LA FE DE
LOS HIJOS
Ya me es
común que alguno de mis amigos comparta mi número de WhatsApp con personas
desconocidas para mí para conversar con ellas acerca de la religión católica o
la fe en Dios. Por lo general la conversa es corta, algunas veces por chat,
otras son notas de voz y muy pocas son llamadas telefónicas que no puedo
transcribir con fidelidad.
La de
esta oportunidad es una madre joven que desea educar a su pequeño hijo en la fe,
pero no lo tiene fácil, porque ella misma no está muy segura de seguir una
religión en particular, aunque reconoce su pasado católico y su actual creencia
anárquica en Dios.
Les comparto
a continuación nuestra conversa. En redonda sus comentarios y en cursiva los míos.
Hola,
buenas tardes, un amigo me lo ha recomendado para consultar algunas dudas que
tienen que ver con la religión católica en particular.
Hola, qué
tal, buenas tardes. Sí, ya me había comentado. En qué le puedo ayudar. Estoy a
su disposición…
¿Cómo
podría abordar el tema de la religión con mi hijo de 3 años? Me resulta un poco
difícil porque mi crianza fue muy diversa, por así decirlo.
Bueno,
tres años es una edad muy temprana para abordar el tema. Por lo general una
familia podría influir en la religión de su hijo a esa edad si frecuenta
prácticas piadosas, en el caso de la Iglesia católica el hecho de ir a misa o
rezar en casa. Los niños van captando que eso que hacen los padres es algo
normal, cotidiano y bueno. En esta etapa de la infancia lo que más queda en los
pequeños es el ejemplo de las acciones que realizan los padres, si estos son
practicantes le inculcarán poco a poco la fe, en este caso la fe católica.
Es que
ese es el problema. Verá, sé que lo siguiente no es muy bien visto, pero mi
madre es santera o como pueda llamarle... El niño directamente convive con
ella, y yo pues... Soy muy extraña en mis creencias, entonces no es como que
vaya a misa o siga algo religioso, pero creo que un niño necesita creer en algo
sólido, no como yo. Entonces mirando cada religión, en la que se me educó, la
católica, es la más conveniente y fácil de comprender, creo yo.
A lo que
se dedica la abuela influenciará la religiosidad del niño, es algo inevitable y
lamentable. El catolicismo es una fe maravillosa, bien entendida y bien vivida,
hace felices a las personas.
Para mí
no es lamentable, pero ese tipo de cosas lleva su tiempo. De niña yo fui
monaguilla, tiempo más tarde viví con religiosas por una tía mía, y la creencia
de mis padres nunca me influenció, pero al ser adulto he tomado la decisión de
ser más diversa y conocer más creencias, ya que en el catolicismo hay muchos
vacíos y las acciones de algunos sus seguidores van muy por el contrario de lo
que fundamentan. Solo quiero que mi hijo tenga noción y fe en algo.
La
creencia de sus padres no le influenció a usted, tal vez, porque fue
monaguilla, y tuvo una experiencia personal de fe, con la cercanía a la iglesia
y los sacramentos, esas cosas no se olvidan. Yo también fui monaguillo de niño
y eso marcó mi vida positivamente...
La fe es
un don que tiene sus dos dimensiones, la personal y la comunitaria. Ciertamente
cuando el entorno no es favorable y la formación es débil nos podemos ir por
otros caminos que, no siendo malos, se alejan de la verdad de la que es
depositaria la fe católica.
Que usted
quiera educar en la fe a su hijo es algo muy admirable. Conozco madres que
quieren que sus hijos decidan su fe personalmente cuando sean adultos, pero es
un error, porque si de pequeños no tuvieron ni la más mínima experiencia o
noción de lo religioso, difícilmente de adultos podrán inclinarse a una fe como
la católica o cristiana. Sin ocultar que el poder de Dios es innegable y en
cierta manera estamos sujetos a su voluntad omnipotente y creadora.
De hecho,
todas las religiones nos llevan al mismo punto que es Dios. Creo en él, pero no
en prácticas generales de ciertas religiones; pero mi forma de expresión muchas
veces no es apta para mi hijo, ya que soy muy cruda con todos los temas, por
eso recurrí a preguntar cómo debería tratar este tema, porque si puede ser
natural es muy complejo y grande. En realidad, no quiero que mi hijo solo
repita la misma oración una y otra vez, quiero que él comprenda por lo que está
orando.
Bueno, es
una gran aseveración eso de que "todas las religiones nos llevan al mismo
punto", pero no es del todo cierta. Comprenderá usted que hay
pseudoreligiones cuyo fin no es Dios, sino otras "deidades". Aquí lo
que nos atañe es que usted y yo creemos en el Dios de la Biblia. Creer en Dios
y no en ninguna religión es una cierta contradicción de alguien que realmente
busca a Dios en su plenitud y en esta búsqueda se encuentra con las prácticas
religiosas más como un obstáculo que como una ayuda, puede pasar, aunque se
espera que sea todo lo contrario.
Como
buena madre, usted está pensado en el futuro de su hijo y por eso quiere que
crezca con una mente sana y un espíritu fortalecido por la fe, y eso es un gran
paso.
La
cuestión es que, volvemos al principio, un infante de tres años no está todavía
como para memorizar el padrenuestro o cualquier otra oración, ya le llegará su
tiempo oportuno. En lo sucesivo, lo mejor que puede hacer usted es empezar a
hablarle del cielo, de Dios como Padre y Creador, tal vez hacer pequeñas
oraciones, tal cual imagen devocional como un crucifijo o la imagen de la
santísima virgen María, o cualquier santo de devoción; estas prácticas van
despertando el interés de los niños por conocer más y de seguro hará preguntas
que apunten al deseo de saber quién es Dios y cuestiones alusivas a la fe.
Comprendo,
gracias por tomar mis dudas.
Siempre a
su orden. Si desea apunta por ahí mi número y cuando guste puede escribirme.
Mucho ánimo y bendiciones para su pequeño. Que Dios les bendiga y los haga
felices.
P.A
García
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