martes, 5 de noviembre de 2019

El Templo a San Vicente Ferrer de La Playa, Bailadores


Sobre la construcción del Primer Templo hoy en ruinas

Documento de 1879
El lugar donde hoy se encuentran las ruinas de la primera Iglesia a San Vicente Ferrer, que es propiedad de la familia Salas, es el testimonio más fiel de una devoción bicentenaria al santo dominico. Para estar al tanto de este dato importante es necesario conocer textualmente el Documento de donación de terreno para la capilla de san Vicente Ferrer en el sitio La Batalla. Tomado del Registro Subalterno Tovar I Parte (1779-1854), Sección 817/10, folios 43v – 44. Archivo General de Mérida.

En la Villa de Bailadores en dieciocho días del mes de marzo de mil ochocientos veintinueve años. Ante mi José Dolores Carrero, Alcalde Primero Municipal y ante testigos cartularios con quienes actúo por falta de escribano, parecieron presentes Francisca, Carmen, José del Rosario, y Manuel Escalante, vecinos de esta, a quienes conozco y dijeron: que por el presente instrumento de escritura pública que aquí otorgan conocen; que de su propia, libre y espontánea voluntad y sin fuerza, ni obligados por nadie, donan y donaron de su haber heredado, un pedazo de tierra (en el sitio de La Batalla, para el culto y veneración de la imagen de San Vicente Ferrer) donde con licencia del Ordinario se ha hecho Capilla, y se sujetan a lo dispuesto por el Ilustrísimo Señor Obispo Diocesano en la licencia referida, y que en fe de ello, desde ahora y para siempre, se desiste, desapoderan, quitan y apartan, y a sus hijos, herederos sucesores y quien sus causas haya, del derecho, acción, dominio y propiedad, que al terreno, donado habían, y lo ceden perpetuamente a favor de aquel culto, o de quien en adelante el Prelado determine; y consta de los linderos y medidas siguientes: por la parte de abajo o a pie con Hipólito Ramírez, para su costado, frente a la Capilla, el filo de la ladera, por el otro costado de atrás su cimiento de piedra que va cercado hasta dar con la ladera. Esta tierra donada, tiene de largo ciento cuarenta y ocho varas y de ancho en la parte de abajo sesenta varas del filo de la ladera al cimiento: que en fe y seguridad de lo que está expresado renuncian todos los donatarios, todas las leyes, fueros y derechos de su favor, domicilio y vecindad con la general del derecho en legal forma, para que a lo contenido lo ejecuten en caso de denegarse a lo escriturado, como para sentencia pasada en cosa juzgada consentida, y no apelada. En cuyo testimonio así lo dijeron, otorgan, y firmados por todos ellos, ante mí y testigo de que certifico.
José Dolores Carrero
Testigo Juan José Ramírez       Testigo José Tomás Mora

El documento es una declaración a la autoridad civil sobre la donación del terreno que había sido dado antes del 18 de mayo de 1829, de allí se puede pensar que la primera capilla fue construida anterior a esta fecha, pues el mismo documento refiere que para el momento de escriturarse el terreno donado, ya en él existía la capilla con la imagen de san Vicente Ferrer. José Dolores Carrero era para el momento el Alcalde de Bailadores y ante éste, los hermanos Escalante: Francisca, Carmen, José del Rosario y Manuel, que eran los propietarios del lugar, hacen constar que donaban libremente el pedazo de tierra para la capilla, que ya estaba allí construida.

El texto especifica que con el permiso del Cura de Bailadores se había construido una capilla en el sitio de La Batalla, para el culto y veneración de la imagen de san Vicente Ferrer, y deja a disposición del Obispo de Mérida los destinos del terreno a partir de ese momento.

La riqueza de este documento es tal, que brinda de inmediato las medidas y linderos del espacio donado, teniéndose como primer referente los terrenos del Señor Hipólito Ramírez, ubicados estos en la parte de abajo, es decir, del lado izquierdo del templo; en frente de la capilla se ubica lo que hasta hoy en día se puede observar, el filo de la ladera; y por el otro costado, es decir del lado derecho del pedazo de tierra, se ubica el cimiento de piedras que llegaba hasta la ladera, este cimiento tal vez haya desaparecido por la ocupación de personas con el correr de los tiempos.

