lunes, 27 de junio de 2016

Un camino privilegiado para encontrarnos con Dios


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SEMINARIO SAN BUENAVENTURA
PASTORAL DE SALUD
I.A.H.U.L.A.

I N F O R M E   D E L   T R A B A J O  
P A S T O R A L 
 A Ñ O   A C A D É M I C O   2 0 1 5 – 2 0 1 6

SEMINARISTAS INTEGRANTES DE  
LA PASTORAL DE SALUD

Jaime Miguel Valera Gudiño, IV Teología
Yiner Yuset Rivas Castellano, III Filosofía
Onías Antonio Rojas Peña, III Filosofía
Juan Pablo Patiño Portillo, III Filosofía
Luis Alejandro Campo Sánchez, II Filosofía
Pedro Andrés García Barillas, II Filosofía

         Desde que fuimos designados por parte del Pbro. Edison Montilla, Encargado del área Pastoral de nuestro Seminario, a conformar el grupo de la Pastoral de Salud, supimos que nos estaban encomendando una gran misión; la noble tarea de hacer presencia eclesial en las realidades de dolor del Pueblo de Dios; el duro trabajo de escuchar y comprender a todos los enfermos que confiaban en nuestras oraciones y súplicas al Señor; el compromiso cristiano de visitarles y darles amor en la puesta en práctica de las obras de misericordia, tanto espirituales como corporales; el complicado trabajo de llevarles la Palabra de Dios para hacerles comprender que la enfermedad no es otra cosa que, un camino privilegiado para encontrarnos con Dios, que es misericordia.

         En estos cortos meses, fueron muchas las experiencias vividas, algunas impactantes, otras más llevaderas, solo sabemos que en todo momento Dios estuvo con nosotros y, con errores y dificultades, fuimos sus instrumentos de paz, serenidad y alegría en medio de tanto dolor. Ahora estamos agradecidos con Dios, por tanto amor, y por la oportunidad de reconocerlo en el enfermo.

         Con perseverancia hemos llegado al final, contentos de haber aprendido tanto, de haber conocido a tantas personas, que durante años han trabajado en el silencio, porque de eso se trata la Pastoral de la Salud, de un trabajo silencioso, que solo ve Dios y solo Él puede recompensar.

         Siguiendo con las propuestas planteadas en el Proyecto de Pastoral entregado al inicio del Año Académico 2015-2016, hacemos un balance de los frutos obtenidos y también de aquellos puntos negativos que surgieron a lo largo de nuestro trabajo Pastoral. Por tanto, la evaluación, que a continuación presentamos, se realizará aplicando la metodología de valoración F.O.D.A. (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades, Amenazas)


F O R T A L E Z A S:

1-   En primer lugar queremos afirmar que, con este trabajo pastoral, el cual fue asumido con responsabilidad, tuvimos un notable crecimiento espiritual y humano, no solo para el grupo de seminaristas, sino también para los demás agentes de la Pastoral de Salud.

2-   Hemos contado con el apoyo del Pbro. Franklin Uzcátegui y laicos que conforman la Pastoral de Salud, de igual manera con el personal de las instituciones I.A.H.U.L.A. (Instituto Autónomo Hospital Universitario de los Andes), Hospital Sor Juana Inés de la Cruz, U.L.E. (Unidad de Larga Estancia)

3-   El Pbro. Franklin Uzcátegui, Capellán de los Hospitales y encargado de la Pastoral de Salud de la Arquidiócesis de Mérida, apoyó económica y motivacionalmente al grupo de Pastoral, siendo siempre cercano a la hora de sugerirnos la mejor manera de llevar a cabo el trabajo.

4-   El personal directivo y demás trabajadores de las instituciones de salud (doctores, enfermeros, camilleros, porteros) colaboraron con la total apertura al grupo, en la realización de las diferentes actividades, demostrando interés y satisfacción.

5-   En la Unidad de Larga Estancia, (U.L.E.) Se contó con el apoyo de un grupo de laicos de la Tercera Orden Carmelita, quienes en varias oportunidades realizaron su apostolado junto al nuestro, demostrando gran apoyo y dedicación en la visita a los pacientes.

