viernes, 30 de abril de 2021

El Padrenuestro en Quechua


“YAYAYKU”

    En la oración dominical (Mateo 6, 9-13) encontramos las palabras dirigidas por Jesús al Padre y enseñadas a sus apóstoles. Esta oración, que originalmente fue pronunciada en arameo por el Mesías, es actualmente recitada en todas las lenguas del mundo, guardando el mismo significado de alabanza y petición a Dios, como signo de que todos los pueblos llaman Padre a Dios, espiritualidad que fraterniza a los hombres desde sus diferentes culturas e idiosincrasia. A continuación el texto oficial del Padrenuestro en Quechua, lengua indígena del Perú, según la Arquidiócesis de Lima.

Dios-Yaya, Dios churi, Dios Espíritu Santo. Hinataq kachun Jesús. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Yayayku hanaq-pachakunapi kaq,

Padre nuestro, que estás en el cielo,

Sutiyki much´asqa kachun

Santificado sea tu nombre

Qhapaq kayniyki noqaykuman hamuchun

Venga a nosotros tu Reino

Munayniyki rurasqa kachun

Hágase tu voluntad

Imaynan hanaq pachapi hinallataq kay pachapipas

Así en la tierra como en el cielo

P´unchayninkuna T´antaykuta kunan qowayku

Danos hoy nuestro pan de cada día

Huchaykutari panpachapuwayku

Perdona nuestras ofensas

Imaynan noqaykupas noqaykuman hina

Como también nosotros perdonamos

Huchallikuqkunata panpachayku hina

A los que nos ofenden

Amataq kachariwaykuchu wateqayman urmaynaykupaq

Y no nos dejes caer en la tentación

Yallinraq tucuy mana allinmanta qespichiwaycu

Y líbranos del mal

Hinataq kachun Jesús

Amén.

 

P.A

García

miércoles, 21 de abril de 2021

¡El padre se robó una cuchara!

“LA CUCHARA DE LA VERDAD”

Eran casi las 8:00 p.m., y el padre Martín terminaba de celebrar la Santa Misa diaria; había tenido una jornada ajetreada, en la mañana visitó algunos enfermos y por la tarde mantuvo una larga reunión con sus catequistas; cuando parecía que ya no tenía ningún compromiso, vibró en su bolsillo el teléfono móvil, era la llamada de una familia cercana a su parroquia, quienes le habían invitado a cenar.

El padre Martín, considerando la grata amistad con sus feligreses, ejemplares en la vida sacramental, siempre disponibles con la Iglesia y atentos en sus necesidades personales, y a pesar del natural cansancio de ese día, decidió hacer su último esfuerzo y acudió a aquella cena. La conversación estuvo muy amena, la comida exquisita, y el postre lo aceptó para llevar.

Culminada la cena, el padre Martín abandonó el lugar, los esposos lo despidieron muy amables en la entrada de su hogar. Minutos más tarde, la señora de la casa recogió la mesa y notó que una cuchara le faltaba. No podía creerlo, pues se trataba de la cubertería de plata que usaban en ocasiones especiales, y esa noche el único externo a la familia había sido el padre Martín. Consternada y casi segura de lo que había pasado, decidió comentarlo a su esposo, quien juzgó con los mismos criterios aquella situación. Ambos se molestaron con el sacerdote y a partir de ese momento ya no fueron iguales.

Durante todo un año estuvieron molestos y distanciados de la parroquia, pero un buen día decidieron invitar al sacerdote otra vez para cenar. El padre Martín acudió y se comportó de la manera más natural, pues todavía los tenía por amigos, pero algo andaba mal, el ambiente de esa noche estaba muy tenso, ya no era como antes. El señor de la casa no pudo aguantar más y le preguntó: ¿Padre, usted se robó la cuchara el año pasado?, y el sacerdote le contestó: “no, te la puse dentro de la Biblia”.

Esta interesante historia, sin preocuparnos de que sea cierta o falsa, relata la realidad de muchas familias católicas, en las que se vive la fe de una manera mecánica, tratando de demostrar a los demás lo buenos que son, lo cumplidores que se mantienen con las cosas de la Iglesia, lo atentos y amables con sus pastores, pero lo poco preocupados por leer las Sagradas Escrituras, y por ende, el innegable desconocimiento de la Palabra de Dios.

