jueves, 28 de abril de 2016

Hábitos de amor

CAMINO HACIA LA ESPIRITUALIDAD


Hay personas que llegan a la ancianidad y se ostentan en decir que desde su infancia, en su relación con Dios, le repiten unas mismas palabras, lo que viene a ser como sus lemas personales o epitafios, pues bien, misteriosamente yo, desde hace varios años (no muchos) hasta el sol de hoy, he repetido unas mismas palabras a Dios, que más que simples palabras sin sentido, son jaculatorias.

La jaculatoria que digo cada mañana al despertar es: Gracias Señor por este nuevo día, aumenta mi fe, mi vida de gracia y mi vocación. Todos los días, después de apagar la alarma despertadora, que suena rutinariamente a las 5:30am, con los ojos aun adormecidos y haciéndome la señal de la cruz tres veces, me dirijo por primera vez al Señor con esas palabras, que he labrado desde mis tiempos de seminarista menor.

Gracias Señor por este nuevo día. Lo primero que pronuncio es una corta pero profunda acción de gracias a Dios, pues es así como reconozco que es el Señor el que me ha dado la vida y el que me permite vivir cada día como una nueva oportunidad para ser mejor. Me han enseñado a ser agradecido con Dios, creo firmemente que todo cuanto poseo lo he  recibido por pura bondad y misericordia suya.

Aumenta mi fe. Después de dar las gracias, viene esta primera petición, y lo hago porque así me doy cuenta de que la fe no es otra cosa que un don de Dios. Fe que quiero aumentar todos los días y de la cual me siento profundamente orgulloso. Viva la fe católica, que no es una fe impuesta, sino un regalo recibido.

Mi vida de gracia. Desde siempre, o al menos desde que empecé a creer en Dios con conciencia, he considerado de suma importancia la vida de gracia, entendiéndola como la relación íntima de un alma enamorada de Dios. Esta es, pues, mi segunda petición al Señor, que aumente mi vida de gracia, pues solo así puedo ser fiel instrumento suyo, para la construcción del Reino y la salvación de las almas.

Mi vocación. El servicio visto desde el ministerio sacerdotal es el llamado que he recibido de Dios. No ha sido una opción de vida, no es algo que yo he decidido, sino que es la respuesta al llamado amoroso de Dios, que me invita a ser otro Cristo en la tierra. Por eso todas las mañanas eso le pido, que aumente mi vocación, que renueve su llamado, para sentirme cada vez más comprometido con él y con su pueblo.

Tengo otra jaculatoria, ésta es la que más repito interiormente para el Señor durante el día, dice así: Perdón Señor por todos mis pecados, dame la gracia de serte fiel en todo momento, de vivir unido a ti y de corresponderte con mis obras. Amén. Suelo rezarla mientras hago la genuflexión para saludar o despedir al Santísimo Sacramento en el Tabernáculo.

Perdón Señor por todos mis pecados. Esta frase viene a constituir un auténtico acto de humildad, pues ante la santidad única de Dios, me debo reconocer esencialmente pecador, solo así seré capaz de reconocer mis faltas y por ende corregirlas.

Dame la gracia de serte fiel en todo momento. Como todo buen hijo de Dios, me gusta pedirle en la oración, es por eso que esta frase trato de pronunciarla interiormente con la mayor suavidad posible, disfrutando el momento, pues le pido la gracia de la fidelidad que no es otra cosa que una sincera lealtad hecha por amor.

Vivir unido a ti. Ser de Dios o pretender serlo algún día implica darlo todo, sin reservas ni hipocresía, por ello le pido a Dios que yo viva siempre unido a él, fiel en el cumplimiento de su voluntad.

Corresponderte con mis obras. Dar respuesta al amor de Dios con el mismo amor hacia él y hacia los demás. Amor que no puede quedarse solo en palabras, sino que al llegar a la praxis, se retornan en obras, de esas que edifican a los demás, y dan testimonio de la propia conversión.

Tengo de igual manera, una frase evangélica con la que más me identifico, se encuentra en el Evangelio según san Juan, capítulo 21, versículo 17, el cual reza: “Señor tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero” esta es la respuesta del apóstol Pedro ante la interrogación de Jesús, cuando después de la resurrección le interpeló tres veces, preguntándole si lo amaba. En esta frase Jesús encarga por tres veces a Pedro el cuidado de sus ovejas, hay algo que es necesario resaltar, las ovejas que cuida Pedro, y en Pedro todos los Pastores, no son suyas, son las ovejas del Señor.