6-   Los seminaristas del grupo de Pastoral se reunieron periódicamente todos los sábados, durante la mañana, por espacio de una hora aproximadamente, donde, entre cantos de alabanza, oración personal y comunitaria, se realizaba la debida preparación y formación del trabajo evangelizador.

7-   Se contó con los espacios adecuados para llevar a cabo las celebraciones de la Palabra y Adoración a Jesús Sacramentado, a saber, cada institución tiene su Capilla propia.

8-   De igual manera fue de gran importancia, la presencia y colaboración de Sacerdotes y Diáconos de nuestro Seminario, en las actividades propias de la Pastoral de Salud, entre las que se mencionan: Eucaristías y Horas de Adoración Eucarística.

9-   La fraternidad grupal se vio impulsada con gestos puntuales de amistad y compartir, en oportunidades de ámbito pastoral, como fuera de éste.

10-         Se contó con la presencia de varios seminaristas del grupo de la Pastoral de Salud, que al saber cantar y ejecutar la guitarra, nos hicieron más llevadera la animación musical de las actividades.


O P O R T U N I D A D E S:

1-   Tuvimos la oportunidad de elaborar detenidamente y aplicar convenientemente nuestro propio Proyecto Pastoral en la U.L.E. y Hospital Sor Juana Inés de la Cruz, gracias a la confianza depositada en nosotros, por parte del Pbro. Franklin Uzcátegui.

2-   Se tuvo la oportunidad de conocer la experiencia de sufrimiento de aquellas personas que, no importando su edad, sexo o raza, fueron para nosotros claros ejemplos de que todo ser humano necesita de la ayuda y presencia de los demás, sobre todo en realidades como la enfermedad.

3-   Se pudo conocer la gran necesidad que existe actualmente en la Pastoral de la Salud, reconociendo que para llevar un mejor trabajo es necesaria la integración de laicos.

4-   En esta misión, pudimos trabajar en conjunto con otras confesiones religiosas. (Adventistas) en oraciones por los enfermos y predicación de la Palabra de Dios.

5-   Se transmitió la Palabra de Dios a los más necesitados y afligidos, profundizando en el mensaje misericordioso de Dios, a ejemplo del Papa Francisco.

6-   Se tuvo la oportunidad de visitar brevemente la U.P.A (Unidad de Psiquiatría Aguda) sabiendo que este es un campo más delicado para tratar.

7-   Como actividad primordial es necesario resaltar el llevar la Sagrada Comunión a los enfermos, donde se aprovechaba para hacer las invitaciones a las Eucaristías Dominicales.

8-   Visitar a los enfermos en las tres instituciones, actividad que aunque parece sencilla, debe ser preparada con temáticas específicas a implementar, por supuesto dejando paso a la acción del Espíritu Santo.

9-   La experiencia misma de que la pastoral estuvo compuesta por seminaristas de diferentes cursos fue enriquecedora.


D E B I L I D A D E S:

1-   El grupo de Pastoral de Salud, a nuestro modo de ver, fue un poco reducido, por lo tanto creemos conveniente que sea incrementado su número para así tener una mayor atención en las instituciones, específicamente en el Hospital Universitario, donde por su gran extensión se hace necesario un mayor número de seminaristas.

2-   Hubo ausencia de seminaristas por motivos personales o por actividades del Seminario que fueron planteadas de manera no coordinada con la Pastoral, y que en un principio no fueron agregadas a la Planificación General del Seminario. Esto de alguna manera interrumpe el trabajo armonioso del grupo de pastoral.


A M E N A Z A S:

1-   Hay presencia de grupos protestantes, quienes llevan un trabajo proselitista, esto conlleva a la pérdida de fieles católicos si no se les acompaña y se les comprende en sus momentos de dificultad. La presencia de la Iglesia en el Hospital es fundamental.

2-   Puede caerse en el error de convertir la Pastoral de Salud en una pastoral asistencialista y activista, ya que el deseo de solventar todas las situaciones, si nos descuidamos, nos puede traer exigencias que a la larga traigan consigo el sentimiento de fracaso, al no poder ayudar a todos, al menos materialmente.

