DR. HERNÁNDEZ DE LA PLAYA
El 5 de septiembre de 2020 visité al Dr. Iván Hernández en
su casa de habitación en el sector El Volcán de La Playa. El motivo de mi
visita era de carácter histórico, pues quería hacerle una entrevista sobre la
historia de la Biblioteca de La Playa, a lo cual él accedió sin titubeos. Eran
las 3:36 p.m. A continuación les dejo las palabras textuales de la entrevista
de 18 minutos y 22 segundos, en cursiva:
Fíjese usted el asunto.
Estaba yo muy muchacho cuando José Vicente Escalante bajaba para Tovar a
estudiar, bajaba con Luis Emiro Hernández, que era primo de él, como me tocó a
mí también cuando fui a estudiar al Liceo, bajar a pie y subir a pie. A mí me
daban un Bolívar para que almorzara y yo lo guardaba para comprar un libro.
Resulta que José Vicente Escalante era un muchacho sumamente preparado, porque
a él le gustaba mucho leer. Yo creo que uno de los pocos que había en La Playa
que tenía una pequeña biblioteca era José Vicente Escalante. Incluso yo recogí
esos libros, me los dio Victoria Escalante, la mamá de él, para cuando se iba a
fundar la Biblioteca de La Playa. Él nos hablaba de Filosofía, nos hablaba de
Historia. Yo tengo aquí en mi biblioteca dos libros de él, Diderot, por
ejemplo, filósofo francés y uno de los promotores de la Revolución Francesa, de
Aristóteles también tengo uno, que pertenecieron a él, porque Victoria me dio
los libros para la Biblioteca.
Yo estudiaba en el Liceo
y comía donde Félida, que era hija de Ana Rosa Hernández, que era la mamá de
Luis Emiro. Entonces José Vicente Escalante comía allá, y a mí en esa casa me
regalaban el almuerzo, porque la pobreza era muy grande, y eso a mí no me da
pena decirlo, porque me daban un real, mamá o Carlos Barillas, para que pagara
el pasaje, y yo lo guardaba y me iba a pie. También me daban un Bolívar para
almorzar y yo lo guardaba, porque Félida me regalaba el almuerzo, muy buena
gente ella, Dios la tenga en el cielo, y lo mismo Ramón Márquez (Playa), el
esposo. Yo era familia de Félida por los Mora, porque ella era hija de Ana
Rosa, Ana Rosa era hija de Amelia, Amelia era hija de Vicente Mora, por lo que
me tenía mucho aprecio, Félida y los muchachos, Itamar, Rubén, Crucita,
Yolanda, todos ellos, eran muy buenas personas, eran muy gente.
Un día que yo fui a
almorzar en esa casa, me conseguí a José Vicente, que se había dado un tiro en
la cabeza. Yo fui el que lo conseguí, estaba estudiando yo el bachillerato, me
imagino que yo tenía como 18 años. La casa esa estaba en El Llano de Tovar,
frente al Colegio La Presentación, ya hoy en día no existe.
Pasó el tiempo y en La
Playa fundamos, con Víctor Castillo, Carmen Márquez la hermana de Manuel
Márquez y Angélica, lo que se llamó la Junta Pro Desarrollo de La Playa,
nosotros éramos los promotores, yo tenía mucho entusiasmo en esa época. Víctor
Castillo, el esposo de Doña Lola, era maestro, y con él creamos esta Junta, y
yo era el encargado de convocar a todas las personas, tenía el ánimo de
recogerlos a todos, y recuerdo que don Manuel Castillo, el papá de Eulogio
Castillo nos cedió la sala que tenía ahí, donde se estableció la Junta Pro
Desarrollo de La Playa, hoy en día es la casa del señor Eduardo Castillo, el
papá de la Dra. Yndira. La secretaria era Carmen Márquez, muy colaboradora
ella, muy diligente.
