VEN ESPÍRITU SANTO
Pbro. Jean Carlos García en oración frente a Jesús Eucaristía |
Entre cantos y oraciones al Santo Espíritu de Dios se llevó a cabo la gran Jornada de Oración y Alabanza en preparación para la Solemnidad de Pentecostés en el Seminario Arquidiocesano de Mérida. Como lo había precisado la Pastoral Vocacional Mérida, se distribuyeron las horas del día por parroquias de la ciudad, es por eso que la presencia de Jesús en la Eucaristía estuvo siempre acompañada por el fervor y la oración de la feligresía católica emeritense.
A las 9:00am fue expuesto el Santísimo Sacramento del Altar
por el Pbro. Jormin Fermín cjm, quien junto al curso de II Filosofía y con las
parroquias de La Milagrosa, Jesús Maestro, San Juan Bautista de Milla y El
Valle encomendaron la Jornada de Oración y Alabanza a Dios. Seguidamente se dio
paso al silencio y la reflexión del don de la Sabiduría.
A las 10:00am La Tercera y Belén acompañaron en esta Jornada
con su animada feligresía, por su parte los cursos de I Filosofía y II Teología
dirigieron la meditación de los dones Temor de Dios y Entendimiento
respectivamente, en compañía por el Pbro. Gerardo Ramírez, Asesor de la
Pastoral Vocacional Mérida.
La Catedral y El Espejo llegaron a esta actividad a partir
de las 11:00am. El Pbro. Jean Carlos García Contreras, Vicario Parroquial de El
Sagrario-Catedral, dirigió su acostumbrada animación junto a sus parroquianos,
que con cantos y dinámicas armonizaron su hora de adoración eucarística. El curso
de I Teología reflexionó sobre el don de Ciencia.
A las 12:00 del mediodía fue el turno de las Parroquias San
Miguel de El Llano, Nuestra Señora del Rosario y Sagrada Familia, seguidamente
se unieron las Parroquias San José Obrero, San Juan Apóstol y Santa Bárbara, todos
con el mismo entusiasmo y fervor en este encuentro con Jesús Eucaristía. En este
tiempo del mediodía e inicio de la tarde se meditó en los dones de Fortaleza y
Piedad.
La recién creada Parroquia San Pablo VI y su vecina
Parroquia Santiago Apóstol de La Punta hicieron acto de presencia en las instalaciones
del Seminario de Mérida a las 2:00pm. El curso de III Teología dirigió la
meditación sobre el don de Consejo. A esta hora del día también acompañaron las
diferentes congregaciones religiosas que hacen vida en el territorio arquidiocesano.
La Jornada de Oración y Alabanza culminó con la Santa Misa,
presidida por el Obispo Auxiliar de Mérida, S.E.R. Luis Enrique Rojas Ruiz.
Al iniciar la Eucaristía, la Hna. Yilda Vera SDJ. presentó
ante el Sr. Obispo las intenciones que los feligreses anotaron durante toda la
Jornada, Mons. Luis Enrique Rojas elevó dichas intenciones en presencia de la
asamblea reunida, en un acto de comunión y solidaridad.
Las lecturas de esta Eucaristía estuvieron cargadas de
profundo énfasis en cuanto a la presencia del Espíritu de Dios y su poder en
medio de la humanidad.
En la homilía, Mons. Luis Enrique Rojas ostentó su saludo al
equipo formador del Seminario de Mérida, manifestando la misión que tienen
todos los sacerdotes de propiciar las vocaciones al sacerdocio y a la vida
consagrada.
Mons. Rojas Ruiz agradeció a los presentes por aceptar la
hermosa invitación de venir a alabar a Dios en el Seminario, alabanza que sirve
de justa preparación para la gran Solemnidad de Pentecostés, y que a pesar de
todas las circunstancias adversas a la realización de estas actividades, la
feligresía demuestra su entusiasmo y participación.
El prelado recordó que Dios sigue invitando a los cristianos
católicos de Mérida a sentir su presencia en la efusión del Espíritu Santo, ése
que es la Promesa Divina y que en sí manifiesta la unidad del Padre y del Hijo.
Para Mons. Luis Enrique “los siete dones son siete armas
espirituales para sabernos manejar en todas las situaciones de la vida. Cada
uno de ellos nos lleva a actuar desde la experiencia de Dios, siendo la vida
del hombre, iluminada por la sabiduría del Creador”. Asimismo hizo la
invitación a que “todos los días nos pongamos en la presencia del Espíritu, ése
Espíritu que incluye al Padre y al Hijo, y no solamente al Espíritu, pues Dios
es uno y trino”. Resaltó también el peligro de algunos movimientos carismáticos,
pues invitó a “evitar ser católicos adoradores sólo del Espíritu, sino, por el
contrario, adoradores de Dios uno y trino, Padre, Hijo y Espíritu Santo”.
Finalmente Mons. Luis Enrique pidió al pueblo reunido seguir
orando y colaborando con esta Casa de Formación, sabiendo que éste es el
semillero de los pastores de la sociedad del mañana. Instó a los presentes a
que “siempre vivamos con Dios en el corazón, para que todo lo demás venga por
añadidura”, expresando que “hace falta el Temor de Dios para caminar siempre
por el camino del bien, para que seamos continuadores del evangelio de Jesucristo
con piedad y fortaleza”.
Mons Luis Enrique Rojas Ruiz, Obispo Auxiliar de Mérida |
P.A
García
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