3-   Como amenaza ubicamos también el no tomar las precauciones necesarias para el cuidado de la salud del grupo, aunque a lo largo del trabajo, no se presentó ningún caso.
                    

                     Conforme a lo anteriormente descrito, a continuación firmamos los seminaristas integrantes de la Pastoral de Salud y el Pbro. Franklin Uzcátegui.

Hospital Universitario de Los Andes Mérida
En Mérida a los 26 días del mes de junio de 2016. Festividad de San Josemaría Escrivá de Balaguer.       
  Per Regnum Chrisiti ad Gloriam Dei


P.A
García

viernes, 17 de junio de 2016

La Virgen María, reflexiones.

REDEMPTORIS MATER
      
   Reflexiones de la Carta Encíclica Redemptoris Mater de san Juan Pablo II sobre la Bienaventurada Virgen María publicada en marzo de 1987.
      
   ¿De qué modo está unida María al Misterio de Cristo?

         En el misterio de Cristo, María está presente ya “antes de la creación del mundo” como aquella que el Padre “ha elegido” como Madre de su Hijo en la encarnación, y junto con el Padre la ha elegido el Hijo, confiándola eternamente al Espíritu de santidad. María está unida a Cristo de un modo totalmente especial y excepcional, e igualmente es amada en este “Amado” eternamente, en este Hijo consubstancial al Padre, en el que se concentra toda “la gloria de la gracia”.

         María es introducida definitivamente en el misterio de Cristo a través de este acontecimiento: la anunciación del ángel. (RM, 8)  

         ¿Por qué podemos llamar a María Madre de Dios y Madre nuestra?

         Isabel pregunta a María: “¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a verme?”(Lc 1,43). Isabel da testimonio de María: reconoce y proclama que ante ella está la Madre del Señor, la Madre del Mesías. (RM, 12)

         San Ireneo dice: “el nudo de la desobediencia de Eva fue desatado por la obediencia de María; lo que ató la virgen Eva por incredulidad, la Virgen María lo desató por la fe”. A la luz de esta comparación con Eva los Padres –como recuerda todavía el Concilio- llaman a María “Madre de los vivientes”. (RM, 19)

         Podemos decir que, si la maternidad de María respecto de los hombres ya había sido delineada precedentemente, ahora es precisada y establecida claramente; ella emerge de la definitiva maduración del misterio pascual del Redentor. La Madre de Cristo, encontrándose en el campo directo de este misterio que abarca al hombre, a cada uno a todos, -es entregada al hombre- a cada uno y a todos como madre.

         Este hombre junto a la cruz es Juan, “el discípulo que él amaba”. Pero no está él solo, sino que siguiendo la tradición, el Concilio no duda en llamar a María “Madre de Cristo, madre de los hombres”, pues está “unida a la estirpe de Adán con todos los hombres…; más aún, es verdaderamente madre de los miembros de Cristo por haber cooperado con su amor a que nacieran en la Iglesia de los fieles”. (RM, 23)


P.A
García

¿Por qué decimos “creo” y “creemos”?

CREO-CREEMOS

Creer es tener fe, y “la fe es la garantía de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven” (Hb 11,1). La fe es una adhesión personal del hombre a Dios. Algo sumamente importante es saber que la fe es un don sobrenatural  de Dios; para que nosotros como hombres podamos “creer” se nos hace necesario los auxilios interiores del Espíritu Santo. Creer, es además un acto personal y comunitario.

Por lo tanto, si decimos “yo creo en Dios”, estamos pronunciando unas poderosas palabras que vienen inspiradas por el mismo Dios.

Creer es un acto personal, pero también podemos decir “creemos”, porque como se expresa más arriba, creer es un acto comunitario ya que si una persona expresa creer en Dios, en la Santa Madre Iglesia, los sacramentos, los santos y la Santísima Virgen María y otra persona también cree en lo mismo, de esta manera podemos decir “creemos”, sabiendo que existe un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre. (Ef 4,5)

La fe es necesaria para la salvación: “El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará” (Mc 16,16)

P.A
García


miércoles, 15 de junio de 2016

Constitución Apostólica Fidei Depositum


EL CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA

         El gran Concilio Vaticano II, que fue inaugurado por san Juan XXIII, se realizó con la intención de hacer presente la misión apostólica y pastoral de la Iglesia, así como explicar y conservar de mejor manera la doctrina cristiana y hacerla más accesible a todos los fieles. Los padres conciliares, en un largo lapso de cuatro años, elaboraron exposiciones doctrinales y directrices pastorales para el bienestar y provecha de la Iglesia Universal.