San Jerónimo, el traductor de la Biblia al latín, decía que el desconocimiento de las Sagradas Escrituras era el desconocimiento de Cristo mismo. Pues bien, muy acertada esta sentencia, pues el relato bíblico en general es de carácter cristocéntrico, es decir, que tiene como fundamento de toda la Revelación a la Persona de nuestro Señor Jesucristo, Hijo de Dios, Salvador y Redentor del mundo.

Biblia es una palabra griega que significa “libros”, los cuales fueron escritos por inspiración divina y en ellos Dios es el protagonista, pero, no es que en estos libros se nos hable de Dios, sino que es Dios mismo el que nos habla a través de estos libros, por eso, cuando asistimos a Misa, las lecturas que son proclamadas solemnemente desde el púlpito, siempre terminan con la frase: “Palabra de Dios”, y es que en realidad, el lector que está ahí, frente a toda la asamblea reunida, presta su voz a Dios para hablar al pueblo fiel.

Los católicos de este siglo XXI debemos dedicarnos más a la lectura de la Biblia. No podemos conformarnos solamente con asistir a Misa los domingos, o hacer obras de caridad al prójimo, todo esto ciertamente que es muy importante, pero, la Palabra de Dios es la fuente de inspiración para que obremos lo que a Dios agrada. Ese texto voluminoso que poseemos en nuestros hogares, y que muchas veces no cambia de página durante años, como en el caso de la historia relatada, debe ser desempolvado por nuestras manos, cuando nos dispongamos a conocer a Cristo en la lectura bíblica.

El católico que abre la Biblia y dedica algún tiempo de su jornada para leerla, recibe de Dios el don del entendimiento, que le hace capaz de comprender las cuestiones más sencillas y las más dificultosas del texto sagrado, y de no ser así, recibe la fortaleza para acudir a los entendidos en la materia y buscar respuestas a sus interrogantes. Pero, la Biblia no es un libro de ciencia, o de historia, o de geografía, que deba ser leído para ser entendido en su totalidad. La Biblia contiene la Revelación de Dios, que ante todo es un Misterio, y los misterios no son entendidos, sino creídos.

Finalmente, abriéndonos a la gracia de Dios a través de la lectura bíblica, diremos como san Agustín de Hipona, “creo para entender y entiendo para creer”.

Oración

Señor Jesús, Palabra Eterna del Padre,

tú nos hablas a través de las Sagradas Escrituras.

Infúndenos la gracia de acudir a la lectura bíblica,

sabiendo que en ella escuchamos tu dulce voz,

conocemos tu voluntad,

y nos configuramos contigo.

Señor, que comprendamos ahora y por siempre,

que conocer y leer las Sagradas Escrituras,

es conocerte, seguirte y amarte a ti.

Envíanos tu Espíritu Santo,

que nos ilumine al leer tu Palabra,

y nos conduzca por el camino del bien.

Amén.

 

P.A

García

lunes, 19 de abril de 2021

Cuadernos de trabajo corregidos. Colegio Ciencias Discovery

6to grado, 19 de abril de 2021

1 Libros o (Cuadernos de Trabajo)

Es necesario realizar todas las actividades que proponen los libros (Cuaderno de Trabajo) o especificar si están desarrolladas en el cuaderno.

No debe haber espacios en blanco o actividades incompletas. Revisar todas las asignaturas.

Deben colorear las imágenes de los libros (Cuaderno de Trabajo) en la medida que vayamos viendo los temas de cada asignatura.

Deben copiar sus datos en cada hoja inicial de las asignaturas. El nombre del profesor es Pedro García. Pueden ubicar en cada asignatura una pestaña que los ayude a ubicarse.

Letra legible y evitando los errores ortográficos.

Las actividades deben realizarse con decoro y atención, no por simple cumplimiento o por salir del paso.

Deben procurar evitar los tachones o borrones en la realización de las actividades.

Los libros (Cuadernos de Trabajo) deben guardar pulcritud y limpieza.

No arrancar hojas de los libros (Cuadernos de Trabajo), ni los anillos que las sujetan.

Mantener el aspecto de los libros (Cuadernos de Trabajo) con decencia.

Empezar con las caligrafías, las mismas serán evaluadas.

La letra debe estar ligeramente inclinada hacia la derecha.

