domingo, 24 de noviembre de 2019

Edición Atípica de Camino en mi biblioteca

Camino

Pedro García y José Antonio Contreras en la
Capilla del Centro de Estudios Mosén Sol, El Marqués, Caracas
Camino, es un famosísimo libro de espiritualidad de san Josemaría Escrivá de Balaguer, el fundador del Opus Dei. El texto consta de 999 breves consideraciones -número múltiplo de tres, en honor a la Trinidad- que tratan de tú al lector y le guían por la espiritualidad católica más clásica. Durante su estancia en Burgos, san Josemaría amplió los puntos de meditación publicados en “Consideraciones Espirituales”, tarea que ya había iniciado durante su encierro en la legación de Honduras (1937), los organizó en capítulos temáticos y los dio a la imprenta con el nombre de “Camino”. Así apareció la primera edición de su libro más conocido, considerado un clásico de la espiritualidad cristiana, que en estos momentos ha superado los cuatro millones de ejemplares impresos, en más de cuarenta idiomas. En 1986, once años después de la muerte del autor, se editaron otras mil consideraciones, recogidas bajo el título de Surco. Al año siguiente salieron otros 1.055 puntos, bajo el nombre de Forja. Es en estos tres libros donde se encuentra el cogollo de su pensamiento y, por tanto, del Opus Dei.

Es de este tesoro literario -Camino- que trataré a continuación, pues con motivo del Seminario Internacional de Teología Caracas 2019, viajé a la capital venezolana para participar del mencionado encuentro de formación teológica, en compañía del Licenciado en Teología José Alfonso Morales Rosales. Fuimos hospedados en la Centro de Estudios Mosén Sol (CEMS), de la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos, en El Marqués, Caracas, por el seminarista José Antonio Contreras, que es oriundo de Guaraque.

José Antonio, aprovechando mi visita a su casa de formación, y conociendo mi devoción por san Josemaría, me obsequió ese tesoro literario -Camino- en edición atípica, que fue grandiosamente elaborado en unas dimensiones de 35x25 centímetros, siendo protegido, el libro, por una delicada caja de madera que lo deja soportar verticalmente. Quiero copiarles textualmente el comentario que tiene esta edición en la presentación y en su parte final, porque son estos comentarios los que dan sentido a la emoción de este artículo en mi blog.

La presentación expresa entre otras palabras: “La presente edición intenta reflejar el arraigo de CAMINO en este campo abierto, de promesas y esperanzas, que es la tierra americana. Pretende prestar eco, desde aquí, a la sugerencia del padre, del hermano o del amigo. Y aspira a ser una expresión más de simpatía y de agradecimiento al autor que nos visita. Nuestra hospitalidad ancestral nos obliga al esmero. Por eso, esta primera edición venezolana de CAMINO, que coincide con la primera visita de Mons. Escrivá de Balaguer a nuestras tierras, sale a la luz con sencillez y con acierto engalanamiento tipográfico. Caracas, agosto de 1974”. Se trata de la primera edición venezolana, un trabajo conjunto de las editoriales Vértice y Arte.

Y en la parte final del libro se encuentra lo que hace tan singular esta edición atípica, pues la última hoja impresa expresa orgullosamente: “Esta edición de Camino cuyos beneficios se destinan, por deseo expreso del Autor, al Centro de Cultura Popular “Los Samanes” de Caracas, consta de un ejemplar especial dedicado al Autor, marcado con la letra A, treinta ejemplares numerados del I al XXX y ochocientos cincuenta ejemplares numerados del 1 al 850. Los textos fueron compuestos en letra garamond 24 puntos, los números en bodoni extra bold 30 y los títulos en garamond light. Impresa toda a dos tintas, sobre papel francés Velin Arches 160 gramos de la casa Arjomari. Cada ejemplar contiene 27 litografías a todo color de pinturas coloniales venezolanas, impresas sobre papel Cameo Dull 118 gramos. Las fotografías de las mismas son de Graziano Gasparini y Petre Maxim. Consta de 312 páginas con numeración arábiga y 28 con numeración romana. Se terminó de imprimir en las prensas venezolanas de Editorial Arte, en la ciudad de Caracas, el día quince de agosto de mil novecientos setenta y cuatro, fiesta de la Asunción de Nuestra Señora. LAUS DEO VIRGINIQUE MATRI”.

Esta edición atípica presentó el Nihil obstat de Alfredo Rincón Montero, en Caracas, el 16 de julio de 1974. El Imprímase fue de José Alí Lebrún, Arzobispo Coadjutor y Administrador Apostólico Sede Plena de Caracas. El Diseño gráfico de José Serra B. El ejemplar del que les hablo es el número 128  de 850, y es el libro n° 1650 de mi biblioteca personal.

P.A
García

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