         El principal objetivo de éste singular Concilio fue, renovar de pensamiento, de actividad, de costumbres, de fuerza moral, de alegría y de esperanza a la gran comunidad de fe, estos han sido temas resaltantes.

         Por su parte, san Juan Pablo II, en el año 1985, convocó a una asamblea extraordinaria del Sínodo de los Obispos, con resultados valiosos como el deseo de que se redactara un Catecismo o compendio de toda la doctrina de la Iglesia, tanto de fe como de moral.

         La doctrina que se expresase en ese texto, el Catecismo, debía ser verdaderamente bíblica y litúrgica, dando a conocer una doctrina confiable y adaptada a la manera de vivir de los cristianos de la actualidad. El Catecismo de la Iglesia Católica, es producto de genuina colaboración y es el resultado de seis largos años de intensa labor intelectual.

         Para la redacción de este Catecismo se introdujo las siguientes observaciones y propuestas que diferentes teólogos, exégetas, catequistas y obispos del mundo, formularon en orden al perfeccionamiento del texto. En la elaboración del Catecismo se tomó en cuenta la consulta realizada a los obispos católicos, así como también a Conferencias Episcopales, a institutos de teología y de catequesis, reflejando de esta manera, la catolicidad de la Iglesia.

         Teniendo en cuenta que un catecismo debe brindar la enseñanza de la Sagrada Escritura, de la tradición de la Iglesia y del Magisterio, así como la bella herencia de espíritu de los Padres, santos y santas, de todo esto que nos hará posible el conocimiento del misterio de la fe, también debe ayudar a iluminar con la luz de la fe las constantes situaciones y problemas que en el pasado no se habían plateado.

          Para dar respuesta a la exigencia, éste Catecismo recoge el antiguo orden dado por el Catecismo de san Pío V, partiendo el texto en cuatro secciones las cuales son: el Credo, la Sagrada Liturgia, el obrar cristiano y la oración cristiana, pero de una vez el nuevo texto va expresando de manera actualizada, con el propósito firme de dar respuesta a los acontecimientos de nuestra época.

         El Catecismo expresa de la siguiente manera estos cuatro puntos: el misterio cristiano en primer lugar es el objetivo de la fe que constituye la primera parte del texto; es presenciado en las acciones litúrgicas constituyendo la segunda parte, la tercera sección es, que está presente para iluminar a los hijos de Dios y sostenerlos en el actuar y la cuarta parte, el padrenuestro, que es el fundamento en la oración.

         A modo de resumen, el Catecismo de la Iglesia Católica pretende enseñar toda la doctrina vivida por nuestro Señor Jesucristo, la cual es resumida en la Sagrada Escritura, específicamente en los cuatro Evangelios; así de igual manera se recibe la unidad del misterio de Dios, de su designio de salvación y el centro que es Cristo, el Hijo de Dios, enviado por el Padre y encarnado en el seno de la bienaventurada Virgen María.

         El Catecismo hace constar que Cristo está realmente presente entre nosotros, a través de los sacramentos. El sucesor de san Pedro Apóstol, que en la época de la publicación del Catecismo era san Juan Pablo II, aprobó el texto doctrinal, aportando gran riqueza a la Santa Iglesia Católica y a las diferentes Iglesias particulares que están en comunión con Roma.

         En la parte final de la Constitución Apostólica Fidei Depositum, el depósito de la fe, se pide a la Santísima Virgen María que sostenga con su poderosa intercesión el trabajo de la catequesis en este momento de la historia, en la que se llama a la Iglesia a hacer un nuevo esfuerzo de reevangelización.


