LA INDEPENDENCIA DE VENEZUELA
Cristóbal Colón arribó a la actual
Venezuela en su tercer viaje el 3 de agosto de 1498, por la costa de Paria, en
el nororiente de Suramérica. La llamó "Tierra de Gracia", convencido
de haber encontrado un paraíso terrenal. Durante su exploración, observó la
organización de los indígenas, que se agrupaban en diversas etnias y clanes
familiares. Aunque contaban con poca infraestructura, algunos, como los
caribes, eran bastante belicosos. Colón llegó a comprender que había
descubierto un nuevo continente al encontrar el delta del Orinoco.
En agosto de 1499, Américo Vespucio
navegó por las costas de la "Tierra de Gracia" y, al ingresar al Lago
de Maracaibo, observó las viviendas palafíticas construidas sobre pilares en el
agua, lo que le recordó a Venecia. Por ello, llamó a ese lugar
"Venezziola", que significa "Pequeña Venecia", nombre que
eventualmente se castellanizó como Venezuela. En 1531, el papa Clemente VII
erigió la Diócesis de Santa Ana de Coro, la primera jurisdicción eclesiástica
de Venezuela y de América del Sur. En 1777, el rey Carlos III estableció la
Capitanía General de Venezuela, que se creó a partir del territorio del
Virreinato de Nueva Granada, con la ciudad de Santiago de León de Caracas como
su capital.
Abordar el tema de la independencia
de Venezuela conlleva a considerar tres fechas importantes en medio de
múltiples acontecimientos, valiosos en conjunto, que coadyuvaron a la
consecución de la autonomía respecto del imperio español. Es así como precisamos
estas fechas de gran importancia, a saber: el 19 de abril de 1810, el 5 de
julio de 1811 y finalmente el 24 de julio de 1823.
El 19 de abril de 1810: “Primer grito
de independencia”
Esta historia se remonta a 1808 con
los célebres sucesos de Bayona. En ese contexto, Napoleón Bonaparte, en plena
expansión de su imperio por Europa, comunica a Fernando VII y a su padre,
Carlos IV, que pasará por España en su camino hacia el Reino de Portugal, un
territorio que desea anexar a sus dominios. Ambos monarcas creen que podrían
llegar a un acuerdo con Napoleón para seguir gobernando España. Napoleón los
convoca a Bayona, una localidad al sur de Francia, donde padre e hijo firman
finalmente su abdicación en mayo de ese año, quedando ambos en cautiverio.
Esta situación desencadena la famosa
crisis del mundo hispano y genera una gran resistencia en la península ibérica
contra las pretensiones napoleónicas. La primera medida en respuesta es la
creación de la Junta de Sevilla, un organismo clandestino que, a pesar de ser
perseguido por las fuerzas napoleónicas, busca gobernar en nombre de Fernando
VII y su padre en el territorio peninsular, así como en los dominios del
imperio español en América, que abarcan provincias, capitanías generales y
virreinatos.
La Junta de Sevilla, en un primer
momento, convoca elecciones para elegir diputados. Sin embargo, los criollos
americanos se percatan con desagrado de que se han asignado pocos
representantes a su amplia población, mientras que se han otorgado muchos a regiones
de menor densidad. Esta desigualdad evidencia que, aunque todos eran súbditos
del rey de España, los americanos parecían tener menos valor que los
peninsulares, lo que provoca un creciente malestar entre los criollos.
A medida que la Junta de Sevilla se
siente acorralada, se establece un Consejo de Regencia que ignora la
representación americana. Ante la creciente confusión entre los súbditos
americanos leales al rey de España, el 19 de abril de 1810, el cabildo de Caracas,
impulsado por Juan Germán Roscio, José Cortés de Madariaga y otros miembros,
lleva a Vicente de Emparan, capitán general de Venezuela, ante el balcón de la
Casa Amarilla. Cuando Emparan pregunta si desean que él los gobierne, la
respuesta es unánimemente negativa. Ante esta situación, tanto él como Vicente
Basadre deciden marcharse, creando así un vacío de poder. El padre Cortés de
Madariaga desempeñó un papel fundamental al instar a la multitud a gritar “no”,
mientras hacía señas con la mano detrás de Emparan. Era Jueves Santo.
