Filosofía de la educación
orientada desde la Paideia Divina en
la obra “El Pedagogo” de Clemente de
Alejandría
El pasado lunes 19 de junio defendí mi trabajo filosófico en
el Salón de Audiovisuales del Seminario Arquidiocesano San Buenaventura de
Mérida, con la presencia del jurado: Pbro. Dr. Horacio Carrero, quien además
era mi Tutor; Pbro. Lcdo. William Vázquez, Director de Estudios del Seminario;
y la Lcda. Katiuska Márquez, Profesora de Metodología. También me acompañó en
este momento tan importante mi familia y amigos.
Buenas tardes. El filósofo estudiado, Tito Flavio Clemente era
ateniense, nació probablemente hacia el 150 de la era cristiana, recibe
una primera formación pagana. Se traslada a la ciudad de Alejandría donde
tiene por maestro a Panteno. Se formó en la Escuela Catequética de
Alejandría, de la cual fue director. Por su formación pagana y cristiana,
es uno de los primeros en tratar de conciliar la Fe y la Razón. De igual
manera, por la destreza de sus escritos, en especial El Pedagogo, es considerado el primer Educador cristiano. Las persecuciones de
Septimio Severo obligan a Clemente a huir a Capadocia, donde se estima que murió antes del 215.
En el primer capítulo se presentan los antecedentes,
en los que se concreta que Homero inicia la actividad educadora en
Grecia, con sus Doctrinas tradicionales y sagradas, de las que era el
principal transmisor. Más adelante, Sócrates se constituye en Primer
educador espiritual, considerado de esta manera porque su mayéutica e
ironía resaltaban el valor de la personalidad humana. Por su parte, Platón,
es quien se dedica propiamente a una Filosofía de la educación, siendo
el objetivo de esta la Semejanza con la divinidad. Aristóteles, dedica
sus esfuerzos por educar hacia el bien moral, y se preocupa por la Educación
pública. En el pensamiento estoico se ubican la mayoría de similitudes con
las doctrinas cristianas, lo que termina apuntando a que la educación es
necesaria para lograr la felicidad.
Ahora bien, en el capítulo segundo
es necesario precisar conceptos. Por un lado, Pedagogía para Clemente de
Alejandría es “Lo que es propio del educando y del discípulo; a lo que
compete al educador y al maestro; a la educación misma; y a las enseñanzas,
como son los mandamientos”. Pedagogía para el Alejandrino sería entonces, el camino
hacia Dios. Según Luzuriaga, la
pedagogía estudia la educación tal como se presenta en la vida individual y
social, y contesta a la pregunta: ¿qué
es la educación? En el estudio de la pedagogía, Clemente es el primer
humanista del cristianismo, puesto que la base de su ‘pedagogía’ descansa en la
fe, lo que conducirá al hombre a la realización del ideal de la paideia griega, pero desde la
perspectiva de las enseñanzas del Logos
de Dios.
Se ha hecho mención de la paideia, pues bien, esto
es un concepto griego que debe ser entendido como la: “Estructuración
sistemática y por principios de la vida individual, de acuerdo con normas
absolutas”, esto para la paideia griega, ahora, para Clemente
la paideia divina “Indica
rectamente el camino de la verdad que lleva a la contemplación de Dios, y
también es el modelo de la conducta santa en una eterna perseverancia”, teniendo
claro esto, ya se puede hablar de paideia
divina.
La paideia divina en principio quiere
ser: “Un método de educación cristiana y así participar de la vida
incorruptible de Dios”. Clemente se da cuenta que “el movimiento de la
dialéctica platónica es acercamiento a una meta
ideal absoluta”, esta guarda intrínseca relación con el “asemejarse a
Dios”. La determinación del fin y de los objetivos de la paideia divina, también se encuentra en el “objetivo estoico de una
vida conforme a la naturaleza y a la recta razón”, ya que, Tanto el Estoicismo
como el Epicureísmo eran teorías sobre
cómo se podía ser feliz.
