CRIMEN EN LAS DELICIAS
Mató a las hijastras,
estranguló a su mujer y la picó en pedacitos.
El dantesco asesinato de dos niñas y su madre, aún mantiene
conmocionada a la gente de los estados Mérida y Táchira… La escalofriante
historia narrada por (omito el nombre)
(37), camionero de oficio, parece sacada de una novela de terror… En medio del
mayor cinismo y con suma tranquilidad, confesó antes la Fiscal Noveno de La
Fría que “había estrangulado y picado en pedacitos a su mujer”, luego que ésta
le confesara que había asesinado a sus dos pequeñas hijas de 7 y 11 años de
edad… Los restos los metió en unos sacos, los roció con cal viva y los colocó
en el baño de la casa, a la espera de la oportunidad de deshacerse de ellos…
Creen que inventó ese cuento para tratar de justificar el espantoso crimen…
La
Fría (especial).-
La escalofriante historia de (omito el nombre) tiene visos de duda. Muchos aseguran que ni él
mismo se la cree. Pero dentro de su desequilibrio sicológico, posiblemente esa
sea la tabla de que se aferra para tratar de justificar un crimen por demás
espantoso: el asesinato de su mujer Ana Ruth Castellanos García (32) y las
hijas de ésta, Ana Ruth Rivas Castellanos (7) y Reyna Geranina Rivas
Castellanos (11), hecho registrado en una humilde vivienda rural del sector Las
Delicias, parroquia Gerónimo Maldonado (La Playa) del municipio merideño Rivas
Dávila.
Tal como fuera reseñado, (omito
el nombre), tal vez aturdido por los remordimientos, acudió a la Fiscal
Noveno de La Fría –estado Táchira- y dijo que venía a entregarse porque había
asesinado a su mujer, Ana Ruth Castellanos, con quien tenía algún tiempo de
convivencia.
La historia fue de terror. Dijo que en momentos en que se
desplazaba por Carretera Panamericana, por el sector Caño Azul del estado
Táchira, su mujer le hizo una grave confesión que lo volvió loco. Le dijo que,
debido a la discusión que ellos habían sostenido el domingo, había matado a sus
dos hijas y enterrado en un terreno aledaño al estadio de la comunidad de La
Playa, ubicado en las cercanías de su residencia.
Ante aquella grave confesión sobre el asesinato de las
hijastras, dijo que enloqueció y agarró por el cuello a su mujer hasta causarle
la muerte por estrangulamiento.
Posteriormente se dirigió hasta su casa en el sector Las
Delicias, donde tenían viviendo nueve meses, y colocó el cadáver en el baño,
procediendo a “picarla en pedacitos” con un cuchillo de cocina. Luego colocó
las partes en dos costales y los cubrió con cal viva, a la espera de que
llegara la noche para deshacerse de las mismas.
Pero las espantosas imágenes del asesinato bullían en su
conciencia y optó por entregarse a la justicia, relatando todo lo acontecido.
Así mismo, llevó a una comisión conjunta de la PTJ de La Fría y de Tovar hasta
el lugar de los hechos, así como al sitio donde las niñas habían sido enterradas.
Los cadáveres de las menores en las adyacencias del campo
deportivo, en el recodo de un pequeño muro de concreto, cubiertos con numerosas
piedras.
Aunque (omito el
nombre) todavía no lo había confesado, los detectives de la PTJ tienen la
sospecha de que el camionero es el autor del triple crimen, estimando que el
mismo fue cometido entre las 6:00 de la tarde y las 8:00 de la noche del
domingo 4 de junio (del año 2000).
Es posible que el camionero, quien es nativo de La Playa,
estuviera bajo los efectos del alcohol o de alguna sustancia sicotrópica cuando
asesinó a as hijastras y la mujer. Pero al recuperar la razón y percatarse de
lo que había hecho, inventó esa historia para justificar el dantesco crimen,
que había actuado bajo un estado de intenso dolor.
Trascendió que Ana Ruth Castellanos García, así como sus
hijas, eran nativas del oriente del país, donde en uno de sus tantos viajes
como camionero la conoció (omito el
nombre), quien posteriormente se la llevó a vivir a La Playa.
Transcrito del papel
periódico original por Pedro Andrés García Barillas, 04 de junio de 2021, (21
años después de ocurridos los hechos).
P.A
García
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