista de los países
que comparten el vocablo es principiada por Colombia, dada la proximidad geográfica
del lugar de origen.
El
cumanagoto fue una etnia indígena del Caribe que se extendió en el actual
estado Sucre, al nororiente de Venezuela, cuya capital es Cumaná. De esta etnia
y su lengua autóctona procede la palabra erepa, cuya corrupción
castellana prosperó como “arepa”, el pan de maíz venezolano. Así es como, no
cabe duda ni espacio al debate, de que la arepa es venezolana, por más que
nuestros vecinos hayan aspirado a hacerse del ingenio gastronómico.
Como dato
curioso, sabemos gracias a Hildebrandt que el mismo Libertador Simón Bolívar
usó este término “arepa” por escrito en carta del 26 de julio de 1816, cuando
escribió desde Carúpano al general Juan Bautista Arizmendi que: "estos
días los soldados no han tenido más que una arepa por día..."[1].
Arepa es, entonces, un venezolanismo agregado por la filóloga peruana en sus
estudios lingüísticos.
Por su
parte el Diccionario de la Real Academia Española recoge en su léxico la definición
de arepa como una “especie de pan de forma circular, hecho con maíz ablandado a
fuego lento y luego molido, o con harina de maíz precocida, que se cocina sobre
un budare o una plancha”, ubicando el uso de este nombre femenino en las Antillas,
Colombia y Venezuela (el orden es estrictamente alfabético). Esta harina de
maíz precocida es invento del venezolano Luis Caballero Mejías Paz, quien
patentó el descubrimiento para luego venderlo a Empresas Polar, los mismos que a
partir del 10 de diciembre de 1960 comercializaron industrialmente la harina de
maíz precocida P.A.N. acrónimo de Productos Alimenticios Nacionales.
La arepa
es la identidad gastronómica de Venezuela, y ahora más que nunca, la arepa se
ha extendido por todo el globo terráqueo como símbolo de la venezolanidad, pues
allí donde hay un venezolano, allí está la arepa, liderando los desayunos o
cenas o acompañando cualquier comida de un gentilicio que se niega a perder sus
costumbres, sin afán de imponerse sobre los demás. Pasan los años y felizmente
las areperas del mundo tienen cada vez más clientes.
Por las
venas de un venezolano corre sangre Vinotinto y su corazón tiene forma de
arepa, cuyo palpitar se asemeja al ritmo acelerado de los tambores barloventeños,
que al repicar anima a una buena vida, alegre y luchadora, tan larga y duradera
como el impresionante Salto Ángel, tan brillante y poderosa como el fenómeno
del Catatumbo, tan suave y delicada como el frailejón y tan fuerte y heroica como
el legado de Bolívar.
P.A
García
[1] Léxico de Bolívar. El español de América
en el siglo XIX. (2001). Martha Hildebrandt. Página 458