Al establecerse la
Junta, una de las cosas que yo planteé, junto con Víctor Castillo, era crear
una biblioteca, porque la necesitábamos aquí. Una aldea no tiene muchos
intelectuales, no tiene muchos promotores, la gente vivía de la agricultura, generalmente
vivían pegados al trabajo, las preocupaciones intelectuales y culturales son
muy pocas, pero entonces yo fui el que asomé el nombre de José Vicente
Escalante para la Biblioteca, porque yo recuerdo que él se reunía con nosotros
los muchachos en la Plaza Bolívar, y nos hablaba de Filosofía y de Historia,
pues era un hombre muy leído, y era joven, aunque para nosotros era ya un
hombre.
Entonces yo hablé con
Victoria Escalante, ella era familia mía, por cierto, ella fue la que me dio el
retrato de Vicente Mora, el dueño de El Volcán, que se fue a parrandear a
Estados Unidos, y regresando en el barco se murió y lo tiraron al mar, como era
la costumbre en esa época, entonces llegó a aquí el maletín, y en el maletín
venía la foto y yo tengo la foto de don Vicente Mora. Entonces yo le dije a
Victoria que queríamos ponerle el nombre de José Vicente Escalante a la
Biblioteca que se iba a crear, y le pregunté si quería darnos los libros que él
tenía, para nosotros tener un comienzo, y ella aceptó. Lo sometimos a votación
y se aprobó.
Yo comencé a hacer
comunicaciones para todas las embajadas y comenzaron a llegar revistas y
colecciones y libros y libros, era la época de Pérez Jiménez. Yo escribí una
reseña de todo esto cuando se cumplieron los 50 años de la Biblioteca, incluso
quería ponerla en un cuadrito para que la gente viera cómo se creó eso, porque
nadie nombraba cómo se creó eso, y doña Lola era consciente de que los
promotores de esa Biblioteca habíamos sido Víctor Castillo y yo.
Se fue elaborando un
archivo de la correspondencia que venía, y de los telegramas que nosotros
mandábamos quedaba una copia. Se tenía un archivo y un libro de actas. Cuando
me gradué de bachiller y me tuve que ir, yo entregué eso a la Biblioteca. A los
años, cuando yo regresé, habían botado el archivo. No le dieron importancia, y
tampoco apareció el libro de actas, me contó Alejandro Castillo, que es el más
preocupado por esas cosas, que en las mudanzas se extravió mucho material,
entre eso el libro de actas y el archivo. Porque la habían mudado para donde
Sandia, y en esa época yo estaba desvinculado porque fue cuando me gradué de
medicina y me fui para el centro, tuve unas correrías por allá y cuando llegue
pregunté por todo eso. Yo recuerdo, como si fuera ahorita, las personas que
visitaban: Antonio “veneno”, el compadre David Vivas, Ramón Vivas, el otro
Antonio, Pedro, la gente de por ahí, los campesinos, a ellos yo los reunía y
les hablaba de la Biblioteca, del progreso de La Playa, tenía un entusiasmo en
aquella época.
Después de los años me
doy cuenta que la mayor parte de las colecciones se perdieron, colecciones de
revistas y algunos libros interesantes. Cuando mandaban los copeyanos le
hicieron a la Biblioteca el local donde está actualmente, y eso es muy bueno,
así como la Prefectura. Pero se fue perdiendo en el tiempo quiénes trabajamos
en eso. Uno no podría buscar méritos, porque lo que quedó, quedó, pero también
era necesario que se le guardara la historia, entonces la Lic. Lucila me pidió
que hiciera una relación y yo la escribí, y tengo por ahí una copia, esa
relación es lo que le estoy narrando a usted, con hechos. Bueno, esa fue la
historia de la Biblioteca, lo único que nosotros pudimos concretar de la Junta
Pro Desarrollo de La Playa, porque en esa época de uno muchacho qué carro iba a
tener, qué íbamos a ir para Mérida, lo del progreso era un idea, porque La
Playa vivía de los trapiches y de los campos, y qué podía darse, todo era una
idea.