Es necesario conocer la concepción de hombre para la paideia divina, Clemente expresa que:
Parece evidente que la pedagogía es,
como su mismo nombre indica, la educación de los niños. Esos niños somos nosotros. De esta
manera, el Alejandrino deja claro que ante el Logos los hombres son niños. Al
ubicarse más adelante, Immanuel Kant piensa que “el hombre es la única criatura
que ha de ser educada. Según esto, el
hombre es niño pequeño, educando y estudiante”, aunque se expone en
principio, el pensamiento de un filósofo posterior a Clemente, este guarda
estrecha relación con el Alejandrino, en una doble característica. La primera
es el considerar que el hombre es el único ser que debe educarse, y la segunda
en definir al hombre como niño. Además de esto, para el Alejandrino, “El
término «hombre» es común al varón y a la mujer”.
Clemente define al Pedagogo declarando la divinidad de
este: “Es el Dios sin mancha bajo el aspecto de un hombre, el servidor de la
voluntad del Padre, el Logos-Dios”. Y para ser más claro especifica: “Debemos
decir ahora quién es nuestro Pedagogo. Se llama Jesús”.
Ahora, se especificará la acción
pedagógica de El Pedagogo, que
detalla la constitución del hombre como ser sobre el cual se aplica la paideia divina, y lo hace aclarando que
“tres cosas hay en el hombre: costumbres, acciones y pasiones”, la
educación del Logos requiere de una
lucha contra esas pasiones. Para el pensamiento de Clemente el pecado
mata al alma, y aclara que el Pedagogo considera
“al pecado, un acto sin razón”, esto viene a explicar la misión del Logos-Pedagogo de separar el alma humana
del pecado, que son las pasiones. Clemente no pone límites al campo donde se
desarrolla la acción pedagógica del Pedagogo,
por el contrario, dice que “cuida solícito de la criatura entera: cuida
tanto del alma como del cuerpo”. El Pedagogo dedica su tiempo en la educación del hombre,
puesto que, como lo apunta Clemente, “Como Dios, perdona nuestros pecados; como
hombre, nos educa para no caer en el pecado. Es natural que Dios ame al
hombre, porque es su criatura”, con este apartado, Clemente da a conocer
que es el amor lo que mueve al Logos-Pedagogo
a educar al hombre. Pero, “¿qué es, pues, lo que desea y lo que promete el
Pedagogo? Con sus obras y con sus palabras manda lo que debemos hacer, y
prohíbe lo que debemos evitar”, de esta manera
se constituye un punto referencial para toda pedagogía: enseñar con el ejemplo.
Clemente reconoce que en las Sagradas
Escrituras se encuentra el plan pedagógico de Dios, ya que, como él mismo lo
manifiesta: “la Escritura presenta al Pedagogo y describe su
pedagogía con entera claridad”.
El Logos-Pedagogo educa a sus niños sin dejarles pasar el error,
puesto que “el Logos no pasa por alto sus pecados, sino que se los echa en
cara para que se conviertan, y esto lo hace porque ama al hombre, y es que
con el Logos-Pedagogo,
hay un cambio de perspectiva, ya no será el temor lo que incentiva la educación
de los hombres, sino el amor. Clemente se pregunta: ¿Cuál es, pues, el estilo
de la pedagogía del Logos? Y se responde: El Pedagogo de la humanidad, se
sirve, con todas las fuerzas, de los numerosos recursos de su sabiduría. Dicho
brevemente, el Señor hace con nosotros como nosotros hacemos con nuestros
hijos. La corrección o castigo, según la perspectiva del Logos-Pedagogo, que actúa con amor y por
amor, no será efectuada con maldad, porque “así es nuestro Pedagogo:
justamente bueno”, y de esa manera actúa siempre.
En total hay once herramientas de
corrección que emplea el Logos-Pedagogo,
a saber: La amonestación es una censura afectuosa que despierta la
atención de la mente. La represión es una censura de los actos malos,
que dispone para el bien. El reproche es una censura que se hace a los
negligentes o despreocupados. La reprimenda es un reproche severo, una
censura contundente. La reprobación consiste en la pública acusación de
los pecados. La reprensión es una amonestación que hace a uno más
reflexivo. El regaño es una severa reprimenda. El improperio es
una reprensión muy severa. La recriminación es una reprensión a los
pecadores. La queja es una reprensión simulada; es un hábil recurso con
el que procura también la salvación de forma velada. El vituperio es una
reprensión a dejar en ridículo. En todas estas se reconoce la importancia de la
corrección en el proceso pedagógico del Logos-Pedagogo.
