viernes, 25 de julio de 2025

Visitando a un amigo, le obsequio mi libro de Filosofía de la Educación.

FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN

Aprovechando la visita a Ayacucho en las vacaciones de medio año, obsequié al profesor Edgar Jayo Medina un ejemplar impreso de mi tesis filosófica, en edición revisada en este 2025. El profesor Edgar me recibió en su oficina del Colegio Gustavo Castro Pantoja, donde grabamos unas sencillas palabras dada la ocasión. En negrita sus palabras y en cursiva las mías. 

Hoy, 25 de julio del año 2025, recibimos con alegría la visita de un gran hermano venezolano, Pedro Andrés García Barillas, un amigo a quien conozco desde hace muchos años y que actualmente reside en Ayacucho.

Su persona debe ser vista como un referente, ya que viene impulsando el pensamiento en el campo intelectual mediante diversas publicaciones. Una de ellas es un valioso reconocimiento sobre la ocasión histórica de Ayacucho, donde reflexiona sobre los vínculos históricos entre Venezuela y el Perú.

En esta oportunidad nos presenta un hermoso libro titulado Filosofía de la educación orientada desde la paideia divina en la obra El Pedagogo de Clemente de Alejandría, en el cual desarrolla su tesis sobre filosofía de la educación.

Pedro, cuéntanos brevemente para los maestros de Ayacucho, ¿cuál es el mensaje central de tu libro?

Gracias, profesor Edgar. Este libro es la tesis que realicé en el año 2017 sobre filosofía de la educación, centrada en la figura de Clemente de Alejandría, un padre de la Iglesia. En resumen, Clemente propone al Logos como el Pedagogo de la humanidad, es decir, a Jesucristo, la Palabra encarnada. Él revela una pedagogía divina que puede resumirse en una gran premisa: enseñar con el ejemplo.

Este mensaje implica un compromiso profundo para todos los docentes: enseñar no solo con herramientas pedagógicas, sino también —y sobre todo— con el testimonio de vida, con la actitud, con aquello que permanece en la memoria de los estudiantes como una referencia que guía y transforma. Es lo que complementa lo aprendido en el hogar y en la escuela.

En estos tiempos marcados por la tecnología, es necesario contar con este tipo de textos que fortalecen nuestra sabiduría profesional, a fin de brindar una enseñanza con calidad y calidez a nuestros niños en los distintos centros educativos.

Felicitaciones, Pedro. Continúa con esa misma perseverancia, con sencillez y humildad. Tu ejemplo debe servir también para nuestros hermanos venezolanos residentes en cualquier parte del país, para que sean siempre amantes de la ternura, constructores de paz y vivamos todos en permanente familiaridad. Ahora que nos acercamos a las Fiestas Patrias, ¿qué mensaje deseas compartir en esta fecha tan significativa?

Gracias nuevamente, profesor Edgar. En estas fechas patrias quiero expresar mi saludo fraterno. Festejar a la patria es festejar lo que somos, lo que sentimos. Como venezolano con cinco años viviendo en Perú, puedo decir que ya hay en mí un profundo sentimiento de gratitud hacia esta tierra generosa que nos ha acogido.

El 28 de julio para el Perú es tan significativo como el 5 de julio para los venezolanos, fechas que marcan nuestras respectivas independencias, es decir, aquello que nos constituye como pueblo y como nación. Como decía el cantautor Alí Primera: “La patria es el hombre”. Si yo soy un hombre venezolano, aquí también está la patria venezolana compartiendo con la patria peruana.

Ayer, 24 de julio, celebramos el natalicio número 242 del Libertador Simón Bolívar, padre de cinco naciones: Venezuela, Colombia, Panamá, Ecuador, Bolivia… y también el Perú, donde hoy estamos. Ese sentimiento bolivariano nos recuerda que somos pueblos hermanos, hijos de un mismo padre y una misma madre, llamados a construir juntos la patria que nos merecemos.

Por eso mi mensaje, tanto para los peruanos como para los venezolanos, es este: construyamos juntos la fraternidad, la justicia y el país digno que soñamos, donde estemos y a donde vayamos.

Y juntos decimos con alegría: ¡Viva el Perú y viva Venezuela!

¡Y viva Venezuela!

El profesor Edgar Jayo Medina: un peruano ejemplar y amigo del pueblo venezolano

El profesor Edgar Jayo Medina es un docente ayacuchano reconocido por su destacada labor pedagógica y su compromiso social. Es, además, un verdadero amigo de todos los venezolanos que llegan a Ayacucho en busca de oportunidades para ejercer la docencia.

En lo personal, me brindó su apoyo en uno de los momentos más complicados de mi vida, recomendándome ante el sacerdote director de un colegio católico, donde tuve la bendición de trabajar durante dos años como maestro de sexto grado de primaria.

El profesor Edgar se preocupa sinceramente por cada venezolano que llega a esta tierra. Admira profundamente nuestra manera de ser, destacando la laboriosidad, la excelente formación profesional y la calidad humana que, según sus propias palabras, nos caracteriza.

Es un peruano ejemplar: amable, receptivo, de corazón grande y generoso con todos, pero de manera muy especial con los venezolanos. Por todo esto, merece nuestro más sincero reconocimiento.

Su espíritu bolivariano le permite identificarse profundamente con el migrante que viene desde la patria de Bolívar, esa Venezuela que hoy camina por el mundo buscando lo que su propia tierra no puede ofrecerle.

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