Esta carta se la escribí al Prelado del Opus Dei, Mons. Javier Echevarría, antes de que falleciera, obviamente no le dio tiempo de responder, pero sé que desde el cielo intercede por mí.
Mons. Javier Echevarría, Prelado del Opus Dei fallecido el 12 de diciembre de 2016 |
Arquidiócesis de Mérida
Mérida
– Venezuela
S.E.
Mons. Javier Echevarría Rodríguez.
Prelado
del Opus Dei.
Beatísimo Padre, reciba un filial saludo en Cristo el Señor.
Me dirijo a usted con especial afecto, porque me siento hijo
suyo, quiero aprovechar esta bella oportunidad, el Consistorio de los nuevos
Cardenales, entre los que se encuentra mi querido Arzobispo, Monseñor Baltazar
Porras, de Mérida, Venezuela, para dirigirle estas breves palabras.
Soy un joven seminarista de 20 años de edad, actualmente
curso el tercer año de filosofía en este Seminario Arquidiocesano San
Buenaventura de Mérida, me preparo para ser sacerdote del Señor y desgastar mi
vida por las almas. He querido dirigir estas líneas a su persona, movido por
una gran confianza, pues, como ya lo expresé al principio, me siento hijo suyo,
e hijo de san Josemaría Escrivá de Balaguer. Oro por usted en el Santo Rosario
de todos los días y de igual manera sigo con detenimiento sus Cartas
Pastorales.
Quisiera escribirle muchas cosas, experiencias de vida, mi
historia vocacional, pero sé que debo ser breve, pues a la persona que me
dirijo, seguramente como es de suponer, le atañen varias ocupaciones
pastorales, en especial la de llevar adelante la llamada universal a la
santidad, predicada de manera destacada por san Josemaría. Por eso paso ahora a
expresarle mi intención en cuatro breves puntos.
1-
En primer lugar deseo manifestarle que
tengo una profunda devoción a san Josemaría Escrivá de Balaguer, Fundador del
Opus Dei, devoción que se inició gracias a los programas televisivos que
trasmite el Canal Católico EWTN sobre las tertulias del santo realizadas en
diversos países latinoamericanos. Esta devoción a san Josemaría, me hace muchísimo
bien en mi vida espiritual, pues, es como una fuente de renovación que cada día
actualiza mi vocación y mis ganas de seguir adelante en el camino de la fe.
Leer sobre san Josemaría, leer sus escritos, ver sus videos, investigar sobre
su vida y obra me hace mucho bien, pues reconozco que realmente el Señor lo
escogió como instrumento suyo para darnos el mensaje de la salvación, para
enseñarnos a ser santos. Esta devoción, me ha motivado a ser mejor cristiano,
mejor seminarista, a dedicarme con conciencia a la formación que estoy
recibiendo. Durante el corto tiempo en que he podido conocer a san Josemaría,
he notado de parte de algunos cristianos una apatía hacia su persona, cosa que
a mi parecer nace de un sinfín de prejuicios sobre su vida y su obra, la Obra
de Dios. Pero esto no me limita en nada,
gracias a Dios.
2-
En consecuencia de mi profunda devoción
a san Josemaría, se ha cultivado en mí un gran amor, que abarca grandes amores.
Primeramente un amor por nuestro Señor que me ha llamado a ser pescador de
hombres y por su Madre la Santísima Virgen María quien me acompaña con su
maternal protección, luego un amor especial por el Santo Padre, la Iglesia y
también el Opus Dei, viéndolo como un certero camino de santificación en el trabajo profesional y en el cumplimiento
de los deberes ordinarios del cristiano, como lo expresa la oración a san
Josemaría. En fin, esta devoción me
ha convertido en un cristiano con grandes amores y en un futuro sacerdote con
ganas de llevar el mundo a Dios. Son muchas las cosas positivas que he sabido
acoger de esta espiritualidad, así mismo mis flaquezas las combato con todos
los instrumentos que existen en este camino. Todo ha sido una gran bendición.
3-
He leído bastante sobre san Josemaría,
sé que tuvo en cuenta al sacerdocio para cumplir su misión, y he encontrado una
obra suya en donde yo encajaría perfectamente en un futuro no muy lejano, la
Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, aunque soy muy joven para decidirme o
para ser admitido, me gustaría muchísimo pertenecer algún día a esta hermandad
de sacerdotes, pues considero oportuno seguir con una preparación espiritual
como la que hasta ahora estoy recibiendo con los Padres de la Obra. Padre, le
comento que desde que ingresé al Seminario Mayor, he recibido formación espiritual
con los Padres: Max Thompson, Julio Cuan López y actualmente con el Padre Jaime
Molina. Sé que el Señor me tiene preparado un rincón dentro de esta gran
familia, que desde ahora la considero como mía propia.
4-
Ahora, ya para finalizar deseo pedirle
dos cosas, que en nada me afectarían en caso de no conseguirse. Sabiendo que
todo lo que es objeto de oración lo es también de esperanza, me animo a
invitarlo para Venezuela, este país, que sufre una gran crisis en diversas
índoles, se complacería grandemente en recibirlo, porque sabemos que usted es
un Mensajero de Paz, hay muchas personas que estarían dispuestas a escucharlo,
laicos, jóvenes, adultos, sacerdotes y por supuesto seminaristas, como yo. Y en
segundo lugar me gustaría muchísimo que usted pudiera dirigir un breve mensaje
a mis hermanos seminaristas, para que nos anime y nos ayude a comprender que la
devoción a los santos, en especial a san Josemaría, es un medio eficaz para
acercarnos al Señor. Muchas gracias Padre, por el ejemplo de perseverancia que
nos trasmite con su vida de piedad, muchas gracias por llevar adelante esta
bella Obra, que es la Obra de Dios.
Orgulloso de ser
cristiano y de sentirme llamado por el Señor para construir su Obra, me despido
de usted deseándole éxitos en su labor de Padre y Pastor, asegurándole mis
pobres oraciones por usted, por la Obra y por toda la Iglesia Universal. Suyo
en Cristo:
PEDRO ANDRÉS GARCÍA BARILLAS
Mons. Javier Echevarría, Prelado del Opus Dei, fallecido el 12 de diciembre de 2016 |
P.A
García
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