P.A
García

martes, 14 de junio de 2016

Inician ponencias filosóficas en el seminario de Mérida


AMOR A LA SABIDURÍA

         El pasado martes 14 de junio, en el auditorio del Seminario de Mérida, se dio inicio a la jornada académica de presentación de síntesis filosóficas, que como todos los años deben defender los seminaristas que cursan el tercer año de filosofía en esta casa de formación. Este año académico son ocho seminaristas los que, en estos tres días, del 14 al 16 de junio, estarán haciendo sus presentaciones para el provecho de todos. La cita es a las 2:00 pm, y los familiares de los seminaristas también se hacen presentes, para acompañarlos en este momento tan especial, que además marca el final de una etapa y el comienzo de otra.

         En nuestro Seminario, la temática de la defensa de un trabajo consta de 15 minutos para exponer, y posteriormente, una ronda de preguntas que dirigen los miembros del jurado, entre los que se destacan el Pbro. Dr. Horacio Carrero, tutor de la materia Síntesis Filosóficas, y el Pbro. William Vázquez Vicerrector Académico del Seminario, de igual manera se incluye otro sacerdote invitado y según cada ponente, el tutor del trabajo filosófico.

         Este año, los seminaristas han escogido los siguientes temas:

El seminarista Luis Suárez, de la Diócesis de El Vigía San Carlos del Zulia: con el tema “la naturaleza de la fidelidad en su vínculo esencial a la ética y moral del hombre en la obra, Filosofía de la Fidelidad de Josiah Royce”.

El seminarista Jonatan Calderón, de la Diócesis de El Vigía San Carlos del Zulia: con el tema “la libertad como encuentro de sentido en la obra El Hombre en busca de sentido de Viktor Frankl”.

 El seminarista Jhon Jairo Dávila, de la Arquidiócesis de Mérida: con el tema “etiología del problema de la nada y la concepción del ser en la obra El Ser y la Nada de Jean Paul Sartre”.

El seminarista Randy Duque, de la Diócesis de El Vigía San Carlos del Zulia: con el tema “existencialismo de Jean Paul Sartre en su obra La Náusea”.

El seminarista Yiner Rivas, de la Arquidiócesis de Mérida: con el tema “la codeterminación social del ser humano, en el pensamiento filosófico de Xavier Zubiri, en su obra Tres Dimensiones del Ser Humano: individual, social, histórica”.

El seminarista Onías Rojas, de la Arquidiócesis de Mérida: con el tema “la persona en la acción y su integración como realidad. Análisis según Karol Wojtyla en su obra Persona  y Acción”.

El seminarista Jhonny Rondón, de la Diócesis de El Vigía San Carlos del Zulia: con el tema “el progreso del entendimiento desde lo estrictamente deductivo e inductivo en l obra Tratado de la reforma del entendimiento de Baruch Espinoza”.

El seminarista Juan Pablo Patiño, de la Arquidiócesis de Mérida: con el tema “la metafísica de la libertad en la obra Crítica de la Razón Práctica de Immanuel Kant”.

El seminarista Carlos Vivas, de la Arquidiócesis de Mérida: con el tema “la relación mundanal del dasein con los otros en El Ser y Tiempo de Martin Heidegger”.

         A estos compañeros nuestros, les deseamos el mayor de los éxitos y que sea de provecho para toda la comunidad del Seminario. En estas actividades se valora el esfuerzo y dedicación de cada uno de los ponentes, por eso todos merecen las más sinceras felicitaciones.

P.A
García

jueves, 9 de junio de 2016

Hermanas tan parecidas.

CUBA Y VENEZUELA

Cuba y Venezuela, dos países tan distintos pero tan parecidos últimamente. No podemos negar que Venezuela durante los gobiernos democráticos vivió una etapa de prosperidad y bienestar, sin ocultar las sangrientas corrupciones y errores que se sufrieron. Por su parte Cuba, desde la llegada de Castro al gobierno, ha vivido en una dictadura que con el transcurrir de los años se ha ido inculcando en el corazón de varias generaciones de cubanos.