2 Cuadernos de cada asignatura

Es necesario orden y pulcritud con los cuadernos de cada asignatura.

Identificar en los cuadernos las asignaturas correspondientes con pestañas de colores.

Enumerar las hojas de los cuadernos para facilitar la corrección de los mismos.

Anotar en el cuaderno las páginas del libro que se están desarrollando.

Evitar en la medida de lo posible los borrones o tachones en los cuadernos.

Evitar los errores ortográficos y de acentuación.

Procurar una grafía legible.

Realizar las actividades del cuaderno con decoro y pulcritud.

Mantener el orden en todas las actividades de las diferentes asignaturas.

Los títulos y subtítulos subrayados oportunamente.

3 indicaciones generales

Todos los días, antes de las clases, revisar con detenimiento el horario de clases para ubicar en el libro las asignaturas que se verán en cada jornada.

Descargar oportunamente el material que se encuentre en la plataforma del colegio: cienciasdiscovery.edu.pe

Anotar en un lugar apropiado el usuario y la contraseña para ingresar a la plataforma del Colegio.

Prestar atención a las indicaciones dadas en las clases para la realización de las actividades.

Seguir instrucciones con determinación a la hora de realizar las actividades pautadas.

Leer el material.

Prestar atención a las informaciones publicadas por el chat grupal de Whatsapp, no vaciar el chat frecuentemente.

Manifestar las dudas con claridad y prontitud.

Realizar la lectura de cada día con ánimo y respeto, sin obviar líneas para adelantar el final de la lectura.

Avisar por el chat privado de Whatsapp las complicaciones de conexión o fallas de internet durante las clases.

Entregar las actividades por la tarde de cada día o jornada de clases. No dejar para después.

Tips

Copiar o imprimir el horario de clases y ubicarlo en un lugar visible para todos.

Apartarse de lugares concurridos o ruidosos a la hora de las clases o en los momentos de la realización de las tareas.

Realizar las actividades asignadas con atención y de la mejor manera para que luego sean enviadas al chat privado.

Buscar apoyo en los demás compañeros en caso de dudas.

Nota: imprimir este documento, firmar el representante y el alumno y enviar foto al chat privado del profesor.

 

P.A

García

sábado, 10 de abril de 2021

Breve Cuestionario del Imperio Inca


“Tahuantinsuyo”


         El Impero Incaico, heredero de numerosas culturas milenarias de los Andes peruanos, fue la última gran civilización indígena suramericana. De sus vestigios quedan imponentes arquitecturas, las que han soportado inflexibles las inclemencias climáticas de la región. El Quechua, particular lenguaje indígena consolidado con los incas, sigue siendo estudiado y hablado en las ciudades peruanas de la Sierra. A continuación un breve cuestionario sobre este Imperio.

¿Cuándo llegó Cristóbal Colón a América?

Cristóbal Colón llegó a América el 12 de octubre de 1492. Colón no conoció el Imperio Inca, pues murió en 1506, años antes de la llegada de los españoles al actual territorio peruano.

¿Qué significa el término “precolombino”?

Hechos y acontecimientos históricos previos a la llegada de Colón a América. El Imperio Incaico es un acontecimiento precolombino.

¿Con qué nombre autóctono es conocido el Imperio Inca?

El Imperio Inca también es conocido como “Tahuantinsuyo”.

¿Qué significa el término Tahuantinsuyo?

Tahua: cuatro; Inti: sol; Suyo: región. Tahuantinsuyo significa “Las cuatros regiones del sol”.

¿Cuándo surgió el Imperio Tahuantinsuyo?

El Imperio Tahuantinsuyo surgió en 1438.

¿Cuántos países abarcó el Imperio Tahuantinsuyo?

El Imperio Tahuantinsuyo abarcó seis países: Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina.

¿Cuántos kilómetros cuadrados abarcó el Imperio Tahuantinsuyo?

Aproximadamente 3 millones de kilómetros cuadrados.

¿Cuál fue la capital del Imperio Tahuantinsuyo?

La capital del Imperio Tahuantinsuyo fue la ciudad de Cusco.

¿Cómo era llamada la ciudad de Cusco?

La ciudad de Cusco era llamada “el ombligo del mundo”.

¿Por qué entró el declive en Imperio Tahuantinsuyo?

