lunes, 11 de febrero de 2019

La Vaguada del Mocotíes. Viernes 11 de febrero de 2005.

CUANDO EL RÍO HABLÓ…

      
      Se conoce como la “Vaguada del Mocotíes” a aquel desastre natural ocurrido el viernes 11 de febrero de 2005, cuando las lluvias no cesaron de caer sobre las montañas de los municipios Rivas Dávila, Tovar y Antonio Pinto Salinas, y a su vez una “tromba marina” azotó al Valle del Mocotíes al sur del estado Mérida, ocasionando una gran pérdida de vidas humanas por las inundaciones que el río Mocotíes provocó.

Con este lamentable suceso también se perdieron los bienes materiales de aquellos que habían edificado sus casas en las proximidades del río y las quebradas que lo alimentan, pero, lo más triste fue el vacío que quedó en las familias, pues muchos hombres y mujeres, ancianos y niños perdieron sus vidas, algunos de ellos tuvieron una sepultura digna, otros permanecieron en calidad de desaparecidos durante varios años, y, hasta el día de hoy sus cuerpos no han sido encontrados.

       A continuación quiero narrar desde mi propia perspectiva los hechos ocurridos aquel día inolvidable para los habitantes del Valle del Mocotíes.

       El jueves 10 de febrero, por la noche, la lluvia cerró la jornada diaria. En casa después de cenar y ver un rato la televisión nos dispusimos a dormir; ninguno se imaginó que al día siguiente seríamos testigos de una catástrofe, para algunos sin precedentes, pero para otros, los más mayores, desde hacía 50 años que no ocurría. Ese jueves hubo quienes escucharon por la radio un programa en el que intervenía el Sr. Alcalde de Rivas Dávila, que para el momento era el Dr. Carlos Andrés Pérez Medina, donde alertaba la aproximación de una gran masa de agua que era probable se precipitara sobre el municipio, por lo que se recomendaba tomar las previsiones necesarias.

       En toda la noche la lluvia no cesó. Al llegar el viernes por la madrugada, aproximadamente a las 2:00am, un ruido perturbador nos despertó a todos en la casa; el choque de las piedras que el río traía era tal que más nadie pudo conciliar el sueño, y en esta situación no estábamos solos, pues los vecinos también se percataron de la situación y entonces decidimos salir a ver qué sucedía. Aunque la lluvia ya había cesado y solamente permanecía una suave brisa, el río seguía bramando con furia.

       Nos pusimos de acuerdo y caminamos en dirección a la Plaza Bolívar, la Iglesia estaba abierta, algunas personas llegaban y allí conversaban lo que estaba sucediendo, nosotros nos fuimos por la calle principal y vimos cómo prácticamente el río venía por la carretera, moviendo gran cantidad de troncos y artefactos eléctricos grandes como neveras, cocinas, lavadoras entre otros objetos. La desesperación y la tristeza se apoderaron de los presentes, pues estaba ocurriendo un desastre que dejó sin hogar a varias personas en La Playa, sin pensar en el resto que habitaban desde Tovar hasta Santa Cruz de Mora.

       Esa misma madrugada llegaron a refugiarse a la Iglesia varias familias que habían perdido sus hogares, recuerdo ver llegar a gente llorando desconsoladamente, se rumoraba ya la desaparición de varios niños. Más adelante supimos que había fallecido un par de niños en las primeras casas que arrasó el agua en el sector Barrotes.

       Para ese momento, el Cura Párroco de La Playa era el Pbro. Alfredo Uzcátegui, quien en compañía de la patrulla policial se dedicó toda esa madrugada a buscar a los damnificados para darles refugio en la Iglesia, al día siguiente fueron ubicados en la Escuela “Flor de Maldonado”.

       Al amanecer de ese viernes 11 de febrero, decidimos ir a caminar para el sector Playa Arriba y San Vicente. El ambiente era terrorífico, vimos cómo algunas personas rescataban lo poco que les había quedado en sus casas en ruinas, las más afortunadas solamente sacaban el agua de sus casas con una escoba. Recuerdo perfectamente cómo había animales muertos, descuartizados por piedras y troncos, también algunos vehículos quedaron totalmente enterrados y molidos.