Ahora, por cómo se ven las cosas, es Venezuela la que sufre, la que está sumergida en el abandono y en la miseria del fracaso de un sistema de gobierno que es totalmente inaplicable a las sociedades latinas. Somos los venezolanos los que vivimos en una presunta dictadura, disfrazada de socialismo que es lo mismo que comunismo, es decir, miseria y perdición.

En los últimos días hemos visto cómo una esperanza se ha abierto para la isla caribeña, con el restablecimiento de sus relaciones con los Estados Unidos de América, se abren puertas que durante medio siglo habían permanecido cerradas. Por su parte Venezuela no tiene otra esperanza que la de un cambio brusco en el gobierno nacional, de modo que se avecine la prosperidad y la vida dignificada que la sociedad venezolana reclama. Las sociedades siempre van a actuar movidas por un líder que les aflore sus necesidades, sin embargo, este líder debe ser consciente de que el pueblo necesita ser formado, para que todos trabajen por un país mejor y no lo esperen todo del gobierno y menos que todo dependa del gobierno.

P.A
García

El mal que nos azota.

DELINCUENCIA EN VENEZUELA

Nuestro país, Venezuela, rico en cultura, folklore y religiosidad se está viendo azotado por el mayor de los enemigos de una sociedad, la delincuencia. Es penoso ver cómo en las calles y avenidas de nuestras ciudades ya es imposible transitar con tranquilidad, no se da un paso sin pensar en que al dar el siguiente nos podrían estar robando sin piedad ni mucho menos disimulo.

Esta actitud en Venezuela se hace presente en la mayoría de los casos en personas jóvenes, y esto es lo más doloroso, pues la juventud de hoy ha de ser el pueblo del mañana y si no se cuenta con jóvenes dedicados al estudio o a un trabajo digno, no progresamos, no avanzamos y nos quedamos estancados en las promesas de los que gobiernan y en el buen pensar de todos.

Es necesario reconocer que los delitos que se cometen en Venezuela tienen sus raíces en la notable corrupción en la que vive el sistema judicial y penal, porque si se hace justicia con el que comete un delito, tal vez no habrá otro que desee hacer lo mismo y pasar por un riguroso pero efectivo sistema judicial, es decir, los miembros de los cuerpos de seguridad del Estado son fácilmente manejables y de la falta de conciencia en estos funcionarios públicos se aprueba el delinquir de un ciudadano que ha optado por eso tal vez porque su entorno social no le es favorable para la justa adquisición de lo necesario del día a día.

Sin embargo, en consecuencia de la creciente modernización de la sociedad, se ha despertado en las conciencias de las masas, el deseo y único propósito de poseer artículos tecnológicos que no son muy fáciles de adquirir por el venezolano promedio, se ha creado un común acuerdo, cual es obtener lo más nuevo, lo más avanzado por la vía injusta, es decir, arrebatando de las manos lo que los demás tienen y que yo también lo debo tener, porque la sociedad manipuladora de almas me lo exige y sin ello no valgo nada, no soy nadie.

Concluyo con las palabras que manifestaron los Obispos venezolanos en una Exhortación Pastoral, en la que expresaban que en Venezuela hay crisis económica, crisis social, pero también hay crisis de valores.

P.A
García

El bachaqueo que mal tan grande.

LAS PRÁCTICAS DEL BACHAQUEO

En un artículo, tomado del diario “Ultimas Noticias” podemos darnos cuenta de lo que es capaz de hacer el ser humano (el venezolano), por conseguir dinero; expresándolo desde la perspectiva humana, lo que hace para simplemente sobrevivir en un país en el que, por lo que se percibe, no está nada bien en lo político, en lo económico y mucho menos en los social.

         El tema del “bachaqueo”, entendiéndose éste como la reventa de objetos que están desaparecidos del mercado, es uno de los más comunes en la actualidad venezolana; esta sociedad, ha optado por la corrupción y lo moralmente inaceptable, con tal de conseguir su sustento diario “bachaqueros”, y en el caso de los consumidores, para conseguir lo que necesita la despensa de sus hogares, o conseguir lo necesario para construir edificaciones, estudiar, trasladarse de un lugar a otro, y es necesario expresar que uno de los posibles autores de ésta problemática es que Venezuela, desde hace varios años atrás, se sumergió profundamente en lo que se puede denominar el “fenómeno escasez”, el cual se origina participando en primer lugar las grandes empresas procesadoras de productos desaparecidos o poco encontrados, las mismas no poseen la materia prima para elaborarlos; en realidad, según las leyes que nos rigen, es el Estado (Gobierno Nacional) el que recibe el peso de sus desfavorables políticas, al pretender que todo cuanto se produzca en el territorio nacional sea evaluado y administrado por sí.

