Elda Rosa Márquez Castillo
(C.I.V-1.904.218) nació en La Playa el 24 de febrero de 1924, hija legítima de
Ramón Márquez y María Rita Castillo. Fue presentada y bautizada el 9 de marzo
del mismo año.
En su partida de nacimiento se puede
leer que el domingo 9 de marzo de 1924 fue presentada ante el Despacho de Eloy
Mora en Bailadores, una niña hembra por Amador Vivas, con mandato oficial de
los padres, manifestando que la niña presentada había nacido el 24 de febrero a
las 8:00 am y llevaba por nombre Elda Rosa.
Ramón Márquez, al nacer su hija, contaba
con 42 años de edad, y se dedicaba a la agricultura, mientras que María Rita
tenía 38 años y se dedicaba a los quehaceres del hogar. Ambos eran analfabetos,
pues manifestaron no saber firmar. Junto con Amador Vivas fueron testigos de la
presentación Vicente Márquez y Jesús Vivas, mayores de 21 años ambos.
Los padres de Sor Marina se habían
casado el domingo 6 de febrero de 1910 a las dos de la tarde en Bailadores,
siendo Matías N. Codina el Presidente del Concejo Municipal. Ramón tenía 27
años de edad y era hijo natural de Sara Márquez, y María Rita, con 23 años de
edad, era hija natural de Carlota Castillo. Testigos del casamiento fueron
Medardo Vivas y César B. Henríquez. Por Ramón firmó Ismael Vivas y por María
Rita firmó Juan Antonio Mora.
La Partida de Bautismo de Sor Marina
reza lo siguiente: Ilda Rosa Márquez. En
9 de marzo de 1924 yo, el infrascrito Cura Párroco de la Iglesia de Nuestra
Señora de Candelaria de Bailadores, bauticé solemnemente según el Ritual Romano
a una niña que nació el 24 del pasado mes, le puse por nombre Ilda Rosa hija
legítima de Ramón Márquez y Rita Castillo, vecinos de esta feligresía; fueron
padrinos: Amador Vivas y Amalia Vivas a quienes advertí el parentesco
espiritual y obligaciones. Lo que certifico. Pbro. José A. Pérez C.
La vida religiosa de Sor Marina Márquez fue de destacado
servicio. Había iniciado su postulantado en la comunidad de las Hermanas
Dominicas de Santa Rosa de Lima, fundación merideña, el 16 de septiembre de
1953, con 29 años de edad. El noviciado lo inició al año siguiente, el 30 de
abril de 1954. Hizo su primera profesión religiosa el 30 de abril de 1956, y
finalmente, con 38 años de edad hizo sus Votos Perpetuos el 30 de abril de
1962.
En su amada congregación Sor Marina
ejerció diferentes cargos. Fue educadora y catequista por más de 30 años, a
saber: Colegio Santa Rosa de Lima de La Grita, Colegio Fátima de Caracas,
Colegio Santo Domingo del Táchira, Colegio San José de la Sierra de Mérida,
Instituto Coromoto del Táchira.
En algunas de estas instituciones
fungió como superiora: Colegio Santa Rosa de Lima de La Grita (1968-1971),
Instituto Coromoto de San Cristóbal (1982-1987). Sus últimos años al servicio
de su Congregación y de la Santa Iglesia Católica los vivió en la Casa Corazón
de María de Trujillo. Sor Marina del Cordero Inmaculado Márquez Castillo falleció
en la ciudad de Mérida el viernes 04 de febrero de 2011, a la edad de 87 años,
después de haber hecho en su vida la voluntad de Dios. Sus restos mortales
fueron enterrados en el Cementerio Municipal “El Espejo” el sábado 5 de febrero
de 2011. La Santa Misa Exequial fue celebrada en la Capilla del Colegio San
José de la Sierra en Mérida.
La Congregación a la que sirvió durante
58 años aproximadamente la recuerda como una religiosa de sonrisa amplia, con
espíritu generoso y servicial. Mantuvo durante toda su vida encendida la
lámpara de la fe, que le permitió vivir en una constante contemplación e
intimidad con el Señor, quien con fino trato supo compartir con todos, en
alegría, sencillez y humildad, la riqueza de su corazón.
Con respecto a la relación con su
familia Márquez Castillo Sor Marina fue muy responsable, los amó
entrañablemente y siempre los tenía presente en sus oraciones, siendo solícita
y atenta a sus necesidades. Plantó en su vida un especial celo por cultivar las
vocaciones sacerdotales y religiosas.
Sor Marina, como se ha dicho antes, se
desempeñó durante muchos años en el campo educativo y catequético como maestra
y formadora abnegada de niños y jóvenes. Su servicio fue generoso, responsable,
destacando su entrega incondicional en favor del pueblo de Dios. Además mostró
siempre un amor entrañable a Jesús Eucaristía y especial devoción a la
Santísima Virgen, lo que le permitió vivir en búsqueda de la santidad, teniendo
un trato fraterno y caritativo con sus hermanas de congregación y todos los que
la trataron. En medio de su enfermedad supo aceptar siempre la voluntad de
Dios.
La alegría por sus Bodas de Oro como
Religiosa no fue omitida en modo alguno, pues una celebración unió a la familia
Márquez Castillo y a la Congregación, durante el sábado 29 de abril y el
domingo 30 tuvieron una convivencia en la sede del Hogar “La Milagrosa”, donde
se ofició una misa por los familiares difuntos. El día domingo se tuvo la Misa
en Acción de Gracias, luego un Brindis y “picada de torta” para finalizar con
un paseo comunitario.
La Playa debe incluir entre sus
personajes destacados a Sor Marina, tal vez no hizo mucho por su pueblo, pero
si lo representó y lo dejó bien en alto. Antes de fallecer, María Auxiliadora
Castillo, quien conoció la vida de Sor Marina, quiso que se colocara en el
Despacho Parroquial de la Parroquia San Vicente Ferrer de La Playa un cuadro de esta religiosa, dicha petición fue concretada gracias a la colaboración de la Sra. Migdalia Castillo y mi persona, aprovechando la fotografía de Sor Marina tomada por el Sr. Freddy Rodríguez, en octubre de 2009.
P.A
García
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