       Cuando íbamos cerca del sector San Vicente escuchamos que estaban desenterrando a una niña, al parecer estaba viva, en seguida la llevaron en hombros hasta el Hospital de Bailadores, la habían encontrado metida en un tronco, el cual le cubrió del agua que pasaba por encima y por los lados. Todos manifestaron que era un milagro que hubiese sobrevivido.

       Mientras caminábamos impresionados por la situación, a alguien se le ocurrió decir que venía otra vaguada desde La Grita, y que arrasaría con todo a su paso. Esto lo decían para ahuyentar a la gente, pues hubo quienes aprovecharon la oportunidad para hurtar lo que consiguieran por el camino.

       También supimos que Tovar se volvió un caos completo cuando escucharon decir que el dique de La Playa se había reventado, y que acabaría con toda la ciudad, por lo que la gente dejó lo que estaba haciendo para correr hacia los lugares más altos de Tovar, como el sector El Corozo. Lo que pocos sabían es que en La Playa “El Dique” es el nombre de un sector, que en su mayoría estaba ocupado por siembras de hortalizas y caña.

       En los días siguientes a la vaguada, se veía constantemente en la televisión las imágenes que TCT  y ZeaTV capturaron de lo ocurrido, cuya cortina musical fue aborrecida por nuestra generación, pues al escucharla nos trasladaba de inmediato a aquel profundo dolor.

       Recuerdo también que para esos días aterrizó un helicóptero en el estacionamiento de la Escuela, dicho aterrizaje fue sinónimo del fin del mundo, pues el helicóptero sobrevoló el pueblo a muy corta altura, lo que aterrorizó a más de uno; en la casa, por ejemplo, el viento de aquel monstruoso aparato hizo volar algunas piezas del tejado. En ese helicóptero llegó el sr. Gobernador para el momento, Florencio Porras, quien visitó toda la zona.

       El protagonismo de la Iglesia Católica también fue resaltante, pues a través de Cáritas se le brindó apoyo humanitario a todos los afectados. La Iglesia de La Playa fue un centro importante de acopio de ropa y alimentos, los cuales fueron distribuidos de manera equitativa entre todos los necesitados.

       Fernando, un compañero de clases y mi “mejor amigo” para el momento fue afectado, mi mamá intentó hablar con su familia para que le permitieran ir a pasar unos días en mi casa, ante la negativa de su madre nos despedimos con profundo dolor, él estaría con su madre y sus hermanas en una casa que les había brindado refugio a todos.

       Los días posteriores al 11 de febrero fueron muy tristes, cada día se tenían más malas noticias, pues el número de los desaparecidos y de los fallecidos aumentaban sin piedad.

       Mons. Luis Alfonso Márquez también se hizo presente para socorrer con la ayuda humanitaria, él lo hacía desde Cáritas Venezuela, sin embargo, por ahí se supo de alguna mujer que hacía propaganda política valiéndose de la ayuda de la Iglesia, pues la despachaba con camisetas distintivas al partido del Gobierno, lo que trajo consigo un pequeño inconveniente, pues el Obispo, al intentar amonestarla terminó él ofendido, pues aquella dama le mandó quitar el solideo, ya que el color del mismo le era ofensivo.

P.A
García

domingo, 10 de febrero de 2019

El poeta quinoero, Antonio Dávila. El Quinó, estado Mérida

EL QUINÓ

Esto me puse a pensar
Acostadito en mi cama
Que se cumplen cincuenta años
De IMPARQUES Sierra Nevada

En el año 1952
Se promueve este programa
Con un favor especial
Al cuido de la montaña

El que descubrió este estudio
Sí pensaba en el mañana
Si está vivo, que goce de mucho éxito
Si está muerto, que en buena parte mi Dios
y le conserve su alma

porque no hay cosa más grande en el mundo
a como es la montaña
es la madre de la flora
es la madre de la fauna
el alimento especial
para mantener el agua

ahora quiero que me oigan
esta gente ciudadana
que se cumplen cincuenta años
de IMPARQUES Sierra Nevada

ahora la comunidad de El Quinó
pasa de siglos y siglos
y ni se sabe ni por quién sería fundada

pues durante este programa
nosotros quedamos en el medio de dos ríos
rodeados de montañas
donde somos grandes ricos
en la flora y en la fauna

donde vivimos pendientes
del cuido de la montaña
pero de todos los gobiernos
es la comunidad que vive más olvidada

por el descuido que nos tienen
toda esta gente ciudadana
vivimos los quinoeros
con una vida así amarga