En el capítulo tercero se concreta
cómo, la paideia divina es un método que ilumina las pedagogías actuales,
ya que el Logos-Pedagogo de la
humanidad, se reconoce como único guía de la educación del hombre. Sin la
iniciativa del Logos-Pedagogo, en
ayudar a sus niños, sin ese amor y ‘solicitud’, sería imposible que el
hombre se formase en una vida virtuosa. Clemente de Alejandría piensa que,
mientras que el hombre se siga rigiendo por el mal, no será libre del todo,
puesto que, la libertad en el hombre
es fundamental para efectuar en él una acción pedagógica. Si un maestro pretende educar a sus alumnos,
la mejor manera de hacerlo es enseñándoles con el ejemplo, no hay duda
de esto.
Es momento de hacer algunas consideraciones
finales sobre la filosofía de la educación. Al respecto, cuando John Dewey
definió a la filosofía como ‘la teoría general de la educación’, quiso
destacar que es en la educación donde la filosofía debe poner el acento. La
concepción de Clemente sobre la ‘filosofía’ declara que “a la misma filosofía
se la define como práctica de la recta razón”, pero además de esto,
Clemente también está claro en las diferencias entre las filosofías existentes,
pues, con este cometido otorga a Platón el título de “discípulo de la filosofía
extranjera”, es decir, de la filosofía pagana, y en otro apartado afirma
que “Platón, filósofo que buscó apasionadamente la verdad, denuncie la vida
placentera, reavivando así la llama de la filosofía hebrea”, entonces
para Clemente hay una filosofía pagana o extranjera, y una filosofía hebrea.
No se puede dar conclusión a esta
síntesis filosófica sin rozar, si quiera, el tema de la educación en Venezuela,
al respecto es necesario precisar que “si la educación es una verdadera y
estratégica prioridad, es decisivo lograr que los mejores hijos de Venezuela
sean educadores”. Para lograr este objetivo, de acrecentar la calidad y
cantidad de los educadores en Venezuela, se hace evidente que “la clave de una
buena educación es el educador que está: ‘Vocacionalmente motivado’ en
cuanto a que considera noble la causa por la cual trabajará. ‘Preparado’
en cuanto a una excelencia en la formación. ‘Con iniciativas y creatividad’
en cuanto al dinamismo y reajuste de las exigencias de la actualidad. ‘Bien
remunerado’ en cuanto al justo salario que merecen y, por último, ‘consciente
de su valía social’ pues de otra manera no se destacará en su labor.
Definitivamente “si el Logos no odia a ninguno de los seres que por él han sido
hechos, consecuentemente los ama”, y porque los ama los educa, siempre
aplicando la pedagogía divina con la práctica del amor y la libertad. Por ello
Venezuela necesita amor en la educación de sus ciudadanos.
En conclusión, la paideia divina, estudiada a profundidad
se constituye en un método que ilumina la pedagogía actual. El alma humana por
naturaleza buscará encontrarse con Dios, pues bien, el objetivo de la paideia divina es este, asemejarse a
Dios para llevar una vida feliz. También se pretende dejar claro que, la
acción pedagógica va de la mano con la filosofía como ciencia, es más, si la
filosofía no aporta nada a la educación de los hombres es infecunda, es decir,
no cumple con su sentido más genuino, que no es otro que formar al hombre en el
uso de la razón. Para Clemente, el hombre, a imitación de su Pedagogo divino,
tiene libertad de decidir y de aceptar en sí mismo la educación del Logos, que es una educación en la
libertad, mediante decisiones libres, es por eso que el Logos-Pedagogo de la humanidad se
encarga primero de mostrar la felicidad futura a la que puede llegar el hombre
si cumple, con lo establecido por los mandamientos de Dios. Todo lo que en este
trabajo se ha dicho y argumentado, ha fundamentado la atrevida intención de
presentar al Logos-Pedagogo, como
único y verdadero Pedagogo de la
humanidad. A los pedagogos humanos les queda entonces conocer e imitar al Logos-Pedagogo de Dios, y ser de
este un instrumento.
“La religión es pedagogía, porque es aprendizaje del servicio de Dios y conducción al conocimiento de la verdad y
educación recta que conduce al cielo”
Clemente
de Alejandría.
Gracias por su atención.
P.A
García
Dios me lo Bendiga.Excelente ponencia, continua así en el camino que te has trazado; que el Espíritu Santo me lo siga iluminando. Enhorabuena.
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