En esta situación, Juan Germán Roscio
plantea un argumento jurídico: los súbditos americanos habían jurado fidelidad
al rey de España, no a otro rey, por lo que la soberanía regresaba al pueblo.
Así, el cabildo de Caracas toma la decisión soberana y autónoma de crear la Junta
Conservadora de los Derechos de Fernando VII, lo que no equivale a la
fundación de la República de Venezuela, sino que representa un paso importante
hacia la independencia.
El gobierno que se forma, decide
enviar embajadas a lugares clave del mundo para informar sobre la nueva
situación en Caracas. Así, Simón Bolívar, Andrés Bello y Luis López Méndez
representan a Venezuela en Londres; uno de los hermanos Montilla y Juan Vicente
Bolívar en Estados Unidos; y José Cortés de Madariaga en Bogotá.
La embajada más relevante por su
impacto histórico es la de Londres, donde los jóvenes embajadores, con la
asesoría de Francisco de Miranda, aprovechan el vacío de poder que se ha
creado. Mientras algunos se quedan en Londres, Bolívar regresa pronto a Caracas,
y dos meses después, Miranda también lo hace.
Las conversaciones en Londres apuntan
a la posibilidad de avanzar de una Junta Conservadora a un gobierno autónomo.
Además, el cabildo de Caracas decide consultar a los otros cabildos de la
Capitanía General de Venezuela, lo que lleva a Roscio a redactar un estatuto
electoral y a realizar las primeras elecciones de diputados en el país. En
marzo de 1811, se formaliza un congreso en Caracas, donde se debaten si
continuar como Junta Conservadora o declarar la independencia.
Paralelamente, se forma la Sociedad
Patriótica, donde se reúnen diputados y otros jóvenes como Simón Bolívar,
que hacen discursos a favor de la independencia. Bolívar, en uno de sus
discursos más recordados, desafía a quienes piden calma, abogando en cambio por
la urgencia de tomar decisiones.
El 5 de julio de 1811: “Firma del
Acta de la Independencia”
Finalmente, el 5 de julio de 1811, el
congreso declara formalmente la independencia de Venezuela y la creación de un
estado moderno y autónomo. Así, un proceso que comenzó el 19 de abril de 1810
culmina con la declaración de la autonomía absoluta de Venezuela poco más de un
año después.
El proceso del 19 de abril de 1810 al
5 de julio de 1811 es eminentemente civil, ya que España no tuvo la posibilidad
de enviar un ejército para recuperar el territorio. Durante esos meses, los
protagonistas son abogados y líderes civiles, con Miranda, quien, aunque es
recordado como un militar, también es un importante hombre de estado que conoce
las políticas europeas.
Una vez firmada el acta de
independencia, el congreso solicita a Roscio una explicación más detallada, y
este redacta un texto que puntualiza las razones para la independencia. Además,
el congreso encarga a Roscio, Francisco Isnardi y Francisco Javier Ustáriz la
elaboración de la primera constitución nacional, que se aprueba el 21 de
diciembre de 1811 y está inspirada en la Constitución de los Estados Unidos.
Mientras tanto, el congreso establece
un triunvirato formado por Cristóbal Mendoza, Baltasar Padrón y Juan Escalona,
quienes toman el mando del poder ejecutivo. Por tanto, Cristóbal Mendoza se
convierte en el primer presidente de Venezuela bajo el triunvirato.
En marzo de 1812, Domingo de
Monteverde desembarca en Venezuela con fuerzas militares para intentar
reconquistar el territorio en nombre del imperio español. Es relevante recordar
que Fernando VII seguía en cautiverio en ese momento. La guerra iniciada en
1812 concluirá en 1823 con la batalla naval en el Lago de Maracaibo y las
últimas escaramuzas de las fuerzas realistas.
El 24 de julio de 1823: “Batalla
Naval del Lago de Maracaibo”
La batalla de Carabobo del 24 de
junio de 1821, aunque significativa, no fue la última en Venezuela; ese título
corresponde a la batalla naval del 24 de julio de 1823 en el Lago de Maracaibo.
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