Gracias Señor por tanta bondad, gracias por llamarme a ser discípulo tuyo, gracias por encomendarme tú rebaño, con tu ayuda y bendición, las llevaré al cielo a todas, y ni una sola de tus ovejas se perderá. Amén.

P.A.
García


martes, 26 de abril de 2016

¿Cómo nació mi Blog?

EL VIERNES, 18 DE SEPTIEMBRE DE 2015

Durante un Retiro Espiritual

         Desde que ingresé al Seminario Mayor de Mérida, a mi mente llegó la idea de escribir, pero, ¿qué escribir? y ¿dónde escribir? porque lo escrito, escrito está, pero es necesario darlo a conocer. Este deseo se vio animado cuando en una de las materias del pensum del año Propedéutico nos exigían como tarea semanal la entrega de un artículo propio escrito a mano, el tema era libre, como máximo de extensión una cuartilla y se evaluaba ortografía, redacción, coherencia entre otros.

Durante ese año introductorio (2013-1014), escribí varios artículos, en primer lugar para cumplir con la tarea de dicha materia aunque también como hábito. Las notas nunca fueron bajas, y no por eso me considero un experto escritor, sino que los buenos resultados fueron clave para seguir escribiendo, aun cuando existen muchas cosas por mejorar; creo que lo importante es que el mensaje llegue, pero, no se puede obviar el método y la elegancia al trasmitirlo.

El tiempo fue pasando, y con esto de las misiones y las celebraciones de la Palabra, empecé a escribir las reflexiones sobre las lecturas del día, que comprende el Evangelio, lecturas del Nuevo y Antiguo Testamento y personalmente incluía el salmo responsorial. Todavía no puedo llamarlas “Homilías”, ya que el término es únicamente aplicable a la producción de un sacerdote, pero tengo escritas a mano varias reflexiones de la Palabra, y asumo pasarlas a digital, ya tendré lugar para ello.

En septiembre de 2015, estando en mi Parroquia de origen realizaba las celebraciones de la Palabra, ya que el Párroco estaba de viaje visitando a sus familiares. Llegó el glorioso día 11 de septiembre Solemnidad de Nuestra Señora de Coromoto, Patrona de Venezuela y me dispuse a escribir la reflexión de ese día. Todo salió muy bien, trate de ser lo más sintético posible y de una vez la escribí en mi computador, pues no quería perder el texto, ya que me sentí conforme con lo que allí había desarrollado.

Días después recibí la visita de un amigo, de esos pocos con los que se pasan las horas hablando de cosas productivas y este me comenta que en su parroquia publican, en un Blog, las informaciones de la Iglesia, al que todos pueden tener acceso, ya que es un lugar en internet. En ese momento supe que eso era lo que yo estaba esperando, (casi que una revelación divina), un lugar donde publicar lo que escribo y que otras personas tuviesen acceso a mis textos, por eso la idea de un Blog fue lo mejor para canalizar estas ansias de escribir.

Con la valiosísima ayuda de este amigo mío, la noche del viernes, 18 de septiembre de 2015, cree mi Blog personal. La primera publicación fue, sin duda alguna, la “Homilía” en la Solemnidad de Nuestra Señora de Coromoto, pues en mi corazón está la Virgen María, bajo esa hermosa advocación, y además era el único texto de mi autoría que tenía a la mano.  

         Al principio este Blog, era un poco difícil de manejar, pero con el tiempo fui aprendiendo y hoy en día me es agradable publicar mis “entradas”. He tenido como reglamento personal divulgar producciones estrictamente mías, aunque para no ser tan rígido conmigo mismo, algún artículo podrá ser de otro.

         Agradezco muchísimo a ese amigo, el haberme enseñado estas cosas del Blogger, lo que he aprendido no lo he callado, al contrario, he colaborado con la creación y administración de otros Blogs. Con notable periodicidad leo otros Blogs, como por ejemplo el del Padre Fortea, quien con sus diarias publicaciones ha sido un estímulo para mantenerme perseverante.

