EL VIERNES, 18 DE
SEPTIEMBRE DE 2015
Durante un Retiro Espiritual |
Desde
que ingresé al Seminario Mayor de Mérida, a mi mente llegó la idea de escribir,
pero, ¿qué escribir? y ¿dónde escribir? porque lo escrito, escrito está, pero
es necesario darlo a conocer. Este deseo se vio animado cuando en una de las
materias del pensum del año Propedéutico nos exigían como tarea semanal la
entrega de un artículo propio escrito a mano, el tema era libre, como máximo de
extensión una cuartilla y se evaluaba ortografía, redacción, coherencia entre
otros.
Durante ese año introductorio (2013-1014), escribí
varios artículos, en primer lugar para cumplir con la tarea de dicha materia aunque
también como hábito. Las notas nunca fueron bajas, y no por eso me considero un
experto escritor, sino que los buenos resultados fueron clave para seguir
escribiendo, aun cuando existen muchas cosas por mejorar; creo que lo
importante es que el mensaje llegue, pero, no se puede obviar el método y la
elegancia al trasmitirlo.
El tiempo fue pasando, y con esto de las misiones y
las celebraciones de la Palabra, empecé a escribir las reflexiones sobre las
lecturas del día, que comprende el Evangelio, lecturas del Nuevo y Antiguo
Testamento y personalmente incluía el salmo responsorial. Todavía no puedo
llamarlas “Homilías”, ya que el término es únicamente aplicable a la producción
de un sacerdote, pero tengo escritas a mano varias reflexiones de la Palabra, y
asumo pasarlas a digital, ya tendré lugar para ello.
En septiembre de 2015, estando en mi Parroquia de
origen realizaba las celebraciones de la Palabra, ya que el Párroco estaba de viaje
visitando a sus familiares. Llegó el glorioso día 11 de septiembre Solemnidad
de Nuestra Señora de Coromoto, Patrona de Venezuela y me dispuse a escribir la
reflexión de ese día. Todo salió muy bien, trate de ser lo más sintético
posible y de una vez la escribí en mi computador, pues no quería perder el
texto, ya que me sentí conforme con lo que allí había desarrollado.
Días después recibí la visita de un amigo, de esos
pocos con los que se pasan las horas hablando de cosas productivas y este me
comenta que en su parroquia publican, en un Blog, las informaciones de la
Iglesia, al que todos pueden tener acceso, ya que es un lugar en internet. En
ese momento supe que eso era lo que yo estaba esperando, (casi que una
revelación divina), un lugar donde publicar lo que escribo y que otras personas
tuviesen acceso a mis textos, por eso la idea de un Blog fue lo mejor para
canalizar estas ansias de escribir.
Con
la valiosísima ayuda de este amigo mío, la noche del viernes, 18 de septiembre
de 2015, cree mi Blog personal. La primera publicación fue, sin duda alguna, la
“Homilía” en la Solemnidad de Nuestra Señora de Coromoto, pues en mi corazón
está la Virgen María, bajo esa hermosa advocación, y además era el único texto
de mi autoría que tenía a la mano.
Al principio este Blog, era un poco
difícil de manejar, pero con el tiempo fui aprendiendo y hoy en día me es agradable
publicar mis “entradas”. He tenido como reglamento personal divulgar
producciones estrictamente mías, aunque para no ser tan rígido conmigo mismo,
algún artículo podrá ser de otro.
Agradezco muchísimo a ese amigo, el
haberme enseñado estas cosas del Blogger, lo que he aprendido no lo he callado,
al contrario, he colaborado con la creación y administración de otros Blogs.
Con notable periodicidad leo otros Blogs, como por ejemplo el del Padre Fortea,
quien con sus diarias publicaciones ha sido un estímulo para mantenerme
perseverante.
P.A.
García
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