miércoles, 9 de enero de 2019

Panegírico 2: Virgen Clemente. Legionarios de Cristo.

VIRGO CLEMENS
       En la Apostólica de la Inmaculada Concepción de los Legionarios de Cristo, donde estudie desde 2011 a 2013, se tiene por costumbre, en el mes de mayo, que cada joven realice un texto panegírico sobre una letanía de la Santísima Virgen María, el mismo debe ser aprendido de memoria y debe ser recitado en el comedor a la hora del almuerzo, a las 2:00pm.

Mi segundo panegírico lo realicé sobre la Virgen Clemente, y en aquel momento preparé un discurso breve y bastante sencillo, no es el modelo a profesar sobre la clemencia de María Santísima, sin embargo, no deja de ser cierto lo que allí relaté.

       Panegírico significa encomio, apología, ensalzamiento, loa, alabanza.

Con fecha 03 de mayo de 2013 les presento el texto íntegro, siendo fiel al original que guardo también con celo.

       Virgen Clemente:

       Para ninguno de nosotros es un secreto que después de nuestra muerte recibiremos una retribución eterna, en un juicio particular, realizado por Cristo, el que imparte justicia.

       Sabemos también que, es en ese momento, en el que finaliza nuestra peregrinación por este mundo, cuando se nos pedirán cuentas de todo lo que hemos realizado en cada minuto de la vida pasada, y de cómo aprovechamos esas cualidades y dones que Dios nos dio para hacer crecer su Reino entre los hombres y para nuestra propia salvación.

       Imaginémonos pues, ante Cristo Juez. ¿Qué le diremos?, ¿acaso quiero justificar mi conducta? En un parpadear, Cristo examina toda nuestra existencia, nos sentimos aplastados por el peso de nuestros pecados, parece que ya no hay oportunidad de gozar eternamente el cielo, ya siento que soy arrojado al lugar del castigo, escucho mis dientes rechinar de desesperación, cuando aparece majestuosamente la Bienaventurada Virgen María, Madre de Jesucristo nuestro Dios y Señor, Ella que es la Virgen Clemente, nos da la real esperanza con su poderosa presencia e intercesión.

       Según el Diccionario de la Lengua Española, la clemencia es la virtud que modera el rigor de la justicia, pero María va más allá de lo conceptual.

       Lo que caracteriza a la Virgen María es simplemente una mirada de amor, solo con esto Ella logra llegar y penetrar el Sacratísimo Corazón de su Hijo, lleno de Misericordia, e interceder por un alma que está a punto a ser condenada a una eternidad de sufrimientos indescriptibles, que sólo con pensarlo se angustia nuestra alma.

       María, la Virgen Clemente es la primera que festeja la llegada del hijo prodigo a la casa del padre, ella es la primera a la que se le ocurre preparar el gran banquete para celebrar que uno de sus hijos ha regresado, ella es la que busca en el closet celestial la mejor vestidura, las mejores sandalias y el anillo más lujoso y se encarga de arreglarnos para contemplar la luz del rostro de Dios.

       Después, sumisa en profunda humildad, comparte con nosotros y con todos los ángeles y santos la alegría de la cual ella fue promotora.

       Y, ¿por qué tenemos esa certeza de que María pueda lograr semejante petición? Porque en la anunciación, el Arcángel Gabriel le dijo que había hallado gracia delante de Dios, y efectivamente, ella siempre halla gracia y tiene el derecho y el amor de madre, porque su Hijo le obedece cuanto le pide, y en razón de esto ella es la omnipotente suplicante.

       Ahora hermanos, mi invitación es a hacer esta pequeña oración con gran confianza y humildad, sabiendo que será escuchada por Dios:

       Oh María, Virgen Clemente, acuérdate de mí y asiste como abogada defensora a la cita definitiva en la que se decide mi eternidad.

        Virgen Clemente, ruega por nosotros.

P.A
García

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