viernes, 5 de noviembre de 2021

Todo de Dios V

Éxodo capítulos 2 y 5

Moisés es un hebreo nacido en Egipto que fue rescatado de las aguas y criado por su propia madre para luego entregarlo a la hija del Faraón. En la adultez, Moisés es consciente de que su pueblo está siendo maltratado en Egipto, primero asesina a un egipcio que encontró maltratando a un hebreo, luego pretende poner paz entre dos hebreos que discutían, pero al sentirse descubierto del crimen anterior decide huir lejos. En el corazón de Moisés estaba sembrada desde su infancia la semilla de la justicia divina, la misma que más adelante le llamaría a emprender una misión salvífica y liberadora de su pueblo oprimido. Moisés escucha la voz de Dios que le envía al rescate de los hijos de Israel. Dios se presente como el Dios de Abrahan, Isaac y Jacob, como el “Yo soy”, revelando su nombre a Moisés y especificando que en su nombre debía dirigirse al Faraón para pedir la liberación del pueblo. Moisés es el prototipo de la elección de Dios a sus servidores, él comprende el llamado divino y con dudas y tropiezos busca cumplir con la voluntad que Dios personalmente le ha manifestado. Moisés, habiendo cometido un crimen al asesinar a un egipcio, sintió la culpa de haber obrado mal y temiendo por su propia vida abandona su país para ocultarse, sintiéndose forastero, pero es en este destierro que Moisés tiene unas segunda oportunidad, su bondad y generosidad le hizo contraer matrimonio con un reconocido personaje de aquella zona lejana y es así como años más tarde, pastoreando un rebaño el pie del monte Horeb, escucha nuevamente el llamado de Dios. En Moisés vemos cómo Dios es un Dios de oportunidades, capaz de reafirmar el llamado en aquellos que huyen de él por el miedo o por el fracaso. El destierro de Moisés fue su mejor preparación para la misión que Dios le tenía encomendada. En el silencio, en la meditación, en la reflexión, se logra esclarecer el plan divino. Moisés hablaba cara a cara con Dios, su relación tan cercana le permitió obrar grandes cosas con la confianza de sentirse secundado por Dios. Moisés era un profeta cuya sola presencia inspiraba respeto, pues no hablaba a los hombres en nombre propio, sino como enviado del Creador del Universo. El proyecto salvífico y liberador de Moisés es una prefiguración del ministerio de nuestro Señor Jesucristo, quien nos liberó definitivamente de la esclavitud del pecado y de la muerte. Los valores que más me llaman la atención de la vida de Moisés son su gran capacidad de esperar en Dios, su obediencia y valentía.

Mi historia, como la de Moisés, también es historia de salvación.

En la reflexión personal de los hechos y acontecimientos de mi vida siempre me ha gustado ver la voluntad de Dios manifestada. Como creyente en Dios, procuro ver todas las realidades de mi propia existencia relacionadas con el plan que Dios me tiene preparado, es por eso que, a juzgar por las experiencias buenas y malas que he vivido, puedo decir confiadamente que mi historia es historia de salvación.

La realidad espiritual, motor de nuestra vida cristiana, es para mí el fundamento sobre el que se cimenta toda mi vida, sin la espiritualidad que procuro mantener, yo quedaría completamente vacío, como un “sepulcro blanqueado”. Aunado a la espiritualidad está la dimensión humana, que es la que hace en concreto que el espíritu obre conforme el querer de Dios, por eso, espiritualidad y humanidad van de la mano, necesariamente la una a la par de la otra, pues de esta manera se va configurando mi vida a los ideales de Jesucristo, verdadero Dios (espiritualidad) y verdadero hombre (humanidad). Espiritualidad y humanidad son los elementos que van haciendo de mi vida una historia de salvación personal.

Todas las experiencias de mi vida, buenas y malas, han sido salvíficas, pues en todo he visto la mano de Dios obrando prodigios. De los errores he aprendido y me he sentido corregido por Dios, y de los aciertos me he sentido sostenido por Dios, porque mi éxito es posible solo por estar conectado a Dios.

P.A

García

No hay comentarios:

Publicar un comentario