Aunque el texto hable de varas como medida de aproximación longitudinal, al hacer la conversión de varas a metros se tiene que 148 varas de largo, por 60 varas de ancho equivaldrían a un aproximado de 124,32 metros de largo por 50,4 metros de ancho. Se está hablando, entonces, de un buen pedazo de terreno, que incluso superaba las medidas del espacio utilizado para construir el templo.

Con respecto al lugar identificado como La Batalla, es el mismo lugar que hoy en día se conoce como San Vicente, el cual es una meseta que está inclinada hacia la Quebrada La Batallera, se tiene entonces que, La Batalla y La Batallera son un mismo sector.

 Al final del documento firman los dos testigos, Juan José Ramírez y José Tomás Mora, junto con el Alcalde José Dolores Carrero en Bailadores. Es posible pensar que los propietarios que hacen la donación, los hermanos Escalante, se hayan desprendido del terreno al fallecer sus padres, pues el texto detalla que la tierra de la que se están despidiendo les había sido heredada.

Esta capilla fue por medio siglo el lugar de culto a san Vicente, pues, como se explicará más adelante, para el 26 de julio de 1879 ya se habían iniciado los trabajos para la nueva Iglesia, que es la que está hoy frente a la Plaza Bolívar. Esta primera construcción, que de seguro es anterior a 1829, sirvió por un espacio de tiempo aproximado a los 50 años, (1829-1879).

Sobre la construcción del Templo actual

Superando el siglo XIX, se llega a la fecha de 1901, y en este año es donde el Prof. Alejandro Castillo ubica la construcción del actual templo parroquial de La Playa, pues bien, esta fecha, es preciso que no sea tan equivocada. A continuación se presenta un respaldo a esta hipótesis.

La Playa eclesiásticamente ha pertenecido a la Parroquia de Bailadores, lo prueba  el Libro de Bautismo 23° (1897-1903) de esta Parroquia bailadorense, en la página 318, donde se expresa lo siguiente:

En la Capilla del Glorioso San Vicente Ferrer, filial de esta Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de Candelaria de Bailadores a diez y seis de junio de mil novecientos tres, el Señor Párroco Bachiller José Amable Escalante autorizado por el infrascrito Cura de ella, suplió las ceremonias del bautismo, puso óleo y crisma y dio bendiciones según el Ritual Romano, a un niño nacido le día seis del mismo mes y a quien por necesidad había bautizado privadamente Ismael Vivas competente para ello, hicieron oficios de padrinos Ismael Vivas y María de los Santos Escalante. Lo certificó, es hijo de Carlina Márquez. Doctor Ezequiel Arellano Azebedo.[1]
        
         Este texto, encontrado no casualmente, sino como fruto de la ardua tarea de esta investigación, revela que ya para el año 1903 existía en La Playa la “Capilla del Glorioso San Vicente Ferrer”, además de ello servía para administrar los sacramentos. Como es de suponer, La Playa era un pueblo pequeño, por lo que debía pertenecer a la Parroquia vecina, Bailadores, y de su Cura Párroco recibiría las atenciones necesarias a la fe católica. Este texto deja claro también que La Playa ha sido un pueblo profundamente católico, ya que, como se menciona, un tal Ismael Vivas estaba autorizado para bautizar a los recién nacidos en caso de emergencia, como era de costumbre, y despues sí proceder a buscar al sacerdote para que continuase con el rito de este sacramento de iniciación cristiana.

         Pero hay una fecha más remota que puede dar indicios de que la Iglesia de La Playa sea más antigua que la fecha de 1901. En las investigaciones realizadas en el Archivo Arquidiocesano de Mérida, se encontró un acta ubicada en los Folios 94B-95A de los Libros Parroquiales de Bailadores, específicamente el Libro de Gobierno 1850-1946, donde se explica lo siguiente:

                   Capilla de La Playa
Gobierno de la Diócesis de Mérida = Sede Vacante = Señor José de Jesús Méndez Medina = Bailadores = Mérida 26 de julio de mil ochocientos setenta y nueve = En el caserío denominado “La Playa” jurisdicción de la parroquia de Bailadores, se ha principiado a edificar una Capilla, con las limosnas que los fieles voluntariamente ofrecen como testimonio de su veneración y gratitud al Santo a quien dicha Capilla está dedicada. Este es el glorioso San Vicente Ferrer cuya milagrosa imagen hasta hoy se ha venerado en un sitio que no es el más cómodo para recibir las veneraciones que de todas partes recurren a visitarla = Piadosa es la obra en verdad, y dignas de alabanza los que la han emprendido. Más para que los trabajos se hagan con regularidad y se lleve cuenta de la inversión de los fondos, no porque temamos malversación de ellos sino para satisfacción del público, hemos resuelto en uso de nuestras facultades ordinarias nombrar a un Administrador o Mayordomo de aquella obra pía, el cual recaude y administre los fondos y dirija los trabajos = Entre los sujetos que pudieran ser nombrados al efecto, nos hemos confiado en U. confiando que no rehusará a aceptar este compromiso, el cual no le impone otros deberes que los que hasta ahora espontáneamente ha estado desempeñando. Estos son. Colectar las donaciones que hicieren los fieles en favor de la obra e invertirlas en su objeto. Dirigir los trabajos por sí mismo, o hacer contractas generales o particulares con alarifes o personas capaces de llevarla a cabo. En fin llevar una cuenta del ingreso, egreso y existencia de los fondos en un libro al que se le dará principio con el inventario de lo que exista perteneciente a la Capilla. Este inventario lo hará él con asistencia del Admor y dos testigos = Concluidos los trabajos y bendecida la Capilla, se hará con la mayor solemnidad posible la traslación de la Santa Imagen, del oratorio donde hoy está a dicha Capilla. Todo lo que en el mencionado oratorio se encuentre perteneciente al culto del Santo, ya se trasladarán a la nueva Capilla y será materia de inventario = Practicada la traslación, podrá ser demolido el antiguo oratorio y los materiales vendidos a beneficio de la misma obra pía = Bendecida que haya sido la Capilla quedará habilitada al culto público con el carácter de iglesia filial sometida a la jurisdicción del párroco de Bailadores = aguardamos cuanto antes la contestación favorable de esta nota = De U. atto. Servidor = Tomas Zerpa=
Es copia
Bailadores setiembre 9 de 1885
El Cura Gabriel Gómez

         El acta lleva por título “Capilla de La Playa”, sin embargo, ya al finalizar denota la nueva nomenclatura de la misma, que ahora sería “Iglesia Filial”. Este documento es en realidad la copia de una carta enviada desde Bailadores al Señor José de Jesús Méndez Medina, de fecha 26 de julio de 1879, donde se le explica que en La Playa se ha iniciado la construcción de una Capilla para el culto a San Vicente Ferrer. El motivo por el cual se inicia dicha construcción es porque la imagen del santo estaba ubicada en un lugar incómodo para recibir a los fieles, esta incomodidad pudo haber sido más por la lejanía del lugar que por el espacio en sí donde estuviera la antigua capilla u “oratorio”, se estaría pensando entonces en las ruinas ubicadas hoy en día en el sector San Vicente.
     
    Más adelante el escrito solicita al Señor José de Jesús Méndez Medina que ejerza el cargo de “Mayordomo” o “Administrador” de la construcción, con el objetivo de que se lleve de la mejor manera la recolección de donativos y la inversión de los mismos en la obra, contratando a los respectivos alarifes o maestros de obra, capacitados para emplear la técnica del tapiado en la construcción. Además de esto, debía dar apertura a un libro que contendría explícitamente los ingresos y egresos de la construcción, así como el inventario de todo lo que existiese en la antigua capilla que a su vez pasaría a formar parte de la nueva capilla.

         Lo curioso de este texto es que menciona la posible demolición del antiguo oratorio, una vez estuviera terminada y bendecida la nueva construcción, cosa que no vendría a concordar con la realidad, porque las mencionadas ruinas en San Vicente están en pie todavía, a pesar de que sean sólo grandes paredes de tapia, estas no parecen haber sufrido una “demolición”, o tal vez sí un desmantelamiento del techo, ventanas y puertas.

         La carta concluye haciendo énfasis al Señor José de Jesús, para que conteste a esa petición de encargarse de la construcción de la capilla, además la firma el Cura Tomás Zerpa, Párroco de Bailadores para el año de 1879, pero la asienta en el Libro de Gobierno el Cura Gabriel Gómez, Párroco de Bailadores, el 9 de septiembre de 1885, es decir, seis años después.
P.A
García


[1] Fany Paredes, Sonia Sarmiento, Daniel Mercades. (2001). Bailadores: Pueblo y Parroquia. Mérida, Venezuela. Archivo Arquidiocesano de Mérida-AAM.

No hay comentarios:

Publicar un comentario