la escuelita de nosotros
no sirve para nada
el dispensario tampoco
que es donde la gente sana

no tenemos una cárcel para detener
una persona malvada
tenemos un pequeño acueducto
y en el verano, todos quedamos sin agua

la luz eléctrica de nosotros
es una triste lámpara
el puente de pasar el río
es unos palos y el modelo de tablas
el camino de nosotros
casi no puede pasar
ni una burrita con carga

pero imagínese señores
cuando se enferma una persona
en especial una dama
que esté sufriendo de parto
que no se puede hacer nada

es subirla en unos palos
colocarla en una hamaca
donde se van esos hombres
caminando a pura pata

que le suenan los talones
como haciendo tarrutaca
se bañan de sudor
se le seca la garganta
con ocho horas de camino
para llegar a tierra llana
donde están los hospitales
que es donde la gente sana

pues así es gobernador
y su IMPARQUES nacional
acuérdenos una plata
para arreglar un buen camino
así sea a pico y pala

ya que somos campesinos
pero personas humanas
ahora espero que escuchen
lo que el poeta les habla
si quieren saber mi nombre
yo me llamo Antonio Dávila.



Coplas de la Noche Diocesana. 24 de octubre de 2016


NOCHE DIOCESANA



Sean todos bienvenidos
A la Noche Diocesana
Lo que puedes hacer hoy
No lo dejes para mañana.

Vamos a hacer un recorrido
Para conocer cada región
Por eso lo que les pido
Es que presten mucha atención.

A nuestro Dios agradecemos
Que nos libra de todo mal
Y al comenzar esta noche
La presencia del Cardenal.

Sabemos que las campanas
Están en el campanario
Pero lo que no sabemos
Es la historia del Seminario

Escuchemos bien atentos
La reseña y construcción
De esta casa que es hermosa
Nuestro hogar e institución.

Sacerdotes y seminaristas
Todos aquí reunidos
Abróchense los cinturones
Que empezamos el recorrido.

Quisiera decirles a los niños
Que no hagan lo que les venga en gana
Prohibido sacar las manos
Y las cabezas por las ventanas.

Abríguense bien mi gente
Pues iremos a gran altura
Cada metro que se asciende
Baja la temperatura.

Ahora montados todos
En el taxi cuatro por cuatro
Arranquemos lentamente
La parada es el teatro.

Señores un momentico
Le agradezco al taxi que pare
Hemos llegado a la región
De Barinas y Guanare

A Guanare representa
La Coromoto y sus aves
A Barinas por desgracia
La representa Hugo Chávez

Vámonos para Machiques
Que la cosa se pone buena
Mientras vamos escuchando
Esta música que suena.

Señores hemos llegado
A la segunda parada
Machiques aquí los recibe
Los dejo con mi camarada.

Aprendimos muchas cosas
Ya nos quisiéramos quedar
Pero la noche se acorta
Y debemos continuar.

Vamos hacia una Diócesis
Que contagia de alegría
Si les hablo del calor
Todos dicen es El Vigía.

Muchas gracias compañeros
Por eso que han compartido
Le agradezco no se queden
Que seguimos el recorrido.

No quisiera pecar de adulante
Pero lo mejor nos espera
La Arquidiócesis de Mérida
Como siempre que se esmera.

Antes ya de despedirme
Quiero aprovechar de decir
Unas ideas muy comunes
Que deseo compartir.

Diciembre y Semana Santa
Ya nos mandan de misiones
Pero pa´ vender revistas
Y los bonos, y los guiones.

Gracias al seminario
Por darnos la formación
De futuros sacerdotes
Para esta querida nación.

El que persevera alcanza
Pero hay algo que no comprendo
Después de tantos intentos
No se logró el referendo.

Esa gente está evitando
Es que haya un velorio
Que se vayan preparando
Pues habrá revocatorio.

Ahora los invitamos
A lo que no podemos perder
Después de tantas palabras
Es necesario comer.

Gracias por su atención
Me despido con alegría
Fue un placer para mí guiarlos
Mi nombre es Pedro García.


P.A
García



San Pablo, Apóstol de los gentiles.


¿POR QUÉ ME PERSIGUES?