Por una guerra civil ocasionada por los hermanos Huásca y Atahualpa, hijos de Huayna Cápac.

¿En qué año se dio por terminado el Imperio Tahuantinsuyo?

El Imperio Tahuantinsuyo terminó en 1533.

¿Cuáles fueron las cuatro regiones del Imperio Tahuantinsuyo?

Chinchaysuyo, al noroeste; Antisuyo, al noreste; Contisuyo, al suroeste, o en el centro este y Collasuyo, al sur.

¿Qué se narra en la leyenda del Lago Titicaca?

Inca Garcilaso de la Vega en su obra "Los comentarios reales de los incas“, narra la aventura de Manco Cápac y Mama Ocllo, quienes con una vara de oro, entregada por el dios Sol salieron de las profundidades del lago Titicaca y marcharon con dirección al norte. En el lugar donde se hundiera la vara de oro, allí fundarían una ciudad, y se establecerían. Justamente la vara se hundió en el cerro Guanacaure, en el valle de Acamama; por lo tanto, la pareja decidió permanecer ahí, informándoles a los habitantes de aquellas zonas que ellos habían sido enviados por el dios Inti; y luego procedieron a enseñarles el cultivo de la tierra y el tejido. De ese modo se iniciaría la civilización incaica.

P.A

García

lunes, 5 de abril de 2021

Todo de Dios

AVAILABLE


En mi vida he conocido el llamado de Dios a través de hechos y acontecimientos que involucran personas concretas. Desde la infancia me he sentido atraído por las cosas espirituales. Hubo momentos concretos, como mi bautizo, el 23 de diciembre del año 2000, cuando contaba con 5 años de edad, donde quedé impactado por lo que se estaba realizando, el rito del bautismo, los gestos del sacerdote, etc. Otro momento que recuerdo fue la misa Exequial de mi bisabuela, el 31 de julio de 2003, recuerdo la misa de ese día, las palabras del sacerdote, la realidad de la muerte… Lo que en un principio se manifestó como una atracción o inquietud hacia la vida espiritual, se fue aclarando con el paso del tiempo. Propicia fue la catequesis de la primera confesión y la primera comunión, a la par de formar parte del colegio de monaguillos de la parroquia, para ir formándome como cristiano. El compartir cercano con el párroco del momento me ayudó a ir aclarando dudas con respecto a la vida sacerdotal, así como ir aumentando el deseo de conocer cada día más la fe y la Iglesia. En diferentes oportunidades visité el seminario de la Arquidiócesis en convivencias infantiles, ahí aprovechaba de hacer amistades y de preguntar todo lo que se me ocurría con respecto a Dios, los santos, los sacramentos y el sacerdocio.

Finalizado el tercer año de bachillerato (secundaria) ingresé al seminario menor, con 15 años de edad, el 24 de julio de 2011. Desde ese momento empezó en mi vida una hermosa etapa de formación, oración y estudio, a la cual le debo todo lo que soy y todo lo que he logrado hasta el momento. Reconozco que he sido un privilegiado de Dios, por las personas que Él ha puesto en mi camino: mi familia, quienes me apoyan incondicionalmente, sacerdotes, párrocos y formadores, quienes han prestado sus manos a Dios para moldearme cual barro en manos del alfarero, tantas amistades, jóvenes y también adultos, con quienes siempre he mantenido una estrecha relación de amistad en el respeto y la responsabilidad.

Desde que ingresé al seminario menor y luego en el mayor nunca he sentido dudas con respecto a mi llamado a la vida sacerdotal, por el contrario, cada día se ha ido fortaleciendo de una manera más firme y convincente, además de haber sido admitido como candidato a las sagradas órdenes, el 13 de julio de 2018. Estoy seguro que Dios me pide que le sirva más de cerca, como otro Cristo, y sé que Él ha sido mi principal formador en este proceso discipular y configurativo. Distintos acontecimientos en la vida me han hecho entender que Dios me da la fuerza para seguir adelante y superar cualquier dificultad. Antes he dicho que me siento un privilegiado de Dios, pues bien, así lo vuelvo a aseverar, pues todo lo que con fe le he pedido, Él me lo ha concedido, todo a su tiempo.

