sábado, 17 de octubre de 2015

Las Misas de Aguinaldos

Las Misas de Aguinaldos




En Adviento, que es el tiempo destinado por la Iglesia en preparación para el nacimiento del Mesías, existe una costumbre que expresa el gozo de los cristianos en la espera del Salvador, son las Misas de Aguinaldos, llamadas así primordialmente porque son Eucaristías acompañadas por “aguinaldos”, género musical que evangeliza notablemente con sus letras cristianas y que centran su mensaje en el advenimiento del Hijo de Dios. Esta piadosa costumbre de la religiosidad popular encuentra su base bíblica en San Juan Bautista, el primo de Jesús, quien se encarga de preparar el camino del Señor (Mt 3, 2-3)

La alegría y el compartir, son características de estas celebraciones litúrgicas, que por tradición se realizan de madrugada, generalmente a partir de las 5:00 a.m. en adelante. Se reúnen por estas fechas familiares y amigos, todos convocados por un mismo Dios y una misma fe. Son nueve misas, por eso también se les llama “Novena de Aguinaldos”, además se cantan los versos al Niño Dios y se rezan las oraciones correspondientes a cada día de la Novena, en los que también se acostumbra orar especialmente por una intención en particular como las familias, la Iglesia, los pobres entre otros. Las Misas empiezan el 15 de diciembre para concluir solemnemente con la Misa de Gallo en la media noche del 24, cuando la Iglesia celebra al Dios-con-nosotros, el Emmanuel nacido en la humildad de un pesebre en Belén.

En nuestras comunidades parroquiales, es costumbre encargar la preparación de cada Misa de Aguinaldo a un grupo determinado de personas, normalmente se distribuyen por sectores, barrios o caseríos, esto con la intención de integrar a todos en estas fiestas que nos invitan al compartir fraterno y la unión.
Otra característica de esta piedad decembrina, es el acostumbrado compartir al finalizar de las Eucaristías, generalmente se reparte chocolate con pan, conseguido con la colaboración de todos y que es acompañado con el júbilo de los cantos, villancicos y aguinaldos que armonizan el ambiente, e invitan gozosamente a estar preparados para recibir a Dios con alegría.

Aunque estas celebraciones (las Misas de Aguinaldos) se realizan durante el tiempo de Adviento, cuyo color litúrgico es el morado, los sacerdotes pueden utilizar sus ornamentos de color blanco, para resaltar el gozo y la paz de sabernos ya acompañados por Dios, de igual modo se puede hacer el canto del Gloria, sin embargo, en la actualidad se recomienda realizarlo solo para la Solemnidad de la Natividad de Nuestro Señor Jesucristo el 25 de diciembre, pues con el nacimiento de Jesús, los ángeles alabaron a Dios diciendo: “Gloria  a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor” (Lc 2, 14)

Muchas cosas son las que actualmente ponen en riesgo a las Misas de Aguinaldos, por ejemplo la inseguridad en las calles o la escasez de alimentos, sin embargo, en el corazón de los cristianos lo que nunca se acabará es el gozo y la alegría los cuales se orientan a Dios a través de las celebraciones litúrgicas, que es la respuesta de nosotros los hombres a aquel que nos ha creado por amor.

Las Misas de Aguinaldos son una tradición que nos une como cristianos. La Iglesia siempre estará con sus puertas abiertas para mostrar el amor y la misericordia de Dios que vino para salvarnos.

“Vamos a Belén a ver lo que ha sucedido, eso que el Señor nos ha manifestado” (Lc 2,15)




P.A
García

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