miércoles, 7 de octubre de 2020

La Teología, ciencia de salvación

La Teología, Ciencia de Salvación[1]

En qué consiste la doble acepción de la palabra Teología

        La palabra Teología, debe ser entendida como la ciencia de Dios, sin embargo, esta misma palabra puede ser comprendida en dos sentidos: objetivo y subjetivo. “En sentido objetivo significa la ciencia que tiene a Dios por objeto, y en sentido subjetivo es la ciencia que Dios mismo posee y que comunica a los hombres por su gracia”[2].

         En el sentido subjetivo, “la Teología es la ciencia que tiene Dios de sí mismo y del mundo creado”[3]. Dios se conoce a sí mismo y conoce a los demás objetos como participaciones suyas, pues por Él han sido creados, conocimiento que a su vez comunica gratuitamente a los hombres de dos maneras: la primera en la visión beatífica de los santos, es decir, una manera perfecta; y la segunda en la revelación y en la fe, es decir, de manera imperfecta, pero sin menguar profundidad[4].

         El Verbo de Dios lo conoce todo y lo comunica a los hombres por medio de la revelación; “así, mientras que por la creación la sabiduría de Dios se ve como aprisionada en las cosas creadas, por la revelación esa sabiduría se humaniza en la palabra de los profetas, y después se encarna en Cristo Jesús”[5].

         En el sentido objetivo, la “Teología es la ciencia que tiene como objeto a Dios, y esta ciencia a su vez puede considerarse como la suma de los conocimientos humanos sobre Dios”[6]. La Teología exige una triple ciencia: “la que se obtiene por reflexión sobre el mundo creado, la que procede de la palabra de Dios a los hombres, y finalmente la que se deriva de la visión misma de Dios”[7], lo que genera una triple Teología: la Teodicea o Teología natural, la Teología propiamente dicha o Teología del homo viator y la Teología de la patria, o el conocimiento de los elegidos[8]. Cada una de ellas es Teología ´ciencia de Dios´, pero se diferencia de las otras dos por su manera de alcanzar el objetivo:

La Teología natural alcanza a Dios por medio de las obras de la creación y por la luz natural de la razón. La Teología propiamente dicha alcanza a Dios por la palabra y el testimonio de Dios sobre sí mismo, y por la luz de la razón iluminada por la fe. La Teología de la patria conoce a Dios en su esencia y por la luz de la gloria[9].

En sentido estricto ¿Qué es Teología?

        La Teología, es su sentido propiamente dicho es ´la ciencia de Dios´, “de Dios tal como se nos ha dado conocer por la revelación, y en la medida en que esta revelación puede introducirnos en un conocimiento más profundo de su misterio íntimo”[10]. La Teología se basa necesariamente en los datos de la revelación que han sido acogidos por la fe, diferenciándose de las demás ciencias que versan sobre los datos de la experiencia[11].

Caracteres de la Teología:

Histórico

        Dios se revela en la historia y por la historia, por ello la Teología ha de referirse a la historia de la salvación, sin ser una reflexión sobre un sistema de proposiciones abstractas, sino sobre unas intervenciones libres de Dios en la historia. No puede haber Teología sin referencia a la economía de la manifestación de Dios, economía que es presencia en el tiempo[12].

Cristológico

        La historia de la salvación se centra en Cristo, anunciado y preparado por el Antiguo Testamento. El la centralidad del Nuevo Testamento en los Evangelios es Cristo, en su vida y en su obra salvífica, por lo que toda Teología es cristológica, ya que se conoce a Dios a través de Cristo: en resumen, no hay Teología sin Cristología[13].

Eclesiológico

        La Palabra de Dios es recibida por la Teología en la Iglesia; gestionando su comprensión e interpretación dentro de la Iglesia y como auxiliar de ésta, por lo que su reflexión debe efectuarse en relación con los teólogos del pasado y del presente, en consecuencia no puede haber Teología sin referencia a la Iglesia, de ahí su carácter eclesiológico[14].

Antropológico

        La Teología es revelación al hombre del misterio de Dios, que se inclina sobre él para cubrirlo con su amor, por eso, naturalmente el hombre está llamado por el amor para que participe de la vida de Dios, o para que tenga vida en Dios. Es por eso que la Teología habla de Dios a la par que habla del hombre, y a la inversa no podría la Teología hablar del hombre sin hablar de Dios, es por eso que sin antropología no hay Teología[15].

