viernes, 1 de noviembre de 2019

Sobre cómo se forma la geografía de La Playa, Bailadores

LA PLAYA, BAILADORES. ORIGEN
        
La Playa en 2015
 Introducción

Presentar algún comentario sobre la historia de La Playa, en principio no es tarea fácil, porque se trata de un pueblo con mucha historia que contar, pero con pocos registros escritos que lo testifiquen. En los actuales textos sobre La Playa siguen habiendo lagunas que son necesarias aclarar para que, definitivamente se puedan concretar datos históricos más precisos de esta población. Lo que en esta investigación interesa es presentar algunas reflexiones históricas sobre el pueblo, tomando en cuenta y enriqueciendo lo que ya se ha dicho hasta los momentos.

         A continuación se explica a manera de análisis, la historia geográfica del pueblo de La Playa, para ello se basará la investigación principalmente en los relatos de Fray Pedro Simón, en su libro Noticias Historiales de Venezuela, donde se recoge lo acontecido en el terremoto de La Grita, ocurrido para principios del año 1610. Para este análisis se apreciarán los estudios realizados al respecto por otros autores playenses, como el Profesor Alejandro Castillo y el Geógrafo José Herrera, quienes llevan la delantera en la interpretación de este texto de Fray Pedro Simón.

         ¿Quién fue Fray Pedro Simón?

Es necesario conocer al autor de los relatos más remotos de La Playa, a saber, Fray Pedro Simón, el cual era natural de San Lorenzo de la Parrilla, Cuenca, España. Su padre se llamaba Pedro Simón Ordoño y su madre Ana Domínguez, con lo cual se ha conseguido nombre y apellido al autor que primero hace referencia sobre los terrenos en los que actualmente está La Playa: Fray Pedro Simón Ordoño Domínguez. Su fecha de nacimiento se ha precisado para el año 1574, lo que indica que, contaba con al menos 38 años de edad cuando pasó por estas tierras, en 1612. Era religioso de la Orden Franciscana. Para 1604 llega de España a tierras venezolanas, siendo su primer puerto la isla de Margarita. En 1612 se traslada de Bogotá por los Andes venezolanos, pasando por La Grita, Bailadores, Mérida, entre otras ciudades del momento, luego en 1613 regresa a Bogotá por el mismo camino. La fecha de la publicación de sus Noticias Historiales de Venezuela se sitúa para 1627, con lo que se pierden rastros de su vida, hubo de morir en tierras americanas.

         El testimonio escrito de Fray Pedro Simón

A continuación, para hacer el breve estudio, es necesario presentarles el texto íntegro de Fray Pedro Simón, que se mostrará en cursiva, pero que al mismo tiempo llevará en negrita los temas de interés explicativo que más adelante se desarrollarán.

CAPÍTULO XXXV

III- VUELA UN CERRO DE UNA PARTE A OTRA CON EL TERREMOTO EN EL VALLE DE LOS BAILADORES

3- En este mismo y a la misma hora se acrecentó otra de las más notables que hemos oído hayan sucedido en el mundo. Y fue que en el valle de los Bailadores, que corre, como dijimos, Norte Sur, a la mitad de él, a seis leguas de la ciudad, de la cordillera que demora a la mano izquierda voló la mitad de un valentísimo cerro, como si fuera de pluma, y casi a la mano derecha quedó plantado a la mitad del valle, haciendo, con el golpe que dio en la cordillera contraria, una notable abertura. Como también lo era la que quedó en el asiento de donde se levantó el cerro, por donde comenzó luego a salir un buen golpe de agua que permaneció en sus corrientes algunos días. Con que se acrecentó el rebalso que hizo el río del valle con el asiento del cerro, quedando rebalsadas y haciendo un tan valiente y fondable laguna, que podían nadar en ella muy gruesos navíos, pues estuvo rebalsado sin que saliera gota de la mucha que entraba (por ser el río de más de dos bueyes de agua), desde este día hasta el de San Juan del mismo año. Que rompiendo por un lado, salió tan impetuosamente que, con dispendio de mucho ganado mayor que andaba seguro a la parte de abajo y de algunos sembrados de maíz y tabaco, se extendió por todo el valle. Que junta esta pérdida con la que sucedió de otras más de quinientas cabezas del mismo ganado que cogió el cerro debajo, cuando asentó el valle, no fue pequeña. Aunque muy mayor la de haber cogido debajo tres muchachos españoles de hasta diez o doce años y un indio gandul que estaba con ellos, a la sazón, a la mitad del sitio donde quedó plantado. Que con estos dos hijos y un sobrino de Francisco de Escalante, que quedaron enterrados entre las ruinas de una casa, que también cayó en el mismo valle, y los muchos que murieron, españoles e indios, hombres y mujeres, en la ciudad y otras partes, pasaron de sesenta personas, que para las pocas que tiene aquella tierra, fue muy gran cantidad.