Más adelante, otra
generación animó “El paso de los Reyes”, que era algo muy bueno, pero por esa
época ya no estaba yo aquí, yo nunca vi eso, lo único que si vi fue la carreta
de San Isidro, que era de don Flavio Paredes, una carreta antigua, una cosa muy
bonita, muy tradicional, pero eso desapareció.
Cuando pasó el tiempo,
hicieron una buena labor, que hay que reconocerla, porque pidieron nuevos
libros, ya la Biblioteca estaba institucionalizada, por lo que ya tenía un
sueldo la bibliotecaria, le mandaron libros de manera ordenada, ya los libros
tenían un cuidado diferente, porque la gente tenía ciertas normas, ciertas
directrices que le mandaban de Mérida y que venían a hacer supervisiones y
todas estas cuestiones. Ya las cosas caminaron en cincuenta años y se
organizaron y está la actual Biblioteca, pero los inicios fueron esos.
Sobre la muerte de José
Vicente Escalante lo único que puedo recordar, sin querer ofender a nadie, es
que él se había enamorado de Siloé Rodríguez, que era una joven muy bonita,
había sido Reina de las ferias de Tovar, y se casó con Fernando Mora y José
Vicente sufrió esas decepción, es lo que yo oí, y se metió un tiro. Porque José
Vicente trabajaba con el Dr. Ángel Villasmil, en la Oficina Múltiple de Tovar,
era secretario, pero José Vicente no tenía la profesión de abogado, pero era
muy inteligente. Esa es la historia de José Vicente, muy lamentable.
Al finalizar la entrevista, el Dr. Iván se levantó de la
silla y se dirigió hacia su biblioteca personal, de donde sacó un libro llevado
por los años, que había pertenecido a José Vicente Escalante, de donde pude
fotografiar su autógrafo, plasmado en la primeras páginas, decía: Propiedad
de Vicente. Tovar: 25 de abril de 1947.
El Dr. Carlos Iván Hernández es un ilustre playense por el significado que lo describe, al mismo tiempo por su labor activa y progresista en la medicina, por haber sido fundador, leader de la Cámara de Prevención del Cáncer, y ser el primero en salir graduado en su familia.
Asimismo, el Dr. Carlos Iván Hernández es padre de familia, hijo, hermano y amigo, el mejor en cada una de sus categorías. A pesar de las desventajas y adversidades, se hizo profesional, abriéndole paso a las generaciones en el área de cirugía del tórax y neumonología.
Salió al extranjero a formarse y obtener así una segunda especialidad y de esa manera regresar a su país Venezuela con más preparación y orgulloso de haber alcanzado un lugar respetable en su promoción, egresado de la Universidad de Miami.
El Dr. Carlos Iván Hernández fue adjunto al Programa de Educación de la NASA en Houston, Texas. Su aporte va más allá de su visión política u opinión acerca de un movimiento político.
Aprender de él abarca
más de la política, significa conocer su familia, sus valores, sus pasiones y
su sentido práctico de la vida y sensatez para reconocer sus errores y emendar.
Así como también sus destrezas y conocimientos en agricultura y la el campo de
la lectura[1].
El doctor Carlos Iván Hernández falleció en la ciudad de Maracay, estado Aragua, el sábado 30 de octubre de 2021.
P.A
García
Que interesante esto es historia espero siempre pueda ser recordado sobre todo en las escuelas y liceos hace falta,esto es motivación muchas gracias...
ResponderEliminarAsí es. Gracias a ustedes, apreciados lectores.
EliminarQue interesante esto es historia espero siempre pueda ser recordado sobre todo en las escuelas y liceos hace falta,esto es motivación muchas gracias...
ResponderEliminarExcelente información. Felicidades por esa iniciativa de dar a conocer a nuestro pueblo La Playa.
ResponderEliminarDe ese se trata. Hay mucho por conocer de nuestro pueblo y su gente.
EliminarMejor no se puede. Excelente
ResponderEliminarPaz a sus restos. Ilustre hijo de La Playa.
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