P.A.
García

sábado, 23 de abril de 2016

Encuentro de Monaguillos


Una experiencia inolvidable

Monaguillos de la Parroquia San Vicente Ferrer de La Playa
Colegio de Monaguillos del Santuario Nuestra Señora de la Candelaria de Bailadores

Fue todo un éxito este “XIV Encuentro y Jubileo de los Monaguillos de la Arquidiócesis de Mérida” A la actividad, que se llevó a cabo en las instalaciones del Seminario Arquidiocesano San Buenaventura, asistieron más de quinientos veinte monaguillos de las diversas parroquias y rectorías de la Arquidiócesis, esta cantidad superó las expectativas.

En esta oportunidad, la temática del encuentro se basó en las obras de misericordia, por lo que se ubicaron estaciones donde los grupos de servidores del altar, previamente organizados por edades,  realizaron dinámicas y reflexionaron sobre cada una de estas obras, espirituales y corporales, que encuentran su fundamento en las Sagradas Escrituras.

Los padres y representantes de los monaguillos, participaron en una estupenda charla dirigida por el Pbro. John Emir Dugarte, Párroco de San Miguel Arcángel de Jají, donde tuvieron la oportunidad de compartir experiencias de fe.

Del Seminario de Mérida, se salió en peregrinación hasta la Catedral, con cantos de alegría y gritos de júbilos la ciudad de Mérida sintió el fervor de estos niños, jóvenes y adultos que sirven a Jesús en la liturgia de la Iglesia. Los monaguillos cruzaron la Puerta Santa de la Misericordia y participaron en la Eucaristía.


Monseñor Torres esperó a los Monaguillos frente a la Puerta Santa de la Catedral de Mérida



En la Eucaristía

El Obispo Auxiliar, Monseñor Alfredo Torres, en la homilía pronunciada en la Santa Iglesia Catedral, exhortó a los Colegios de Monaguillos a seguir formándose como verdaderos servidores del altar y a participar con perseverancia y organización en el servicio. El prelado felicitó a los párrocos por la labor pastoral que hacen con los Colegios de Monaguillos de sus parroquias y recordó que los monaguillos deben ser en este año testigos de la misericordia de Dios.

El encargado de la Pastoral de los Monaguillos de nuestra Arquidiócesis de Mérida, Pbro. William Vázquez, leyó un mensaje enviado por nuestro Arzobispo, Monseñor Baltazar Porras, quien por obligaciones en la C.E.V. (Conferencia Episcopal Venezolana), no pudo acompañar a los monaguillos, sin embargo, les dirigió un mensaje de cercanía y afecto.


Julio Montero, Monaguillo de La Playa

En esta actividad, y con motivo del Año de la Misericordia, se bendijo una Cruz de madera que estará visitando cada una de las parroquias; el Colegio de Monaguillos de Santa Lucia de Timotes, por ser el grupo más numeroso, fue el primero en llevar la santa cruz del Jubileo. Parroquias como Nuestra Señora de la Candelaria de Bailadores y San Miguel Arcángel de Jají compiten paralelamente en la cantidad de acólitos.

Muy animados y contentos quedaron los monaguillos, pues realmente disfrutaron de una experiencia inolvidable, compartieron  con otros jóvenes y recordaron que Dios nos pide que le amemos a Él primeramente y a los demás como a nosotros mismos.

El Padre William Vázquez agradeció el esfuerzo que los seminaristas realizaron para efectuar este XIV Encuentro de Monaguillos, fueron varias horas de minucioso trabajo y planificación que se demostró, sin duda alguna, en el éxito de esta actividad.



A todos Dios les pague y nos vemos en el XV Encuentro!!!

P.A.
García

viernes, 8 de abril de 2016

El 5 de Julio de 1811

Monólogo de Francisco de Miranda, el 5 de julio de 1811


         Caracas, la ciudad de los techos rojos y capital de la Capitanía General de Venezuela, fue el escenario del mejor de los hechos que contribuyó a que estas tierras fueran libres e independientes. Yo soy Sebastián Francisco de Miranda y voy a narrarles lo que aconteció aquel 5 de julio de 1811.

         ¡Señores! Ya en mi pensamiento de hombre independiente, se había enclavado la gloriosa semilla de la libertad, semilla que rompió a crecer con el apoyo de grandes venezolanos dentro de los que es justo mencionar a Bolívar, el Libertador y Padre de la Patria.