En este mismo y a la misma hora: en los párrafos previos a este numeral III del capítulo XXXV, Fray Pedro Simón deja claro que el terremoto de La Grita ocurrió el tres de febrero, día de San Blas, en el año 1610, a las tres de la tarde, cuando la tierra se movía como las aguas del mar cuando están inquietas. Para esta época La Grita ya contaba con un Alcalde, que se llamaba Benito Rosal, con un cura, dos Iglesias y un convento. Las mujeres de La Grita en aquel día estaban unas reunidas con la madre del cura que venía de la ciudad de Mérida y otras en casa de una mujer honrada que estaba recién parida.

Voló la mitad de un valentísimo cerro: como ya se dijo anteriormente, en la Revista de La Playa una Visión al futuro (1999), del Profesor Alejandro Castillo, se ubica este cerro valentísimo como parte de las montañas de la parte norte de La Playa, donde hoy día se le conoce como Las Barrancas de Don Víctor Sánchez, lugar geográfico al que se le aplicará toda explicación hecha por Fray Pedro Simón.

Un buen golpe de agua: puede estar haciendo mención de la quebrada La Arenosa, en la parte alta del sector Las Delicias. Quien observe desde esta perspectiva hacia abajo, notará como en el sector El Volcán, hay un pequeño cerro de piedras, el cual pudo haberse formado allí por las crecidas de esta quebrada, o por el mismo deslizamiento del valentísimo cerro en 1610.

Se acrecentó el rebalso que hizo el río: Fray Pedro Simón especifica que son dos corrientes de agua las que van llenando la represa que se forma al deslizarse el cerro y quedar plantado a la mitad del valle, una es la recién formada quebrada “La Arenosa”, y la otra es el mismo río que baja de Bailadores, el río Zarzales o río Mocotíes.

Tan valiente y fondable laguna: en este apartado, puede darse razón al nombre que lleva el pueblo, pues, como lo refiere Fray Pedro Simón, en la laguna que se formó en el valle, podían navegar gruesos navíos, lo que deja a pensar que todo el territorio sobre el cual se asienta hoy en día la población de La Playa, estuvo bajo agua, razón por la que la geografía del lugar sea plana, semi-inclinada, arenosa y pantanosa.

Que rompiendo por un lado: este “lado” por donde salió toda el agua, puede ubicarse hoy en día en la llamada curva “Sogamoso”, que está frente a la antigua planta eléctrica de los Mora, en el sector El Volcán. Fray Pedro Simón precisa que para el día de San Juan del mismo año, es decir, para el 24 de junio de 1610, rompió la represa de agua, la cual duró un aproximado de cuatro meses y más en formación, de allí que algunos piensen que los pocos habitantes del lugar tuvieron que mudarse hacia zonas más altas, para no quedar sumergidos bajo el agua.

Los muchos que murieron: como es de suponer, la zona del valle, para el momento, ya era habitada por indios y españoles. Fray Pedro Simón menciona la pérdida de siembras de maíz y tabaco, al igual que ganado y un número superior a las sesenta personas fallecidas, entre indios y españoles, jóvenes y adultos, incluso menciona la existencia de una casa, lo que deja a pensar que por la zona al menos ya habían haciendas, probablemente trabajadas por indios y administradas por españoles opresores. Y no solamente esto, además de lo acotado, también es fácil concluir que los datos de Fray Pedro Simón son más precisos, cuanto más atrevidas estas conclusiones, pues se menciona que los pequeños fallecidos eran familiares de Francisco de Escalante, quien pudo haber sido el dueño del ganado, tabacales y cañaverales destruidos por el cerro asentado el 3 de febrero y por el embalse reventado meses después, el 24 de junio, haciéndose casi evidente precisar que para el momento del terremoto, los terrenos donde hoy en día está La Playa, eran sin más el tranquilo lugar de la hacienda de este tal Francisco de Escalante, desde donde, seguramente, pudo observar sus tierras extendidas en el valle abajo, hoy tupidamente habitadas por el sector El Llano de Tovar.

Con los relatos de Fray Pedro Simón se puede tener una visión arcaica de lo que era antes el Valle del río Zarzales, y terrenos donde hoy está el pueblo de La Playa. Es posible pensar que una vez vaciada la represa haya quedado un lugar plano y cómodo para habitar. La Playa, en el actual lugar donde está, pudo haberse fundado para mediados del año 1610, o incluso unos años más tarde, al normalizarse el terreno que estuvo bajo agua.

Pero no es preciso hablar propiamente de fundación más que de poblamiento, pues no se conoce ninguna partida fundacional, y no esperemos que aparezca, ya que en los límites demarcados sobre la Villa de los Bailadores, la meseta playense es determinada como parte constitutiva del mismo pueblo o Villa.

P.A
García

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