Quiero ser todo del Señor, no quiero nada para mí. No pido nada, no exijo nada, sólo poder cumplir lo que el Espíritu Santo me inspire en el seguimiento del Evangelio con amor y disponibilidad, por eso, manifiesto mi total disposición a ser acompañado espiritualmente y vocacionalmente en este nuevo proceso de acercamiento a la formación para el sacerdocio ministerial católico en la Arquidiócesis de Ayacucho, Perú.

P.A

García

viernes, 2 de abril de 2021

“Hoy estarás conmigo en el Paraíso” Lc 23, 43

“HODIE MECUM ERIS IN PARADISO”


         Hermanos: el evangelio de san Lucas nos demuestra en este capítulo 23, en el versículo 43, que Jesús no se cansa de hacer el bien. Nuestro Señor clavado en la cruz, después de perdonar a los que le estaban matando, abrió las puertas del cielo al buen ladrón, a quién la Tradición ha identificado con el nombre de Dimas.

         Este personaje, que fue crucificado a la derecha de Jesús, no participó de los insultos del otro ladrón, por el contrario, se dirigió a nuestro Señor para hacerle una petición: “Acuérdate de mí cuando estés en tu Reino” (Lc 23, 42).

         Dimas, lleno de humildad reconoció su pecado y esto le permitió ver con claridad que Jesús era el Santo Inocente. Las palabras del buen ladrón son el mejor ejemplo de una oración confiada; él no exige nada, no cree merecer nada de Jesús, pero confía en el Señor desde lo más profundo de su condenado corazón.

         Jesús, por su parte, sin importarle que aquel delincuente fuese judío o pagano, le responde con una frase grandiosa: “Hoy estarás conmigo en el Paraíso” (Lc 23, 43). Estas palabras garantizan a aquel condenado la salvación.

         Hermanos, nuestro Señor nos enseña, desde el madero de la cruz, a ser receptivos con todos, a perdonar, a estar dispuestos a acoger al prójimo, sin mirar condiciones, sin que nos importe el qué dirán. Jesús desde la cruz no condena a nadie, no excluye ni discrimina, por el contrario, se da a sí mismo, prometiendo lo más valioso para el hombre: la vida eterna.

         Cuántos de nosotros, que nos llamamos seguidores de Cristo, colocamos dificultades en el camino de los demás y creemos estar haciendo el bien, pero no, pues en realidad estamos completamente cegados por nuestro orgullo, por nuestro pecado.

         En este Viernes Santo, el Señor nos suplica al oído, con voz agonizante, que aprendamos a confiar en él, que aprendamos a perdonar como él lo hizo, y sobre todo, que empecemos a abrir las puertas y a acoger a los demás, ya sean conocidos o desconocidos, coterráneos o forasteros.

         Señor Jesucristo: ¡qué grande es tu ejemplo!, ¡qué recto tu proceder!, ¡qué oportuna tu enseñanza! Aun cuando estás en medio del mayor sufrimiento, te preocupas más por los demás que por ti mismo. Tú mueres crucificado en medio de dos delincuentes; dos ladrones que nos muestran cómo se puede afrontar a vida y el sufrimiento: renegando y escupiendo al cielo, como Gestas, o aprovechando todas las dificultades de nuestras vidas para madurar y crecer en el amor y la comprensión hacia los demás, como lo hizo Dimas.

         Te pedimos que, como al buen ladrón, nos ayudes a entender que lo más importante es rectificar a tiempo, acudiendo a ti con humildad y confianza. Con corazón contrito te decimos: acuérdate de nosotros, Señor, que somos pecadores. Perdónanos, porque son nuestros pecados los que te han clavado en esa cruz. Enséñanos a ofrecer nuestras miserias y sufrimientos para que podamos, con generosidad, escuchar tu palabra: “Hoy estarás conmigo en el Paraíso”.

         Hermanos: “situados en el Calvario, donde Jesús ha muerto, la experiencia de nuestros pecados personales debe conducirnos al dolor, y a una decisión más madura y más honda, la de no ofenderle nunca más” (San Josemaría Escrivá, Forja, 402).

         “Señor, a quién iremos, sólo tú tienes palabras de vida eterna” (Jn 6, 68).

         Amén.

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         Palabras pronunciadas en la Parroquia Santa Rosa de Lima de la ciudad de Ayacucho, Perú, con motivo de la Meditación de las Siete Palabras del Señor en el Viernes Santo de la Pasión del Señor.

P.A

García