En segundo plano, encontramos que ésta carencia de materiales es abiertamente anunciada al público en general y a veces hasta con tono alarmante por parte de los empresarios en rebeldía al Gobierno Nacional, ocasionando de esta manera una poderosa ola de preocupación, que afecta al venezolano de manera impresionante, quien la pretende aliviar adquiriendo el mayor número de productos aun cuando ya cuente con una cantidad moderada, originando así la más rápida desaparición de productos y por consiguiente el “fenómeno escasez”.

 Teniendo en consideración estas consecuencias, una posible solución, lenta pero segura, de estas fallas es concientizar al venezolano, para que adquiera considerablemente lo necesario para consumir, para dar así una oportunidad a los organismos competentes en cuanto a la solución del problema, de esta manera se garantizaría un mercado equilibrado; no con esto se abren las puertas para aplicar una rigurosa manipulación popular, pues esto es sumamente desagradable ante los ojos del pueblo, de ahí vienen las inconformidades que el Gobierno pretende aplacar con obras de caridad para callar las conciencias de los ignorantes.

Volviendo al tema del “bachaqueo” encontramos que estos son los promotores de la corrupción en el país, pues, nos obligan a cancelar cantidades exageradas por productos que en la mayoría de los casos evitamos comprar en las multitudinarias colas en las que se está de pie con la única esperanza de que al llegar todavía exista mercancía.

Se debe estar seguro de que con potencializar a las empresas y concientizar al pueblo éstas dificultades, que no deberían pasar ningún pueblo cuyas estadísticas expresan que se declara socialista, se acabarían, sin embargo, estamos en un punto muy elevado, pues en Venezuela ya no se vive, sino que se sobrevive.
P.A
García

Sacerdote ejemplar, vida santa.

EL CURA IDEAL
Don Pedro Legaria, sacerdote español, vida ejemplar de santidad sacerdotal
En lo personal afirmo que un buen sacerdote debe tener tres características  principales, en las cuales apoyarse para desempeñar su ministerio sacerdotal de manera santa y eficiente.

         Como primera característica planteo la espiritualidad, el sacerdote debe ser un hombre de Dios, de oración, que dedique tiempo al encuentro personal con Dios y que aprenda a conocerlo por medio de las Sagradas Escrituras. Un sacerdote debe consagrar toda su vida al servicio de Dios, pero cómo va a amar a alguien que no conoce, por eso el sacerdote debe cuidarse de hablar mucho de Dios, pero poco con Dios; la espiritualidad de un sacerdote ha de reflejarse en su manera de actuar, de hablar, de desenvolverse en medio de las realidades cotidianas.

         Como segunda característica expongo la disponibilidad, la que debe tenerse con prudencia, evitando ser manipulado por los demás; la disponibilidad sacerdotal se demuestra cuando es capaz de levantarse de la mesa para atender a quien se quiere reconciliar con Dios.

         La tercera característica sería el amor, que debe tener principalmente para con Dios, y de este modo pueda hacer las demás cosas con amor. De igual manera, los sacerdotes deben amar su vocación, su parroquia, su gente, sus colaboradores, sus opositores, sus obligaciones, el sacerdote debe hacer todo con amor, por amor y dando gloria al Amor verdadero. En resumen el sacerdote debe ser alter Christus, es decir, otro Cristo.

         El celibato es simplemente la opción que solo logran hacer los que son verdaderamente hombres, los que dominan su cuerpo y no se dejan llevar por los placeres pasajeros, el celibato es cerrar una ventana para abrir todas las puertas, en especial la puerta del corazón donde caben todos los hombres y mujeres, hijos de Dios.

