lunes, 4 de noviembre de 2019

Sobre la devoción a San Vicente Ferrer en La Playa

SAN VICENTE FERRER DE LA PLAYA

Ruinas de la primera iglesia a San Vicente
Ferrer en La Playa

Este tema es innovador, precisamente porque no hay nada escrito, a pesar de que sea de interés común saber cómo llegó originalmente a La Playa la devoción a este santo español dominico[1]. Sobre el tema realmente se sabe muy poco, lo que se ha escuchado en el pueblo a los más ancianos, es que La Playa desde siempre ha contado con San Vicente Ferrer como santo Patrono, incluso, prueba de ello es la existencia de unas antiguas ruinas, paredes de tapia, que según comentan y afirman algunos, pertenecieron a lo que fue una primitiva Capilla dedicada seguramente a San Vicente Ferrer, la misma se encontraba ubicada en lo que hoy en día es el Sector San Vicente, posiblemente en ese lugar, se dio inicio a la fe de un pueblo que posteriormente se trasladó un poco más abajo, al lugar más plano, una vez vaciado el dique que se formó como consecuencia del terremoto.

Efectivamente existen tales ruinas de una construcción rectangular, y estas ruinas parecen ser la prueba más fiel de que en La Playa, desde épocas pasadas, se daba culto a Dios, dentro de la religión Católica, las mismas encarnan un espacio bastante considerable y propicio a la hora de imaginarse a una feligresía reunida allí, para el Culto Divino.

Al conocerse el lugar de las ruinas[2] se pueden notar paredes anchas, más o menos altas, como de unos 3 metros aproximadamente, al parecer la parte de la fachada ya no existe, solo puede notarse un escalón que posiblemente demarque el suelo de la capilla por dentro. De igual manera es imposible precisar de qué material estaba cubierto el techo de la capilla, lo más probable es que pudo haber sido de paja, sin abandonar la posibilidad de que haya sido de tejas un poco más elaboradas.

Al pie de las paredes de tapia puede observarse un “sócalo” o base de piedras, sobre el cual se levanta la pared (tapia), en las mismas paredes y un poco cerca de lo que pudo haber sido el altar mayor puede notarse unas aberturas, como especies de nichos donde colocar imágenes de bulto o pinturas, tal y como hay en la Iglesia actual que está abajo en el pueblo.

En la pared del fondo, que debió servir de retablo, se percibe la figura de un antiguo altar retablo, ese pudo ser el lugar donde se celebraba la Misa (de espaldas al pueblo) y donde reposaría por largos años la imagen de San Vicente Ferrer. Del lado izquierdo del altar o presbiterio está la abertura de una puerta. Las tapias en pie no reflejan indicios de que hayan existido ventanas.

Es posible deducir que detrás de la antigua iglesia haya existido un cementerio, ya que, como lo narran los habitantes del Sector, en trabajos agrícolas al remover la tierra se ha conseguido osamenta humana, lo que indica que el pueblo se estableció en ese lugar por largo período de tiempo. Además de ello, manifiestan la existencia de numerosas casas antiguas, las cuales han ido desapareciendo con el paso de los años y el abandono de sus moradores.

Ahora, volviendo al tema de la devoción y la presencia del Santo, se transcribe a continuación lo que se ha conseguido en una amarillenta hoja trascrita a máquina, que reposaba en el Despacho Parroquial de La Playa, la cual trata de reseñar en brevísimas palabras la devoción a San Vicente Ferrer en La Playa, sin embargo no dice mucho:

SAN VICENTE FERRER EN LA PLAYA: No sabemos desde cuando tiene La Playa a San Vicente Ferrer como patrón. Probablemente algún misionero dominico que vino por estos lugares quiso que tuviésemos por patrón a un santo de su congregación. Dicen los más viejos que La Playa antigua estaba en lo que hoy es San Vicente y que de allí bajaron esta “Tablita” a la Iglesia. La antigüedad de esta “Tablita” prueba que ya nuestros antepasados le rezaron y le encomendaron todos sus trabajos, esfuerzos y afanes. Es justo pues que también nosotros hagamos lo mismo.[3]

Este texto menciona la existencia de una “tablita” y ésta no es otra que la que se encuentra en la Iglesia en un dificultoso nicho de madera, es conocida por todos, es además la imagen[4] del santo Patrono que visita todos los sectores durante la novena previa a la Fiesta Patronal de todos los años, por lo que se expone a la intemperie, razón por la cual pueda estar deteriorándose progresivamente.

 Sería propicio que sea reubicada esta misteriosa pintura de San Vicente Ferrer, a un lugar donde sea más fácil su contemplación y veneración, un espacio digno y un nicho que lo muestre y no que lo esconda. De igual manera sería justo que se tomara en cuenta la iniciativa de recuperar, limpiar y redescubrir el lugar de las ruinas de la antigua iglesia o capilla y ver la forma de conservarlas o incluso de restaurarlas, para así conservar el patrimonio eclesiástico y la historia de una Parroquia que sí tiene que contar, historias, costumbres y tradiciones, pero que lo que hace falta es rescatar todo eso, tomando en cuenta y valorando el pasado.

P.A
García



[1] Más adelante se hará una biografía de San Vicente Ferrer con su Novena y devocionario.
[2] Estas antiguas paredes de tapia se encuentran en la propiedad del Señor Pedro Salas e hijos, en el Sector San Vicente, han sufrido alteraciones por parte de la misma familia dueña de los terrenos.
[3] De este documento sólo se posee una fotografía, el papel original se traspapeló y aún no se ha conseguido.
[4] Esta imagen pintada sobre una tabla de madera mide aproximadamente 48cm de alto por 33cm de ancho, parece haber sido “restaurada” o mejor dicho alterada, en la misma puede notarse el cambio de color en algunas partes de la capa negra del santo, además del fondo del mismo.

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