VIRGO CLEMENS
En la Apostólica de la Inmaculada
Concepción de los Legionarios de Cristo, donde estudie desde 2011 a 2013, se
tiene por costumbre, en el mes de mayo, que cada joven realice un texto panegírico
sobre una letanía de la Santísima Virgen María, el mismo debe ser aprendido de
memoria y debe ser recitado en el comedor a la hora del almuerzo, a las 2:00pm.
Mi segundo panegírico lo realicé sobre la Virgen
Clemente, y en aquel momento preparé un discurso breve y bastante sencillo, no
es el modelo a profesar sobre la clemencia de María Santísima, sin embargo, no
deja de ser cierto lo que allí relaté.
Panegírico
significa encomio, apología, ensalzamiento, loa, alabanza.
Con fecha 03 de mayo de 2013 les presento el texto
íntegro, siendo fiel al original que guardo también con celo.
Virgen
Clemente:
Para ninguno de nosotros es un secreto
que después de nuestra muerte recibiremos una retribución eterna, en un juicio
particular, realizado por Cristo, el que imparte justicia.
Sabemos también que, es en ese momento,
en el que finaliza nuestra peregrinación por este mundo, cuando se nos pedirán
cuentas de todo lo que hemos realizado en cada minuto de la vida pasada, y de
cómo aprovechamos esas cualidades y dones que Dios nos dio para hacer crecer su
Reino entre los hombres y para nuestra propia salvación.
Imaginémonos pues, ante Cristo Juez. ¿Qué
le diremos?, ¿acaso quiero justificar mi conducta? En un parpadear, Cristo
examina toda nuestra existencia, nos sentimos aplastados por el peso de
nuestros pecados, parece que ya no hay oportunidad de gozar eternamente el
cielo, ya siento que soy arrojado al lugar del castigo, escucho mis dientes
rechinar de desesperación, cuando aparece majestuosamente la Bienaventurada
Virgen María, Madre de Jesucristo nuestro Dios y Señor, Ella que es la Virgen
Clemente, nos da la real esperanza con su poderosa presencia e intercesión.
Según el Diccionario de la Lengua
Española, la clemencia es la virtud que modera el rigor de la justicia, pero
María va más allá de lo conceptual.
Lo que caracteriza a la Virgen María es
simplemente una mirada de amor, solo con esto Ella logra llegar y penetrar el
Sacratísimo Corazón de su Hijo, lleno de Misericordia, e interceder por un alma
que está a punto a ser condenada a una eternidad de sufrimientos
indescriptibles, que sólo con pensarlo se angustia nuestra alma.
María, la Virgen Clemente es la primera
que festeja la llegada del hijo prodigo a la casa del padre, ella es la primera
a la que se le ocurre preparar el gran banquete para celebrar que uno de sus
hijos ha regresado, ella es la que busca en el closet celestial la mejor
vestidura, las mejores sandalias y el anillo más lujoso y se encarga de
arreglarnos para contemplar la luz del rostro de Dios.
Después, sumisa en profunda humildad,
comparte con nosotros y con todos los ángeles y santos la alegría de la cual
ella fue promotora.
Y, ¿por qué tenemos esa certeza de que
María pueda lograr semejante petición? Porque en la anunciación, el Arcángel
Gabriel le dijo que había hallado gracia delante de Dios, y efectivamente, ella
siempre halla gracia y tiene el derecho y el amor de madre, porque su Hijo le
obedece cuanto le pide, y en razón de esto ella es la omnipotente suplicante.
Ahora hermanos, mi invitación es a hacer
esta pequeña oración con gran confianza y humildad, sabiendo que será escuchada
por Dios:
Oh
María, Virgen Clemente, acuérdate de mí y asiste como abogada defensora a la
cita definitiva en la que se decide mi eternidad.
Virgen
Clemente, ruega por nosotros.
P.A
García
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