         Un sacerdote ideal, es aquel que siempre porte su traje talar y sea piadoso, padre y pastor, es aquel que haga lo que tenga que hacer por el Reino y vea siempre la manera de ir más allá de los esquemas. Un sacerdote polémico, pero para bien, un sacerdote luchador social, amante de la Iglesia, del Papa, de María, de Cristo, de la Liturgia y de su gente a quien se debe.

         El sacerdote ideal es aquel que encuentra la plenitud del sacerdocio desde su condición de párroco, maestro, formador, aquel que se santifique santificando con el amor.

         Señor, eso quiero ser, un sacerdote sencillo, un cura de pueblo, un párroco entregado a la misión, un sacerdote amante de su vocación, un sacerdote santo.
P.A
García

miércoles, 8 de junio de 2016

El sufrimiento humano.

TEOLOGÍA DEL SUFRIMIENTO HUMANO


Reflexión personal sobre la Carta Apostólica Salvifici Doloris de
San Juan Pablo II

         En el presente trabajo, voy a tratar de dar respuesta a las siguientes preguntas: ¿Cuál es el sentido del sufrimiento humano? Y si Dios es todopoderoso ¿Por qué permite tanto dolor?, todo esto guiado desde la actualidad en la que el ser se encuentra, una actualidad sufriente, agonizante, pues cada día que pasa, el hombre encuentra una manera distinta de sufrir y padecer, sin saber que en la mayoría de los casos, el causante de ese sufrimiento, es el pecado, es decir, a desobediencia a los mandamientos de la ley del Señor.

         Al principio de la Carta, el santo Padre aclara que se centra en la temática del sufrimiento, pues coexiste con el hombre en el mundo y por ello hay que volver a él constantemente (n°2).

         Ahora veamos cuál es el sentido del sufrimiento humano a la luz de esta Carta Apostólica. En primer lugar debemos tener en cuenta que el hombre sufre cuando experimenta algún mal, sin embargo, en el concepto cristiano la realidad del sufrimiento se explica por medio del mal que está siempre referido a un bien. Así como el Señor fue consciente de probar a su siervo Jacob con el sufrimiento, lo hace para demostrar su justicia, de manera que el sentido del sufrimiento humano se basa en que éste tiene carácter de prueba.

         Profundizando más sobre el sentido real del sufrimiento humano, nos dice la Carta Apostólica que el sufrimiento debe servir para la conversión, es decir, para la reconstrucción del bien en el sujeto, que puede reconocer la misericordia divina en esta llamada a la penitencia.

         La penitencia tiene como finalidad superar el mal, que bajo diversas formas está latente en el hombre, y consolidar el bien tanto en uno mismo como en su relación con los demás y, sobre todo, son Dios.

         Comprendo que nuestro Dios que está lleno de misericordia y amor permita el sufrimiento en la humanidad para sacar de él un bien, ahora podríamos decir como lo proclama el famoso refrán: “no hay mal que por bien no venga” y comprender claramente que así como Dios entregó a su hijo único al sufrimiento de una muerte de cruz, para darnos un bien muchísimo mayor como lo es la salvación, así mismo en su omnipotencia permite el sufrimiento en nosotros para que esto sea un paso seguro a la conversión de corazón.

         Recordemos que nuestro sufrimiento, por ejemplo el de los enfermos, coopera con los sufrimientos de Cristo para la salvación del mundo, es como cargar con la cruz con Jesús de Nazaret.

         De este modo voy concluyendo esta breve reflexión, haciendo énfasis en que el sentido del sufrimiento humano se consigue cuando lo concebimos con los planes de Dios, con su voluntad y comprendemos que él es su poder magnifico lo permite para que con el tiempo ese sufrimiento nos acerque a él y nos aleje del verdadero sufrimiento, que es morir para Dios, es decir, perder la vida eterna, perder el banquete que no tiene fin, el cielo.

         Dios permite el mal para que un bien pueda llegar. El Señor es perfecto en sus designios, pero también la humanidad debe apostar por alejarse de todo aquello que aparta de Dios y por ende le causa sufrimiento.

P.A
García