       De la vida de san Pablo hay un hecho que me llama la atención, y es que Pablo, convertido del judaísmo más radical, pasa a ser el apóstol más dinámico del cristianismo primitivo. Pablo se llama así mismo “Apóstol de Jesucristo”, igualándose a los Doce, sin embargo, es un hombre respetuoso, pues como lo indica Hch 15,2 Pablo subió con Bernabé a Jerusalén para hablar con los Apóstoles sobre el tema de la circuncisión.

       No es de esperar que un hombre como Pablo, que aún con toda su formación en la doctrina de Jesús de Nazaret, se someta a la autoridad de Pedro, quien más adelante sería reprendido por él mismo.

       De san Pablo es hermoso su celo por el Evangelio, su insistencia por trasmitir a Cristo, su franqueza y humildad, pero también su valor para enfrentar adversidades con tal de ganar a Cristo (cf. Fil 3,8). Con Pablo se aprende a ser un apasionado por la fe y la predicación del Evangelio, como él mismo lo recomendó a Timoteo: “Proclama la Palabra, insiste a tiempo y a destiempo…” (2 Tm 4,2), y es tal su entrega vocacional, que se atreve a afirmar que ya no es él, sino que es Cristo el que vive en él (cf. Gal 2,20).

        A este hombre no le interesa desentonar en la normalidad de su época, pues es consciente de que su predicación de Cristo crucificado es “escándalo para los judíos y necedad para los gentiles” (1 Cor 1,23). Pablo, el Apóstol de las gentes, el misionero infatigable, tiene mucho que decirnos a los hombres que optamos por la entrega libre, total y alegre a Jesucristo el Señor.

       Finalmente, es Pablo un ejemplo de confianza plena en el Señor, pues a pesar de tantas adversidades vividas y sufridas, es capaz de expresar, como fruto de su vida en Dios: “todo lo puedo en Aquel que me conforta” (Fil 4,13).

       A continuación un texto paulino y su breve comentario:
       Gálatas 2,11-14

       Mas, cuando vino Cefas a Antioquía, me enfrenté con él cara a cara, porque era digno de reprensión. Pues antes que llegaran algunos del grupo de Santiago, comía en compañía de los gentiles; pero una vez que aquéllos llegaron, se le vio recatarse y separarse por temor de los circuncisos. Y los demás judíos le imitaron en su simulación, hasta el punto de que el mismo Bernabé se vio arrastrado por la simulación de ellos. Pero en cuanto vi que no procedían con rectitud, según la verdad del Evangelio, dije a Cefas en presencia de todos: «Si tú, siendo judío, vives como gentil y no como judío, ¿cómo fuerzas a los gentiles a judaizar?»

        Queridos hermanos seminaristas. Entender la corrección fraterna como proceso de la caridad cristiana no es tarea fácil, sin embargo, iluminados por la carta a los Gálatas (2, 11-14), podemos tener una visión más clara de lo que significa esta obra de misericordia espiritual: “corregir al que yerra”.

       El texto nos ubica en la visita de san Pedro a Antioquía, donde es enfrentado por Pablo, pues “era digno de reprensión”. Aquí lo importante no es saber que Pedro estaba obrando mal, sino la iniciativa de Pablo en enfrentarlo y corregirlo, pues de otra manera, Pedro hubiese seguido en el error, trayendo malas consecuencias a las comunidades cristianas.

       En este contexto, Pablo es consciente de que debe aclarar la situación y lo hace impulsado por un gran amor a sus hermanos, pues al ver que uno sufrían a causa del tema de la circuncisión, ve oportuno erradicar de una vez para siempre la división que esto implicaba.

        De igual manera, queridos hermanos seminaristas, debemos educarnos para aplicar la corrección fraterna en nuestra comunidad, a ejemplo de Pablo, que consideró “digno de reprensión” a Pedro, siendo éste el Príncipe de los Apóstoles. Pero, no debemos olvidar las palabras del Señor en Mateo 7,3: “¿Cómo es que miras la brizna que hay en el ojo de tu hermano, y no reparas la viga que hay en tu ojo?”, esto no es otra cosa que una solemne invitación a estar en vela, pendientes primero de nosotros mismos antes que ir a los demás.

En conclusión, el secreto de una sana corrección fraterna es la caridad, el motivo justo y temeroso a la vez, con que se hace la reprensión. Dios no ayude en esto, y el ejemplo de María Santísima, que también supo hablar a su hijo: “¿Por qué nos has hecho esto?” Lc 2,48, a manera de corrección, pero también para que se manifestara la grandeza del Mesías.

P.A
García