Simón Bolívar y yo fuimos los que iniciamos la apasionante lucha por ver rotas las cadenas españolas, sin mencionar a otros hombres visionarios como nosotros, por ejemplo José María España, cuya participación también fue clave.

Les recuerdo que el 19 de abril de 1810, un grito de libertad se escuchó en Caracas, Emparan decide dejar el mando, pues él era impuesto por el recién montado gobierno francés y los venezolanos no quisimos aceptarlo, corrió el tiempo y un día como hoy, 5 de julio del año 1811 me dirigí rápidamente al lugar donde estaba el Congreso reunido, al llegar al salón, que era la Capilla de Santa Rosa de Lima, aquel espacio acogedor alimentado por tres grandes ventanales, me encuentro sorpresivamente con Cristóbal Mendoza, el Presidente de turno, quien reflejaba en su rostro la preocupación de tener que enfrentar situaciones tan delicadas, pues se respiraba un ambiente de total inestabilidad dentro del mismo cuerpo de diputados, debido a la presión que la mayoría de estos hacía para declarar solemnemente la independencia de Venezuela, ya que la discusión se había iniciado el 3 de julio de ese mismo año.

         Aquellos diputados alzaban sus voces, pues se sentían opacados por el gran sentimiento libertario, que cobró mayor empuje con mi llegada. Los clérigos hacían de mediadores, aun cuando algunos de ellos manifestaban sus pareceres políticos. Mi primera intención, al ver aquel número de varones desesperados, era la de hablar en nombre de la libertad, de la cual yo me sentía el primer representante y portavoz.

         Los diputados conversaban apresuradamente, hablaban con destacada maestría sobre métodos eficaces para legislar la república naciente, recuerdo claramente la presencia de nueve sacerdotes, todos patriotas y firmantes del Acta. El representante de Barinas, el sacerdote merideño Ignacio Fernández Peña, quien tiempo después se convertiría en primer Rector de la Ilustre Universidad de los Andes, fue uno de los que llevó la delantera en esta recta opinión, pues se destacaba en su compromiso con el bienestar de todos los venezolanos. “Los nueve eclesiásticos electos diputados, probaron entonces al rivalizar con los próceres civiles en cordura, ciencia y esclarecido patriotismo”  

¡Señores! Yo ese día estaba inmensamente alegre, no tenía palabras para describir aquel momento. Cuando se escuchó en aquella Capilla, en voz de Juan Antonio Rodríguez: “Venezuela libre e Independiente”, todos aplaudimos en señal de aprobación, fue un aplauso prolongado, parecía que no queríamos culminarlo, ya éramos libres, aunque tuvimos que luchar durante otros años más para reafirmarlo con nuestra propia sangre y la de los jóvenes.

En aquel momento gozoso, Caracas estaba siendo partícipe de la emancipación de toda la nación, y con Caracas la América toda y el mundo entero supieron que en Venezuela se había declarado la Independencia ese día, 5 de julio de 1811, el cual me llena de satisfacción recordar, y en ese mismo instante se designó al diputado Juan Germán Roscio y al secretario del Congreso, Francisco Isnardi la redacción del Acta que todos debíamos firmar.

Uno por uno, de todos los presentes, fue reflexionando que declarar la Independencia de Venezuela era poner fin definitivamente a la encarecida disputa de largas horas. Aquellas mesas revestidas con enrojecidos manteles, fueron testigos de la gran concertación, uno por uno fueron estampando sus firmas en el Acta, las cuales quedarían como manifestación de la unidad de pensamiento que forjó esta nación, recuerdo que hasta el 18 de julio firmó el último diputado.

           Mi memoria me hace ver que el texto iniciaba así: En el nombre de Dios Todopoderoso, nosotros, los representantes de las Provincias Unidas de Caracas, Cumaná, Barinas, Margarita, Barcelona, Mérida y Trujillo, que forman la Confederación americana de Venezuela en el continente meridional, reunidos en Congreso, y considerando la plena y absoluta posesión de nuestros derechos, que recobramos justa y legítimamente desde el 19 de abril de 1810… y así hasta dar con el punto que hoy queremos celebrar y del cual yo mismo fui testigo presencial y vivencial.

