ROBERT SARAH
En nuestras celebraciones litúrgicas es
común que sintamos el deseo de tomar unas buenas fotografías, para el recuerdo,
y éste deseo se intensifica si la ceremonia es presidida por el Santo Padre, el
Vicario de Cristo. Es en éste particular contexto en el que debemos situarnos
para comprender la reflexión que hace al respecto el Cardenal africano Robert
Sarah, Prefecto para la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de
los Sacramentos, en la Curia Romana.
El Cardenal Sarah, mientras visitaba a un grupo de
sacerdotes españoles, en un encuentro privado, que luego fue publicado en
YouTube bajo el título: “Coloquio con el Cardenal Robert Sarah. Encuentro
Sacerdotal. Obispado de Ávila. 24-5-2016”, compartió la siguiente experiencia
personal:
“Yo soy el responsable
de la Liturgia y cuando veo cómo celebramos en la Plaza de San Pedro o en la
Basílica me admiro. Cuando entra el Santo Padre, para la Celebración
Eucarística, nosotros, sacerdotes, cardenales, mientras estamos en la procesión,
¿qué hacemos?, en la sacristía ¿qué hacemos?, ¿nos preparamos para la
Celebración?, no dejamos de hablar. Y cuando entra el Santo Padre, una
avalancha de teléfonos para tomar fotografías, y durante toda la Misa se toman
fotografías, obispos, cardenales, laicos, todo el mundo.
Les comento algo que me
pasó mientras estaba consagrando una Iglesia, estaba presente una televisora de
Guinea, y también el sacerdote encargado de transmitir el contenido católico en
la radio y la televisión, él estaba revestido para la Santa Misa y con la
cámara fotográfica colgada del cuello, y durante toda la misa tomaba
fotografías, y la televisión captó a este sacerdote mientras tomaba las
fotografías.
Esta celebración
dominical era trasmitida en vivo y el presidente de la República, que es musulmán,
estaba viendo la ceremonia. El lunes en la mañana me llamó, yo no sabía para
qué, y me dijo: «Ayer, he visto en la televisión a uno de sus sacerdotes que
tomaba las fotografías, esto es inadmisible, imposible, él está para hacer rezar
al pueblo de Dios, como en nosotros el Imán está para hacernos rezar; si
necesitas de técnicos yo soy capaz de dároslos, pero él no puede hacer esa
labor».
Veamos cómo es un
escándalo para un musulmán ver cómo celebramos la Santa Misa”.
Este testimonio del Cardenal Robert Sarah fue compartido en
exclusiva a un grupo de sacerdotes, estando presentes dos obispos, y desde un
primer plano es una autocrítica, una reflexión dirigida al clero católico,
quienes deben ser los primeros en dar el ejemplo de cómo ha de vivirse la Santa
Misa.
De ninguna manera puede concluirse que sea un pecado tomar
fotografías en la Santa Misa o demás sacramentos o celebraciones litúrgicas, la
cuestión está en que si esto se convierte en lo más importante, se deja a un
lado el verdadero sentido sobrenatural de eso que se está celebrando. Nuestra
atención debe estar puesta en el misterio que se celebra, lo demás es y será
siempre muy secundario, además, como lo refirió el presidente de la República
de Guinea, ya hay técnicos que se encargan de fotografiar todo, nosotros
dejémosle hacer su trabajo y vivamos con atención la Santa Misa y demás
ceremonias.
En este sentido, permítanme agregar a esta reflexión, un
comentario entresacado de la serie catalana “Merlí”, cuando éste profesor de
filosofía les explica a sus alumnos el pensamiento de Guy Debeau (1931-1996):
“Según él, el nuestro es
un modelo de sociedad que ha convertido la vida de la gente en un espectáculo.
Para este pensador, que no conocía las rede sociales, vivimos en una especie de
pantalla global donde todo el mundo quiere ser visible a cualquier precio.
Dicho de otra manera: si no te muestras, no existes. Por tanto, lo único que
cuenta es lo que proyectamos de nosotros mismos en una imagen.
¿Qué pensáis? ¿Creéis
que si no colgamos imágenes nuestras en la red no existimos? Todos colgamos
fotos en Facebook, es verdad, pues yo no. A mí no me agrada, yo no quiero
compartir mi vida con tanta gente. ¿Qué es eso? Puro narcisismo. Hay gente que
hace una foto del plato que se está comiendo, por no hablar de los que van a un
concierto y en vez de verlo, lo graban. Dejad de mirar la vida a través de una
cámara y disfrutadla con los ojos y todos los demás sentidos.”
Estas últimas palabras de Merlí son las que debemos
compaginar con nuestra reflexión inicial: “Hay
gente que hace una foto del plato que se está comiendo, por no hablar de los
que van a un concierto y en vez de verlo, lo graban”. Nuestras
celebraciones litúrgicas, para los católicos, no deben ser como un concierto,
que en vez de vivirlo, lo grabamos. Definitivamente: “Dejemos de mirar la vida a través de una cámara y disfrutémosla con los
ojos y todos los demás sentidos”.
P.A
García
No hay comentarios:
Publicar un comentario