Comentarios de Camino (87)
Camino 87:
“No
sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que procede de la boca de
Dios”, dijo el Señor. -¡Pan y palabra!: Hostia y oración. Si no, no vivirás
vida sobrenatural.
Queridísimos
hermanos, he aquí la médula de la vida del cristiano. Para nadie es un secreto
que la Eucaristía es el centro y culmen de nuestra vida espiritual, porque así
lo quiere el Señor, y así es como Él permanece siempre con nosotros. En la
Santa Misa encontramos intrínsecamente unidos el Pan de la Palabra y el Pan de
la Eucaristía que es Jesucristo, el Cordero de Dios.
En
este numeral de Camino, san Josemaría nos quiere hacer comprender que para
tener vida sobrenatural, comprendida ésta como la vida de gracia o vida de
santidad, es necesario tener un fervor eucarístico y un amor especial por las
Sagradas Escrituras, por la Palabra de Dios. Bien sabemos que en la Sagrada
Comunión recibimos la fuerza espiritual para seguir luchando por cumplir la
voluntad de Dios, y con la Sagrada Escritura encontramos las respuestas a
nuestras interrogantes, cómo agradar a Dios y cómo comprender el plan salvífico
de Dios, para con nosotros su pueblo santo.
Es
de cristianos oír Misa entera todos los domingos y fiestas de guardar, y
también cada vez que pueda y desee acudir a la acción de gracias por
excelencia, y también es de cristianos leer la Palabra de Dios, y para esto
existen numerosos métodos, el más conocido de ellos es la llamada Lectio
Divina, donde se medita detenidamente un fragmento de la Biblia, pidiendo la
luz del Espíritu Santo.
Hermanos,
la Misa nunca nos puede parecer aburrida, porque las cosas de Dios nos alegran
el alma y nos reconfortan el corazón.
San Josemaría Escrivá celebrando piadosamente la Eucaristía |
El
mismo Señor Jesús respondió ante la tentación de Satán que “no sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que procede de la
boca de Dios” (Cf. Mt 4,4), de esta manera nos enseña a valorar lo
espiritual y no solo lo material. Porque somos cuerpo y alma, pero el alma está
por encima del cuerpo, en cuanto a que su destino está en Dios, no por
obligación, sino por amor.
Santa
Misa y oración nos recomienda san Josemaría para tener vida en Dios. Oramos,
cuando hablamos con Dios, cuando nos dirigimos a Él como a un gran amigo,
cuando somos capaces de buscarle en un instante durante la jornada para
contarle nuestras cosas, en fin, cualquier actividad diaria se puede convertir
en auténtica oración, cuando se hace con amor y por amor.
Señor
Jesús, Palabra y Eucaristía, permítenos buscarte y encontrarte a ti en estos
sagrados misterios, has que vivamos la Santa Misa de tal modo que al salir de
ella nos sintamos sanados de todas nuestras dolencias, y has que te busquemos y
te conozcamos a través de la lectura de los santos Evangelios. Amén.
P.A
García
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