         ¡Señores! la historia a veces es cruel, pues olvida los detalles, sin los cuales no se lograría lo que todos con mayor facilidad recuerdan. Nuestra historia debe conocerse, debe inculcarse en los más pequeños, para que cuando crezcan tengan de que sentirse orgullosos. Yo soy Sebastián Francisco de Miranda, el creador de la Bandera Nacional y les he contado desde mi propia experiencia como sucedió lo que todos ustedes celebran hoy.

         Y así fue como en esa Capilla, con la mayor elegancia y moderación, con la presencia de civiles y eclesiásticos, firmamos el Acta, reconocimos que con nuestra firma de venezolanos podíamos hacer cambiar las cosas, del mal para el bien, de la opresión a la libertad. ¡Viva Venezuela libre y soberana!

P.A.
García

jueves, 7 de abril de 2016

El Encuentro de Monaguillos de la Arquidiócesis de Mérida

MONAGUILLOS TESTIGOS DE
 LA MISERICORDIA
De Monaguillo en La Playa, junto a Monseñor Luis Alfonso Márquez

         Monaguillo, es aquel niño que ama tanto a nuestro Señor Jesucristo, que se anima a servirle más de cerca, en el Altar, en el sagrado Sacrificio de la Eucaristía. El monaguillo debe sentirse personalmente llamado por Jesús, porque él mismo dijo: “dejad que los niños vengan a mí y no se lo impidáis; porque de los que son como éstos es el Reino de Dios” (Lc 18, 16), en esta frase, se presenta todo el amor que Dios tiene por los niños y partiendo de las Sagradas Escrituras, el monaguillo encuentra su razón de ser en la vida de la Iglesia y su participación y estrecha colaboración en la Sagrada Liturgia Católica.

El alba es para el servidor del altar, su identificación, es como el traje de gala para la fiesta con el Rey, la porta con dignidad y se esfuerza por mantenerla siempre pulcra, para resaltar la belleza de la liturgia, así lo expresa el Himno de los Monaguillos cuando canta que “la liturgia es más solemne cuando el monaguillo está” y pone clara la misión del monaguillo que no es otra cosa que “servir, serviam” es decir, en contraposición a la desobediencia del demonio que dijo a Dios “no serviré, non serviam

El cíngulo por su parte, quiere significar que el monaguillo está atado a Cristo, y que desea hacer la voluntad de Dios, no la propia.

Monaguillos, aprendamos juntos a comprender que: “Jesús se esconde en el Santísimo Sacramento del altar, para que nos atrevamos a tratarle, para ser el sustento nuestro, con el fin de que nos hagamos una sola cosa con El” (San Josemaría Escrivá), es por eso que el monaguillo está llamado a ser profundamente eucarístico, ya que su servicio lo presta es primordialmente a Jesús Sacramentado.

Nuestro santo Patrono, San Tarsicio, desgastó su vida por servir al Señor, movidos por su ejemplo, también los monaguillos, deben desgastar su vida por estar cerca de Jesús todos los días, para amarle devotamente y para servirle eficientemente, porque en esto se centra la misión de los servidores del Altar, en Amar y Servir.

El sacerdote, al cual el monaguillo le ayuda en las Eucaristías, hace las veces de Cristo en la administración de los sacramentos, es por eso que a él, como ministro ordenado, le debemos una mayor reverencia y respeto, ya que es el instrumento de Dios para distribuir sus gracias a la humanidad.

La Arquidiócesis de Mérida invita al XIV Encuentro de Monaguillos el cual tiene por lema “Monaguillos Testigos  de la Misericordia” te esperamos este sábado 23 de abril de 2016 en el Seminario Arquidiocesano San Buenaventura. Para mayor información, comunícate con los siguientes números: 0426 972 16 27 / 0275 252 96 33

Monaguillos, recordemos que debemos ser “servidores de la luz, servidores del altar, siempre cerca de Jesús, con alegría y bondad”


P.A.
García


martes, 5 de abril de 2016

Lecturas en la Fiesta de San Vicente Ferrer

LITURGIA DE LA PALABRA


Monitor: Isaías exalta la labor de quien predica la Salvación que procede de Dios. San Vicente Ferrer fue un gran predicador, fue un verdadero mensajero que anunciaba la paz, que descubría el poder del brazo de Dios con sus milagros y prodigios. Escuchemos.