Cristo como objeto de la Teología

        Por consenso general se afirma que el objeto de la Teología es Dios, sin embargo, teólogos como E. Mersch y la Teología kerigmática, opinan que el objeto de la Teología es Cristo[16]. Al respecto se pueden hacer algunas disquisiciones pertinentes.

         Mersch cree que el objeto de la Teología es el Cristo místico, considerando que el objeto material de la Teología es doble: “por una parte el objeto principal, Dios, y por la otra el objeto secundario, las obras de Dios; y entre ellas, como obra principal, está el hombre”[17], de ahí que la Teología tenga que abarcar este doble objeto, que no es otro que el Cristo total o Cristo místico, ya que, por un lado Cristo es Dios y por otro es el Hombre-Dios, con toda la humanidad que se le ha incorporado, como lo afirma la Revelación[18].

         Esta concepción de Mersch, lejos de tener algún peligro, es fácilmente atendible al precisar que el objeto de la Teología es Dios y su misterio en su conjunto, sin embargo, podría hablarse de una sistematización de la Teología, donde cabría perfectamente este postulado de Mersch[19], sin menguar la importancia de la Relevación de la Trinidad Beatísima, Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo.

         Por otro lado está la conocida postura de la Teología kerigmática, que ha propuesto, como Mersch, una sistematización cristocéntrica, pero ha ido más allá, pues pone a la palestra una doble Teología con un doble objeto[20], siendo el peso histórico el siguiente:

Conmovidos por las quejas de los pastores de almas sobre la ignorancia y la mediocridad de vida de sus feligreses, cierto número de teólogos creyeron que la razón de ello estaba en una presentación deficiente del cristianismo y en una enseñanza poco adecuada de la Teología[21].

         Como consecuencia de esto, se creyó conveniente separar de la Teología tradicional, un apartado pastoral que llamaron Teología kerigmática, es decir, de la proclamación, encargándose ésta de la predicación en general, y aquella del acontecer científico, esta fue la doble concepción de la Teología, una del intelecto y otra del corazón[22].

         Finalmente, aunque la proposición Teología kerigmática fue bien recibida desde su exposición, fue rechazada por la Iglesia al considerar que:

No podría ser fiel a su objeto una ciencia teológica que en lugar de ocuparse de la comprensión del mensaje revelado se dedicara a promover la piedad de sus partidarios; y no porque esto último fuera indeseable, sino porque no es la materia que corresponde a la Teología[23].

Conclusión

         La Teología, en nuestros días, debe ser comprendida y estudiada desde la auténtica interpretación de la Palabra de Dios revelada, cuyo oficio, en palabras del Catecismo de la Iglesia Católica en su numeral 99, “ha sido confiado únicamente al Magisterio de la Iglesia, al Papa y a los obispos en comunión con él”[24], valorando de igual manera el trabajo individual de tantos estudiosos, por los cuales la ciencia misma contribuye con la misión de la Iglesia.

P.A

García

Bibliografía

 

Congregación para la Doctrina de la Fe, 2008. Catecismo de la Iglesia Católica. 12 ed. Caracas: Trípode.

Latourelle, R., 2020. La Teología, Ciencia de la Salvación. [En línea]
Available at: http://www.edoctusdigital.com/newpage87.htm#TOC8
[Último acceso: 16 octubre 2020].

 

 



[1] El texto base para la realización de este trabajo manifiesta en nota marginal: NOTA: El texto de estas páginas es una versión condensada del libro titulado “La Teología, Ciencia de la Salvación”, escrito por René Latourelle.

[2] (Latourelle, 2020, p. 1)

[3] (Latourelle, 2020, p. 1)

[4] (Latourelle, 2020)

[5] (Latourelle, 2020, p. 3)

[6] (Latourelle, 2020, p. 3)

[7] (Latourelle, 2020)

[8] (Latourelle, 2020)

[9] (Latourelle, 2020, p. 3)

[10] (Latourelle, 2020, p. 4)

[11] (Latourelle, 2020)

[12] (Latourelle, 2020)

[13] (Latourelle, 2020)

[14] (Latourelle, 2020)

[15] (Latourelle, 2020)

[16] (Latourelle, 2020)

[17] (Latourelle, 2020, p. 11)

[18] (Latourelle, 2020)

[19] (Latourelle, 2020)

[20] (Latourelle, 2020)

[21] (Latourelle, 2020, p. 13)

[22] (Latourelle, 2020)

[23] (Latourelle, 2020, p. 14)

[24] (Congregación para la Doctrina de la Fe, 2008)

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