ORIGEN Y FINALIDAD DE LA OBRA
La obra de Lucas, su
evangelio y Hechos de los Apóstoles son obras redactadas para el provecho de la
comunidad cristiana, de allí que posiblemente fueran editadas anónimamente. La
tradición de la Iglesia, desde Marción, identificó a Lucas como el autor de esta
obra, que estaba dirigida a la misma persona y que guarda una continuidad
redaccional. Pero, ¿quién es Lucas?: un cristiano de la segunda generación, es
decir, que vivió su cristianismo entre los años 70 y 100 d.C; persona culta,
familiarizada con la cultura helenista y veterotestamentaria, posiblemente
nacido fuera de Palestina y de origen gentil, relacionado con las Iglesias
paulinas. La mayoría de los exegetas sitúan la composición del evangelio de
Lucas y Hechos de los Apóstoles en la década del 80-90 d.C. La obra está
dirigida muy posiblemente a comunidades paulinas etnicocristianas, provenientes
del paganismo, de allí que esté dedicada a Teófilo, un griego.
Para el siglo XVIII se llegó a pensar que la obra de Lucas
era una apología a Roma para defender a la Iglesia y al apóstol Pablo, sin
embargo, a la luz del prólogo de Lucas, 1,4 la finalidad es puramente
catequética, como lo menciona ése versículo: “tener un conocimiento seguro
de la enseñanza que has recibido”. La comunidad necesita afianzar esa
predicación que han recibido, por ello el texto lucano pretende aclarar las
dudas y resolver los problemas que en la primera época de la fe se dieron en
torno a la creencia en el Mesías, Jesús de Nazaret. La obra de Lucas se
presenta como garante de la verdadera evolución poniendo como protagonistas de
la misma a los Doce Apóstoles con el Espíritu Santo, en la continuidad entre
Jesús y la Iglesia. Lucas defiende mucho la persona de Pablo, a quien en la
segunda parte de los Hechos lo iguala casi a la importancia de Pedro.
Una finalidad parcial de la obra de Lucas es dar a los
creyentes una razón para defenderse (apología) ante el Imperio de Roma, en
cuyos ambientes se negaba o dudaba de la calidad ciudadana de los cristianos.
Aunque Lucas y Hechos de los Apóstoles conforman una misma unidad, pronto
fueron separados, como aparece en la primera lista canónica, y cada uno de los
libros tuvo una historia propia hasta el siglo XX. Con respecto a las fuentes
de la obra lucana, el mismo autor explica en la declaración explícita del
prólogo, según la cual él investigó cuidadosamente todo lo sucedido desde el
principio (Lc 1,3), y del análisis interno del tercer evangelio, no hay duda de
que en la redacción de Lc-Hch se emplearon fuentes, aunque no hay acuerdo en
determinar cuántas fueron y el carácter oral y o escrito de las mismas.
Lucas tiene una forma concreta de
presentar la teología de la salvación, y lo hace inspirándose en la salvación
pagana, atmósfera ambiental que rodea la comunidad cristiana, cansada en su
caminar por el camino oscuro de la fe y tentada ante las ofertas aparentemente
eficaces e inmediatas de la salvación pagana. ¿Para qué Lucas escribe su obra?
Muchos han dado sus opiniones, una de éstas, la de Wendt cree que existe una
finalidad principal de tipo histórico, dar información sobre la Iglesia, y una
secundara sería para edificar la de recibida, edificarla y enriquecerla.
P.A
García
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