1ª LECTURA (Is. 52, 7-10)
Lectura del libro del profeta Isaías.

¡Qué hermoso es ver correr sobre los montes al mensajero que anuncia la paz, al mensajero que trae la buena nueva, que pregona la salvación, que dice a Sión: “Tu Dios es rey”!
Escucha: Tus centinelas alzan la voz y todos a una gritan alborozados, porque ven con sus propios ojos al Señor, que retorna a Sión.
Prorrumpan en gritos de alegría, ruinas de Jerusalén, porque el Señor rescata a su pueblo, consuela a Jerusalén.
Descubre el Señor su santo brazo a la vista de todas las naciones. Verá la tierra entera la salvación que viene de nuestro Dios. 

Palabra de Dios.
Te alabamos Señor.


SALMO RESPONSORIAL (39)
R. / Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

L. /  Con una gran confianza esperé en el Señor; él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor. Él me puso en la boca un cantico nuevo, un himno a nuestro Dios. /R
R. / Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

L. / Sacrificios y ofrendas ya no quieres, en cambio me has dejado oír tu voz;  no pides expiaciones ni holocaustos, así que dije: “Aquí estoy”./R
R. / Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

L. /  En el libro sagrado se me ordena cumplir lo que tú mandas. Me agrada hacer tu voluntad, Dios mío, es la entraña de mi entraña. /R
R. / Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

L. / He dado a conocer tu salvación ante todo tu pueblo; tú bien sabes, Señor, que no guardé silencio. /R
R. / Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

Monitor: Para san Pablo, en su segunda carta a Timoteo, los verdaderos seguidores de Jesucristo tienen que dar real testimonio de lo que creen, viven y celebran, cumpliendo su trabajo evangelizador y desempeñando a la perfección la tarea encomendada, pero a la vez tienen que soportar la dura jornada y resistir a las contrariedades de este mundo por eso se les invita a permanecer fieles y desempeñando a cabalidad su ministerio.

2ª LECTURA (2 Tm. 4, 1-5)
Lectura de la segunda carta del apóstol San Pablo a Timoteo.

Querido hermano: En presencia de Dios y de Cristo Jesús, que ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos, te pido encarecidamente, por su advenimiento y por su Reino, que anuncies la palabra; insiste a tiempo y a destiempo; convence, reprende y exhorta con toda paciencia y sabiduría.
Porque vendrá un tiempo en que los hombres no soportarán la doctrina sana, sino que, arrastrados por sus propias pasiones, se rodearán de maestros que les halaguen el oído; se harán sordos a la verdad y sólo escucharán las fábulas.
Tú, en cambio, sé siempre prudente, soporta los sufrimientos, cumple tu trabajo de evangelizador y desempeña a la perfección tu ministerio.

Palabra de Dios.
Te alabamos Señor.

Monitor: El evangelista san Lucas, nos presenta una comparación clara de lo que debe ser el cristiano de nuestros tiempos: siervo atento a cumplir su deber de anunciar la buena nueva y ser de ir más allá que un simple anuncio, su vida debe convertirse en el fiel abogado de su predicación. Tal como lo hizo san Vicente Ferrer. Escuchemos después del canto.


EVANGELIO (Lc 12, 35-40)
Proclamación del santo Evangelio según san Lucas
Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Estén listos, con la túnica puesta y las lámparas encendidas. Sean semejantes a los criados que están esperando a que su señor regrese de la boda, para abrirle en cuanto llegue y toque. Dichosos aquellos a quienes su señor, al llegar, encuentre en vela. Yo les aseguro que se recogerá la túnica, los hará sentar a la mesa y él mismo les servirá. Y si llega a medianoche o a la madrugada y los encuentra en vela, dichosos ellos.
Fíjense en esto: Si un padre de familia supiera a qué hora va a venir el ladrón, estaría vigilando y no dejaría que se le metiera por un boquete en su casa. Pues también ustedes estén preparados, porque a la hora menos lo piensen vendrá el hijo del Hombre”.

Palabra del Señor
Gloria a ti, señor, Jesús.

(Video de la Parroquia)
https://www.youtube.com/watch?v=uMKwMLsulhA

P.A.
García